El Real Madrid ocupa su sitio natural: la semifinal de Champions, la tercera consecutiva y la undécima de las últimas 13. En lo que previsiblemente será una final anticipada, sea el rival el Manchester City, lo más probable, o el Bayern. Si es el City será el tercer club inglés consecutivo en esta competición. ¡El Madrid solo ante pesos pesados de la Premier!
Para este partido de vuelta de cuartos Ancelotti alineó el que hoy en día podemos considerar el once de lujo. Y Lampard volvió a sacar tres centrales como en la ida.
La salida agresiva del Chelsea era previsible. Necesitaban remontar los dos goles encajados en Madrid. Se trataba de aguantar el chaparrón de los primeros 15-20 minutos. Sin lesionados a ser posible, porque iban al choque y entraban muy fuerte. El objetivo principal era mantener la puerta a cero. Algo que estuvo a punto de quebrarse a los 10 minutos cuando Kanté solo en el área falló incomprensiblemente. El Madrid necesitaba tranquilizar los ánimos locales. La mejor forma de hacerlo era tocando y creando ocasiones. En el 18 Rodrygo estrelló un balón en el poste tras una buena jugada de ataque. Tres minutos después Militao veía una amarilla absurda, sobre la línea de fuera de banda. Acarrea sanción para el siguiente partido, lo cual hace más incomprensible su acción. Al poco el central brasileño se quejaba de un golpe.
La capacidad ofensiva del Madrid estaba muy limitada con Vinicius y Rodrygo bien atados en las bandas más los escasos balones que les llegaban. Y el Chelsea seguía presionando por todo el campo.
El concepto de la ley de la ventaja estaba siendo bastante dudoso. El árbitro no pitaba faltas a nuestro favor porque consideraba que al mantener la posesión nos ofrecía ventaja. El problema es que en las tres ocasiones que se produjeron estas situaciones la ventaja no era tal: la posesión de la pelota se producía bastante detrás de donde se cometió la falta. La más absurda fue la primera. No pita falta sobre Rodrygo a unos tres metros del área rival y de paso se ahorra la amarilla para el defensa. El Madrid recuperó a tres metros pero del círculo central. De falta peligrosa y tarjeta a nada. ¿Qué ventaja es esa?
En el 32 Kepa rechazó a córner un buen disparo de Modric desde el lateral del área. Y al minuto Cucurella recibía la amarilla por una falta sobre Rodrygo.
Vinicius tuvo el gol en el 40. Una buena combinación entre Rodrygo, Modric y pase final de Carvajal que no encontró el acierto de Vini en el remate, quien se había desmarcado en velocidad de su marcador. Siguió una contra de Fede Valverde que Benzema escorado a la izquierda remató al lateral de la red.
En el primer minuto de los dos del descuento Courtois salvó milagrosamente el remate de Cucurella, libre de marca entre los vértices del área grande y la pequeña. Intervención decisiva porque no es lo mismo irse 0-0 al descanso que perdiendo por un gol en los instantes finales.
La cuestión era saber si los blues aguantarían en la segunda mitad el ritmo de la primera.
Rüdiger salió para jugar la segunda mitad sustituyendo a Alaba. Finalizado el partido supimos de los problemas musculares del austriaco.
Reece James no vio la roja en el 50. ¿Y el VAR? La amarilla por esa entrada sobre el tobillo de Camavinga es lo mínimo.
Tras unos minutos iniciales de control blanco el Chelsea volvió a activarse. Apretaban desde las gradas y en el campo.
En el 57 Rodrygo se escapa por la banda derecha desde la divisoria de ambos campos (el pase largo de Militao fue magistral). Su pase de la muerte desde el lateral del área chica no lo aprovecha Benzema. Vinicius atento recoge la pelota en la izquierda. Avanza un poco y ve a Rodrygo que ha seguido la jugada y está centrado en el área pequeña. Rodry controla pisando con la derecha y fusiló con la izquierda. 0-1.
Entrar en la media hora final con 0-1 y un global de tres goles a favor era medio pasaporte para la semifinal.
Lampard efectuaba un triple cambio en el 64.
Karim tuvo el 0-2 en el 65 después de una buena combinación de Rodry con Vini. Esta jugada venía después de dos remates del Chelsea, fuertes pero centrados, que Courtois resolvió con solvencia.
Lampard efectuaba un triple cambio en el 67. Me sorprendió que retirará a Enzo Fernández que llevaba unos buenos minutos. Los mejores suyos en esta eliminatoria.
También me sorprendió que el Chelsea no se vino abajo tras el gol. Siguieron a lo suyo.
En el 70 Tchouaméni entró por Benzema (se fue tocado). Rodrygo se colocaba de falso nueve. El cambio amarrategui a más no poder era de corte italiano. Era lo que convenía. No estábamos para florituras. El objetivo era alcanzar las semifinales. Por otra parte la entrada del pivote francés liberaba a Kroos para intentar subir.
Vinicius a segundos del 75 se fue en carrera por el centro. No pudo culminar, rodeado de tres. No remató ni pudo pasar a su izquierda.
En el 76 ellos cambiaban de delantero y nosotros a Kroos por Dani Ceballos.
Rodrygo en el 79 sentenciaba el partido y la eliminatoria. 0-2. Rüdiger desde nuestra mitad de campo, tras una jugada de 30 pases, lanza largo para Ceballos. Este deja pasar el balón que llega a Vinicius. Se interna por la izquierda y ve a Valverde irrumpiendo en carrera. Se la pone y el uruguayo con su poderosa zancada se mete hasta la cocina. Cuando todos esperamos su disparo decide regalarle el gol a Rodrygo, libre de marca en el centro y a un par de metros de la línea de gol. El brasileño marca a placer y recibe una carga a destiempo de Kepa.
Marco Asensio y Nacho entraban por Rodrygo y Carvajal (otro muy buen partido suyo) en el 81.
Vinicius tuvo el 0-3 en el 87. Encaró a Kepa pero estrelló el balón en su cuerpo.
El partido se alargó tres minutos. Quería otro gol. De Valverde o Vinicius a ser posible. Me quedé con las ganas. Pero no pasa nada. Lo importante era el pase a nuestro hábitat natural de los últimos años. El 4-0 global de estos cuartos no deja dudas sobre quién fue mejor en los dos encuentros.
P.D.: Valverde fue elegido el mejor del partido.