Lección de eficacia: maquinaria pesada vs. orfebrería

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El Bayern Múnich 2 Real Madrid 2 fue una lección de eficacia entre dos estilos distintos, pero no tan diferentes. Un choque en el que la maquinaría pesada alemana se enfrentaba a la orfebrería latina manejada por el emigrante Kroos. Los ocupantes de ambos banquillos marcan el estilo de juego. Los equipos de Tuchel son martillos pilones. No te dan tregua. Los de Ancelotti poseen ese ingrediente tan italiano de esperarte agazapado, bien ordenados, y te pican como un escorpión.

Toni Kroos, alemán, es el orfebre de su equipo. O la batuta que dirige la orquesta blanca si así lo prefieren. El caso es que supo labrar los metales preciosos que son sus compañeros. Tras un inicio arrollador del Bayern, totalmente previsible, supo, junto a Tchouaméni, amainar el temporal. Al cuarto de hora el orfebre mayor del Reino de España impuso su labor con la inestimable ayuda pulmonar de Fede Valverde, quien tuvo que multiplicarse para suplir la ausencia de Bellingham (anoche muy por debajo de su nivel, en parte achacable al Bayern y también a unos obvios problemas físicos). El Madrid empezó a controlar el partido y en el 24 llegó la picadura, el 0-1 de Vinicius. Kroos, quién si no, observo que Vini marcaba el desmarque. Con su brazo derecho señala que el pase iba a ir por el exterior, para que el brasileño planificase su carrera. Y desde el círculo central, en campo del Bayern, filtra un pase prodigioso al guepardo del equipo. La combinación del pase de Kroos y la velocidad de Vinicius resulto mortal para los locales. Vini se plantó ante Neuer a quien batió con una facilidad asombrosa.

VIni Jr

En esta primera mitad me sorprendió que tanto Sané como Musiala no jugaban a pierna cambiada. Tanto Lucas Vázquez como Mendy se imponían en los duelos personales. Aunque el mayor peligro bávaro surgió de las botas de Sané, bien frenado por Lunin. En la segunda mitad intercambiaron sus posiciones y se notó. Vaya si se notó. Sane empataba en el 52 con un golazo desde la izquierda. Su obús buscó el palo corto. Solo vi que era gol cuando tembló la red. Y cuatro minutos después Kane transformaba un penalti cometido por Lucas Vázquez. Era el 2-1. El gallego hizo la de Cubarsí. Metió la gamba y derribó a Musiala. Lo mismo que le hizo el joven central azulgrana.

Comentaba Ancelotti, finalizado el partido, que sus dos goles llegaron cuando mejor estaba el Madrid. Así fue. El Madrid salió dominando y se encontró con dos escorpionazos. El mundo al revés. De un posible 0-2 (Neuer hizo la parada del partido a disparo de Kroos desde la frontal) se pasó al 1-1. El técnico italiano empezó a mover el banquillo. Primero metió a Camavinga, en el 64. Retiró a Nacho, retrasando a Tchouaméni a la defensa. Camavinga salió acelerado. Sus primeras tres intervenciones fueron falta. Y en la cuarta perdió el balón. Claramente salió sin cabeza a comerse el mundo afectado por su suplencia. 10 minutos después entraron Modric y Brahim por Bellingham y ¡Kroos! Lo de Kroos no acabo de entenderlo. El alemán se fue visiblemente enojado. En el 86, ya con 2-2, entró Joselu por Rodrygo. Precisamente el gol del empate a dos fue un penalti sobre Rodry. Lo placaron tras una buena combinación con Vini. Transformó Vinicius con habilidad en el 82.

Del árbitro tan solo decir que estaba claro que no era español. Pito los penaltis que fueron y no pitó ninguno que no fue. Esto que debería ser lo normal desafortunadamente no lo es en nuestra Liga. Tampoco interrumpió el ritmo del partido ni buscó protagonismo. Estuvo a la altura de un gran partido.

No las tengo todas conmigo de cara al partido del Bernabéu. El Madrid en estas eliminatorias de Champions está jugando mejor fuera que en casa. Así sucedió contra el Leipzig y el City. En casa pudimos perder ambos partidos y acabamos empatando. Por otra parte tenemos una estadística atroz respecto a Tuchel: de nueve partidos contra equipos suyos solo hemos ganado uno. Como afirmó Ancelotti «han mostrado la mejor versión y nosotros creo que no, pero tenemos tiempo de mostrarla el próximo miércoles».

1 comentario

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Una respuesta a “Lección de eficacia: maquinaria pesada vs. orfebrería

  1. Feliciano Merino

    Buena crónica, como siempre, en el segundo tiempo Tuchel debió pensar que si se echaba encima del Real lo podían machacar con las contras y se dejó querer para poder correr y ahí está el fruto con dos goles en 3 minutos, así que ojo a la vuelta que ellos también saben correr.

    Tenemos una semana para recuperar a Bellingham y con él y Carvajal seremos mucho mejores.

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