
El once de Zidane, dadas las circunstancias (siete bajas entre lesiones y contagios), no nos iba a deparar sorpresas. La duda era el sistema de juego: con delantero centro o con un falso 9. La confirmación de la presencia de Mariano en el equipo titular despejaba la incógnita. Asimismo se forzaba la reaparición de Carvajal, Nacho y Hazard (no así la de Odegaard, quien también fue de la partida). Ante el maratón de partidos que se nos avecinan no parecía que fuesen malas medidas. Aunque arriesgadas. Y de cualquier manera, los jugadores de la primera plantilla del Real Madrid ofrecen garantías. Salvo Isco y Marcelo. Ninguno de los dos fue titular.
El Villarreal llegaba imbatido en su estadio (los ha ganado todos). Nosotros veníamos del descalabro ante el Valencia (el vergonzante 4-1, con Isco y Marcelo en el once).
En la tele nos mostraban a ambos equipos con un 4-3-3. Me extrañó verlo. Sobre todo en los de Emery. Que fueron quienes sacaron de centro y perdieron la pelota inmediatamente. En la presión defensiva ya les vimos con un 4-4-2 y al Madrid en ataque con un 4-2-3-1.
No habíamos llegado al minuto 2 cuando un pase de Carvajal (tras un espectacular balón largo y cruzado de Kroos) era cabeceado con ímpetu y decisión por Mariano a la red. 0-1. Era el estreno goleador del delantero esta temporada en la que ha tenido muy pocos minutos.
A pesar del esplendido inicio, por el gol y el buen juego, me preocupaba la posición de Kroos, de falso medio centro. Afortunadamente Odegaard cumplía con creces en una simbiosis entre media punta y el autentico Kroos. El incansable Lucas Vázquez, intercambiando posiciones con el noruego, era un plus.
Los amarillos se fueron recomponiendo. Tardaron un cuarto de hora en asomarse a nuestra área. Y botaron su primer córner. El Madrid tenía controlado el partido, pero no generaba peligro.
Parejo, en el 20, dispuso de la primera ocasión de su equipo. Cabeceó alto.
El duelo Mendy-Gerard Moreno estaba siendo de lo más bonito del encuentro. Mientras, la posición de Kroos en aspectos defensivos era una ventaja para el Villarreal. Y una bendición cuando teníamos la posesión. Como en el 31 cuando volvió a lanzar a Carvajal. El lateral, tras dos meses de baja, estuvo a punto de hacer el 0-2.
En el 34 Mariano se cruzó el campo, box to box. Al borde del área contraria se la cedió a Lucas Vázquez, quien se la devolvió. Mariano, encarando al portero, remató al poste, pero estaba en fuera de juego.
El Madrid jugaba bien en 10 y medio. La presencia de Hazard era testimonial. Tan solo servía para preocupar al rival (por eso lo del «y medio»). Según nos acercábamos al final de la primera mitad, los blancos, hoy de negro, parecían contemporizar para llegar al descanso con el 0-1. Como así fue.
No hubo cambios y saltaron los mismos jugadores para la segunda parte. Para mi gusto el partido necesitaba de Vinicius (por Hazard). Con el Madrid replegado, juntas las lineas, buscando las contras, la velocidad del brasileño sería un activo importante.
En el 56 Gerard Moreno pudo empatar. Se le fue fuera. Había fallado Kroos, muy retrasado, en la salida de balón desde nuestra área, ante la presión de Parejo.
Ambos entrenadores mandaban jugadores a calentar. Emery a tres y Zidane a Isco y Vinicius. A la hora de juego triple cambio en el Villarreal. Me sorprendió la salida de Trigueros, bastión del medio campo local. A los de la tele también.
Si el Madrid de la primera mitad controló el encuentro, en esta segunda su repliegue cedió la iniciativa al contrario. A medida que pasaba el tiempo ellos se crecían y aumentaba su confianza.
En el 64 entraban Vinicius por Hazard e Isco por Odegaard. La presencia de Isco aumentaba mi preocupación sobre el devenir del partido. Prefiero a Marco Asensio siempre, aunque no sea su posición.
Una mala salida de Courtois (min. 68) nos encogía el corazón. Un minuto después Parejo la tuvo, llegando solo y rematando según entraba en el área. Las cosas se ponían feas. La salida de Isco al campo estaba resultando nefasta. Y en el 74 penalti a favor del Villarreal. Courtois arrasa al delantero en su salida. Empataba Gerard Moreno. Decir que esta contra local se originó en un mal pase de Vinicius en una contra madridista.
El Madrid pareció reactivarse con el tanto del empate. Volvió a la presión alta, olvidada desde la primera mitad. Modric y Kroos dieron un par de pasos hacia adelante. En el 84 entró Marco Asensio por Mariano. Se ponía de delantero centro.
En el 88 Emery hizo sus dos últimos cambios y entre ellos entró nuestro Kubo. Un minuto después una buena internada de Vinicius finalizó con un pase al área que no alcanzó Modric por poco.
La prolongación fue de tres minutos. En el primero de los tres Kubo pudo marcar el 2-1 después de una excelente incursión de Gerard Moreno. Nacho y Courtois estuvieron muy atinados.
El 1-1 fue el resultado final. El Madrid estuvo mejor en los primeros 45 minutos y el Villarreal en los segundos. Emery acertó con sus cinco cambios y Zidane erró con el de Isco. Nos dejó en 10.
Otro aspecto a tener cuenta: de los cinco últimos goles que hemos encajado, en dos partidos, cuatro han sido de penalti. ¿Por qué hacemos tantos? Y ojo, no tiene nada que ver con los árbitros.
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