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Sopor en el Bernabéu

Antonio VIllalba realmadridcom

El Real Madrid 1 Getafe 0 fue aburridisimo. El sopor invadió el Bernabéu. La primera mitad fue para olvidar. Lo único relevante fue la alineación de Ancelotti y comprobar el estado del quinto césped de la temporada.

Respecto al once destacar la reaparición de Mendy y la pésima actuación de Hazard. Al belga se le ha puesto cara de Bale, pero sin las tardes y noches de gloria que nos proporcionó el galés.

Al descanso mi hermano sopesó la idea de irse a casa. Y yo me arrepentía de haber venido, imaginando como imaginaba lo que sería el partido.

Cuando Ancelotti dio entrada a Modric, Mariano y Vinicius en el 60 vimos los mejores momentos del encuentro. Sobre todo gracias a Vini. Antes Kroos había reemplazado a Mendy (y Camavinga bajó al lateral izquierdo). Con el triple cambio se fueron Dani Ceballos, Fede Valverde y Hazard.

EL gol, el único, llegó a los nueve minutos de las tres sustituciones. Marco Asensio remató desde fuera del área, rebota en un defensa, despista a David Soria y se cuela. Era el primer tiro del Madrid entre los tres palos. Posteriormente anularon por fuera de juego un tanto a Vinicius.

La historia del partido se completa con la lesión de Camavinga, que tuvo que abandonar el campo en el 83. La entrada de Juan Iglesias fue sin balón. No vio la roja. Ya tenía la amarilla y debió ver la segunda por una falta alevosa sobre Vinicius. Quiero decir que si el árbitro hubiese sido diligente nos habríamos ahorrado la lesión de Camavinga. Hay que ver el alcance. El miércoles nos la jugamos contra el Manchester City

La pobre actuación del Getafe me sorprendió. No supieron aprovechar la alineación tan sui generis del Madrid. Solo mejoraron cuando los de Ancelotti apretaron tras el triple cambio. En su camino hacia la salvación podrían haber arañado algún punto y aprovechar los tropiezos del sábado por la tarde de dos rivales directos.

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Partidazo!!! (Real Madrid 1 Manchester City 1)

María Jiménez realmadridcom

El Real Madrid 1 Manchester City 1 fue un partidazo. Este resultado deja la semifinal en el aire. Todo se decidirá el próximo miércoles en Manchester. A nuestro favor que los goles fuera ya no valen doble en caso de empate. Probablemente veamos un partido tácticamente similar al de anoche.

Noche grande de Champions en el Bernabéu, en un duelo entre los dos grandes favoritos para ganar esta edición. Creo que esto planeaba en el ánimo de todos desde que se conoció cuál sería la semifinal.

Ancelotti y Guardiola, los dos mejores entrenadores en activo del momento, no sorprendieron con sus alineaciones. A mi tampoco me extrañó la disposición táctica del Madrid. A la italiana, esperando atrás, cediendo el control al rival y esperando el momento para la contra letal aprovechando la velocidad de los extremos brasileños. El City se fue al descanso con un 68% de posesión y un 1-0 en contra en el marcador. Fue en el deseado contraataque y en el único remate del Madrid de la primera mitada.

El control del City no se tradujo en mucho. En cinco córners y cuatro remates a puerta de seis intentos. Dos, defectuosos, fueron de Haaland. Los otros dos, espléndidos, fueron desde fuera del área. De Rodri y De Bruyne. Courtois estuvo a la altura de los zapatazos e impidió que se colaran en su portería.

Mediada la primera parte el Madrid empezó a presionar un poco más arriba. Vinicius y Rodrygo robaron dos balones y sembraron el pánico en la zaga del City. Ambas jugadas se quedaron en uys.

En el 35 la contra clave: Camavinga se la da a Modric y este de espaldas con una sutileza lanza a Camavinga por el lateral izquierda. El francés galopa por la banda desde nuestro campo. Vinicius arriba, de interior, recibe el pase. Avanza en paralelo a la frontal y zas suelta el disparo perfecto desde el balcón del área. Se cuela a media altura por el palo izquierdo.

La segunda mitad arrancó con una buena oportunidad de Benzema que Stones despeja a córner y un mano a mano salvado por Courtois a De Bruyne (jugada anulada por fuera de juego del delantero belga).

Camavinga cada vez más suelto tenía a Modric de guardaespalda en sus subidas para apoyar a la media en ataque.

A punto de cumplirse el 67 De Bruyne a un metro de la media luna empataba el partido. Golazo. Todo partió de un error de Camavinga en un pase en diagonal desde su banda que cortó Rodri. Ese tipo de pases largos en defensa o los que son en horizontal están prohibidos.

En el 77 una mano de Ederson salvó el cabezazo abajo de Benzema.

Esta segunda mitad estaba siendo más vistosa para el espectador que la primera. Y lo era porque el Madrid jugaba más al ataque. El City seguía a lo suyo.

Marco Asensio entraba por Rodrygo en el 81. Dos minutos después Tchouaméni reemplazaba a Kroos.  En el 86 se iba Modric y entraba Nacho, que pasaba al lateral izquierdo y Camavinga se asentaba en la medular.

Ederson volvió a lucirse en el 89 a un trallazo desde la frontal de Tchouaméni.

Los tres minutos de descuento fueron frenéticos. Con los nervios a flor de piel.

El partido dejó detalles importantes: Benzema y Haaland no estuvieron a su nivel. El francés porque le falta esa punta de velocidad y el noruego porque se encontró con un inmenso Rüdiger. También destacaría la labor defensiva de Carvajal y de Walker, que no pudo impedir las genialidades de Vinicius pero lo mantuvo a raya sin patadas ni agresiones. Me gustaron mucho Rodrygo, Rodri y De Bruyne y escuché a Guardiola alabando la ocupación de espacios de Kroos y Fede Valverde.

El empate a uno responde a los méritos de ambos equipos. Curiosamente los goles llegaron de quienes no dominaban la situación: el 1-0 llegó con el City mandando y el empate cuando mejor estaba el Madrid.

El miércoles que viene nos espera otro partidazo. Tengo el mismo pálpito que después de la ida de semifinales de Copa frente al Barça (entonces perdimos en casa).

P.D.: Hubo dos jugadas polémicas. La primera, una falta sobre Camavinga de Bernardo Silva en la primera mitad. La duda es si era amarilla o roja. No fue tarjeta. La segunda está en el origen del gol visitante. Hay un balón que parece que se fue fuera. Esto no exime a Camavinga de su error.

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El Real Madrid Campeón de España

realmadridcom

Siempre que llega una final de Copa recuerdo lo que decía Alfredo Relaño: el campeón de Copa es el Campeón de España porque ha ganado el Campeonato de España (que es como originalmente se llamaba a la competición, antes de que se crease la Liga). La denominación oficial actualmente es la de Campeonato de España-Copa de Su Majestad el Rey. Copa del Rey para los amigos. Y es el torneo nacional de fútbol mas antiguo de España (se juega desde 1903).

Con la baja de última hora de Ceballos la alineación de Ancelotti no daba lugar a muchas dudas. En cambio la de Arrasate sorprendió con la ausencia en el once de Chimy Ávila. Y arrancado el partido me quedé ojiplático cuando vi a Moncayola sobre Vinicius. ¡Un mediocentro de lateral derecho! Según calibraba esta disposición Vini se fue por la banda izquierda, buscó la línea de fondo y dio el pase de la muerte. Afortunadamente Fede Valverde no pudo rematar porque el destinatario del centro era Rodrygo. Rodry empalmó a la red. 1-0 al minuto y medio de juego.

No voy a recriminar este gol tempranero pero… me conozco el paño. Ponernos arriba tan pronto lleva al aburguesamiento del juego. Comenzamos a contemporizar, a jugar en horizontal. A esperar al rival. Menos Vinicius. El brasileño no baja los brazos nunca. Encara, corre, intenta todo tipo de regates. El peligro blanco siempre viene por su banda. Al minuto 21 su marcador, Moncayola, vio la amarilla (Vini la recibiría en el 43 por protestar). El dejar la iniciativa nos creó problemas en el juego aéreo. Hasta seis veces nos remataron de cabeza en nuestra área. Tres con peligro, bien solventado por Courtois. Viendo los problemos que nos creaba Budimir temblaba pensando en Haaland.

Como ya ha quedado apuntado nuestro juego de ataque era Vinicius. En una de sus jugadas Sergio Herrera salvó el gol que se cantaba a remate de Benzema. En la jugada siguiente una pifia de Militao (a ver si va a ser bueno que no esté contra el Manchester City), la salvó Carvajal bajo palos. En el 31, en una acción sin Vini, Alaba en un lanzamiento de falta se encontró con el larguero.

El 1-0 al descanso reflejaba la incidencia de Vinicius en el juego.

La segunda mitad arrancó con la misma tendencia: Osasuna empujando para empatar y el Real Madrid a verlas venir. Menos mal que Carvajal se multiplicó.

En el 58 Lucas Torró empató con un golazo. Su zapatazo desde el borde de la media luna entró como una exhalación pegado al palo izquierdo.Y el Madrid salió de su letargo. Camavinga desde el lateral izquierdo empezó a subir la banda. A los 10 minutos del empate Ancelotti sacudió el árbol: retiró a un gris Tchouaméni y dio entrada a Rüdiger. Camavinga subió al medio campo. Y se notó, vaya si se notó. Simultáneamente Chimy Ávila sustituyó a Budimir. Y al minuto de los cambios otro jugadón de Vinicius, remata Kroos entrando al área, un defensa impide el gol y el rechace lo recoge Rodrygo para marcar su segundo tanto y poner el 2-1 en el marcador. Aparte de la internada de Vinicius destacar la inteligencia del brasileño: se quedó fuera del campo para no anular la jugada por fuera de juego. Se había salido en su carrera buscando la línea de fondo.

Rodry fue elegido el mejor del partido. A mi parecer debería haber compartido el galardón con Vinicius.

A partir de este Real Madrid 2 Osasuna 1, que fue el resultado final, poca historia más hubo. Reseñar los cambios (Modric por Kroos y Marco Asensio por Rodrygo) y la superioridad blanca en el medio campo.

El 3-1 pudo llegar en el 89: otra vez Vinicius, quien no quiso pecar de egoísmo y se la cedió atrás a Benzema mas se le quedó corta y el nueve no llegó a tiempo para disparar.

Con esta Copa logramos nuestro primer y único título nacional de la temporada, que se suma a la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Queda la Champions.

El País

Foto.alejandro Ruesga / El País

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El Madrid en su sitio: las semis de Champions

realmadridcom

El Real Madrid ocupa su sitio natural: la semifinal de Champions, la tercera consecutiva y la undécima de las últimas 13. En lo que previsiblemente será una final anticipada, sea el rival el Manchester City, lo más probable, o el Bayern. Si es el City será el tercer club inglés consecutivo en esta competición. ¡El Madrid solo ante pesos pesados de la Premier!

Para este partido de vuelta de cuartos Ancelotti alineó el que hoy en día podemos considerar el once de lujo. Y Lampard volvió a sacar tres centrales como en la ida.

La salida agresiva del Chelsea era previsible. Necesitaban remontar los dos goles encajados en Madrid. Se trataba de aguantar el chaparrón de los primeros 15-20 minutos. Sin lesionados a ser posible, porque iban al choque y entraban muy fuerte. El objetivo principal era mantener la puerta a cero. Algo que estuvo a punto de quebrarse a los 10 minutos cuando Kanté solo en el área falló incomprensiblemente. El Madrid necesitaba tranquilizar los ánimos locales. La mejor forma de hacerlo era tocando y creando ocasiones. En el 18 Rodrygo estrelló un balón en el poste tras una buena jugada de ataque. Tres minutos después Militao veía una amarilla absurda, sobre la línea de fuera de banda. Acarrea sanción para el siguiente partido, lo cual hace más incomprensible su acción. Al poco el central brasileño se quejaba de un golpe.

La capacidad ofensiva del Madrid estaba muy limitada con Vinicius y Rodrygo bien atados en las bandas más los escasos balones que les llegaban. Y el Chelsea seguía presionando por todo el campo.

El concepto de la ley de la ventaja estaba siendo bastante dudoso. El árbitro no pitaba faltas a nuestro favor porque consideraba que al mantener la posesión nos ofrecía ventaja. El problema es que en las tres ocasiones que se produjeron estas situaciones la ventaja no era tal: la posesión de la pelota se producía bastante detrás de donde se cometió la falta. La más absurda fue la primera. No pita falta sobre Rodrygo a unos tres metros del área rival y de paso se ahorra la amarilla para el defensa. El Madrid recuperó a tres metros pero del círculo central. De falta peligrosa y tarjeta a nada. ¿Qué ventaja es esa?

En el 32 Kepa rechazó a córner un buen disparo de Modric desde el lateral del área. Y al minuto Cucurella recibía la amarilla por una falta sobre Rodrygo.

Vinicius tuvo el gol en el 40. Una buena combinación entre Rodrygo, Modric y pase final de Carvajal que no encontró el acierto de Vini en el remate, quien se había desmarcado en velocidad de su marcador. Siguió una contra de Fede Valverde que Benzema escorado a la izquierda remató al lateral de la red.

En el primer minuto de los dos del descuento Courtois salvó milagrosamente el remate de Cucurella, libre de marca entre los vértices del área grande y la pequeña. Intervención decisiva porque no es lo mismo irse 0-0 al descanso que perdiendo por un gol en los instantes finales.

La cuestión era saber si los blues aguantarían en la segunda mitad el ritmo de la primera.

Rüdiger salió para jugar la segunda mitad sustituyendo a Alaba. Finalizado el partido supimos de los problemas musculares del austriaco.

Reece James no vio la roja en el 50. ¿Y el VAR? La amarilla por esa entrada sobre el tobillo de Camavinga es lo mínimo.

Tras unos minutos iniciales de control blanco el Chelsea volvió a activarse. Apretaban desde las gradas y en el campo.

En el 57 Rodrygo se escapa por la banda derecha desde la divisoria de ambos campos (el pase largo de Militao fue magistral). Su pase de la muerte desde el lateral del área chica no lo aprovecha Benzema. Vinicius atento recoge la pelota en la izquierda. Avanza un poco y ve a Rodrygo que ha seguido la jugada y está centrado en el área pequeña. Rodry controla pisando con la derecha y fusiló con la izquierda. 0-1.

Entrar en la media hora final con 0-1 y un global de tres goles a favor era medio pasaporte para la semifinal.

Lampard efectuaba un triple cambio en el 64.

Karim tuvo el 0-2 en el 65 después de una buena combinación de Rodry con Vini. Esta jugada venía después de dos remates del Chelsea, fuertes pero centrados, que Courtois resolvió con solvencia.

Lampard efectuaba un triple cambio en el 67. Me sorprendió que retirará a Enzo Fernández que llevaba unos buenos minutos. Los mejores suyos en esta eliminatoria.

También me sorprendió que el Chelsea no se vino abajo tras el gol. Siguieron a lo suyo.

En el 70 Tchouaméni entró por Benzema (se fue tocado). Rodrygo se colocaba de falso nueve. El cambio amarrategui a más no poder era de corte italiano. Era lo que convenía. No estábamos para florituras. El objetivo era alcanzar las semifinales. Por otra parte la entrada del pivote francés liberaba a Kroos para intentar subir.

Vinicius a segundos del 75 se fue en carrera por el centro. No pudo culminar, rodeado de tres. No remató ni pudo pasar a su izquierda.

En el 76 ellos cambiaban de delantero y nosotros a Kroos por Dani Ceballos.

Rodrygo en el 79 sentenciaba el partido y la eliminatoria. 0-2. Rüdiger desde nuestra mitad de campo, tras una jugada de 30 pases, lanza largo para Ceballos. Este deja pasar el balón que llega a Vinicius. Se interna por la izquierda y ve a Valverde irrumpiendo en carrera. Se la pone y el uruguayo con su poderosa zancada se mete hasta la cocina. Cuando todos esperamos su disparo decide regalarle el gol a Rodrygo, libre de marca en el centro y a un par de metros de la línea de gol. El brasileño marca a placer y recibe una carga a destiempo de Kepa.

Marco Asensio y Nacho entraban por Rodrygo y Carvajal (otro muy buen partido suyo) en el 81.

Vinicius tuvo el 0-3 en el 87. Encaró a Kepa pero estrelló el balón en su cuerpo.

El partido se alargó tres minutos. Quería otro gol. De Valverde o Vinicius a ser posible. Me quedé con las ganas. Pero no pasa nada. Lo importante era el pase a nuestro hábitat natural de los últimos años. El 4-0 global de estos cuartos no deja dudas sobre quién fue mejor en los dos encuentros.

P.D.: Valverde fue elegido el mejor del partido.

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El Madrid no supo golear al Cádiz

Jesús Álvarez Orihuela AS

El Real Madrid ganó 0-2 pero no supo golear al Cádiz. ¿Por qué? Por los incuestionables méritos de David Gil, el meta cadista. El mejor de los suyos y me atrevería a decir que del partido. Y la otra razón es nuestro desacierto en los metros finales. Bien en el remate o en el último pase. Y cuando el centro era certero fallábamos en el remate o surgía David Gil. Añadan dos remates al palo de Benzema, uno en cada mitad. El primero entra dentro del apartado de los fallos. Estaba solo, prácticamente a puerta vacía. En vez de colocar empleó toda su fuerza. En el segundo lo hizo todo bien y tuvo mala suerte con el palo. Hubo otro palo: el del Cádiz en el minuto 11. El remate de Espino además fue el primer remate a puerta del partido y la acción más peligrosa de los locales en todo el encuentro.

Los números no engañan: en la primera parte el Madrid remató 17 veces por 3 del Cádiz; De los 17 siete fueron entre los tres palos (por solo uno del Cádiz). En la segunda mitad fueron 18 disparos (4 a puerta) por 9 del Cádiz (tres a puerta). La presencia de Negredo en el campo desde el 77 y con el 0-2 en el marcador mejoró la estadística amarilla.

Esos 35 remates reflejan la superioridad blanca en un buen partido. Que debió terminar en una goleada de escándalo. Rodrygo es el mejor espejo del equipo. Cuajó un muy buen partido. Fue un puñal por la izquierda. Su movilidad por todo el frente del ataque fue una pesadilla para el Cádiz. Pero de cara al gol se le bajaba la persiana, incluso falló a puerta vacía, o David Gil le ganaba la partida.

El buen nivel del equipo es encomiable vistos los cambios. Hasta seis. El partido de vuelta frente al Chelsea del martes era la razón detrás de estas rotaciones.

El primer gol se hizo esperar y vino desde el lado más inesperado. De Nacho por el centro. Comenzó de lateral izquierdo y pasó al costado derecho en el 66 con la entrada de Camavinga y la salida de Lucas Vázquez. Anotó de un disparo metro, metro y medio, fuera del balcón del área. Corría el minuto 72. El 0-2 llegó tres minutos después: Tchouaméni sacó el balón de nuestro campo lanzando a Fede Valverde. El uruguayo corre desde la divisoria de ambos campos y antes de entrar en el área local se la cede a Marco Asensio, que lo acompaña por el costado derecho. El balear cruza al palo contrario y marca.

Al reseñado cambio de Camavinga entrando por Lucas Vázquez (min. 66) hubo un par más. Ancelotti retiró en 79 con 0-2 a Valverde y Rodrygo para dar entrada a Modric y Hazard. Los clarividentes Beatles compusieron una canción que resume perfectamente el penoso paso de Hazard por el Real Madrid, «Nowhere Man«.

Rodrygo reclamó dos penaltis. En mi opinión ninguno lo fue. Y me atrevo a decir que en el primero es falta de nuestro delantero porque el defensa ha ganado la posición. Me recordó a la jugada con Ceballos de protagonista frente al Atlético de Madrid en Copa. Los rojiblancos montaron el pollo pidiendo penalti (y aún lo recuerdan). Siempre sostuve que Ceballos no hace penalti porque le hacen falta. Ha ganado la posición y no puede desaparecer ni dejar el paso a un rival. Lo mismo sucede en esa primera jugada que Rodry reclama.

Ahora, contando las horas para la vuelta de cuartos de Champions este próximo martes.

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Real Madrid 2 Chelsea 0 (ida de cuartos de Champions)

Óscar del Pozo AFP AS

Ancelotti dispuso el mismo equipo que goleó 0-4 al Barça, aunque las circunstancias de aquel partido y esta ida de cuartos de final de Champions sean diferentes. Lampard planteó una defensa de cinco, con tres centrales, y dos puntas, Joao Félix y Sterling.

A pesar de resultar repetitivo no puedo evitar comentar la desazón que me produce ver a Carvajal de titular. A lo que añado una preocupación añadida: la presencia de Fede Valverde en el once. No pretendo saber más que Ancelotti, que lo ve todos los días, pero está claro que la situación anímica de Valverde no es la idónea. No lo fue cuando se le cruzaron los cables y agredió en frío, terminado el partido, a un impresentable en el terreno de juego. Hay expertos que consideran que la mejor medicina es exactamente la que propone el técnico: hacerle jugar, mostrarle apoyo y confianza. Parte del público se apuntó a esta segunda opción y mostró su apoyo incondicional desde antes del inicio y el jugador agradeció emocionado. En los primeros 16 minutos el uruguayo disipó mis dudas con un excelente pase a Vinicius y dos cortes en la media rival. En el segundo de ellos finalizó con un buen disparo.

El partido arrancó a buen ritmo. El Madrid robó rápidamente el balón tras el saque del Chelsea. En los primeros cinco minutos rondábamos la meta rival mas el peligro llegó en dos contras de los londinenses. La primera la tuvo Joao Féliz que primero se encontró con Militao (enorme toda la noche, una vez más) y luego con Courtois; en la segunda el freno lo puso Alaba.

A los cuatro minutos Fofana vio la primera amarilla del encuentro, por una entrada sobre Vinicius. La segunda, dos minutos después, la vio Camavinga por una falta sobre Sterling.

El primer remate blanco, o al menos el intento, no sucedió hasta el minuto 11: el disparo de Benzema se encontró con Thiago Silva y no llegó a portería. Cuarenta y cinco segundos después una buena combinación entre Benzema y Vini supuso la primera ocasión del Real Madrid. El francés intentó marcar desde el vértice izquierdo del área chica. Kepa atento desbarató la acción.

Mediada la primera parte las contras del Chelsea habían pasado a la historia. Nuestros robos de balón eran la tónica. En uno de ellos, en el 21, Carvajal irrumpe por el centro y se la pone en el área a Vinicius. VIni llega forzado pero la toca y la dirige a puerta. Kepa se estira y la desvía. Benzema recoge el rechace y marca a placer el 1-0.

Al minuto del gol Courtois salvó el empate a remate de Sterling a pase del lateral Reece James (que lleva un año aprendiendo español). Al poco una internada eléctrica de Vinicius la salva Thiago Silva bajo palos. No sé si el balón hubiese entrado pero si sé que Rodrygo estaba para empujarla.

Se seguía jugando a un ritmo alto. El Madrid dominaba, mientras Carvajal y Valverde me mandaban callar jugada tras jugada.

La cara de Kepa reflejaba el agobio que estaba pasando.

Nuestra media, con el generoso esfuerzo del tuttocampista Valverde, imponía su ley. Daba la impresión que los de Lampard dependían en exceso del reaparecido Kanté, quien debe andar justo de fuerzas y ritmo de competición tras su larga lesión. La movilidad arriba de Rodry, Karim y Vini eran una pesadilla para la defensa azul. Thiago Silva se multiplicaba. Lastima que fallásemos los últimos pases.

1-0 al descanso que bien podría haber sido un 2-0 o un 3-1.

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No hubo cambios y el comienzo de la segunda parte fue similar al de la primera parte. El primer disparo también fue de Joao Félix.

A los tres minutos Koulibaly se impone en velocidad a Rodrygo que se iba solo a portería (esa carrera la pasó factura, sufrió un pinchazo y tuvo que ser sustituido en el 54; salió Cucurella). A poco de cumplirse el minuto 50 jugadón de Vinicius, se enreda Benzema y no remate aunque logra pasar a Modric. El croata desde la frontal, escorado a la izquierda, chuta con el interior y está a punto de anotar por la escuadra.

Chilwell en el 58 agarra a Rodrygo justo antes de entrar en el área para encarar a Kepa. Tarjeta roja. Otra baja para la vuelta.

En el 64 Lampard cambiaba a sus dos puntas y pasaban a jugar con un solo delantero (Havertz). Joao Féliz se iba de nuevo del Bernabéu sin marcar.

En el 70 doble cambio del Madrid antes de un córner a favor del Chelsea (algo prohibido en todos los manuales): se van Rodrygo y Camavinga para que entren Marco Asensio y Rüdiger. Alaba pasaba al lateral izquierdo.

Daba la impresión que el Madrid levantó el pie del acelerador desde que el Chelsea se quedó en 10. Marco Asensio no estaba por esa labor. Sacamos un córner en corto, Modric para Kroos. El balón llegó a Vinicius dentro del área y la pone atrás a Asensio en la frontal. Su excelente disparo, con el interior de su zurda, se cuela pegado a la base del poste. 2-0. Inmediatamente Lampard retiró a Kanté.

A Mount le perdonaron la roja en el 78 por una entrada sobre la tibia de Carvajal. No vio ni la amarilla. ¿Y el VAR?

En el 80 Ceballos entró por Modric (ovacionado nuevamente en su salida del campo).

Amarilla para Militao en el 82. Y Tchouaméni entraba por Kroos, que estuvo espléndido en el corte además de sus características habituales.

Carvajal, picado desde la falta anterior, recibe una falta no señalada de Cucurella y acaba empujándolo. Amarilla tonta, pero amarilla. Impropia de un jugador veterano.

Ancelotti se lució en el 90 dando toques al balón que había salido fuera. Control y dominio exquisitos.

En el primero de los cinco minutos que se largó el partido Benzema pudo hacer el 3-0. A puerta vacía cabeceó muy forzado y se fue arriba.

Rüdiger salvó un gol en el tercer minuto. Taponó el remate a bocajarro de Mount.

El 2-0 se me queda corto. Muy buen partido del Madrid con la pega de no haber sentenciado la eliminatoria cuando ellos se quedaron en 10. La eliminatoria no está cerrada. Encarrilada sí.

Marca

La UEFA eligió justamente a Vinicius como el mejor jugador del partido.

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Merecida victoria del Villarreal

Jesús Álvarez Orihuela AS

Anoche en el Bernabéu asistimos a una merecida victoria del Villarreal. El 2-3 final refleja fielmente quien puso más ganas y juego. En la foto vemos a la estrella del partido: Samu Chukwueze. Autor de una asistencia (a Morales) y de dos golazos. El del empate (min. 39) y el del triunfo en el 80 (2-3) de un trallazo espectacular. El nigeriano destacó en su equipo, que funcionó engrasado. En el Real Madrid Vinicius y poco más. También anotó un golazo, el del 2-1, en el 48. Pero al brasileño le falló su equipo.

De entrada el medio campo blanco no funcionó. Ceballos se entretenía demasiado en la conducción, reteniendo la pelota. Tchouaméni, carente de chispa, no tiene la velocidad necesaria para un ritmo de juego alto como el que proponía el rival y que es característico del Madrid. Marco Asensio cumple de media cancha hacia adelante. En labores de contención y repliegue sufre y el equipo lo acusa. Aquí se empezó a fraguar la victoria amarilla. Parejo era el jefe del campo. Bien apoyado por Baena y Trigueros, quien entró en  el 32 por Terrats. Este cambio producto de un infortunio (lesión muscular) fue decisivo para el transcurso del partido.

Arriba solo Vinicius, como ya he apuntado. Rodrygo hizo su peor partido desde que llegó a Chamartín. Benzema, ausente, no fue el de los dos partidos anteriores (seis goles). Y en defensa el problema ya tantas veces comentado: no tenemos laterales. Ayer los parches fueron Lucas Vázquez y Nacho. Cuando Ancelotti tuvo que mover piezas lo hizo a cuentagotas agotando las tres ventanas de cambios. Las entradas de Fede Valverde (58), Modric (71) y Camavinga (75) no cambiaron el partido. Entraron por Benzema, Ceballos y Tchouaméni. En el descanso Militao había sustituido a Alaba en una decisión pactada de antemano. Se confirmaba que la cabeza estaba en el partido de Champions del miércoles y no en este de Liga. La naturaleza de las sustituciones no dejaba lugar a ninguna duda.

Setién colocó a Lo Celso de falso nueve. El gol del empate a poco de llegar al descanso justifica su decisión. Antes ya habían dispuesto de varias ocasiones de evidente peligro. Rondaban el gol. Era cuestión de tiempo. El 1-1 de la primera parte era justo.

El encuentro no pudo empezar mejor para el Madrid. El 1-0 al cuarto de hora, autogol de Pau Torres, fue fruto de la insistencia de Vinicius y Marco Asensio, que se resistieron a dar el balón por perdido. La segunda mitad también arrancó de la mejor manera para los blancos: a los tres minutos Vinicius culmina una internada eléctrica (2-1). Estas dos jugadas y alguna más son claros ejemplos de lo que fue el fútbol del Madrid: ráfagas. Unos pocos destellos puntuales. Insuficientes para hacerse con los tres puntos. Las estadísticas no engañan: De 18 remates solo cuatro fueron entre los tres palos. Ellos, en cambio, de 17 tiros ocho fueron a portería (marcando tres goles).

Marca

Ganó quien mejor lo hizo. El equipo motivado con un objetivo claro. El Villarreal, que además remontó dos veces un resultado adverso.

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Noche de blanco satén en el Camp Nou

El fútbol de seda del Real Madrid transformó la noche del Camp Nou en una de blanco satén y hundió al Barça en un agujero negro del que no pudieron ni supieron salir. La jugada clave fue doble, sin solución de continuidad. Se produjo al final de la primera mitad: un paradón de Courtois origina una contra vertiginosa. La combinación entre Vinicius y Benzema resultó mortal. Con los roles cambiados, condujo Vini por el centro y se la pasó a la banda al francés. Cuando parecía que el Balón de Oro culminaría su internada por la banda derecha rematando se la devolvió a Vini. El remate del brasileño superaba a Ter Stegen y Koundé en su intento de despejar para evitar que entrase en la portería sólo consigue ralentizar el recorrido del balón. Benzema atento sigue la jugada y remacha cuando la pelota ya había traspasado la línea de gol. Hubo dudas sobre la autoría del tanto. Yo no tuve ninguna: marcó Vinicius. Este tanto rompía el equilibrio de la primera mitad. Ya en la segunda vendría el hat-trick de Benzema.

Ver a Carvajal de titular me preocupaba muchísimo. Ya le han tomado la matrícula todos los equipos. Balde irrumpía como un cuchillo por esa banda donde encontraba los apoyos de Gavi y Sergi Roberto. Ambos equipos presionaban arriba. El Madrid se libraba de la presión con balones largos buscando a Rodrygo y sobre todo a Vinicius. El primer remate blanco entre los tres palos no llegó hasta el minuto 32. El disparo, centrado, fue de Benzema. Antes hubo dos uys.

Si el 0-1 sucedió en un momento psicológico se puede decir lo mismo del 0-2. Corría el minuto 49. Benzema, entrando por el centro del balcón del área, empalma el pase de Modric. El croata se había internado desde la banda derecha y enfilando el vértice corrió en paralelo a la frontal. Con este gol se acabó el Barça y el Madrid despegó camino de la final. El tercero de penalti, sobre Vinicius, lo transformó Benzema (min. 57). En el cuarto de nuevo los mismos protagonistas: jugada y asistencia gloriosa de Vini para que Benzema anotase un nuevo hat-trick tras el del domingo pasado.

Shakira

El 0-4 incluso se me antoja corto. Rodrygo tuvo dos. Benzema pudo hacer el 0-4 antes de marcarlo. Ter Stegen salvó el 0-4 a Marco Asensio.

Aparte de los jugadores blancos ya mencionados me gustaría destacar también a Militao y Camavinga. El central secó a Lewandowski y el francés, ayer lateral izquierdo, es un jugador cuántico. Está en todas partes todas las veces. Impresionante despliegue.

La final de Copa será el 6 de mayo contra el Osasuna.

Lo que no entiendo es la cara de circunstancias de Ancelotti finalizado el partido. ¿Pasa algo? Me temo que sí…

P.D.: Afortunadamente el arbitraje y el VAR no influyeron para nada. Imaginen que claro sería el penalti a Vini para que lo señalasen.

Marca

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De una tarde de goles a una noche escasa de ellos

Jesús Álvarez Orihuela AS

Ayer pasé de una tarde de goles a una noche escasa de ellos. Del festival goleador del Bernabéu al minimalista marcador del Metropolitano. Llevo al menos 60 años yendo al fútbol y no recuerdo una jornada en la que Real Madrid y Atlético de Madrid coincidieran jugando en casa el mismo día. Sí me acuerdo de mi padre llevándome un domingo al Bernabéu y al siguiente al Metropolitano original, el de al final de la avenida de la Reina Victoria. Dicho de otra forma, esta anomalía era un acontecimiento único y probablemente irrepetible.

El Madrid arrancó mal en su partido contra el Valladolid. Los primeros 20 minutos estuvo deambulando. Hasta que Rodrygo abrió el marcador en el 21. Los visitantes en ese arranque tuvieron dos ocasiones claras: un remate Roque Mesa desde la frontal se estrelló en el palo y Monchu desaprovechó un regalo, libre de marca en el área. El 1-0 fue un electrochoque para ambos equipos. Mas la descarga eléctrica tuvo efectos contrapuestos: espabiló al Madrid y hundió al Valladolid. El vendaval blanco con los tres goles de Benzema fue inmediato. En siete minutos, del 28 al 35, el hat-trick del Balón de Oro desarticuló al rival, impotente ante la ofensiva blanca. El 4-0 al descanso dejaba el partido visto para sentencia. La primera mitad se hizo corta y la segunda larga. A pesar de los dos goles (Marco Asensio en el 72 y Lucas Vázquez en el 90), el anulado a Vinicius y el disparo al poste de Rodrygo.

En el apartado técnico Ancelotti presentó de inicio un 4-2-3-1 con Tchouaméni y Kroos en el doble pivote para luego cambiar al 4-3-3. Que es cuando vimos la mejor versión del equipo blanco. Con Marco Asensio de interior derecho y Rodrygo rompiendo por la banda derecha (y Vini por la otra). Los cambios efectuados en la segunda mitad por el italiano fueron para dar minutos a los no habituales. De los de Pacheta me sorprendió que usase tres centrales con marcajes individuales sobre Rodrygo, Benzema y Vinicius. ¿Suicida?

El Madrid remató 29 veces, 17 a puerta. Hacía años que no disparábamos tanto.

De cara al AtletiBetis visto que no podían perder los dos, que era mi deseo, opté por apoyar a los rojiblancos. Que conste que me costó trabajo. Y en alguna buena combinación bética me llevaba la pasión hasta que me sosegaba recordando que iba con el Atleti. La buena compañía de José Manuel Sebastián (Radio 3) y Carlos Galán (Subterfuge), quien me invitó, refrescaba mis propósitos iniciales.

Al conocer la alineación de Simeone mostré mi extrañeza por la ausencia de Correa. Nunca he entendido que no sea titular indiscutible. Los rojiblancos que no aprecian a Morata enseguida me responden que es por él. No me convence. Como tampoco entiendo la inquina que le tienen. Me señalan que vive en fuera de juego. No acepto esa idea. Y cito a otros que también apuran al límite su posición. Cierto que los ejemplos que menciono son mejores, pero el caso es que ayer Morata no cayó en ningún fuera de juego. Y el partido lo decidió Correa con un golazo en el 85 (salió en el 58). Fue un slalom impresionante donde se impuso a cuatro rivales más el portero, al que batió y engañó con un remate cruzado de mucha clase. 1-0.

Fue un partido trabado, disputado, en el que a veces daba la impresión que dominaba el Betis pero sin rematar. No es que el Atleti fuese un aluvión de remates. El caso es que se veía más intención en sus acciones ofensivas porque el juego por bandas rojiblanco era superior al bético.

Disfruté el partido más que mis colegas. Creo que sus expectativas son muy altas. Ya dentro de la crónica social decir que me encantó encontrarme con Marcos Calvo (rojiblanco) y Manolito Sánchez (verdiblanco). Y me gustaría compartir una anécdota: a mi izquierda y detrás estaban los jugadores y staff técnico del equipo del Beitar de Jerusalén. Concretamente a mi lado estaban los técnicos (fácilmente identificables por su edad). Tras presentarnos (estaban con el chándal del equipo y pregunté quienes eran) comenté que había vivido en Haifa en 1959 y que de ahí llegamos a Barcelona y luego a Madrid. La cara de estupefacción de la media docena de jugadores y técnicos que me escucharon (los de al lado y los de detrás) fue para filmar. Y las miradas de inspección de arriba a abajo verificando la autenticidad o no de mi judaísmo me hizo mucha gracia. Después de una pausa valorativa añadí que mi padre entrenaba al Haifa y que los subió de segunda a primera. Las miradas de observación pasaron a ser de admiración…

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Sin laterales no hay paraíso

VAR

El Barça-Real Madrid era una final para nosotros. Estando nueve puntos detrás de los azulgranas solo nos valía ganar. A diferencia de las finales aquí no habría proórroga ni penaltis. Todo se tenía que resolver en 90 minutos de juego. Y el empate no nos servía para acortar la diferencia, aunque sí para ganar el goal average particular.

Ancelotti repitió la alineación que dispuso frente al Liverpool en Champions.

Si a los 24 segundos Benzema efectuaba el primer remate a puerta del partido dos minutos después respondía Lewandowski. Gran maniobra del polaco en la frontal con un trallazo que forzó a Courtois. En el minuto 5 un cabezazo de Raphinha volvió a poner en aprietos a Courtois. El Barça estaba lanzado. La presión alta era constante. El Madrid solo pudo responder con una internada de Vinicius. Hasta que en el min. 8 apareció Camavinga. Cortó una contra del Barça en su campo. Combinó con Vini. El extremo filtró el pase adelantado al francés que se la devuelve atrás al extremo. Vini se va y su centro es despejado por Araújo a gol. 0-1. Ter Stegen no pudo hacer nada.

El Barça pareció no haber encajado el golpe. El Madrid creció. La velocidad de Vinicius y Fede Valverde eran sinónimo de peligro.

La primera amarilla, en el 16, fue para Nacho. Antes habían perdonado un par al Barça, sobre todo una a Sergi Roberto por una falta sobre Nacho.

Los primeros 20 minutos fueron trepidantes, sobre todo por parte de los locales. Luego vendrán los expertos y nos dirán que fueron un tostón. La indiscutible realidad es el alto ritmo de juego.

El Barça abría el juego por las bandas y buscaba los centros al área.

Raphinha vio la amarilla en el 32.

Courtois sacó a córner un buen remate de Raphinha que se había ido de Nacho (min. 34). El partido no tenía tregua.

Raphinha tuvo el empate en el 44 pero golpeó al aire. El balón quedó suelto, hubo un remate rechazado por Militao y Sergi Roberto recogió el rechace cerca del punto de penalti y empató. Con este 1-1 se alcanzó el descanso.

Me preocupaba que nuestro mejor jugador fuese Courtois.

El arranque de la segunda mitad me sorprendió: el Madrid no fue a por el partido. Teníamos 45 minutos para dar un vuelco a la Liga y seguíamos esperando al Barça. Nuestro peligro surgía de las botas de Vinicius que llevaba todo el partido superando a Araújo.

A la hora de juego seguíamos sin tener noticias de Benzema de cara a portería, desde aquel primer único y disparo a los 24 segundos.

Ancelotti afrontó la última media hora con un doble cambio: entraban Rodrygo y Mendy por Kroos (flojo ayer) y Nacho (pesaba la amarilla). Valverde dejó la banda y se incorporó al medio. Rodrygo nada más salir, en un disparo que se fue alto, pudo haber anotado.

Sergi Roberto se llevó la amarilla en el 64 por agarrar a Modric.

Lewandowski, solo, falló una volea de media chilena. Ocasión más que clara. Corría el minuto 66.

Modric vio la amarilla en el 68 después de otra perdonada a Busquets (la anterior, en la primera mitad, fue sobre Vinicius).

Entrábamos en la zona Pintus y el Madrid metía una marcha más. El Barça, replegado, atacaba con pocos efectivos e intentaba alargar la posesión. Para que corriese el tiempo.

En plena zona Pintus triple cambio blanco: comparecían Tchouaméni, Dani Ceballos y Marco Asensio por Camavinga, Modric y Valverde. Xavi retiraba a Sergi Roberto y metía a Kessié.

Benzema en el 79 no supo aprovechar un error de Koundé en la salida de balón. Y al minuto otra amarilla perdonada a Gavi. Posteriormente, en 88, le perdonaron una naranja. O más bien la roja, porque la acción sobre Ceballos fue sin balón.

En el 80 Marco Asensio en el primer balón que tocaba hacía el 1-2. Arrancada de Vinicius, cambia el juego a la banda de Carvajal que se la pone a Asensio que entraba por el callejón del 10. El árbitro concedió el gol mas la revisión del VAR señaló el fuera de juego del balear.

Mientras el VAR revisaba la jugada entró Ferran por Raphinha.

El Madrid ya asediaba. Tarde para mi gusto. Se añadieron cinco minutos. En los que Carvajal volvió a demostrar que no está para jugar de titular. Sube la banda, pasa mal y no recupera la posición. El Barça contrataca por el hueco que ha dejado: Balde se la pone a Kessié que hace el 2-1. Ancelotti tampoco estuvo fino dejando toda la banda derecha para Carvajal cuando retiró a Valverde. Sobre todo porque, como vimos desde la primera mitad, el Barça cargaba el juego por los costados.

A 12 jornadas del final de la Liga el Barça aumenta su ventaja a 12 puntos.

Una innecesaria fricción entre Ansu Fati y Ceballos se saldó con amarilla para ambos. Fue la última acción del partido.

El título de Liga está servido y tiene dueño: el Barça.

Y recuerden: sin laterales no hay paraíso. Lo estamos viendo en esta Liga y mucho me temo que lo veremos en Champions, sea en cuartos o en semifinales.

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