En estas Crónicas del Imperio (CDI), referidas a sus elecciones presidenciales, aparece de nuevo Rudy Giuliani. Se ha convertido en el protagonista del esperpento organizado por Trump. La giulianada de ayer la publiqué anoche en mis redes sociales y hoy la traigo al blog. El pantallazo habla por si solo.
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El clan Trump
El clan Trump tiene una doble vertiente: la política, en la Casa Blanca, y la empresarial, con la Trump Organization. En la primera, ademas del jefe del clan como presidente de los Estados Unidos, encontramos a la pareja formada por su hija Ivanka y su marido. Los negocios están en manos de los hijos Donald Jr. y Eric.
Ambas vertientes confluyeron en el caso de la Trump University. El fraude y las demandas son anteriores a la victoria electoral. El pago de los 25 millones de dólares a los estudiantes afectados y a las autoridades es posterior (operaban como universidad sin tener licencia para ello). Pero quien hizo frente al pago fue el socio de Donald Trump en su hotel de Las Vegas. Todo este asunto de la Trump University fue aireado durante la campaña presidencial de 2016 por Hillary Clinton. Pero la atención mediática tenía el foco puesto en la falacia de los emails de la candidata del Partido Demócrata.
De los chanchullos vigentes destaca la demanda del Estado de Nueva York contra la Trump Organization, por falsificación en la documentación presentada para pedir créditos (aumentaron artificialmente el valor de los activos). En Wikipedia hay dos entradas muy significativas: una con la lista de 70 demandas en las que está involucrado el jefe del clan desde que es presidente de los EEUU y la otra es la relación de los 3.500 pleitos en los que ha estado involucrado antes de asumir la presidencia.
A todo esto hay que añadir los nueve colaboradores de su campaña electoral y/o en la Casa Blanca. Abarcan desde detenidos a condenados pasando por imputados. Incluso ya hay alguno amnistiado. La agencia Reuters en esta nota cita a ocho de los nueve. En la relación falta Rudy Giuliani (y dos de sus asociados). Steve Bannon ha sido el último en caer. Quien fuera el todopoderoso asesor de Trump fue detenido por una estafa. Está en libertad condicional con una fianza de 5 millones de dólares. El juicio está fijado para el 24 de mayo. ¿Ningún periodista español va a preguntar a Vox por Bannon, su gurú?
¿De verdad habrá votantes que se traguen lo del Law and Order?
La convención del Partido Demócrata como el Madrid en Liga

Anoche terminó la convención del Partido Demócrata y me dejó la misma sensación que el Real Madrid tras la reanudación de la Liga: en ambos casos la adaptación al nuevo formato, sin público, ha sido asombrosa. El Madrid encarriló su marcha triunfal en los cuatro primeros partidos. ¿Sucederá lo mismo con la candidatura de Joe Biden y Kamala Harris, tras estas cuatro jornadas de la convención de su partido?
Las convenciones de los dos grandes partidos son espectáculos con globos, confeti, delegados estatales ocupando el recinto y haciendo mucho ruido con sus cánticos y eslóganes. Nada de esto era posible en las actuales circunstancias, por la pandemia. Para mi gusto esto es una ventaja. No soy partidario de las americanadas. Me parecen una horterada. El caso es que los responsables de la convención se adaptaron a las circunstancias y produjeron un show pensando en la audiencia televisiva (y la de Internet). A mi entender acertaron de pleno. Dejaron un nivel muy alto para el Partido Republicano que tiene su convención la semana que viene.
Las cuatro noches fueron temáticas. Por ejemplo, en la primera la diversidad étnica fue el hilo conductor y en la tercera las mujeres (coincidiendo con la nominación de Harris como aspirante a la vicepresidencia). Anoche todo giró alrededor de la figura de Biden, tanto en su perfil político como en el humano. Precisamente este último aspecto es uno de los puntos fuertes del candidato Demócrata. Su capacidad de empatía y resiliencia, superando varias desgracias personales, fueron mostradas con mesura. Sin alardes. Los testimonios personales de gente normal y familiares, incidieron en el concepto clave que el partido quería mostrar: las emociones. Vendieron calor humano, refrendado por un político cercano. Lo ha sido siempre a lo largo de su larga carrera. Esta aproximación respondía al lema propuesto.
El lema de la convención fue todo un acierto: We the people (Nosotros la gente). Son las primeras palabras que aparecen en el texto constitucional de EEUU.
Es obvio que una convención tiene fines electorales. En este caso se presentaba el ticket electoral Biden/Harris. Cumplieron con creces con su objetivo. La plataforma de lanzamiento, la convención, ha lanzado la propuesta. Ha dejado claro que el enemigo a batir es Trump. Para ello alistaron distintas fuerzas, entre ellas un grupo al que podríamos presentar como «Republicanos por Biden». Y de paso ha unido al partido, algo que no pareció ser el caso en 2016. Otra cosa es que todo esto se traduzca en votos el 3 de noviembre. Es el objetivo final. El brillante discurso de aceptación de Biden de anoche es esperanzador.
Del creador de «investiguemos inyecciones de lejía» llega»irá a peor antes de mejorar»
Donald Trump, creador de perlas como la de «investiguemos inyecciones de lejía», reapareció ayer en una rueda de prensa. Desde el pasado 27 de abril no había comparecido en la Casa Blanca. Y entre exageraciones y mentiras nos dejó otra perla referida al coronavirus: «irá a peor antes de mejorar» («get worse before it gets better«).
Anteriormente había deslizado que el uso de mascarillas era «patriota», tras haber mostrado públicamente su rechazo al uso de las mismas y haber ridiculizado a su posible oponente electoral, Joe Biden, por llevarlas. También promovió el uso de hidroxicloroquina, usada en el tratamiento de la malaria, para combatir la pandemia. En contra de la opinión de las autoridades sanitarias de varios países. Finalmente la de Estados Unidos desautorizó su uso como tratamiento del Covid-19. En el camino se produjo un overstock del medicamento (entre compras y donaciones).
En su intervención de anoche (hora española) no estuvo acompañado por ningún miembro del task force anticoronavirus, el grupo de trabajo que encabeza el vicepresidente Pence y que incluye a varios científicos (Fauci entre ellos). Su tono sombrío reflejaba la preocupación por la dimensión de la tragedia y el impacto que está teniendo en las encuestas. No era la imagen habitual del Trump triunfante y fanfarrón. Parecía abatido. ¿Derrotado? Puede. Quizás sería más certero decir que se le veía abrumado. Pero fue fiel a su deformación de la realidad. Eso sí, con otro tono.
Entre el 27 de abril y el 21 de julio EEUU ha experimentado un incremento de dos millones de casos y se han casi doblado el número de fallecidos. Su «irá a peor» es reflejo de una realidad, pero tal como lo dijo es una predicción de empeoramiento («It will probably, unfortunately, get worse before it gets better«). Según los últimos datos de la Johns Hopkins University se contabilizan 3.902.135 casos y 142.608 fallecidos en Estads Unidos. En ambos casos son el país líder de estas (desgraciadas) clasificaciones. Recordemos que fue el propio Trump quien en un no tan remoto pasado insistió en calificar de muy buena su gestión. En su calificación fijó un tope de dos millones de casos y cien mil víctimas mortales como rangos para acreditar su valoración. Pues bien, están a punto de llegar a los cuatro millones de infectados y han superado en un 42% la cifra de muertos. Y ahora dice que aún «irá a peor». Por tanto, según su baremo, su gestión es pésima e «irá a peor».
Quedan pocos meses para las presidenciales. Trump es capaz de cualquier cosa. Ya ha mostrado la patita en dos instancias: primero alimentando el bulo, creado por él mismo, del fraude del voto por correo y este pasado fin de semana no dejando claro que aceptaría una derrota electoral. Sucedió en una entrevista con Fox News, su cadena amiga. ¿Inventará algún conflicto, bélico o comercial, para desviar la atención de cara al proceso electoral?
Macro Festival TV: One World Together At Home
El Live Aid de nuestros días será el macro festival televisivo de hoy: el One World Together At Home. Una iniciativa solidaria surgida por la crisis del coronavirus.
He de decir que lo primero que me molesta es el egocentrismo anglosajón. La pandemia es planetaria. Y el macro concierto lo anuncian solo en inglés. Tampoco es que hayan elegido una frase corta, tipo tres o cuatro palabras de impacto (el inglés es perfecto para esto). Superada esta primera molestia, encuentro otros factores que me incomodan.
La presencia de los tres presentadores, estrellas de los talk shows nocturnos de la TV de Estados Unidos, también me irrita. ¿Esto es un agravio comparativo para el resto de países afectados por la pandemia? ¿Este show de TV es solo en solidaridad con EEUU? Asimismo anuncian la intervención de distintas personalidades que nos mostraran su desinteresado apoyo a este acto solidario. Estoy muy interesado en las opiniones de Victoria y David Beckham...
Lady Gaga, venida a menos, se ha encargado del cartel musical. La predominancia de artistas anglosajones es brutal. Por lo que he visto solo figuran los italianos Zucchero y Andrea Bocelli en representación del continente europeo. No hay nadie de España. ¡Ni siquiera Rosalía! Vaya!!! ¿Será por su demostrada falta de solidaridad o por qué no la consideran una estrella internacional, como nos han vendido los medios españoles? El peso de los escasos artistas latinos que intervienen es ínfimo con respecto a su impacto real. A nivel global. Solo he conseguido ver en el cartel a Jennifer Lopez, Becky G, Ricky Martín, Luis Fonsi, Juanes, Maluma y J Balvin.
Todo lo anterior es un contrasentido con los objetivos del evento. Porque Lady Gaga ha contado con el apoyo de la organización internacional Global Citizen y la colaboración de la Organización Mundial de la Salud. La intención es recaudar fondos para luchar contra la pandemia y se hace un llamamiento a filántropos, empresas y gobiernos para aportar dinero.
Quizás las buenas intenciones y la solidaridad necesaria sean asuntos mayores que mis pegas, que no son tan menores al reflejar actitudes prepotentes y egocéntricas tan propias de EEUU. Por eso esta entrada también queda encuadrada en la categoría y la etiqueta CDI (Crónicas del Imperio).
Country Music en Movistar
Mientras buscaba en Movistar dónde ver el documental sobre Mario Pacheco y Nuevos Medios, «Revelando a Mario» (muy recomendable: es esplendido), encontré el canal Docs & Roll. Es de suscripción pero lo han liberado para hacernos más leve el confinamiento. Y como estamos viviendo una edad de oro del documental musical descubrí varios muy interesantes, uno sobre John Lennon, el imprescindible «Amazing Grace» dedicado a Aretha Franklin, además del de Mario y el de «Country Music«.
«Country Music» es una serie documental dividida en ocho episodios. Llevo vistos tres y me tiene impresionado. Dirigida por el prestigioso Ken Burns, con guión de Dayton Duncan, nos acerca visualmente al género musical, a su origen, desarrollo y evolución. Al Estados Unidos de las distintas etapas (depresión, guerras: II Guerra Mundial, Corea, Vietnam, etc.), artistas, lugares (Bristol, Nashville, etc.) y estilos (hillbilly, western swing, bluegrass, honky tonk, rockabilly, etc.). Se adereza con entrevistas a los principales protagonistas vivos (el rodaje duró cuatro años y algunos de los participantes fallecieron antes del estreno en PBS, la cadena pública de EEUU).
Burns es una garantia. Conozco dos de sus trabajos («The Civil War» y «Vietnam War«) y repasando su biografía he visto que tiene dos, «Mark Twain» y «Jazz«, que me lanzo a buscar inmediatamente.
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Mini martes
Ayer se celebró en EEUU el Mini martes (o Súper martes 2) del proceso de primarias del Partido Demócrata. Votaban en seis estados. Michigan era el más importante con sus 120 delegados. Washington State con 89 y Missouri con 68 eran también buenas plazas. Los otros tres repartían 14, 20 y 36 (North Dakota, Idaho y Mississippi respectivamente). En total estaban en juego 347 delegados.
Lo más sorprendente ocurrió al filo de la medianoche (hora española): la administración del Estado de Michigan anunció que probablemente no se conocerían los resultados hasta bien entrado el miércoles. Una vez más quedaba demostrada la eficacia de nuestros procesos electorales y las carencias del país líder en tecnología punta. Incomprensible.
Una jornada que podría disparar a Joe Biden hacía la nominación o afianzar la posición de Bernie Sanders. Biden encabezaba la carrera de los delegados (tras su gran noche del Súper martes, impulsado por su triunfo previo en Carolina del Sur). Y también algo que podría ser decisivo entre los votantes del Partido Demócrata: los candidatos que han abandonado las primarias han manifestado su apoyo a Biden. Todos menos Elizabeth Warren. Ella supone la gran incógnita. Llegados a este punto conviene recordar tres puntos:
- Sanders no es miembro del partido. Se presenta a las primarias como independiente. Factor que puede ser decisivo de cara a los superdelegados en la convención del partido.
- Por muchas importancia que Warren se de, su peso e influencia no es tan relevante. Se ha demostrado en las urnas de estas primarias.
- A Warren le pesa su pasado como militante del Partido Republicano. Y su personalidad de profesora regañona. Dos patinazos en estas primarias la descabalgaron y dejaron sin opciones: no tener un plan economico para su proyecto sanitario (fue patético ver como en el primer debate intentaba escabullirse de las preguntas de sus rivales) y su enfrentamiento público con Sanders al terminar un debate (se acercó a su posición y le regañó; esto acabó reforzando a Sanders).
Sobre la una de la madrugada CNN proyectaba el triunfo de Biden en Mississippi. Quedaba por saber el reparto de los 36 delegados del estado. Dada la configuración etnica de los votantes (64% afroamericanos) podemos suponer que se llevará una gran parte de los 36. Confirmando que al voto negro no le gusta Sanders. Y si no afianza el voto joven –perdió muchos el Súper martes– sus posibilidades se estrechan.
El New York Times confirmaba el triunfo de Biden en Mississippi y añadía Missouri (68 delegados). Washington Post decía lo mismo que el NYT. Me sorprendió el silencio de CNN respecto a Missouri. Hasta la 01:38 no dieron a Biden ganador en Missouri. Un triunfo claro y significativo: Sanders perdió Missouri en 2016 por los pelos contra Hilary Clinton y en 2020 se ha desplomado frente a Biden. A esta hora ya se conocían los primeros resultados de Michigan (la foto del encabezado): con un 21% escrutado Biden iba ganando por 28.990 votos.
Seguía sin entender el aviso del gobierno de Michigan sobre la demora en dar los resultados finales. Ya teníamos el 21%. Y minutos después conocíamos los datos al 31% y Biden aumentaba su ventaja. Y a las dos estábamos en el 44%. Biden mantenía posiciones. Otra curiosidad: a esas dos de la madrugada española cerraban los colegios electorales de Michigan. Es decir, teníamos casi la mitad de los resultados con la votación aún en marcha. Y nos habían avisado que los resultados definitivos no se conocerían hasta bien entrado el miércoles (en su uso horario). Alguna explicación tiene que haber. A mi se me escapa.
Al 53% la diferencia entre Biden y Sanders aumentaba. Y a las 02:10 CNN proyectaba a Biden como ganador de Michigan, el premio gordo de la noche. En un estado en que Sanders le había ganado a Clinton en 2016. En el siguiente cuadro del NYT vemos los datos conocidos hasta las 02:15. Ojo que el recuento de delegados del 10 de marzo es parcial, solo han repartido 55 de los 347 en disputa.
Si la tendencia de Michigan se mantiene y acaba ganando Biden, según el pronóstico, podríamos decir que el Mini martes fue The Night They Drove Old Bernie Down.
Súper martes en las primarias del Partido Demócrata
Ayer se celebró el llamado Súper martes –Super Tuesday– en la primarias del Partido Demócrata. Se votaba en 14 estados y se elegían a un tercio de los delegados (1.357) que nominaran al candidato a la presidencia de EEUU en la convención del partido. Entre los 14 estaba California, el premio gordo. Sus 415 delegados le convierte en el estado que más aporta. Texas con 228 era otro bocado apetitoso (el segundo mayor de la noche). Para sumar delegados es necesario obtener al menos el 15% de los votos.
La novedad fue la aparición de Bloomberg por primera vez en la carrera electoral. Se ha convertido en el tercero en discordia en lo que parece que va a ser un mano a mano entre Biden y Sanders. ¿Le va a merecer la pena seguir gastando millones sin opciones claras? Parece que su baza es llegar vivo a la convención y que está sea abierta (sin que ningún candidato haya conseguido los 1.991 delegados necesarios para asegurar la nominación).
La lista de candidatos presidenciales se redujo a cinco para este Súper martes y probablemente a partir de hoy se vea reducida a tres o cuatro.
Independientemente de los estados en los que hayan ganado (ahora mismo más Biden que Sanders) lo que cuenta es la suma de delegados. Tras la victoria en Carolina del Sur de quien fuera vicepresidente con Obama (se la jugó para lograr el voto afroamericano y le salió muy bien logrando casi el 50% de los votos) su diferencia respecto a Sanders se redujo drásticamente. A la hora de escribir estas lineas (03:43) Biden lideraba la carrera de delegados con 135 mientras Sanders sumaba 94. Unas observaciones: Texas llevaba escrutado tan solo el 30% (con Sanders en cabeza y Biden pisándole los talones porque va ganando en Houston y Dallas) mientras que en California se seguía votando. Por la diferencia horaria (nueve horas respecto a España) tardaremos bastante en saber los resultados definitivos de California. Actualizaré los datos a media mañana (aquí o en los comentarios).
ACTUALIZACIONES:
- A las 08:16 con el 91% escrutado en Texas va ganando Biden con una diferencia de 71.000 votos sobre Sanders. En cuanto a delegados de momento ya on fijos 40 de los 228 y se reparten 20 cada uno. Bloomberg con el 15,3% de los votos también aspira a arañar alguno. En California siguen con el recuento (48% escrutado). Las encuestas daban y dan a Sanders como favorito. Lo que se conoce es que Sanders lleva una ventaja de 188 mil votos sobre Biden (29,8% del voto frente al 20,6%). Traducido a delegados de momento hay confirmados 48 y 27 para Sanders y Biden respectivamente. Bloomberg está al 17%. Hasta esta hora la suma de delegados es 311 para Biden y 245 para Sanders. Bloomberg solo lleva 9 mientras Warren cuenta con 18. Pero queda California.
- CNN y The New York Times dan como vencedor a Biden en Texas con el 93% escrutado.
- De momento parece que el Sanders de 2020 está por debajo del Sanders de 2016. La razón principal puede ser la fragmentación del voto. En 2016 solo hubo dos contrincantes mientras que en 2020 ha habido bastantes más.
- A las 08:50 la carrera por los delegados va así: 316 (311) para Biden y 250 (245) para Sanders. Entre parentesis como estaban a las 08:16.
- A las 12:45 ya está confirmada la victoria en Texas de Biden con el 97% escrutado (33,4% de los votos). Logra 42 delegados. Sanders 38 y Bloomberg y Warren uno cada uno. Es el noveno de los 14 estados que ha ganado. En California van por el 80% escrutado y lidera Sanders. Con el 33% de los votos se asegura 74 delegados. Biden 46 con el 24,1%. El 20% que queda por contar puede aumentar o disminuir la diferencia. Bloomberg está al 14,8% y precisa el 15% para raspar un delegado.
- En estos momentos el reparto de delegados es el siguiente: 383 Biden y 318 Sanders.
- Ha sido indudablemente una gran noche para Biden. Se confirma que Warren no termina de arrancar. Sus 35 delegados la alejan totalmente de la nominación. Debería replantearse abandonar la carrera. Su continuidad solo sirve para perjudicar a Sanders, al dividir el voto progresista. El fracaso de Bloomberg es notorio. En su primera aparición en las primarias apenas ha cosechado 12 delegados, que podrían ser 13 si logra uno en California.
Alejandro Sanz y Rosalía nominados a los Grammy (los pata negra)
Alejandro Sanz y Rosalía han sido nominados para tres Premios Grammy (los pata negra). Esta 62ª edición de los Grammy tendrá lugar el 26 de enero de 2020 en el Staples Center de Los Angeles. Alicia Keys repetirá como anfitriona de la gala de entrega. La lista completa de aspirantes la pueden ver aquí.
Alejandro Sanz está nominado a Mejor álbum de pop latino por «#ELDISCO«. Compite con «Vida» de Luis Fonsi, «11:11» de Maluma, «Montaner» de Ricardo Montaner y «Fantasía» de Sebastian Yatra. Es difícil pronosticar y el factor nacional de quienes votan puede decidir el Grammy en un sentido u otro. Consideraciones aparte, creo que Alejandro Sanz cuenta con bastantes probabilidades de ganar.
Rosalía está nominada a dos: Mejor nueva artista y Mejor disco latino de rock, urbano o alternativo por el «El mal querer«. Sorprende que nominen a un álbum de 2018.
A Rosalía la ha favorecido la ampliación en la categoría de Mejor nuevo artista a ocho candidaturas (en vez de las cinco habituales). La nominación está muy bien, ganarlo ya es otra cosa. Compite con revelaciones de la industria estadounidense, avaladas por ventas, como Lizzo (8), Billie Eilish (6) y Lil Nas X (6). Estos tres son los más nominados (entre paréntesis tenían el n.º de categorías a las que optan). Veo más factible que Rosalía triunfe con el Grammy a Mejor disco latino de rock, urbano o alternativo. Rivaliza con «X 100pre» de Bad Bunny, «Oasis» de Bad Bunny y J Balvin, «Indestructible» de Flor de Toloache y «Almadura» de iLe. En cualquier caso los designios de quienes votan son inescrutables. Lo importante es haber logrado estas dos nominaciones.
En referencia a Rosalía no sé si ya se percibe un cierto cansancio en nuestros medios. Estas dos nominaciones a los Grammy son realmente importantes. De mucho más valor que, por ejemplo, haber ganado unos Grammy Latinos. A estos se les ha dado una bola tremenda. Como a los premios de MTV, que no representan nada. Por otra parte, hace unas semanas fue portada del dominical del New York Times. ¡Un pelotazo! Pasó desapercibido. Una vez más el criterio mediático respecto a Rosalía dejó mucho que desear. Dan relevancia a asuntos que no son para tanto y no se vuelcan cuando llega lo que realmente cuenta (como ese suplemento del NYT).
P.D.: Rolling Stone denuncia que se está arrinconando a la música latina en los Grammy 2020. Y destacan que Rosalía es la única artista cantando en español que figura en una categoría general (Mejor artista nuevo), mientras que el resto de artistas de habla hispana compiten en categorías latinas. Esto representa un retroceso respecto a ediciones anteriores (claro que «Despacito» tuvo mucho que ver en la relevancia del pasado). ¿Y sus fans en las redes? Por lo que he visto no ha sido trending topic…
Mal periodismo: los premios MTV no son el Nobel
Los premios de MTV, los Video Music Awards (VMA) del canal estadounidense, no son el Nobel. Ni gozan de la relevancia que el mal periodismo español nos intenta colar. Antes de continuar quisiera dejar claro dos obviedades, para evitar mal entendidos:
- En cualquier premio, sea cual sea, es mejor estar nominado que no estarlo
- Lo mejor es ganar
Hace años que MTV en EEUU dejó de ser un canal musical para convertirse en uno de realitys y concursos. De su pasado tan solo conserva la M de music de su nombre y los premios VMA. Haciendo un paralelismo un poco grueso estos premios serian el equivalente a unos que concediese el canal de Gran Hermano. En cualquier caso estamos hablando de telebasura.
He dejado un par de días para ver si algún medio español comentaba el impacto de los VMA. Ha quedado claro que si te dedicas a la hipérbole la realidad deja de interesar. Especialmente penoso es el caso de El País, un medio supuestamente serio y con corresponsales en Estados Unidos. El titular del The Hollywood Reporter es bastante claro al respecto: «Los ratings de los VMA tocan fondo por tercer año consecutivo».
El Hollywood Reporter es un referente de la industria audiovisual de su país en la misma medida que lo es Billboard para la musical.
Leyendo su artículo observamos que la emisión de la gala por MTV congregó a un 1.9 millones de espectadores (un 0,9% de rating entre el principal público objetivo comprendido entre los 18 y los 49 años). Es el tercer año consecutivo que les baja la audiencia, aunque en esta edición el descenso del 14% no ha sido tan grande como el de años anteriores.
Viacom, la empresaria propietaria de MTV, retransmitió la gala por otros 11 canales de su propiedad (VH1, Nickelodeon/Nick at Nite, Comedy Central, BET, Paramount Network, CMT, MTV2, TV Land, MTV Classic, Logo and BETHer). La audiencia conjunta de los 12 sumó 4.9 millones de telespectadores (bajando desde los 5.2 del año pasado). La población total del país supera ligeramente los 327 millones de habitantes. Se estima que 115 millones de hogares disponen al menos de un aparato de televisión.
Algunos analistas de EEUU señalan que el formato de las galas de los premios ha dejado de interesar. Y citan el declive de audiencia de los Tonys, otros dos premios de MTV (los de cine y TV) y en el campo musical los de Billboard y los Grammy.
¿Tan difícil resulta para los periodistas españoles, sean corresponsales o redactores, contrastar datos y fuentes, fijando un panorama real?
Hace un par de semanas asistimos a un espectáculo bochornoso: anunciaban el divorcio de los Obama. Citaban como fuente a un medio estadounidense. Pero no explicaban que el tal periódico era un tabloide de supermercado. Prensa basura. Con el agravante que este medio amarillo y sensacionalista ni siquiera es el líder de su segmento de mercado (lo es el National Enquirer). Tampoco decían que llevan años anunciando este divorcio cada año (concretamente su primera portada al respecto data de 2007). A la semana se conocía que los Obama se comprarían una casa de verano en la Costa Este (en la exclusiva isla de Martha’s Vineyard, enfrente de Cape Cod, Massachusetts). La mansión pertenecía, o aún pertenece, al dueño de los Boston Celtics. ¿Cómo se entiende que simultáneamente una pareja se divorcie y se compre un casoplón? En fin…