26 de febrero de 2008

El pasado 24 de enero John mandó una carta al Defensor del Lector de El País –cuyo texto publicamos a continuación. Antes dos breves apuntes:
1. No recibió ninguna respuesta y el 15 de febrero volvió a escribirle –carta que publicaremos la semana que viene.
2. David Alandete ha estado cubriendo información de las primarias USA. Como todo lo que haya publicado tenga la misma falta de rigor y de conocimiento que la mostrada en su artículo Al banquillo por pasar sus discos al ordenador estamos apañados…
Sr. D. José Miguel Larraya
Defensor del Lector El País
Muy Sr. Mío:
Estoy sorprendido por haber leído en menos de dos semanas dos informaciones totalmente tendenciosas firmadas por David Alandete que a mi entender no solo son falsas y tendenciosas, si no que, además, violan el Libro de Estilo de El País. En ambas informaciones introduje un comentario en la pestaña ‘corregir’ de su periódico digital, con la vana esperanza de que fuera un error por parte del Sr. Alandete y que la llamada de atención de la nota introducida en ‘corregir’, le hiciera revisar la información y rectificar. Ambos comentarios han sido ignorados, pero la forma en la que el Sr. Alandete presenta la información en su nota Al banquillo por pasar sus discos al ordenador fechada en Washington hoy, me hace sospechar que el Sr. Alandete utiliza su periódico para desarrollar una campaña personal, ignorando totalmente los principios de veracidad que debieran de guiar la información periodística.
El pasado día 12, en un reportaje de Ramón Muñoz titulado Cerco a las descargas en la Red se incluía la siguiente frase: “En los últimos años, las discográficas han presentado hasta 26.000 denuncias pero han obtenido sólo una condena, la de Jammie Thomas, una madre soltera de 30 años que tendrá que pagar 6.600 euros, por cada una de las 24 canciones que se descargó de la Red, informa David Alandete” Tal y como estaba redactada la frase, la introducción de la conjunción ‘pero’ daría a entender que las otras 25.999 denuncias acabaron en desistimientos o absoluciones, cuando la realidad es que si hubo una sola condena es porque solo un denunciado decidió llegar ante los tribunales, mientras que el resto, conscientes (ellos o sus abogados) de que con la legislación americana llevaban las de perder, decidieron pactar con la RIAA y pagar indemnizaciones antes de llegar a los Tribunales. Creo que esta realidad, fácilmente contrastable por el Sr. Alandete si hubiera seguido la elemental norma periodística de contrastar con las fuentes y partes implicadas, es radicalmente distinta a la que da a entender el Sr. Alandete en su comentario.
Todo esto pudiera no ser más que una desafortunada redacción del Sr. Alandete si no fuera por las falsedades que el Sr. Alandete vierte en la noticia de hoy titulada Al banquillo por pasar sus discos al ordenador. Ya el titulo es totalmente falso, nadie ha sido llevado a ningún banquillo por pasar sus discos al ordenador. Falsedad que repite el Sr. Alandete en el primer párrafo del artículo al afirmar que “la compañía asegura que es delito grabar en el disco duro del ordenador personal la música de un CD comprado de forma legal.” Eso no lo asegura Warner, como podía haber confirmado el Sr. Alandete efectuando una simple llamada telefónica a Warner o la RIAA, que se encuentra en Washington, como él, y que es la mínima precaución que según la ética periodística y el Manual de Estilo debiera de haber tomado este caballero.
El Sr. Alandete lo que hace es copiar, actividad poco ética, un bulo circulado por Internet recientemente y que fue desmentido por la RIAA, podía y debía de haberse tomado la molestia de llamar a la RIAA y confirmar la veracidad del bulo y/o del desmentido, pero parece que para sus intereses es mas cómodo copiar y amplificar el bulo que trabajar como periodista.
El Sr. Alandete afirma que ha tenido acceso a la demanda y simplemente miente, porque o bien no ha tenido acceso a la misma, y efectúa la afirmación para dar veracidad a su mentira, o bien ha tenido acceso, en cuyo caso miente porque la demanda en ningún momento acusa al demandado por copiar sus discos en un ordenador, si no por efectuar un ‘upload’ de miles de canciones en la Red. También pudiera simplemente haber copiado lo que decía el bulo de la Red (básicamente lo mismo que copia y pega el Sr. Alandete) en cuyo caso la falta de profesionalidad y ética profesional es tremenda.
La poca seriedad de las afirmaciones de este señor queda reflejada en sus propios artículos. Así mientras que hace unos días mencionaba 26000 demandas, en el artículo de hoy se refiere a 22000, una diferencia de un 16%.
Leyendo entre líneas también puede uno darse cuenta de la falta de veracidad de los asertos del Sr. Alandete: “El juez estableció que no es necesario demostrar que alguien se ha descargado las canciones para condenar a quien las ofrece.” Es decir a quien efectúa un ‘upload’, que es contra quien se han dirigido las demandas de la RIAA, no a quien copia las mismas o siquiera a quien las descarga.
Miente al afirmar que la RIAA afirma en su Web que “que el comprador no tiene el «derecho legal» de «transferir una copia al disco duro del ordenador o al reproductor portátil». La RIAA en su Web afirma textualmente “las compañías de discos jamás han objetado que alguien efectúe una copia de un CD para su uso personal” (http://riaa.com/faq.php punto 11) y a continuación explica que copiar para regalar y descargar ilegalmente priva a los creadores de esa música de una compensación por su trabajo. Y después pone un enlace a otro site (http://www.musicunited.org/2_thelaw.html ) que explica lo que dice la legislación USA y que dice que ‘”podrías violar la ley” si haces un mp3 y lo pones accesible en la red mediante P2Ps.
En otro apartado (http://riaa.com/physicalpiracy.php?content_selector=piracy_online_the_law ) la RIAA cita la ley Americana (United Sates Code, Titulo 17, secciones 501 y 506) y vuelve a explicar como “podrías violar la ley”. Todo esto es totalmente distinto a la tajante y radicalmente falsa afirmación de este señor. Pero peor aun, mientras que Alandete se preocupa de distorsionar lo que dice la Web de la RIAA no se molesta en llamar, verificar cuantos casos se han interpuesto, cuantos han llegado al tribunal y como son los casos, en cuyo caso le habrían explicado que TODOS los casos han sido contra ‘uploaders’, que todos implicaban miles de canciones y que todos menos dos fueron resueltos mediante pago de indemnización fuera de corte, y los otros dos uno acabo en condena y el otro esta pendiente de vista. Solo hubiera necesitado una llamada telefónica local.
Obviamente el Sr. Alandete quiere transmitir el mensaje de que no pasa nada por copiar (de 26000 demandas una condena) y que la RIAA es un monstruo que demanda a gente por copiar discos a su ordenador. El Sr. Alandete esta en plena libertad de disentir de los postulados de la RIAA e incluso de la Ley Americana, nadie se lo prohíbe ni se lo impide, pero lo que la ética periodística y el Código de Estilo de El País prohíben es mentir, publicar bulos sin ratificar las fuentes y distorsionar el contenido de una demanda o de una pagina Web.
Peor aun, me consta que tanto El País como el Grupo PRISA mantienen postulados de respeto por la Propiedad Intelectual que el Sr. Alandete desprecia olímpicamente promoviendo una campaña personal en contra de la misma distorsionando la información y mintiendo pura y llanamente.
La imagen es de www.elperiodista.cl
ACTUALIZACIÓN:
La segunda carta de John al Defensor del Lector de El País
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