Sergio Ramos volvió a demostrar ayer que esta es su peor temporada. Le elijo a él como resumen del mal partido del Real Madrid en Zaragoza. Y van… en una Liga mal llevada desde el principio. Arbitrajes aparte -favorables al actual líder- esta competición se perdió desde su inicio. Las primeras 10 jornadas marcaron el erróneo camino. El defensa sevillano, quien lució el brazalete de capitán en La Romareda, tuvo mucho que ver con lo sucedido. Sin olvidarnos del irregular estado de forma de Iker Casillas.
Anoche Ramos perdió todos los duelos por alto con Postiga. En la primera mitad una cesión de cabeza a Diego López casi es gol. En la segunda parte un pase atrás al meta se queda corto y DL sale del área para despejar con el pie resolviendo el apuro. En el 1-0 de Rodri, minuto 6, no sé sabe donde estaba el de Camas. Pepe salió a cortar un balón. No cumplió su objetivo plenamente pero la pelota le llegó a Modric. Este falló en su control y la perdió. Este error fue fatal. Y Rodri se coló solo por el centró y fusiló al portero madridista. Solo Arbeloa acudió a ayudar, cubriendo la salida de Pepe. Sergio Ramos estaba en las nubes, como gran parte de esta temporada.
Ya lo avisó Mourinho, tras la derrota en Sevilla contra los de Michel (por entonces entrenador de los hispalenses), cuando dijo que algunos jugadores tenían la cabeza en otro sitio. Inmediatamente pensé en Ramos y también en la responsabilidad del entrenador al respecto. Días después me enteré que el jugador había solicitado permanecer en la capital andaluza tras el encuentro, para atender unos asuntos personales (un negocio de restauración que salía a subasta pública y competía contra Carlos Herrera). Llegados a este punto conviene recordar que después del partido liguero de ese fin de semana jugábamos en el Bernabéu contra el Manchester City (Champions). Mou no le dio el permiso y tampoco le alineó contra el City. La prensa, tan afín a él y contraria al entrenador, no aireó el incidente. Solo sé supo del castigo. El cual resultó obvio al no verle en el campo.
Las tontunas de Sergio Ramos no solo se reducen a este capricho que acabo de relatar. También está la tontería de la camiseta de Özil. Asunto descubierto por Marca. Me sonó a amenaza mediática. Un aviso para el futbolista, no fuese a desviarse y olvidar con quien se juega los cuartos. Como ya había sucedido anteriormente, cuando le descubrieron que tras ser sustituido en vez de quedarse a ver el resto del encuentro se había ido a los toros. De cualquier manera son hechos productos de su falta de cabeza.
Las filtraciones, suyas o de su entorno, son para echarle de comer aparte.
Los cinco partidos de suspensión de esta Liga, por insultar a un árbitro, son su mayor pecado de esta temporada. Peor que sus errores contra el Manchester United en octavos de Champions. El 0-1 del Bernabéu es un fallo suyo: Welbeck se le va de la marca y cabecea a gol. El 1-0 de Old Trafford es su autogol. Ambas jugadas elevaron enormemente las dificultades para superar la eliminatoria. Pero él solo tuvo palabras para quejarse de la falta de cariño en las declaraciones del mister.
No puedo dejar de pasar por alto esas entradas al limite dentro del área. Siempre polémicas (¿son penalti o no?). O algunos despejes blandos hacia el centro y no a las bandas.
Caprichoso, vanidoso y millonario. ¿Cuál será su cociente intelectual?
P.D.: la mejor noticia del partido contra el Zaragoza fue la actuación de Marcelo. Invita al optimismo.