
El triunfo 2-4 ante el Celta de Vigo mantiene las esperanzas del Real Madrid en Liga. En esta última fase del torneo hemos pasado de un calendario favorable a uno, desde esta pasada jornada, que beneficia al Barça. Ellos ya han pasado sus dos pruebas más difíciles (visitas al Sevilla y Espanyol: 4 puntos) y solo les queda un escollo, el Atlético de Madrid en el Calderon. Habrá que esperar a ver cómo plantean los rojiblancos el partido. Al Madrid le quedaban Vigo y Sevilla ademas de recibir al Valencia. Por eso la victoria de ayer es tan importante. Se salva un match-ball y reafirma la recuperación la semana que sellamos el pase a semis de Champions.
La primera parte de Balaídos fue preciosa. Salvo por Carvajal y Marcelo. Los goles locales y el peligro se generaba siempre por las bandas. Isco sigue mustio. James volvió a brillar. Hay que recordar lo bien que jugaban juntos cuando la racha del récord de partidos ganados. Tampoco estaba Modric entonces. Y desde luego Kroos estaba en su mejor momento, algo que desafortunadamente no es posible afirmar ahora. Aunque marcase un gol importantísimo: el del 1-1 al cuarto de hora, siete minutos después del 1-0 de Nolito. Anoche el andaluz volvió loco a Carvajal, igual que a Arbeloa la temporada pasada (perdimos 2-0 y se esfumaron las posibilidades de revalidar el título).
Chicharito está bendecido. Hizo el 1-2 en el 23 y el 2-4 en el 68. En medio Santi Mina empató a dos, en otro fallo defensivo en una veloz contra céltica, y James el 2-3 al filo del descanso, ayudado por el rebote de un defensa. El mexicano se movió, incordió y dispuso de otra oportunidad en la que le habilitó Cristiano Ronaldo.
El portugués estuvo más jugador que nunca: participativo y buscando al compañero mejor situado. Estrelló un balón en el poste, intervino en las jugadas de los goles menos en el segundo de Chicharito, a excelente pase de Sergio Ramos. Creó más peligro desde la derecha que por la izquierda, lo cual habla bien del lateral diestro, Hugo Mallo.
La segunda parte no tuvo el nivel de los primeros cuarenta y cinco minutos. El resultado marcaba el ritmo. Hubo momentos en que el encuentro se desbocó y solo ganó en emoción. La precipitación provocaba errores en los controles y los pases. El Madrid fue superior, impuso su calidad, y sí aprovechó un contraataque para sentenciar con el cuarto gol.
El miércoles recibimos al Almería y el fin de semana vamos a Sevilla. Y a la semana siguiente la Juve en Turín.
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