Siempre me fascinó escuchar a Bob Dylan insultando. Tiene una entonación especial, su voz nasal ayuda todo y realmente, no se puede decir que insulte. Mucho menos que digas palabras soeces.
Es ese matiz, esa elegancia con la que subraya el desprecio en muchas de sus canciones para mediocres, traidores, cotillas o fascistas -en sus primeros tiempos-. “Ballad Of A Thin Man” o “Idiot Wind” podrían ser buenos ejemplos.
Dylan en mi infancia
Crecí en un ambiente artístico y cultural donde las novedades llegaban con un halo de misterio y santidad. En Buenos Aires no salían los LPs a la vez que en USA o en Inglaterra. Pero para los privilegiados hijos de los periodistas, música, pintura, cine, literatura y vanguardias en general eran algo más asequibles. Dylan no se editaba pero los discos importados llegaban a nuestras manos. Quienes íbamos a colegios extranjeros teníamos ese suplemento de amigos que viajaban y traían LPs de Europa o de Estados Unidos.
Mucha obra de Bob Dylan me era conocida ya a finales de los sesenta. Pero no fue hasta 1971-1972 en que lo descubrí ya a fondo.
Dos personas fueron responsables de ello.
Por un lado, mi amigo Charly Herbers, que trajo de Alemania el primer álbum recopilatorio de Dylan, de 1967, y me lo dejo en casa para que lo disfrutara. Ahí estaba “Positively 4th Street”, cuya música me fascinó… y con cuya letra, como adolescente que era, no tardé en identificar a algún amigo o amiga que no se había portado del todo bien.
Y el otro descubridor fue Jesús Ordovás. Iba yo por una calle porteña, paseando a algún hermanillo recién nacido, cuando me topé con un libro en un escaparate. “Bob Dylan”. Bien. Mi oportunidad de saber más sobre mi reciente ídolo. Lo firmaba un tal Jesús Ordovás. Me pregunté sobre el autor… no conocía su nombre… sería de otro país. Por supuesto, compré el libro encantada y me lo llevé a casa para estudiármelo (la reválida de historia podía esperar).
Tienes mucha jeta…
Con el LP y mi libro, me hundí en el universo de Dylan. Conocía muchas de sus canciones, pero había una muy especial. Decía que “tienes mucha jeta en decir que eres mi amigo… cuando yo estaba mal, tú te reías”. Cualquier criatura de menos de 17 años puede haber vivido esa experiencia. Dylan había dado en el clavo, sabía lo que me pasaba, sabía cómo me sentía… Me sentí defendida, me sentí acompañada… Yo no era la única a quien habían traicionado, no, un grande como Dylan había vivido mi experiencia también.
Wow… Qué increíble…
Elegantemente, tomaba mi defensa. “Dices que me puedes echar una mano pero sabes que sólo quieres estar con la gente molona…”
¿Cómo hizo Dylan para saber lo que me había sucedido?
“Sé que hablas de mí a mis espaldas… me da igual, ya estuve en esa pandillita…”
Pero ¿quién se lo contó?
“Ojalá pudieras estar en mis zapatos, así sabrías lo desagradable que es encontrarme contigo”.
Decididamente, Dylan tenía línea directa con Dios. Sabía mucho.
La calle 4…positivamente.
…tiene mucha historia. No sólo es parte de Dylan, fue desde principios del siglo pasado el epicentro de la vida bohemia de la ciudad. En pleno Greenwich Village, ahí vivió el periodista John Reed y ahí escribió “Los Cien Días que sacudieron al Mundo”. Eugene O’ Neill se inspiró en el Golden Swan Bar para escribir “Llega el Hombre de Hielo”. Gertrude Vanderbilt abrió su estudio, que con el tiempo se convertiría en el Museo Whitney.
Es posible que la canción vaya dedicada a los muchos snobs del Village. De hecho, el primer sitio en el que tocó profesionalmente al llegar a la ciudad fue el Gerder’s Folk City, en la calle 4 (donde empezaron a tocar Simon & Garfunkel). También tocó en el cercano café Wha?
Bob Dylan vivió dos años en un estudio en 161 West-4th Street y la portada de su LP “The Freewheelin’ Bob Dylan” está tomada en Jones Street, al lado de su calle.
Por otro lado, la Universidad de Minnesota se encuentra en la calle 4… y Dylan no guarda un buen recuerdo de esos tiempos.
La canción se grabó durante las sesiones de “Highway 61 Revisited” pero no salió en ningún LP. La llamaron “Black Dalli Rue”. Con el título ya cambiado, salió como un single en 1965. Y luego, en el doble “Greatest Hits” (1967).
La crítica no tardó en recoger el guante: polémica sobre “de quien habla Dylan”.
Hay que recordar que la canción es de 1965. De cuando Dylan tocó en Newport y electrificó su sonido. De cuando crítica y colegas se volvieron contra él por osar aventurarse dentro de las nuevas “corrientes”. De cuando “Subterranean Homesick Blues” nos daba una cara acústica pero la otra ya entraba en “modernidades” y “Highway 61 Revisited” cerraba una etapa.
Fue la gran brecha que se abrió entre el artista y su antiguo público y admiradores. No se le perdonó en ese momento que dejara el Folk puro; muchos lo criticaron y se alejaron de él. De manera que cualquier crítico, amigo, colega o fan puede ser ese “Mr.Jones” (personaje de “Ballad Of Thin Man”) despreciable, pequeño, traidor…
Podía ser Phil Ochs, que había criticado la canción de Dylan, “Can You Please Crawl Out My Window?”… o su ex, Suze Rotolo… incluso se habló de Richard Fariña, un purista, o de Tom Paxton… de sus experiencias con el LSD… de todos sus detractores en general… la lista es enorme. Y la escena de un Greewich Village revuelto ante su nuevo estilo eléctrico parece llevarse las mejores apuestas.
…y gracias por el insulto.
El compendio de diatribas, la descripción del pelota perfecto, el amigo traidor a quien se le vio el plumero, la falta absoluta de ética del personaje… enganchado a una machacona melodía subrayada por el órgano de Al Kooper… esta canción sigue siendo un ejemplo de clase.
John Lennon era un fan de “Positively 4th Street”. Tenía el single original en su juke-box. De hecho, Lennon también fue un “insultador” famoso, aunque no tan elegante como Dylan.
Los Byrds, Violent Femmes o Bryan Ferry versionaron esta canción, entre tantos otros. Incluso los Beatles, durante las sesiones de “Let It Be”, la canturrearon…
Un regalo de Dylan para que, cuando no queremos mandar flores sino todo lo contrario… mandemos música.
Se puede ser más directo: Graham Nash lo es en su “Frozen Smiles”. Se puede ser más cortante: John Lennon lo demuestra en “How Do You Sleep”.
Difícilmente se puede ser más elegante.
Gracias por este insulto, M.Dylan. Le ha quedado precioso.
Positively 4th Street
You got a lotta nerve
To say you are my friend
When I was down
You just stood there grinning
You got a lotta nerve
To say you got a helping hand to lend
You just want to be on
The side that’s winning
You say I let you down
You know it’s not like that
If you’re so hurt
Why then don’t you show it
You say you lost your faith
But that’s not where it’s at
You had no faith to lose
And you know it
I know the reason
That you talk behind my back
I used to be among the crowd
You’re in with
Do you take me for such a fool
To think I’d make contact
With the one who tries to hide
What he don’t know to begin with
You see me on the street
You always act surprised
You say, “How are you?” “Good luck”
But you don’t mean it
When you know as well as me
You’d rather see me paralyzed
Why don’t you just come out once
And scream it
No, I do not feel that good
When I see the heartbreaks you embrace
If I was a master thief
Perhaps I’d rob them
And now I know you’re dissatisfied
With your position and your place
Don’t you understand
It’s not my problem
I wish that for just one time
You could stand inside my shoes
And just for that one moment
I could be you
Yes, I wish that for just one time
You could stand inside my shoes
You’d know what a drag it is
To see you
(En Español)
Tienes mucho coraje de decir que eres mi amigo,
cuando yo estaba deprimido tú te quedaste ahí sonriendo
Tienes mucho coraje de decir que puedes echar una mano
Tú sólo quieres estar en el lado ganador
Dices que te decepcioné, sabes que no es así,
si estas tan herido ¿porqué no lo demuestras?
Dices que has perdido la fe, y no se trata de eso,
no tenías fe alguna que perder, y lo sabes.
Sé porqué hablas a mis espaldas,
solía ir con la gente con la que vas ahora…
¿Crees que soy tan tonto como para tratar con alguien que disimula y no sabe por dónde empezar?
Me ves en la calle y te sorprendes,
dices “Hola, ¿qué tal? ¡buena suerte!” pero no lo sientes.
Si sabes tan bien como yo que te gustaría verme paralítico,
¿porqué no sales de una vez y lo confiesas a gritos?
No, no me siento bien cuando veo que planeas romper corazones,
si yo fuera un gran ladrón tal vez los robaría…
Y sé que no estás feliz con tu postura y tu sitio,
¿no entiendes que no es mi problema?
Ojalá sólo una vez estuvieras en mis zapatos
y sólo por esa vez yo podría ser tú mismo…
Si, ojalá sólo por una vez estuvieras en mis zapatos,
verías que coñazo es verte…
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Un siglo de canciones (todos los posts)
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