Real Madrid y Barça afrontaban el primer Clásico del 2023 (y el segundo de la temporada 2022/2023) con el título de la Supercopa en juego. El Madrid defendía título y el Barça tenía la posibilidad de ganar su primer campeonato en mucho tiempo (21 meses creo haber leído).
De cara a esta final de Supercopa no tenía dudas sobre el once que presentaría Xavi y sí bastantes sobre el de Ancelotti. Coincidía con los medios deportivos que apuntaban a cuatro centrocampistas culés y no estaba de acuerdo con los tres que señalaban del Madrid. Respecto al Barça estaba seguro que Xavi no volvería a cometer el error del Bernabéu dejando a Gavi en el banquillo. De tener alguna incertidumbre esta giraría alrededor de Busquets. Si tuviera que apostar lo haría por su presencia. Como así fue. Asumo que Ancelotti estaría mejor informado que un servidor por lo que la presencia de los cuatro medios azulgranas sería respondida con otros tantos por nuestra parte. Camavinga fue de la partida recuperado de su golpe de la semifinal. En mi opinión las dudas reales estaban en defensa. Ancelotti apostó por Carvajal y Mendy en los laterales, dejando al comodín (Nacho) en la reserva.
El árbitro perdonó una tarjeta naranja a Araujo en el 9 por una entrada atroz sobre Vinicius (fuera del campo). El uruguayo salió de lateral derecho con Koundé de central atento por si Vini se escapaba. En los primeros 10 minutos Vinicius recibió tres entradas, dos de Araujo y una de Koundé que fue la única señalada como falta.
El primer susto de Lewandowski fue un balón que cabeceó en el 10 y dos minutos después un disparo suyo raso durísimo fue repelido por Courtois y luego por el poste. El rechace lo recogió Balde y su tiro se fue arriba. Entramos en una mini fase de dominio azulgrana hasta el 19 en el que Benzema cruzó un cabezazo. Respondía así a una peligrosa internada de Mendy. Se fue fue alta por poco.
Ambos equipos presionaban arriba. El desempeño azulgrana en este aspecto era superior. Teníamos menos la pelota y la perdíamos pronto. Ellos eran más certeros en sus avances.
Mendy vio la primera amarilla del partido (min. 31). Se le había ido Dembélé.
Gavi marcó el 0-1 en el 32. Un doble error de Rüdiger (mal pase en la salida de balón y luego en la marca) facilita que Lewandowski cruce el balón, desde la derecha del área al otro costado donde Gavi libre de marca bate a Courtois. Y en el 44 se cambiaron las tornas: fue Gavi quien se la puso a Lewandowski. 0-2. Otra mala salida de balón en la que De Jong roba la pelota y lanza a Gavi. El polaco solo tuvo que empujarla para anotar.
Rodrygo calentó durante el descanso y salió por Camavinga. En su primera internada le sacó la amarilla a Christensen.
Rüdiger seguía con su recital de desaciertos.
Courtois salvó con su pierna derecha una ocasión clara de Dembélé tras una prodigiosa arrancada de Balde, que inició con un robo. Corría el minuto 54.
A la hora de juego Rüdiger parecía más asentado. En cambio ahora era Militao quien desafinaba.
Al filo del 65 Ceballos entraba por un flojo Modric. El Madrid sufría su flojo partido.
A punto de cumplirse el 68 amarilla a Araujo por agarrar a Vinicius. Sacamos la falta y Ceballos intentó un pase prohibido a Militao. Gavi, el mejor del campo, roba y se la da a Lewandowski que se la devuelva por la izquierda. Gavi con templanza y clase se la pone a Pedri que anota el 0-3.
Ancelotti retiraba a Carvajal y Kroos para que salieran al campo Nacho y Marco Asensio.
Éramos un juguete roto. Y Vinicius estaba solo ante el peligro (cuando llegaba el balón).
Raphinha sustituía a Dembélé´en el 78. Según se producía el cambio pensaba que Ter Stegen estaba pasando desapercibido. Y de repente Rodrygo, otro que estaba missing desde la jugada de la amarilla a Araujo, se sacó un trallazo desde la frontal. El meta voló hacia la escuadra e impidió el gol.
Araujo tocado y De Jong fueron reemplazados en el 86 por Eric García y Kessié. Tres minutos después eran Gavi y Pedri los cambiados. Entraban Ansu Fati y Sergi Roberto.
Un remate de Benzema en el 90 es el escaso bagaje ofensivo blanco de los últimos minutos. El dominio del Madrid aparte de infructuoso era artificial. El Barça se dejaba, buscando las contras. Daba la impresión que el cuarto gol de ellos era más probable que el nuestro.
En el último minuto de los tres de descuento Benzema dispara dentro del área. Ter Stegen rechaza y Benzema vuelve a rematar. Esta vez a la red. Era el gol de la honra. 1-3. Que fue el resultado final.
El Madrid no tiene excusa alguna. Hemos fallado en todo. Errores propios (no forzados, como dicen en el tenis) más los provocados por el rival. Un Barça que lo hizo casi todo bien. El resultado es elocuente. Así que solo resta felicitarlos.