
El Barça-Real Madrid era una final para nosotros. Estando nueve puntos detrás de los azulgranas solo nos valía ganar. A diferencia de las finales aquí no habría proórroga ni penaltis. Todo se tenía que resolver en 90 minutos de juego. Y el empate no nos servía para acortar la diferencia, aunque sí para ganar el goal average particular.
Ancelotti repitió la alineación que dispuso frente al Liverpool en Champions.
Si a los 24 segundos Benzema efectuaba el primer remate a puerta del partido dos minutos después respondía Lewandowski. Gran maniobra del polaco en la frontal con un trallazo que forzó a Courtois. En el minuto 5 un cabezazo de Raphinha volvió a poner en aprietos a Courtois. El Barça estaba lanzado. La presión alta era constante. El Madrid solo pudo responder con una internada de Vinicius. Hasta que en el min. 8 apareció Camavinga. Cortó una contra del Barça en su campo. Combinó con Vini. El extremo filtró el pase adelantado al francés que se la devuelve atrás al extremo. Vini se va y su centro es despejado por Araújo a gol. 0-1. Ter Stegen no pudo hacer nada.
El Barça pareció no haber encajado el golpe. El Madrid creció. La velocidad de Vinicius y Fede Valverde eran sinónimo de peligro.
La primera amarilla, en el 16, fue para Nacho. Antes habían perdonado un par al Barça, sobre todo una a Sergi Roberto por una falta sobre Nacho.
Los primeros 20 minutos fueron trepidantes, sobre todo por parte de los locales. Luego vendrán los expertos y nos dirán que fueron un tostón. La indiscutible realidad es el alto ritmo de juego.
El Barça abría el juego por las bandas y buscaba los centros al área.
Raphinha vio la amarilla en el 32.
Courtois sacó a córner un buen remate de Raphinha que se había ido de Nacho (min. 34). El partido no tenía tregua.
Raphinha tuvo el empate en el 44 pero golpeó al aire. El balón quedó suelto, hubo un remate rechazado por Militao y Sergi Roberto recogió el rechace cerca del punto de penalti y empató. Con este 1-1 se alcanzó el descanso.
Me preocupaba que nuestro mejor jugador fuese Courtois.
El arranque de la segunda mitad me sorprendió: el Madrid no fue a por el partido. Teníamos 45 minutos para dar un vuelco a la Liga y seguíamos esperando al Barça. Nuestro peligro surgía de las botas de Vinicius que llevaba todo el partido superando a Araújo.
A la hora de juego seguíamos sin tener noticias de Benzema de cara a portería, desde aquel primer único y disparo a los 24 segundos.
Ancelotti afrontó la última media hora con un doble cambio: entraban Rodrygo y Mendy por Kroos (flojo ayer) y Nacho (pesaba la amarilla). Valverde dejó la banda y se incorporó al medio. Rodrygo nada más salir, en un disparo que se fue alto, pudo haber anotado.
Sergi Roberto se llevó la amarilla en el 64 por agarrar a Modric.
Lewandowski, solo, falló una volea de media chilena. Ocasión más que clara. Corría el minuto 66.
Modric vio la amarilla en el 68 después de otra perdonada a Busquets (la anterior, en la primera mitad, fue sobre Vinicius).
Entrábamos en la zona Pintus y el Madrid metía una marcha más. El Barça, replegado, atacaba con pocos efectivos e intentaba alargar la posesión. Para que corriese el tiempo.
En plena zona Pintus triple cambio blanco: comparecían Tchouaméni, Dani Ceballos y Marco Asensio por Camavinga, Modric y Valverde. Xavi retiraba a Sergi Roberto y metía a Kessié.
Benzema en el 79 no supo aprovechar un error de Koundé en la salida de balón. Y al minuto otra amarilla perdonada a Gavi. Posteriormente, en 88, le perdonaron una naranja. O más bien la roja, porque la acción sobre Ceballos fue sin balón.
En el 80 Marco Asensio en el primer balón que tocaba hacía el 1-2. Arrancada de Vinicius, cambia el juego a la banda de Carvajal que se la pone a Asensio que entraba por el callejón del 10. El árbitro concedió el gol mas la revisión del VAR señaló el fuera de juego del balear.
Mientras el VAR revisaba la jugada entró Ferran por Raphinha.
El Madrid ya asediaba. Tarde para mi gusto. Se añadieron cinco minutos. En los que Carvajal volvió a demostrar que no está para jugar de titular. Sube la banda, pasa mal y no recupera la posición. El Barça contrataca por el hueco que ha dejado: Balde se la pone a Kessié que hace el 2-1. Ancelotti tampoco estuvo fino dejando toda la banda derecha para Carvajal cuando retiró a Valverde. Sobre todo porque, como vimos desde la primera mitad, el Barça cargaba el juego por los costados.
A 12 jornadas del final de la Liga el Barça aumenta su ventaja a 12 puntos.
Una innecesaria fricción entre Ansu Fati y Ceballos se saldó con amarilla para ambos. Fue la última acción del partido.
El título de Liga está servido y tiene dueño: el Barça.
Y recuerden: sin laterales no hay paraíso. Lo estamos viendo en esta Liga y mucho me temo que lo veremos en Champions, sea en cuartos o en semifinales.
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