Aún impresionado por la exhibición de Camavinga en el 0-4 del Clásico, desde el lateral izquierdo, he decidido dedicarle este post. Para un jugador cuántico que menos que elegir una canción cuántica de amor de los Beatles. Los de Liverpool pioneros en tantas cosas también lo fueron en esto de estar en todas partes. El amor cuántico es lo que tiene.
I will be there (Estaré ahí) And everywhere (Y en todas partes) Here, there and everywhere (Aquí, ahí y en todas partes)
Ya sé que llego tarde, nueve años, a este directo de Bruce Springsteen y su banda con Paul McCartney de invitado al final del concierto. Sucedió en el Hyde Park londinense. Interpretaron dos temas: «I Saw Her Standing There» y «Twist And Shout«. ¡Apoteósico!
Gracias a Carlos Narea he tenido acceso al documental «McCartney 3, 2, 1«, que son seis capítulos de poco más de media hora cada uno.
El mano a mano entre Rick Rubin y Paul McCartney es sencillamente espectacular. En torno a una rudimentaria mesa de grabación su conversación va desgranando grabaciones, composiciones y anécdotas. Ayer vi los dos primeros episodios y destaco un par de aspectos que me llamaron mucho la atención.
El primero, en el arranque del primer capítulo, Paul le comenta a Rick lo difícil que es tocar la guitarra del «All My Loving«. Se refiere al «ventilador» rumbero. Textualmente dice que «se te queda el brazo entumecido». Recuerden el pelotazo que metieron Los Manolos con su versión, destacando este aspecto que claramente percibieron desde el principio. Y que a muchos nos pasó desapercibido en su día.
El segundo es referido a Bach, en concreto, y al barroco en general. La influencia del barroco en el pop es más que evidente. De forma directa y también indirecta. McCartney en un momento dado dice que Bach es su compositor preferido, opinión compartida por los otros Beatles. Al analizar las pistas de grabación de «Penny Lane» comenta que la idea del solo final de trompeta piccolo, o trompeta barroca, está inspirado por uno de los «Conciertos de Brandeburgo» de Bach.
Leo que este «McCartney 3, 2, 1» se podrá ver en España a partir del 25 de agosto en el canalDisney. Lo recomiendo encarecidamente.
Mi vida con John Lennon, bajo su influencia, se podría resumir en las canciones anotadas en el sobre de la imagen. Son mi selección final para el especial 24 Horas Lennon de Rock FM. Me dejé fuera muchas favoritas de John, tanto con TheBeatles como sin ellos. Un ejemplo: en el teléfono tengo de tono la introducción de guitarra del «Revolution«. También entraron temas que no están apuntados y que surgieron durante la conversación. De esta lista, que luego reduje porque no cabían todas, me sabe mal haber dejado fuera «Fame«. Compuesta por David Bowie, Carlos Alomar y John Lennon, fue el primer nº 1 de Bowie en EEUU. Me resarzo con el video: Bowie la interpreta en el show de TV «Soul Train«.
Por resumir: desde mi infancia John Lennon ha estado presente en mi vida. (Paul también así como George y Ringo).
Su asesinato, el 8 de diciembre de 1980, marca un antes y un después. Y arranca mi vida sin John. Hacia unas semanas que Lennon (y Yoko) había editado «Double Fantasy» con Geffen Records & Tapes. Un gran disco que contenía dos maravillas: «(Just Like) Starting Over» y «Woman» (me costó horrores quitarlas de la lista). Podría citar un par más, pero estas dos son las imprescindibles. A la altura de sus mejores obras.
Casi un año después, el 24 de noviembre de 1981, La Mundana y un servidor aterrizábamos en Nueva York. Llegaba a la central de CBS para gestionar el marketing internacional de Geffen. De no haber sido asesinado habría trabajado con Lennon, artista Geffen. En el presumible álbum posterior a «Double Fantasy«. Y a partir de aquí arranca mi fantasía…
Hubiese conocido el edificio Dakota por dentro, concretamente el piso de John y Yoko. Seguro que me habría amigado con ambos. Nunca he formado parte del grupo de haters de Yoko Ono. Al revés, lo cual me convertía en una rareza y podría ser un excelente pasaporte de cara a la pareja. Hoy, muchos de sus detractores han madurado y ya ven a Yoko de otra forma.
También fantaseo con la buena pandilla que habríamos formado Leonard Cohen, John Lennon y un servidor. Y cuento con un as en la manga: las magnificas paellas de Osvaldo Gomariz, celebradas en todo Manhattan. Ay, esas paellas perdidas en el Dakota… maldito asesino!!!
Si en Rock FM decía que me habría gustado dirigir Apple, la discográfica de los Beatles, imaginen lo que me hubiese gustado llevar el marketing internacional de Lennon. ¡Y tratarle!
Hoy se cumplen 50 años de la edición del «After The Gold Rush» de Neil Young. Era su tercer álbum en solitario y en mi opinión el mejor de su carrera. Es mi favorito y el único suyo que aún sigo escuchando. Luego vendría «Harvest«, que lo catapultó al estrellato mundial absoluto, con ese «Heart Of Gold«, n.º 1 en Estados Unidos y Top 10 en los principales mercados.
Generalmente cuando se habla del country-rock (hoy conocido como Americana) siempre surgen dos nombres pioneros: Gram Parsons y The Byrds. Y solemos olvidar el tercer pilar: «After The Gold Rush» de Neil Young.
El ambiente campero del LP rezumaba desde los primeros compases de la maravillosa «Tell Me Why«, que abría la cara A. Y continuaba con tres joyas más: «After The Gold Rush«, «Only Love Can Break Your Heart» y «Southern Man«. Esta última sirvió para que Lynyrd Skynyrd respondiesen a Neil Young con otra obra maestra, «Sweet Home Alabama«. La cara A, al igual que la B, cerraba con un pequeño divertimento.
La cara B arrancaba con la versión de un clásico de Don Gibson (un grande del country, conocido como The Sad Poet). El resto de los temas estaban al nivel de los de la cara A, sobre todo «Don’t Let It Bring You Down» y «When You Dance I Can Really Love«.
Una característica de este LP, y de la nueva época discográfica, era el foco puesto en los álbumes. El primer sencillo no se editó hasta un mes después del LP. Y solo hubo uno mas, en marzo del 71. Se trataba de resaltar la obra conjunta.
1970 fue el año de la explosión de Crosby, Stills, Nash & Young en Estados Unidos. Su disco «Dèjá Vu» se había editado en marzo de ese año. Era la primera colaboración con Neil Young tras el LP de debut de Crosby, Stills & Nash del año anterior. El éxito del álbum les convirtió en el grupo más taquillero del país. Esa gira del 70 fue recogida en el excelente doble «4 Way Street«, editado en 1971. En ese 1970, además del «Dèjá Vu» de CSN&Y y el «After The Gold Rush» de Neil Young, tuvimos el primer LP en solitario de Stephen Stills, en noviembre, con el hit «Love The One You’re With«. Y en el 71 llegaron los debuts en solitario de Graham Nash y David Crosby.
En los años que viví en Nueva York descubrí, hablando con compañeros y colegas, que la edición de «After The Gold Rush» coincidió con el comienzo del curso universitario. Esto quería decir que los adolescentes que crecieron con la revolución de los Beatles y Bob Dylan y/o luego con la del rock, la contracultura y los hippies, estaban predispuestos a los nuevos sonidos del conglomerado CSN&Y. «After The Gold Rush» nació de pie entre los jóvenes universitarios y se convirtió en una obra que formó parte del dormitorio de todas las residencias universitarias y colegios mayores. Las incipientes radios universitarias también tuvieron mucho que ver. Se convirtió en un disco generacional.
Les dejo con esta versión en directo con Paul McCartney de «Only Love Can Break Your Heart«, la canción que Young compuso a raíz de la separación de Nash y Joni Mitchell.
Blanca Li (Blanca Gutierrez, Granada 1964) tuvo un 2019 agitado: entró en la Academia de Bellas Artes de Francia, como coreógrafa, y la Consejera de Cultura de la CAM, Marta Rivera de la Cruz (Cs), la nombró directora de losTeatros del Canal (Madrid).
En Francia antes de su nombramiento como académica logró algunas de las máximas distinciones oficiales del país vecino, además de premios en diversos festivales de teatro, danza y cine. También trabajó y montó coreografías para anuncios de TV y videoclips de Beyoncé, Paul McCartney o Coldplay.
A los 12 años cambió la gimnasia rítmica por la danza. Un problema de salud la apartó del equipo nacional que compitió en los JJOO de Montreal 1976. Cinco años después se marchaba a Nueva York. Ahí se formó con Martha Graham, Alvin Ailey y Merce Cunningham (como nombres más destacados). En NY conoce al matemático y grafitero franco-coreano Etienne Li. La relación que comenzó con el diseño de los folletos del primer espectáculo de Blanca se solidifica a nivel personal. Durante estos años de formación neoyorquina, en el campo de la danza, se inicia en la cultura hip hop. Coinciden el nacimiento del rap y la faceta artística de su pareja.
Es en NY donde en 1983 forma Xoxonees junto a su hermana Chus Gutierrez (hoy directora de cine) y dos amigas. Se definen como un grupo de flamenco-rap. Concepto tan interesante como avanzado para ese momento. Claro antecedente de Mala Rodríguez, el «Aserejé» o Las Niñas.
A la vuelta de NY su hermana y ella reforman el grupo en 1987: Silvia San Miguel (teclados) y Elena Robles (bajo) se incorporan reemplazando a las que se quedaron en la gran manzana. Dos años después Xoxonees editaban su primer y único LP.
Las ficha CBS que entonces dirigía Manolo Díaz. El álbum salió en Epic, la división en la que trabajaba llevando el departamento internacional (import/export). Conseguí que se lanzará en Colombia, donde «Marijuli asustadita perdiá» (el tema del video) pegó y salió también en Venezuela. Si lo escuchan comprobaran que es un claro precedente del «Aserejé«, porque emulaban fonéticamente el rapeado del «Rapper’s Delight» igual que después harían Las Ketchup. El problema en América fue que para entonces el grupo ya no existía y no pudo hacerse un seguimiento promocional adecuado.
El disco conceptualmente era muy interesante, pero estaba mal desarrollado. La frescura de las letras, como las de la mencionada «Marijuli«, «Tirate un yupi«, «Molan» o «Peludas«, tenían su punto. Pero la producción era naif. Faltaban intención y picardía. Tomas San Miguel, hermano de Silvia, es un excelente músico y un acreditado compositor. Producir un disco es otra cosa y este debió ser de los primeros de Tomás, por no decir el primero. Se nota porque las canciones no están rematadas. Apuntan ideas aunque no acaban de dar en la diana. Producir rap parece sencillo y no lo es. Menos aún entonces, cuando apenas había experiencia en España. Por ejemplo, a la voz principal (mayormente Blanca) le faltan recursos (inflexiones, giros, etc.). Eso sí, Tomás San Miguel tuvo el acierto de contar con Gerardo Núñez a la guitarra flamenca.
Las pegas anteriores se pueden solucionar. Lo que es imposible de arreglar es la separación del grupo. A principios de 1990 Xoxonees se disolvían. El álbum no llevaba ni un año en el mercado. Blanca Li se volcaría en su compañía de danza. Actuó en la ExpodeSevilla (1992) y al año siguiente se mudaba a París. Donde triunfaría a todos los niveles.
No se olvidó de la cultura urbana de Nueva York y presentaría «Macadam Macadam«, una obra hip-hop creada para el festival Suresnes Cite Danse de 1999. Realizó una gira mundial pasando por festivales como el de Aviñón o el Arts and Ideas de New Haven (EEUU). «Macadam Macadam« recibiría años después el premio de la crítica cultural francesa Globes de Cristal al mejor musical.
Su posición al frente de los Teatros del Canal nos ha traído a Blanca Li a Madrid. ¡Es una gran noticia! La pandemia ha frenado sus planes iniciales pero me consta que está con las pilas bien cargadas.
«Why Me? Why Not.» es la muy grata sorpresa que nos ha deparado Liam Gallagher. Cuando uno (equivocadamente) pensaba que al excantante de Oasis le quedaba poco o nada por decir, el menor de los hermanos Gallagher se descuelga con este impresionante álbum. El segundo tras la ruptura de Oasis.
El título, «Why Me? Why Not.«, responde a dos dibujos de John Lennon. El primero «Why Me?» lo adquirió en una galería de Munich a finales de los 90. Y el segundo «Why Not» fue un regalo de Yoko Ono. La influencia de John (y de los Beatles) es patente a lo largo de las 14 canciones que configuran el disco (hay una versión reducida con solo 11 temas). Hay un par en las que las referencias son más que obvias y se deben entender como homenajes al «Across The Universe» (en «Once«) y el «Hey Bulldog» (calca la entrada de piano en «Halo«). El eco de su voz es otra señal significativa. La pasión de los Gallagher por Beatles es de sobra conocida (en estas grabaciones hay un par de toques de guitarra que nos remiten a George Harrison). Pero no por eso deja de ser relevante que Liam siga bebiendo de sus fuentes. Y mucho mejor aún si lo hace con la frescura y el talento que derrocha en esta producción.
Para la composición de los 14 temas ha contado con la colaboración de los coproductores del CD: Greg Kurstin, Andrew Wyatt y Simon Aldred. Con Kurstin, uno de los productores cotizados del momento, ya había colaborado en su anterior trabajo (el primero tras la separación de Oasis). Los trabajos de Kurstin van desde Adele («25«) hasta Foo Fighters pasando por Kendrick Lamar, Sia, Paul McCartney, Beck, Pink, Kylie Minogue, Lily Allen o Ben Harper, ponen de relieve su versatilidad y la profundidad de su trabajo tanto de productor como de autor.
«Why Me? Why Not.» es perfecto para conducir. Ayer lo subí a casa para escucharlo en mi equipo a todo volumen. Confirmé todo lo que pensaba. Y cierro esta reseña como la empecé, pero cambiando al protagonista porque paso de Liam Gallagher al rock (o al pop rock si así lo prefieren): cuando uno (equivocadamente) pensaba que al rock le quedaba poco o nada por decir, este «Why Me? Why Not.» te devuelve la fe. Además el álbum cuenta con «Shockwave«, uno de los mejores sencillos de rock de los últimos años. ¡Gracias Liam Gallagher!
En Nueva Orleans no ganan para sustos: ayer supe del fallecimiento del gran Art NevillePoppa Funk a los 81 años de edad (cumpliría 82 en diciembre). Estaba tocado de la salud según el comunicado de la familia.
Teclista y cantante fundó dos agrupaciones básicas: The Meters (llamados originalmente Neville Sounds y posteriormente The Funky Meters) y los Neville Brothers. Con los primeros ayudó a definir el sonido r&b y funk de Nueva Orleans. Se convirtieron en la banda de otro grande, Allen Toussaint. Con los Meters le vimos en Barcelona en junio de 1976, antes de la primera actuación de los Rolling Stones en España. Además de Toussaint también colaboraron con Robert Palmer y Paul McCartney (entre otros) aparte de otras luminarias de la ciudad más importante de la música popular del siglo XX.
El álbum «Yellow Moon» fue el pelotazo mundial de los Neville Brothers. En el video cuentan con John Hiatt y Herbie Hancock.
En 1954, con 16 años, cantó «Mardi Gras Mambo» con The Hawketts y que se convirtió en el himno del Carnaval de la ciudad desde entonces. (Una prueba más del impacto del mambo en los 50). También la grabó con The Meters.
Hoy 1 de junio se cumplen 50 años de la grabación de «Give Peace A Chance» en Montreal. El sencillo, editado la primera semana de julio, venía firmado por la Plastic Ono Band. Supuso el primer disco de John Lennon fuera de los Beatles, a los que seguía perteneciendo (el fin del grupo se materializaría al año siguiente). Por eso originalmente la autoría se atribuyó a Lennon/McCartney. Posteriormente, tras la separación, ya figuraría John como único autor.
A la grabación, realizada en la suite del hotel donde se alojaban John y Yoko (de luna de miel) asistieron periodistas y disc jockeys (como Murray the K y Roger Scott), Timothy Leary, un rabino, varios Hare Krishna, Petula Clark, Allen Ginsberg, el activista afroestadounidense Dick Gregory. Tommy Smothers (de los Smothers Brothers) acompañó a Lennon a la guitarra.
El sencillo fue n.º 1 en Holanda, n.º 2 en Austria, Bélgica y Gran Bretaña, n.º 4 en Alemania y Suiza, n.º 8 en Canadá.
En Estados Unidos no logró entrar en el Top 10: n.º 11 en Cashbox y n.º 14 en Billboard. En cambio, se convirtió en el himno pacifista por excelencia, presente en todas las manifestaciones contra la guerra en Vietnam.
En los recitales de Billy Joel en el Madison Square Garden de Nueva York suelen aparecer invitados muy especiales. Hace unos días fue John Fogerty de la Creedence Clearwater Revival. Interpretaron dos clásicos de la banda: «Up Around The Bend» y «Fortunate Son«, el alegato anti pijo de la CCR.
Fogerty se une así a una larga lista que va desde Paul Simon hasta Brian Johnson de AC/DC pasando por Paul McCartney, Steve Miller, Tony Bennett o Miley Cyrus.
El próximo 9 de mayo Billy Joel cumplirá 70 años. Y ahí sigue, al pie del cañón. Estos conciertos del MSG forman parte de las celebraciones de sus siete décadas de vida.