Me encantan las portadas de AS y Marca con cuatro jugadores de Brasil y España, que se enfrentan esta noche en el Partido contra el racismo. Los cuatro son Vinicius, Rodrygo (Brasil, Real Madrid), Lamine Yamal (España, Barça) y Nico Williams (España, Athletic de Bilbao). No puedo decir lo mismo de los deportivos catalanes, Mundo Deportivo y Sport, que solo hacen referencia al partido en su portada por la rueda de prensa de Vini, en la que embargado por la emoción no pudo contener las lagrimas.
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Un contundente Real Madrid en Vigo
El Real Madrid afrontaba en Vigo su primer partido sin Casemiro. Tampoco contaba con Rodrygo ni con Kroos, baja de última hora por ¡gripe! Ancelotti no tocó la defensa titular de la temporada pasada ni a los de arriba. En el medio dispuso a Modric, Camavinga y Tchouaméni.
El Celta salió muy agresivo, presionando muy arriba. Al Madrid le costó pasar de la divisoria de ambos campos. Tan solo una internada de Vinicius sobre los cinco minutos, en los que vimos lo mismo que en Almería la semana pasada: dos rivales encima con un tercero pendiente. Parece que esta va a ser la tónica de esta temporada, al menos en los equipos de la parte media-baja de la clasificación. Esta jugada de Vini y un disparo lejano de Fede Valverde (qué floja su primera mitad) fueron el único bagaje ofensivo del Madrid hasta el 0-1.
El marcador se abrió con dos penaltis por sendas manos de Tapia y Militao. Muy claras ambas (en el primero el árbitro no la vió y consultó con el VAR). Benzema transformó el suyo en el 14 y Aspas empató en el 22.
La presión del Celta provocaba pérdidas en la salida del balón. Especialmente graves dos fallos, uno de Carvajal y otro de Valverde. El Madrid navegaba intentando capear las oleadas celtiñas. Nos costaba encontrar el ritmo del partido. Camavinga y Tchouaméni se multiplicaban en el corte y robo de la pelota. Cuando pensaba que tapar a Modric estaba siendo fundamental para los locales, gracias a su doble pivote, el croata apareció a lo grande. En el 41 soltó un zapatazo que se coló como una exhalación poniendo el 1-2 en el marcador. ¡Un golazo! El Celta acusó el golpe. Obvio. Jugaban mejor y estaban abajo en el marcador.
El Madrid que salió en la segunda mitad parecía más vivo, más entonado. Es la confianza que da tener ventaja en el marcador. Aunque un error de Camavinga a los pocos minutos pudo haber provocado un estropicio.
Modric ya era el dueño del partido. Y Vini un galgo, el nuevo Jairzinho (para los más jóvenes la revelación del Brasil de Pelé campeón del mundo en México 70). Ambos fueron los protagonistas del tercer gol. Mientras los locales protestaban pidiendo un inexistente penalti por mano de Militao (estaba de espaldas, con los brazos pegados al cuerpo y el despeje de un compañero le dio), Modric le metió un pase en profundidad a Vinicius. El brasileño corrió por el centro desde la divisoria y encaró al meta. Le dribló, escorandose a la izquierda y desde ahí remató a puerta vacía. Minuto 55 y un 1-3 que sentenciaba el partido. Diez minutos después Camavinga roba y Tchouaméni lanza a Vini por la banda izquierda. El extremo cambia el balón a la otra banda. Benzema resbala, se recupera mas Valverde, que acompañaba la jugada por la banda derecha, no perdona, entrando en el área por el vértice. Su remate cruzado es el 1-4.
El resultado pudo ser más amplio. Hazard falló un penalti que Benzema le cedió. Luego fue Marco Asensio quien desperdició una clara ocasión. Ambos habían reemplazado a Vinicius y Camavinga (min. 82). Antes Rüdiger sustituyó a Carvajal (min. 68) y Lucas Vázquez y Ceballos entraron en el 76 por Alaba y Modric (despedido con una ovación).
Resultado contundente, con una primera mitad floja y una notable segunda parte. Tres puntos más. Ya son seis en dos jornadas jugadas fuera de casa.
Convincente segunda mitad del Real Madrid
Ancelotti reconoció en la rueda de prensa previa al Real Madrid-Alavés lo obvio. En resumidas cuentas: se equivocó. Igual que en Bilbao. Errores dobles: de posicionamiento táctico y de alineación. Quienes echamos de menos a Fede Valverde como titular en París, lo disfrutamos ayer desde el inicio. Entraba por Kroos. Aunque mi idea para el partido de Champions respecto al uruguayo era como centrocampista por banda derecha (un 4-4-2 si lo prefieren).
El Madrid salió presionando desde el inicio. Como enrabietado por la derrota del martes. En los primeros minutos cargó el juego buscando a Vinicius. Primero fue un balón largo de Mendy. Luego Modric filtró un pase y finalmente fue Courtois quien sacó hacia el extremo brasileño.
El Alavés con su línea de cuatro defensas muy adelantada, a escasos metros del círculo central, achicaban el terreno de juego y lograron que los delanteros blancos cayesen en fuera de juego.
El dominio del Madrid era infructuoso. Mediada la primera parte no se había creado ninguna ocasión. En el 23 sacamos nuestro segundo córner. Y un minuto y medio después estuvimos cerca del 0-1, en lo que fue la oportunidad más clara de los primeros 45 minutos. Todo por un doble fallo de Casemiro. El primero, un despeje defectuoso de cabeza, cuando lo lógico era dejar que el balón llegase a Courtois. Case luego recuperó el balón en el área, recorta temerariamente y se duerme. El rival superado le punteó el balón desde atrás. Jason que entraba desmarcado desde el balcón del área desaprovecha una ocasión clara. Su remate se fue alto.
Modric, que vio la amarilla en el 33, quiso sorprender a Pacheco con un disparo desde la frontal en el 42. El peligro vino porque nadie se esperaba el chut y por su potencia. Pacheco paró en dos tiempos. Antes Rioja descosió en velocidad a Carvajal en dos acciones. En la primera su duro disparo mal dirigido no supuso mayor problema para Courtois. En la segunda Carvajal recuperó bien, acortando su recorrido en vez de perseguir al rival.
0-0 al descanso. Con algunos pitos. Nos faltó precisión en los metros finales.
Loum en el 48 vio la amarilla por una entrada por detrás a Vini. Corrió en diagonal de izquierda a derecha. La falta la sacó Alaba y el efecto del balón puso en apuros a Pacheco.
En el 51 Rioja intentó aprovechar un despiste de Alaba y Courtois. Se hizo con la pelota, pero muy ladeado y su disparo se estrelló contra el lateral de la red.
Vinicius parecía más acertado en estos primeros minutos de la segunda mitad. En el 54 Valverde rompió líneas y centró a Vini. El brasileño avanzó y chutó. Pudo ser gol. Pacheco desvió como pudo. El rechace llegó a Benzema. Su remate fue rechazado bajo palos. Tres minutos después Casemiro se encontró un balón caído del cielo. Controló y empalmó. Se le fue arriba.
A la hora de juego Marco Asensio mete la pata con una cesión sobre Courtois y Pere Pons se encuentra el balón. Falla clamorosamente frente a Courtois. Fue la ocasión más clara del partido. Del posible 0-1 pasamos al 1-0 también con Asensio de protagonista. Marcó su gol. Con la izquierda desde la derecha a la escuadra opuesta. Un golazo marca Marco Asensio. Pidió el apoyo del público en su celebración.
El Madrid de esta segunda mitad metió más velocidad y profundidad a su juego. Antes y después del gol. La clave una circulación más rápida del balón gracias al omnipresente Modric. Que hizo de si mismo y de Kroos, a lo largo y ancho del campo.
Benzema pudo marcar el 2-0 en una combinación vertiginosa. El pase fue de Vinicius y su remate se fue al palo. FInalmente Benzema lograría más adelante el 3-0, de penalti.
A punto de cumplirse el 77 vimos una obra maestra, el gol de Vinicius. Una combinación en banda derecha entre Valverde y Asensio que tuvo un final apoteósico en el que intervino Benzema con su pase de la muerte al brasileño, situado de delantero centro. 14 pases, un taconazo (Benzema) y un par de amagues (el cuerpo de Magic Asensio a un lado y el pase al otro, además del amago de Vini antes del remate que le permite chutar solo), para descolocar a la defensa. Vinicius en su celebración señalaba con su índice el número de jugadores que intervinieron.
Con el 2-0 Ancelotti hizo una rueda de cambios. Primero entraron Rodrygo y Ceballos por Asensio y Modric (nuevamente ovacionado en su salida del campo) en el 81. Tres minutos más tarde comparecían Marcelo y Hazard por Mendy y Vini. Y finalmente en el 84 Lucas Vázquez sustituía a Carvajal.
Al filo del 90 un pisotón sobre Rodrygo es señalado. Benzema transformó el penalti. 3-0.
Se añadieron tres minutos.
Segunda parte completa del Madrid, que disimula el mal sabor de boca de la mala imagen ofrecida ente el PSG. Ahora la presión la tiene el Sevilla.
Sin Ramos ni Varane: Real Madrid 3 Liverpool 1
Sin Ramos ni Varane, tampoco estaba Carvajal, la posible alineación entretuvo a aficionados madridistas y medios. El galimatías era importante. Finalmente Zidane, hombre sensato, optó por la solución sencilla: sustituir a un central por otro y dejar los experimentos según se desarrollase el partido. Por tanto, Militao entró por Varane. Entre las distintas posibilidades le apunté a Antonio Perea que igual habría que empezar el equipo por arriba: Marco Asensio, Benzema y Vinicius. Porque ellos también vienen lastrados por bajas en defensa, tienen un ritmo alto de juego y ocupan las bandas. Nuestros tres puntas servirían para contenerles. Y podíamos buscarles la espalda.
A la vista del once blanco sospechaba que jugaríamos un 4-1-4-1 con Casemiro entre los centrales y los cuatro detrás de Benzema (o quien fuese). A no ser que Case fuese el tercer central, con Kroos y Modric de doble pivote. Son posibilidades que incluso podrían surgir al lo largo del partido. Zidane, de nuevo, no se complicó la vida: 4-3-3.
Los dos mejores centrales del mundo, uno del Real Madrid y otro del Liverpool, eran claramente las grandes ausencias del choque. Zidane y Klopp han improvisado soluciones. El francés no ha parado, dada la plaga de bajas. El alemán ha podido probar en varios partidos a su nueva pareja de centrales. Además de las defensas teníamos la batalla del centro del campo, siempre clave. Esta presentaba dos características contrapuestas: el toque blanco vs. la velocidad red. Ellos optaban por el músculo (Thiago era suplente), dando prioridad a las transiciones rápidas. Nosotros nos encomendábamos al control del juego y a la celeridad de nuestros puntas.
Sacó el Madrid de centro y tardamos 20 segundos en perder el balón. Mas al minuto y medio Benzema disparó por primera vez entre los tres palos. A continuación una internada de Mendy y otra de Lucas Vázquez sembraron la confusión en sus filas. Marco Asensio forzó el primer saque de esquina a los cuatro minutos y poco. Nuestra presión alta daba frutos a la hora de imposibilitar su juego y buscar su portería. Cuando Modric subía a ayudar a Benzema en la presión ellos recurrían al despeje o al balón largo (generalmente salía fuera). Así transcurrieron los primeros 15 minutos.
Dos internadas de Vinicius causaron el pánico en la defensa rival. El brasileño pudo marcar de cabeza en el 13. Se le fue fuera de poco. Salah parecía el único capaz de crearnos problemas.
Tras ese primer cuarto de hora el Liverpool se asentó mejor. El Madrid había levantado el pie del acelerador. La mala noticia para nosotros era que Mané empezaba a aparecer.
Dos errores, uno por equipo entre el 19 y el 24, nos puso el corazón en la boca. Y dos minutos después el éxtasis. Un balón largo de Kroos, 40 metros en diagonal, busca a Vinicius. El brasileño la controla con el pecho, gana en velocidad a dos defensores y según entra en el área chuta con la derecha y marca. 1-0. ¡Golazo!
La primera media hora se jugo a un ritmo endiablado. Ganábamos 1-0 y ellos sacaban su primer córner al filo del minuto 30. Firmaba este resultado!!! Y eso que al poco Vini pudo hacer el 2-0 (y justo antes reclamamos un penalti sobre Benzema). Asensio la tuvo en el saque de esquina tras la ocasión de Vinicius. A la siguiente marcó el 2-0 (min. 36). Otro balón largo de Kroos buscando a Vini fue mal despejado por Alexander-Arnold hacia atrás. Y ahí estaba Asensio atento, de nueve. Con una vaselina supera al portero, que palmea levemente, para acabar empujándola a la portería. Cuarto partido consecutivo en el que Asensio anotaba. 2-0 y menos mal que no había firmado nada…
Buscar la espalda a la defensa red estaba funcionando. Al menos Kroos lo había entendido perfectamente y tenía en Vinicius a su pareja de baile.
Klopp cambiaba a Keita en el 42 para dar entrada a Thiago. Y Asensio tuvo el 3-0 acto seguido.
2-0 al descanso en una vibrante primera mitad en la que el Madrid impuso sus virtudes y el Liverpool no pudo rematar a puerta. El guion de antes del partido se escribió acorde al dictado de Zidane. Por eso Klopp dio entrada a Thiago, para intentar controlar el juego. Su plan había sido desbaratado por el del mister madridista.
El objetivo para la segunda parte era inevitablemente no encajar ningún gol.
El Liverpool salió obligado. Nosotros en la misma línea, pero más atentos en defender que en atacar. Más esperar atrás que presionar arriba. No me gustaba esta idea. Los primeros minutos fueron suyos. Lucas Vázquez vio la amarilla en el 48 (Mané la vio en la primera mitad). Se jugaba en nuestra mitad del campo. No cruzamos la divisoria hasta el 50. Y al filo del 51 nos amargaron: Salah, solo, marcaba. 2-1 en el primer remate a puerta del Liverpool. Se iba al garete todo lo logrado en la primera mitad.
Fue el primero y el único del encuentro.
Thiago vio la amarilla en el 55 por una entrada a Asensio.
El gol del empate estaba más cerca que el 3-1.
En el 57 dos remates (Benzema y Casemiro) no llegaron a su destino. Fueron rechazados por los defensas.
Nuestras bandas habían perdido chispa. Vini ya no se iba de su lateral. Y ellos estaban más encima nuestra. No jugábamos cómodo.
A la hora Casemiro cortó un balón. La jugada terminó en un buen disparo alto de Kroos desde fuera del área. Dos minutos después Mendy salvaba un gol, despejando un instante antes del remate de Mané. A continuación en una contra Asensio peca de generosidad. Se la pasa mal a Vinicius en vez de buscar puerta (estaba en una posición inmejorable). El despeje va fuera. Se saca de banda. Benzema se la da a Modric y este a Vinicius, en las inmediaciones del punto de penalti. El brasileño marcaba su segundo tanto de la noche. ¡3-1!
Dos minutos después Asensio tuvo el 4-1. Excelente pase de Vini. El balear intentó el recorte en vez de chutar. Ocasión al limbo.
Fede Valverde entraba por Asensio en el 69 y medio. Objetivo: tapar esa banda y oxigenar nuestro medio campo. Un minuto después la dupla Kroos/Vinicius volvió a entrar en acción. Terminó con un remate de Benzema que Alisson paró abajo con seguridad.
Vinicius resucitado tras su segundo tanto llegaba extenuado al cuarto de hora final. Mientras, su mejor socio de la noche, Kroos, aparecía por todas partes. Si en la primera mitad el alemán fue el dueño del balón, en esta segunda se creció en labores de contención. Además de ser el indiscutible metrónomo del equipo.
Klopp echaba el resto en el 80 y efectuaba un doble cambio. Shaqiri y Firmino entraban por Kabak y Diogo Jota. Cuatro minutos después Rodrygo sustituía al extenuado Vinicius.
En el 86 en el único error de Kroos, un mal pase atrás, Mané nos pudo hacer el roto definitivo.
En estos últimos minutos nos tenían encerrados.
Lucas Vázquez se dejó media vida peleando un balón en nuestra línea media (min. 89).
Se añadieron cuatro minutos de añadido. De las palpitaciones ni les comento.
El Liverpool buscaba su gol salvador. Solo veía camisetas rojas. La pelota era suya. Menos en el último minuto, donde tuvimos tres jugadas: una contra de Rodrygo, un corte de Modric y un ataque de Rodrygo.
3-1 parece un buen resultado. Mas es engañoso por ese gol en contra.
Durante la tarde Paco Martín decía que me notaba pesimista. Y yo a él excesivamente optimista. Me hablaba de las noches mágicas de Champions. El desarrollo del encuentro justifica sus sensaciones previas. Pero el resultado, ay… Menos mal que en Liverpool no habrá público. Aunque ellos serán los de la segunda parte de anoche.