
Las alharacas de un exagerado optimismo respecto al sorteo de Champions nos llevó a olvidar el partido de esta tarde en Vigo. El ruido mediático tapó incluso la baja de Sergio Ramos (por un golpe en el último entrenamiento). De repente ya éramos campeones de Europa por unas bolas que no nos fueron desfavorables. El peligro inmediato para el Real Madrid era el Celta de Vigo. Lo que nos debía preocupar ahora y no la eliminatoria europea de abril.
Zidane alineó a los tres clásicos de oro (Modric, Casemiro y Kroos), incorporando a Fede Valverde al once titular. Vinicius acompañaba arriba a Benzema. En defensa Nacho suplía a Ramos y Lucas Vázquez volvía al lateral derecho. Al gallego si no le volvemos loco esta temporada, cerca estaremos. Aprovecho para criticar su ausencia en la última lista de Luis Enrique. ¿Hay mejores, más versátiles, con tanta experiencia y títulos como Lucas Vázquez entre los elegidos por el seleccionador? La respuesta es sencilla: no. De hecho nuestro canterano es el jugador más parecido a Luis Enrique que hay en el fútbol español. Respecto a Nacho podría hacer la misma pregunta.
El Madrid saltaba al campo, en una tarde soleada y ventosa, como el único representante español en cuartos de final de la Champions 2020/21. Sacamos de centro y para variar el balón acabó en los pies de Courtois. Los veteranos del blog ya conocen mi aversión a esta jugada.
Valverde salió de Michel.
La primera ocasión (min. 8) llegó en un remate de Benzema tras un saque de esquina. Su remate fue desviado a un nuevo córner.
Daba la sensación que no habíamos salido a mamonear. Fuimos a por el partido desde el inicio. Ambos equipos presionaban y no daban un balón por perdido. Se imponía nuestra calidad, con buenas aperturas al primer toque de Casemiro. Los ataques locales eran escasos. Y perdían pronto la pelota. Menos en el 14 que se acercaron con peligro. Nacho despejó con contundencia. Como debe ser.
Modric y Kroos buscaban la velocidad de Vinicius. El brasileño era un incordio constante. Sin precisión, pero un dolor de muelas para la defensa. Esa doble línea, del alemán y el croata, presionaba arriba y bajaba a defender. Estos movimientos imposibilitaban el juego del Celta.
Benzema hizo el 0-1 al filo del minuto 20. Lucas Vázquez abrió el juego de la banda derecha a la izquierda. Su pase es para Kroos. El alemán avanza y según va a entrar en el área, por el vértice de la misma, filtra un centro a Benzema. El galo controla y con el interior de la diestra coloca la pelota en el palo contrario. ¡Golazo!
En el 26 un pase de Benzema encontró el pecho de Vinicius. Pudo haber sido el segundo gol. El brasileño estaba prácticamente solo a puerta vacía. El pase vino demasiado fuerte. Entre el gol y este lance hubo dos amarillas, una para cada equipo (Vini y Tapia).
En el 29 Benzema volvió a marcar. La presión de Modric forzó que la pelota llegase rara a Tapia. Kroos se la robó y el balón alcanzó a Benzema. Avanzó lateralmente y fusiló al meta. El olfato goleador de Benzema y la doble línea de Modric y Kroos (como ante el Atalanta) estaban siendo imparables.
Un minuto después del 0-2 una frivolidad de Santi Mina, la dio de tacón, impidió que el Celta anotase.
Kroos vio la amarilla en el 39 por cortar la contra de Iago Aspas. La falta sacada por Denis Suárez fue cabeceada a gol por Santi Mina. Estaba solo, libre de marca. 1-2. Resultado con el que se alcanzó el descanso. Aunque una presión sobre Case pudo originar el tanto del empate. Nolito no pudo controlar la pelota.
Tapia terminó la primera parte tumbado sobre el césped. Lo había pasado fatal durante los últimos 10 minutos. Pero aguantó. Se dejó caer con el pitido final. Abandonó el campo por su propio pie.
Viendo las estadísticas de Real Madrid TV en el descanso me sorprendió el acierto de ambos en los pases (85% ellos y 86% nosotros). Ellos intentaron 273 y nosotros 276. Muy igualados en este aspecto. En remates casi les doblábamos (7 frente a 4).
No hubo cambios en el arranque de la segunda mitad (ni el del peruano Tapia). Zidane mandó calentar a Marco Asensio al minuto de juego.
Si la primera parte madridista fue digna de elogio, salvo dos despistes en la marca a Santi Mina, en los inicios de la segunda parecíamos otro equipo. Comenzamos mostrando nuestra cara indolente. Y ellos mordían confiados en la posibilidad de empatar.
En estos primeros minutos Hugo Mallo mereció una amarilla, por dos entradas sobre Nacho y Vinicius. No la vio.
En el 54 recuperamos mordiente. Volvimos a encimar en la presión. El Celta ya no estaba tan cómodo. Mas el control del juego era suyo. En este sentido la labor de Tapia y Denis Suárez era encomiable.
En un par de contras vimos la peor versión de Vinicius. Desperdició ambas. La segunda fue muy clara. Debió de haber rematado Valverde pero eligió la opción del pase a Vini. Poco después Courtois despejó abajo un tiro peligroso de Aspas.
El partido entraba en una fase de ida y vuelta.
Una nueva contra de Vinicius, desde la divisoria de ambos campos, culminó en un mal pase.
El Madrid estaba pidiendo a gritos uno o dos cambios. No se produjo hasta el 70: Entró Marco Asensio por Kroos. Justo antes Nacho vio la amarilla, mientras Mallo seguía haciendo méritos para verla (por acumulación de faltas).
Asensio se colocó en banda y Valverde donde el alemán. El uruguayo, con poca presencia en esta segunda mitad, cogió protagonismo. Oxigenó nuestro medio campo.
Una entrada por detrás de Santi Mina a Casemiro tampoco fue amarilla.
Benzema tuvo el 1-3 en el 77. El meta salvó. El rechace acabó en nuestra posesión. Y por fin vieron una amarilla. Una por falta a Case y la otra por protestar. En el 80 la vio Modric, por resbalar dando un pase. Increíble. La falta que le señalaron al croata era muy peligrosa. Tan peligrosa que el lanzamiento de Aspas fue al poste. Desviada por la cabeza de Casemiro. Acto seguido el Celta efectuó un doble cambio.
En el 84 Augusto Solari vio la amarilla por entrada sobre Casemiro.
En estos minutos finales el correcalles se había transformado en dominio del Celta. El Madrid estaba replegado y apenas salía a la contra.
A Solari le perdonaron la segunda amarilla.
A un minuto del 90 un mal despeje de Nacho a Aspas, tras un balón perdido por Vázquez en ataque, creó una situación confusa en nuestra área, solventada por Casemiro.
En el primer minuto de los tres de descuento, una buena internada de Valverde creó una ocasión que terminó en saque de esquina. A partir de ese momento se imponía mantener la posesión. Entre tanto ellos retiraron tocado a Solari (quien había salido en esta segunda mitad).
Pasado el tiempo de descuento Asensio inicia una contra desde el círculo central. Se la pasa en largo a Benzema. El delantero francés corre la banda izquierda y mete un pase al centro del área. Asensio la empuja a la red con el muslo. 1-3. Y se acabó el partido.
Los dos goles de Benzema y su pase en el tercero sentenciaron el encuentro de Balaídos. Zidane en Real Madrid TV dijo sobre nuestro nueve: «Es la hostia. Es un lujo para quienes gustamos del fútbol».
A nosotros nos quedan 10 partidos. Y este triunfo le mete presión mañana al Atlético de Madrid y al Barça.
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