La doble uve blanca, Vinicius y Valverde, decantó el partido en Pamplona. Una vez más se impuso la condición física del Madrid, en eso que denomino la zona Pintus (el último cuarto de los partidos).
Vinicius estuvo activo durante todo el partido. Es encomiable su brega, sus carreras, como encara una y otra vez, las patadas y tarascadas que se lleva de forma constante además de los insultos desde las gradas. En la primera mitad los de Ancelotti solo remataron tres veces: dos Vini y una Valverde. En los primeros 15 minutos de la segunda parte el Madrid chutó más que en toda la primera mitad.
En el cómputo general del Osasuna 0 Real Madrid 2 el brasileño tuvo tres mano a mano frente a Sergio Herrera, espléndido en sus tres salidas e impresionante en la tercera ocasión del extremo (la foto capta el momento); dio una asistencia de gol -el 0-1 de Fede Valverde en el 78- y le anularon un gol en el 90. De primeras no entendí el motivo del VAR para negar un golazo. Cuando Modric pasa a Álvaro Rodríguez, el canterano en banda derecha arranca desde nuestro campo. Además hay un defensa rojillo en banda izquierda que habilita al debutante. Corre y se la regala a Vini. Finalizado el encuentro en una repetición nos enseñan que el balón tropieza en Fede Valverde y es a partir de ahí cuando hay que observar la posición de Álvaro Rodríguez. Y efectivamente en ese instante estaba en fuera de juego. Una pena.
Valverde salió de inicio jugando por la banda derecha. Cuando, incomprensiblemente para mi, Ancelotti retiró a Dani Ceballos en el 65 para dar entrada a Marco Asensio el uruguayo pasó al medio y el balear ocupó la banda derecha. Este cambio resultó decisivo en el resultado. Entendí que el técnico quería ganar profundidad y llegada con el cambio de posición de Valverde. Se lo estaba comentando a mi hijo cuando Guti lo dijo en la retransmisión del partido. El 0-1 y el 0-2 son los dos mejores ejemplos del acierto del cambio. Porque el 0-2 lo anotó Marco Asensio, justo a continuación del gol anulado a Vinicius. Una vez más la presencia de Álvaro Rodríguez fue decisiva. Robó un balón en la salida de balón local. Y se la pone a Asensio que encara bien a Herrera para batirle y sentenciar el partido. El chaval ha caído de pie en el primer equipo.
Hay dos aspectos que me gustaría destacar. La cacería a Vinicius ya es un clásico. Ahora se suma Camavinga como objetivo de los rivales. A los cuatro minutos recibió una entrada «naranja» de Torró. Tengo la sensación que el árbitro no se atrevió a mostrar la roja. Sacó la amarilla. Camavinga tardó varios minutos en recuperarse. A lo largo del encuentro fue objeto de muchas faltas para cortarle el ritmo, interrumpir sus avances. Incluso observé que tenía dos jugadores rivales pendientes de sus movimientos con y sin balón. Entre esto y la movilidad de Vinicius, y varios defensas atentos a sus incursiones por la izquierda, se crearon espacios que se aprovecharon. Algo en lo que Ancelotti incidió con los cambios. Modric se vio más suelto en estas circunstancias cuando había estado apagado hasta entonces. El otro aspecto es doble: el buen momento de Ceballos (¿el cambio fue pensando en Liverpool?) y el flojo partido de Rodrygo jugando de Benzema. No se encontró.
Esto no para: el martes Champions y el sábado derbi en el Bernabéu.