El CIS de hoy confirma el dominio de Ayuso en la Comunidad de Madrid. La macroencuesta del discutido Tezanos (no por mi) habla de una mejora de sus resultados electorales respecto a la anteriores elecciones a medio mandato. Estaría rozando la mayoría absoluta.
Recuerdo una conversación con Pepe Ribas durante una comida en la que pensaba que el tema de la Sanidad podría afectar. Estábamos en plena huelga en la Atención Primaria. Comenté, con pena, que no creía que fuese así.
No parece que los obvios problemas de gestión, o más bien de su falta, afecten al electorado. De los cuatro presupuestos de su mandato no ha sacado adelante tres de ellos. Tan solo logró pasar el primero, cuando gobernaba en coalición con Ciudadanos. En una empresa privada esto significaría el cese inmediato del ejecutivo que no lograse la aprobación de sus cuentas. El Consejo de Administración o la Junta de Accionistas fulminarían al responsable sin miramientos.
No es que el deterioro de la Sanidad pública sea una opinión mía o de los progresistas de la CAM. La cosa va más lejos y en Europa también han alertado del asunto. Es una noticia de hace un par de días y que ha pasado prácticamente inadvertida. Mientras que el bulo lanzado por Ayuso sobre un informe de finales de marzo fue recogido por todas las agencias y la prensa afín, esa regada por los millones que reparte la Comunidad de Madrid. El concepto propagado era que el informe “sitúa a la sanidad de Madrid como la mejor de todas”. Así lo escribía, palabra por palabra, la presidenta en Twitter. Solo había un problema. El documento, elaborado por la Comisión Europea, no estudiaba los sistemas sanitarios, ni analizaba qué atención médica reciben los ciudadanos de cada región. En cambio, el informe del Consejo de Europa criticando la situación real es silenciado. De momento Ayuso y su equipo seguirán promoviendo los seguros médicos privados low cost. Sin ningún coste electoral.
Esto de la sanidad pública es también aplicable a la educación pública. De los seguros privados pasamos a las ayudas a los centros concertados (en su mayoría religiosos). Y tampoco sancionará a la empresa que daba comida podrida con listeria a escuelas infantiles y residencias. De los fallecidos en estas durante la pandemia hay que añadir a la complicidad mediática la de la justicia.
¿Qué gestiones y proyectos ha puesto en marcha Ayuso y su gobierno? Anunció, con Ciudadanos, que con ellos no se quemarían iglesias en Madrid. ¿Cuántas décadas sin que se haya prendido fuego a una iglesia en la CAM? ¿Repartir bocatas de calamares en la inauguración del innecesario Zendal, hospital de urgencias sin quirófanos, es gestión? ¿Cerrar centros de salud lo es? ¿Comprar mascarillas defectuosas o querer saltarse las normas europeas para adquirir la ineficaz vacuna de Putin es acertado? ¿Confrontar con Pedro Sánchez mientras se beneficia de todas las ayudas del gobierno central es buena gestión? Porque sin presupuestos la Comunidad solo gastó durante la pandemia lo que recibía del Estado. Y así podría seguir y seguir…pero para qué. A la mayoría de votantes estos asuntos no los preocupa.
Son muchas las cosas que Ayuso tapa. Y ahí está MAR lanzando consignas, creando tonto debates y polémicas artificiales para distraer la atención. Con la inestimable colaboración de esa prensa regada tan generosamente.