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Las cosas que te pierdes por tu indiferencia (Catar 2022)

Alemania

Se ha puesto de moda mostrar indiferencia ante el Mundial de Catar, al menos entre amigos y conocidos míos. Este postureo de ser verdad les ha impedido ver cosas y acciones jamás ocurridas en anteriores Mundiales. Han sido muestras de activismo mucho más eficaces que las practicadas frente a la pantalla de sus ordenadores, tabletas o teléfonos o de espaldas a la de la televisión. Curiosamente a ninguno de estos «indiferentes» les recuerdo críticas al Mundial de Putin en 2018. Igual es que hace cuatro años Putin era santo y ahora ya sí es malo, malísimo. Ya puestos, conviene recordar los Mundiales de Mussolini (Italia 1934) y el de la dictadura militar de Videla (Argentina 1978). Quiero decir con esto que, desafortunadamente, a los mandatarios del fútbol la tendencia política de los países organizadores no les ha preocupado nunca lo más mínimo. Pero salvo en este de Catar 2022 no hemos visto nunca gestos de protesta significativos durante su celebración (con la excepción de las Pussy Riots en Rusia).

¿Y qué cosas y gestos son estos? De entrada la polémica surgida sobre los derechos de la mujer y el colectivo LGTB ha estado en primera plana desde hace años. Concretamente desde que se designó a Catar como sede. Designación que terminó provocando ceses. Rodaron las cabezas de los dos principales dirigentes del fútbol: las del presidente Blatter de la FIFA, organizadora de los mundiales, y la de Platini, presidente de la UEFA y gloria del fútbol francés. A Platini, como máximo responsable del fútbol europeo, se le achacaba ser el autor ideológico del complot para asegurar los votos europeos para Catar. El esquema de Platini en complicidad con Sarkozy, presidente de Francia y fan del PSG, pasaba por el rescate y salvación del club parisino. Y así es como el emir de Catar se hizo con la propiedad del PSG…

Así que de momento tenemos cabezas cortadas, algo que no debería dejar indiferente a ningún «indiferente». Añadan que la polémica sobre el colectivo LGTB ha producido más hechos relevantes. Uno de ellos la prohibición de portar los brazaletes arco iris de solidaridad. Y además bajo amenaza de sanción por parte de la FIFA. La reacción alemana no se hizo esperar. Y fue doble, en el campo y en el palco. Los jugadores formaron para la foto antes del inicio del partido con las manos tapándose la boca. La foto dio la vuelta al mundo (y encabeza este post). Un directo al mentón de la campaña de lavado de imagen de Catar. En el palco hubo otros dos golpes, uno en el referido partido de Alemania y otro en el primero de Bélgica: las ministras de Interior (A) y Exteriores (B) -ojo, mujeres y ministras y además la belga es de padres musulmanes-, se quitaron las chaquetas y en sus brazos portaban la cinta de One Love. Infantino, el sucesor de Blatter en la FIFA, se las tragó dobladas. De entrada estas dos mujeres, y ministras, habían hecho bastante más que mis/nuestros «indiferentes».También se las tragaron los jerifaltes del emirato.

La reacción de Inglaterra, cuya beligerante actitud me ha sorprendido, fue la de hincar la rodilla en tierra (símbolo antirracista importado desde la NFL estadounidense) y su capitán, Kane, portó el brazalete por la diversidad. Todo esto en fútbol es novedoso y tan solo comparable a los JJOO de México 1968, cuando los atletas afroestadounidenses desafiaron puño negro en alto desde el podio (símbolo del movimiento Black Power).

El desafío más destacado y valiente, en mi opinión, fue el de la selección de Irán. Se negaron a cantar el himno en su primer partido (frente a Inglaterra, así que imaginen todas las cargas simbólicas de profundidad en el arranque de ese encuentro). Era en solidaridad con las manifestaciones de las mujeres de su país. Hay que echarle valor, aunque no iguale el de ellas.

Otra cosa que me ha llamado la atención es ver a mujeres árabes sin velo en los estadios de ¡Catar! Digo que son árabes porque eran seguidoras de varias selecciones de países árabes. El que las permitan entrar al estadio no es un asunto baladí. Hasta hace poco no sucedía.

Ver al público catarí abandonar masivamente el estadio, en el descanso, porque su selección va perdiendo dice muy poco del espíritu deportivo catarí. Y deja en entredicho las estupideces pronunciadas por Infantino defendiendo al país. Entre otras cosas afirmó que todo era por mejorar la introducción del fútbol en Catar. Son casi tres millones de habitantes de los que solo el 10% nacieron ahí. Qué son los que mandan y se van cuando no van ganando…

Comentaba Alfredo Relaño en la charla del otro día, con motivo de la reedición de su libro, que las condiciones laborales en Catar habían mejorado. Ya no se regían por dictados religiosos. En plan burdo podríamos decir que se ha pasado de un régimen de esclavitud a otro de semiesclavitud. Es lo de la botella medio llena o medio vacía. En cualquier caso cualquier mejora, por leve que sea, es bienvenida (como la de las mujeres en el estadio). Relaño también matizaba la cifra de fallecidos en la construcción de estadios. Decía que eran de la construcción en general (ahí no paran de hacer rascacielos, complejos turísticos, etc.). Dudaba que la mortalidad provocada por la edificación de los estadios llegase al 50% de la que se maneja (sobre los 6.000 fallecidos). Aunque sean la mitad muchos son, pero sí convendría poner estos números en contexto.

Entiendo que a quienes no les guste el fútbol, o lo detesten, este Mundial, y cualquier otro, sea objeto de sus más feroces críticas. Sobre todo este. En este sentido me parecen más coherentes que los «indiferentes», porque a diferencia de estas/estos los no futboleros criticaron en su día el de Putin… Los asiduos al blog conocen mi postura de rechazo a este Mundial. Desde el primer día. Incluso he llegado a pedir su boicot. Pero ahora la pelota ya ha echado a rodar. Y no puedo disimular mi satisfacción ante lo sucedido en estos primeros días de competición. Tampoco escondo mi estupefacción ante la presunta indiferencia. El postureo no va conmigo y soy de los que toma partido activo por los asuntos.

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Grupo de salvajes: suspenden el River-Boca

Jugadores Boca MarcaUn grupo de salvajes sí, consentidos además desde hace tiempo, provocan la suspensión del River Plate-Boca Juniors, el partido de vuelta de la final de la Libertadores. Recordemos que el partido de ida también tuvo que aplazarse. Entonces fue por la lluvia (y la deficiente estructura del estadio de Boca, cuyo drenaje demostró ser insuficiente). Y que no me vengan con excusas o más bien «argentinadas» (siempre encuentran alguna disculpa, incluso cuando se les pierde un submarino). Se han aplazado 24 horas ambos partidos. El de ayer por los graves incidentes ocurridos. Agravados por la incompetencia de los políticos, la policia y los dirigentes futbolísticos (Conmebol, la UEFA sudamericana, la federación argentina, las directivas, sobre todo la de River, etc., todos bajo la supervisión del máximo idiota del fútbol mundial, Infantino, presidente de la FIFA y presente en Buenos Aires).

En la imagen dos jugadores de Boca: Pablo Pérez, capitán de Boca, y Gonzalo Lamardo. Fueron llevados al hospital. Y aún se hablaba de retrasar el partido y no suspenderlo porque según un médico de la Conmebol no se había verificado que hubiese jugadores lesionados. ¿La eminencia medica y los federativos no vieron el autobús destrozado porque fue apedreado? ¿No se enteraron que los dos de la foto no podían jugar el partido? ¡Dos bajas!

Los futbolistas de Boca llegaron al vestuario del Monumental -estadio de River- tapándose la cara y con nauseas provocadas por los gases lacrimógenos y con heridas por los cristales rotos del autobús.

Los jugadores no fueron los únicos afectados por el gas pimienta y las pedradas. También lo fue el conductor del bus, ingresado en un hospital.

Gustavo López estuvo magistral en la tele, mientras nos íbamos enterando de lo que sucedía. No puedo repetir sus palabras, que suscribo al 100%, pero sí la de dos medios impresos: El País y Marca.

Comienzo con Giuse Constantini de Marca (las fotos de los jugadores encabezaban su artículo «Elegimos mostrar el lado oscuro del fútbol argentino«):

  • Tristeza. Verguenza. Bochorno. Pepelón. Sobran los adjetivos para describir lo que se vivió esta tarde en El Monumental. Una gota que rebalsó el vaso y que terminó de destruir al fútbol argentino.
  • Elegimos mostrar el lado oscuro y nefasto. La violencia, incapacidad y desprolijidad que reina en Argentina, y que lamentablemente, está a la orden del día. Una sociedad que no aprende y que lejos de intentar hacerlo, se hunde aún más en la locura.
  • Demostramos, una vez más, no estar a la altura de las circunstancias para semejante acontecimiento. Demostramos ser un país subdesarrollado socialmente. Triste pero real.

De Andrés Burgo desde Buenos Aires para El País selecciono lo siguiente:

  • Bienvenidos al fútbol argentino, bienvenidos a la sociedad argentina, bienvenidos a la policía argentina. Y bienvenidos, también, a la Conmebol, esa organización tan insospechada que no se le habría imaginado a Gabriel García Márquez ni al resto de la literatura sudamericana fantástica.
  • El mundo fue testigo de lo habitual en los estadios de Buenos Aires y alrededores: el coqueteo con el horror.
  • Si en 2015 un par de hinchas de Boca tiraron gas pimienta a los jugadores de River en el intermedio de los octavos de final de la Copa Libertadores, si hace un mes un hincha de San Martín de Tucumán fue asesinado a causa de los golpes de la barra brava de Boca en Formosa, o si el miércoles pasado los hinchas de All Boys (un equipo de Tercera División) hicieron retroceder a las policías a base de palos y golpes —y son ejemplos al azar—, ¿por qué debería sorprender que un puñado de aficionados de River atacaran a pedradas a los jugadores de Boca cuando ingresaban al Monumental para jugar el partido del siglo?
  • Los alrededores del Monumental eran un frente de batalla. El ingreso de los espectadores, aunque no hubiera incidentes, estuvo salpicado por golpes de palo y gases lacrimógenos de las autoridades de seguridad, incluso a 500 metros del estadio.
  • Al menos no había simpatizantes visitantes, tal como ocurre desde 2013 en Primera División. Añado de mi cosecha para entender la gravedad del asunto: es una ley la que prohibe a los hinchas visitantes acudir al campo del rival.
  • Pasadas las 19:00 en Buenos Aires, y tras mucho presionar para que se disputara el partido contra la voluntad de los representantes de ambos clubes, la Conmebol anunció que la vuelta de la final se aplazaba.

En una decisión paralela, que me huele a corruptela (algo tan habitual por esos lares), leo en As una nota de EFE[…] la Agencia Gubernamental de Control (AGC) de Buenos Aires determinó la clausura preventiva del estadio Monumental, por un exceso de capacidad y el bloqueo de las salidas de emergencia en el partido de vuelta de la final de la Libertadores. Según informaron a EFE fuentes de la AGC, River Plate deberá presentarse en la Dirección General de Infracciones para solicitar el levantamiento de la clausura y que se pueda finalmente jugar mañana. «Entonces se paga la multa y se levanta la infracción», explicaron las fuentes. […] Vamos, que el problema para la AGC fue tan solo el exceso de capacidad y el bloqueo de salidas de emergencia en un partido que no se disputó… porque tuvo que suspenderse por lo sucedido fuera del estadio.

Lo ocurrido no tiene ningún pase. ¡Ya está bien! Lleva sucediendo desde hace décadas. Se ha tolerado y mirado para otro lado. Hay que tomar medidas drásticas. Como se hizo en su día con los hooligans ingleses: la UEFA sancionó a los clubes ingleses sin poder disputar competiciones europeas durante cinco años y al Liverpool le prohibieron participar durante 10 en competiciones europeas (posteriormente le fue rebajada la sanción a seis años). Pues lo mismo para los equipos argentinos y la selección: cinco años fuera de las competiciones internacionales. 

P.D.: salvo imprevistos el partido se jugará hoy a partir de las 21:00 hora española.

P.D. bis: en su día el Bayern de Munich se negó a disputar la final de la Intercontinental contra el Independiente de Avellanada por lo cerdos que eran (repartían coces a diestro y siniestro). Por eso la jugó y ganó el Atlético de Madrid, subcampeón de Europa. Si en aquel momento no se siguió el ejemplo del club alemán, en una clara falta de solidaridad y aprovechamiento grosero de una oportunidad que no era tal, quizás ahora sea el momento. El fútbol debe levantarse y reaccionar!!!

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