¿Quién es Amir Nasr Azadani? Pregunto porque hay muchas incertidumbres a su alrededor y se están dando por ciertas muchas cosas. Y a partir de ahí se está montando lo que podría ser un castillo de naipes. Como ven en el tuit de Amnistía Internacional dicen que es futbolista. Es la única mención directa a este caso de la prestigiosa y admirable organización. Lo cual no deja de llamarme la atención.
Un tuit no admite matizaciones por el límite de los 140 caracteres en el texto. Pero aquí sí se puede ampliar la información. Azadani dejó de ser futbolista profesional en la temporada 2017/2018. Es decir, es un exprofesional del fútbol. Incluso he llegado a leer que formaba parte de la selección iraní (las fechas del Mundial y de la manifestación en la que se produjeron los hechos por los que es acusado desmontan este bulo). Salvando las distancias es como si yo me considerase baloncestista o tenista porque he estado federado en estos deportes. De esta situación profesional surge una pregunta: ¿si fuese excarpintero, exmaestro, exingeniero, exfontanero, etc. especularían sobre su condena a muerte y se pediría la suspensión de congresos, convenciones, ferias, etc. de esas profesiones? Tenemos un ejemplo de hoy mismo: El País lleva en portada la detención de una actriz iraní. Asumo que tendremos que pedir la cancelación de todos los rodajes y funciones teatrales. ¿Somos coherentes o no? Esto se aplica también a quienes ahora se rasgan las vestiduras por el Catar 2022 mas no dijeron nada con el de Putin, Rusia 2018. Igual de infames ambos.
En el caso de Amir Nasr Azadani hay incertidumbres como decía al principio. Siempre me guio por lo que dice Amnistía Internacional. La información de periodistas creadores o divulgadores de bulos no es el ámbito en el que me muevo (hace dos fines de semana nos mataron a Pelé, por no mencionar el «ha sido ETA»). Ya me llamó la atención hace una semana que no hubiese menciones en la portada de AI del caso Azadani. El pantallazo es de hoy y he cogido la mitad inferior (la mitad superior está dedicada a los sucesos de la valla de Melilla).
Si se fijan verán que hay dos menciones a Catar. Y ninguna relacionada con Azadin y sí con la FIFA, a la que achacan no involucrarse en el caso Azadani. De entrada no es asunto de su competencia y luego está su historial de huir de este tipo de conflictos.
Un solo tuit de Amnistía, nada en Facebook o en la portada de su Web debería dar que pensar. No me conformé porque 20 iraníes en peligro son demasiados para pasar desapercibidos. Así que navegué por la Web y fácilmente encontré la información deseada. Fechada el pasado 12 de diciembre (ya antes de esta fecha había recibido decenas de WhatsApp sobre este tema).
Esos 20 los han dividido en tres grupos. Azadani aparece en el tercero, el de los que están a la espera de juicio o han sido juzgados. No puede haber más incertidumbre en esta información. No sabemos qué sucede o ha sucedido, pero ya damos por bueno que va a ser ejecutado. Asumimos una realidad que por probable que sea aún no se ha producido.
Tampoco están claros los cargos. Una versión que circula por redes es que Azadani está acusado de haber asesinado a un coronel del ejército. Me suena a bulo del régimen iraní. Más plausible es el de haber participado en las protestas. A lo que se añade que se vio envuelto en enfrentamientos con los cuerpos de represión (como leemos en el texto del tuit de Amnistía Internacional). Traducción: se defendió de la paliza que le estaban dando o le iban a dar. Y pudo haber sido agresor directo o le han colgado el mochuelo. En cualquier caso el tema es lo suficientemente grave como para frívolamente tomar posiciones que probablemente sean ineficaces. El camino debe ser guiado por instituciones fiables como Amnistía Internacional.