
El Real Madrid 5 Levante 1 tuvo un protagonista indiscutible: Gonzalo Higuaín quien lideró la goleada blanca. Sin olvidar a Marcelo, Xabi Alonso, Álvaro Arbeloa y los dos cracks que salieron en la segunda parte (Cristiano Ronaldo y Mesut Özil). Efectivamente CR7 y Özil fueron reservados. Al igual que Ángel di María. Chuparon banquillo junto a Iker Casillas, de nuevo en una convocatoria. Tampoco fueron de la partida Khedira, Coentrao y un renqueante Varane (preocupa que cada dos partidos seguidos necesite descanso). Mourinho alineó de salida a Diego López, Arbeloa, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo, Modric, Alonso, Kaká, Callejón, Benzema y el Pipita.
Hubo una cierta indolencia de salida. Los laterales empujaban, Modric y Alonso buscaban asociarse pero solo encontraban a Higuaín y Kaká. Todo dio un vuelco con el 0-1 de Michel en el minuto 31. En el único despiste de Marcelo los visitantes aprovecharon una contra (gran galopada de Pedro Ríos y del autor del tanto). Ramos, a sus cosas, no supo si cubrir el hueco abierto por el defensa brasileño o fijar su posición de central. Pepe tampoco dio la voz de mando y Arbeloa corrió a la desesperada desde su banda hacia el centro de la defensa. Inmediatamente Mou mandó a calentar a Ronaldo y a Di María. El efecto fue demoledor para un Levante que aspira a posiciones europeas. No sé si se asustaron de ver al portugués (son uno de los equipos a los que más goles ha metido) o la presencia de ambos reactivó a los nuestros ante el temor de algunos de verse sustituidos en el último tercio de la primera parte. El caso es que 5 minutos después el Madrid empataba con un golazo antológico de Higuaín (ver fotos) tras recibir un excelente pase aéreo en diagonal de Xabi Alonso. Tres minutos después Kaká transformaba un penalti (dudoso y no he visto ninguna repetición) y ponía el 2-1 en el marcador. Mou ordenó a Cristiano y al Fideo que volviesen a sentarse.
Los finales de temporada de Higuaín son espléndidos. Ayer dejo claro que no quiere que esta sea la excepción (también lo hizo el miércoles contra el Galatasaray en el poco tiempo del que dispuso).
Antes del partido andaba mosqueado con la ausencia de Ronaldo. Los abonos son muy caros como para hurtarnos a nuestra máxima estrella. El 2-1 al descanso era un resultado corto y peligroso. Comentaba que si al menos el crack salía en la segunda mitad solo reclamaría el 50% del precio de la entrada. Así fue (no la devolución del dinero): entró por Callejón. Luego lo harían Di María por Kaká (min. 57) y Özil por un triste Benzema (min. 77). El alemán le dio otra dimensión al encuentro.
Recuperó el balón en una carrera prodigiosa. Parecía que su autopase largo de Higuaín se iba a perder por la linea de fondo. Pero lo mejor estaba por llegar: Don Gonzalo no solo llegó además tuvo la capacidad, en velocidad, de divisar a CR7 y la destreza de ponerle el balón al luso. Este controló, sobrado, y remató como si estuviese en un entrenamiento. 3-1. A partir de ahí se sucedieron las ocasiones. Munua, el portero del Levante, a pesar de los 5 tantos encajados fue el mejor de los suyos.
Como he apuntado anteriormente la presencia de Özil desde el 77 supuso otro aire para el equipo. Hizo todo lo que no supo ni pudo Benzema. Flotó, arrastró defensas creando huecos para sus compañeros, buscó el espacio entre lineas y como falso nueve marcó 2 goles (el 4-1 y el 5-1). Su primero fue una muy buena internada de Ronaldo y un alarde de generosidad por parte del portugués. El segundo, una rápida combinación con Di María.
El martes vamos a Estanbul a defender el 3-0 (con las bajas de Alonso y Ramos, por eso jugaron ayer).

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