El sensacional año de Luka Modric añade otra distinción a su palmares: el premio The Best otorgado por la FIFA. Anteriormente había ganado el de jugador del año para la UEFA, fue nombrado mejor jugador del Mundial Rusia 2018 (donde llevó a Croacia hasta la final) y levantó la Champions con el Real Madrid. Además estuvo en el once del año de la FIFA.
Respecto a esto último (con un sistema de votación diferente al resto de premios de la FIFA) me llamaron la atención varios detalles. Incongruencias claras. La primera la elección del portero titular: De Gea. En un año de Mundial, organizado por FIFA, donde se supone que pesa el torneo ver al portero del Manchester United choca. Y choca más aún cuando acaban de nombrar en la gala del The Best como mejor portero a Courtois. Dani Alves de lateral derecho también llama la atención: su club, el PSG, tuvo un corto recorrido en la Champions y no jugó el Mundial. El lateral derecho belga, Meunier, o el francés, Pavard (su gol a Argentina fue premiado como el mejor del Mundial) eran opciones más claras. Marcelo repitió como lateral izquierdo por la Champions. Porque en Rusia 2018 el mejor fue Lucas Hernández, un acierto de Deschamps en la selección campeona. Otra cosa que chirría es que Salah no aparecía en el equipo titular estando en la terna de finalistas para The Best y obteniendo el premio Puskas al mejor gol del año.
Me alegro por Modric y por los otros madridistas: Courtois ahora aunque los méritos sean por las campañas en Chelsea y con su selección, Marcelo, Varane, Ramos y Cristiano Ronaldo, cuya situación es inversa a la del meta belga. Son cinco en el once titular (no cuento a Courtois y sí a Cristiano).
P.D.: las ausencias en la gala de Messi y de CR7 son infumables.