El Atlético de Madrid ahogó al Real Madrid y se impuso 0-1 en el derby. Dijo Ancelotti tras el partido en Elche que jugando como lo habían hecho no ganaban al Atleti. Y así sucedió. Porque los blancos no mejoraron la mala imagen que dieron entre semana. Con el agravante que enfrente estaban los de Simeone. En mi opinión partían como favoritos porque son un equipo conjuntado y nosotros somos un conjunto (desordenado) de individualidades. Ellos saben a que juegan y los nuestros no. Esto se notó especialmente en la ocupación de espacios (siempre había dos encima del futbolista que tuviese la pelota) y en la batalla del centro del campo. Los rojiblancos fueron superiores. Como consecuencia dominaron el ritmo del partido. Se disputó como mejor convenía a sus intereses.
Koke, Arda, Tiago y Gabi -con la inestimable ayuda de los laterales Juanfran y Filipe Luis, ambos exCastilla– enredaron el juego de ataque madridista y provocaban que la salida de balón fuese lenta y previsible. Imposibilitaban llegar a posiciones para crear ocasiones. Para jugar en casa rematamos poco a puerta. En la primera parte hubo que esperar al minuto 20: un buen cabezazo hacia abajo de Benzema es despejado por Courtois adivinando la trayectoria del bote; Coentrao no llega al rechace. ¡Es un defensa y no un delantero quien acude a la segunda jugada!
A los 10 min. Di María pierde un balón ante Filipe Luis, en la transición defensa-ataque, que origina el 0-1: la pelota interceptada le llega rápidamente a Koke y este profundiza al hueco para Diego Costa quien se planta ante Diego López y marca. Koke y Diego Costa fueron los mejores. El delantero dejó en evidencia las numerosas carencias defensivas del Madrid. Algo sorprendente teniendo un mister italiano. A Pepe le amargó la noche. A los aficionados blancos también.
Sergio Ramos escribió algunos renglones más de La Sergiada. ¿Qué le pasa? Al finalizar, cabizbajo, comentaba a mis familiares que igual habría que bajarle un rato al Castilla. Tanto él como Pepe deberían tomar nota de la lección de despejes que dio Sami Khedira. Precisamente ocupando la posición en la que deberían estar ellos…
Khedira tuvo dos compañeros de baile. Illaramendi en la primera parte y Modric en la segunda. Con 0-1 el técnico italiano efectuó dos cambios en el descanso: el ya referido de Modric por Illara y el de Gareth Bale por Di María. El Fideo desde su fallo, que supuso el único gol, no fue el jugador con chispa y en forma que veníamos viendo. Se apagó. Tan solo unos destellos en forma de buenos pases cruzados al área (como el que cabeceó Benzema). La tercera sustitución fue novedosa. Entró Álvaro Morata no por Benzema, el sustituido fue Isco. El malagueño no encontró las llaves para abrir huecos entre las lineas rivales. Pero que fuese él y no el francés quien abandonase el campo sonaba a medida a la desesperada. El caso es que Morata le puso mas ganas, coraje y creó más peligro en los 20 minutos que dispuso que Benzema en todo el encuentro. Bale por su parte debutaba en Liga en el Bernabéu. No le salió ningún regate. Solo se fue una vez y fue por velocidad. Le pararon al borde del área (Cristiano Ronaldo, desacertado en el pase y el remate, lanzó mal la falta).
Estar a cinco puntos de la cabeza en este inicio de campeonato es preocupante. La imagen que ha dado el equipo aumenta la inquietud.