5 de marzo de 2008
Ha llegado el momento de publicar la segunda carta de John, del 15 de febrero, y que al igual que la primera fue enviada por correo electronico.
Sorprende la carga de trabajo del Sr. Larraya como Defensor del Lector del diario más leído del país. En lo que va de año ¡sólo ha publicado 2 artículos! Y como no ha respondido a ninguna de las 2 cartas de John, asumo que no suele contestar.
Yo quiero un curro como el suyo o como el de Mariano. Bien pagados, mucho tiempo libre y criticando a los demás (eso ya lo hacemos a diario muchos bloggers)
Larraya le envidio. Y cuidado, no se vaya a despeinar…
Sr. D. José Miguel Larraya
Defensor del Lector El País
Muy Sr. Mío,
He leído con atención su nota en la sección “Fe de Errores” publicada el pasado 3 de Febrero y estoy sorprendido de que a pesar de que los motivos que me impulsaron a escribirle mi carta adjunta de fecha 24 de enero, son los mismos que expone usted en su nota, ignora usted olímpicamente el contenido de mi escrito. Peor aun, ‘El País’ publica dos noticias falsas y tendenciosas, y a pesar de ser advertido de la falsedad de las mismas, usted decide ignorar esta advertencia y saltarse a la torera la afirmación con la que abre su escrito: “Las normas internas de este periódico exigen que los errores cometidos en sus páginas sean subsanados lo más rápidamente posible y sin tapujos. Y encarga esa tarea de una manera muy especial a los responsables de cada área informativa”
En mi carta adjunta le señalaba dos informaciones publicadas en el periódico, indicando fecha, articulo y periodista, resaltando los errores de ambas y como ambos errores podían haber sido fácilmente subsanados, y le parafraseo, ‘”contrastando todas las informaciones, aun cuando la fuente de su origen sea relevante”. Ni hubo rigor en la información, ni se aplico el Libro de Estilo. Los errores eran inapelables pero ni siquiera se corrigieron cuando se señalaron. En ambos casos la información venia firmada por David Alandete y el error era fácilmente subsanable mediante una llamada a la Recording Industry Association of America, RIAA, parte implicada en la información que debía de haber sido contrastada según el Libro de Estilo.
Como le indicaba en mi carta, uno de los errores podía haber sido una desafortunada redacción por parte del Sr. Alandete, sin embargo, la segunda noticia, publicada el día en que le escribí la carta adjunta, por el mismo Sr. Alandete, marcaba una tendencia de desprecio por el Derecho de Autor que hacia mas sospechoso lo que podía parecer una infortunada redacción.
Le refresco el motivo de mi queja. El 12 de Enero “El País” publica la siguiente afirmación: “En los últimos años, las discográficas han presentado hasta 26.000 denuncias pero han obtenido sólo una condena,…” Realidad: desde el año 2003, la RIAA ha iniciado más de 26000 casos judiciales contra violadores de la Propiedad Intelectual de sus afiliados. De todos ellos, solo un caso llego a juicio, porque en el resto de los casos los denunciados pactaron satisfacer indemnizaciones a la RIAA. El hecho de que solo un caso llegara a juicio (Capitol vs. Jaime Thomas) y de que este fuera resuelto abrumadoramente a favor de la RIAA, por un jurado de pares de la denunciada del Estado de Minessota, habla a las claras de la legitimidad de la demanda y la seriedad de los casos incoados por la RIAA, todos ellos iniciados cuando existe clara evidencia de robo de Propiedad Intelectual. Sin embargo, no es esto lo que se deduce de la segunda información del Sr. Alandete. En este caso ya no cabe el beneficio de la duda de una posible mala redacción. En este caso el Sr. Alandete simple y llanamente miente y revela su poca profesionalidad y falta de ética periodística.
Como señalaba en mi carta adjunta, el 24 de Enero El País publica una información titulada “Al banquillo por pasar sus discos al ordenador”. No solo publica una información falsa, si no que miente afirmando que ha tenido acceso a la demanda. Miente, porque o bien no ha tenido acceso a la misma, y efectúa la afirmación para dar veracidad a su mentira, o bien ha tenido acceso, en cuyo caso miente porque la demanda en ningún momento acusa al demandado por copiar sus discos en un ordenador.
La falsa noticia provenía de un bulo de Internet que fue recogido por el “Washington Post”. El Post tuvo la decencia y profesionalidad de emitir una corrección -que se puede leer en el link del The Washington Post –pero parece que al ‘copión’ le dio vagancia o el desmentido no convenía a su particular campaña en contra de la Propiedad Intelectual. Varios blogs dedicados a la música y/o a la Propiedad Intelectual resaltaron el error de la noticia, le señalo algunos:
http://www.news.com/8301-10784_3-9843939-7.html?tag=nefd.top
http://www.coolfer.com/blog/archives/2008/01/making_sense_of.php
http://williampatry.blogspot.com/2007/12/establishment-press-takes-riaa-on.html
http://www.cio-today.com/news/RIAA-Not-Targeting-CD-Ripping-After-All/story.xhtml?story_id=13300C81I5JE
Ciertamente, desconozco si Alandete obtuvo su información de la Red o del Post, pero en ambos casos ignoró la norma de contrastar la fuente y la recomendación del Libro de Estilo de contrastarla con las partes implicadas. Como señala usted mismo en ‘Fe de Errores’, “Contrastar informaciones parece una tarea fácil y, a veces, lo es. Una simple llamada telefónica permite contrastar datos y poner los hechos en perspectiva…”. En este caso era simplemente una llamada a la RIAA, basada en Washington, como el Sr. Alandete. Pero a pesar de su aserto (le cito de nuevo) “…en el sentido de que los libros de estilo no deben ser mera retórica y que el derecho a la información de los lectores exige a los periodistas contrastar las informaciones y distinguir entre hechos y opiniones”, parece que usted decide ignorar mi llamada de atención sobre la flagrante desinformación que suministra uno de sus periodistas.
El tema no es baladí. España se ha convertido en un país que destaca internacionalmente por la falta de respeto a la Propiedad Intelectual. 150 millones de descargas de películas en un año y la perdida de 20 millones de espectadores hablan por si solos. Millones y millones de descargas de canciones, mientras se ataca ferozmente al canon destinado a compensar esta práctica, describen bien el actual panorama español referente a la Propiedad Intelectual.
Para rematar, la demagogia del Sr. Rajoy, que cambia de chaqueta cuando se da cuenta de la impunidad con la que campan por sus respetos los enemigos de la Propiedad Intelectual, a pesar de que el PP sostuvo el Canon en el debate parlamentario. Los feroces comentarios que se leen en cualquier noticia relacionada con la Propiedad Intelectual o en cualquiera de los foros o blogs al respecto no son más que un reflejo de la desidia con la que la Prensa ha tratado el tema y la falta de información, o simplemente la frivolidad con la que se redactan algunas noticias.
Y el caso del Sr. Alandete es flagrante. Por un lado hace parecer inocua la actividad de la RIAA, por otro deliberadamente desinforma para hacer parecer que el que defiende sus derechos es un vampiro que ataca a una pobre víctima que no hace mas que copiar una canción en su ordenador. Es este tipo de desinformación lo que ha generado el clima de linchamiento que existe en los foros y blogs en España.
Le resaltaba en mi carta que me constaba que tanto “El País” como el Grupo PRISA mantienen postulados de respeto por la Propiedad Intelectual, pero parece que usted ha decidido ponerse del lado de la falsedad e ignorar una llamada de atención sobre un flagrante y falso ataque a estos postulados.
Atentamente,
John XXXX
Miami, Florida.
USA
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