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Responde el Defensor del Lector de El País

Defensor del Lector

Ayer, aparte de publicar el post «Boyero impresentable«, escribí al director de El País y al Defensor del Lector. El director no me respondió, pero sí lo hizo el Defensor. En la imagen encontraran mi misiva y su (pobre) argumentación. En Estados Unidos, país de origen de Muhammad Ali, definirían su respuesta como bullshit.

El concepto de racismo está muy poco desarrollado en España. Como se aprecia en lo que dice el Defensor, lo de Boyero y un largo etcétera (entre ellos un desafortunado comentario al post de ayer, en el que se confunde la parte por el todo y mezcla la responsabilidad de periodistas y medios con la de la gente en general). Todos ellos tienen en común el blanqueo y ninguneo del concepto de racismo. Siempre se encuentra una excusa. No hay firmeza frente a esta lacra de nuestra sociedad. Contra el racismo tolerancia cero. Porque empezamos aceptando tics racistas, mirando para otro lado y terminamos institucionalizando estás prácticas. En nuestras frases hechas hay muchos ejemplos (no voy a tener el mal gusto de reflejarlos).

Otro aspecto a tener en cuenta es la pobre justificación del error en llamar a Muhammad Ali por su antiguo nombre, Cassius Clay. ¡¡¡Se lo cambió hace 58 años!!! El error de Boyero es manifiesto. Justificarlo es similar a entender que haya gente que use la antigua bandera española, la franquista, y no la actual, la constitucional. La excusa de que otros también cometen el error de usar su antiguo nombre es pueril. E inaceptable. Por cierto: si hay muchos jóvenes que desconocen de lo que hablamos, como señala el Defensor, será porque los medios están haciendo mal su labor. Además, me atrevo a decir que los jóvenes en su mayoría no son lectores de prensa escrita. Lo cual visto lo visto no me extraña nada.

P.D.: no soy racista, incluso tengo amigos blancos…

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Boyero impresentable

Boyero

El impresentable de Carlos Boyero sigue fiel a su línea y añade una faceta más. La de racista. No se puede explicar de otra forma y así se consideró en su día a quienes se negaron a aceptar el cambio de nombre del boxeador. ¡Fue en 1964 cuando el campeón del mundo del peso pesado decidió dejar de llamarse Cassius Clay y oficialmente pàsó a ser Muhammad Ali! La decisión la tomó con 22 años y acababa de conquistar el título derrotando a Sonny Liston. Han pasado 58 años y Boyero no se ha enterado aún. O no se ha dado por enterado. ¿Niega el derecho de Ali a llamarse como quiera, renunciando al nombre y apellido que en su día definió como su «nombre de esclavo»? ¿Al insistir en lo de Cassius Clay implica que sigue siendo un esclavo? Hace tiempo que el estilo de provocación de Boyero traspasó todos los límites. Pregunten a Almodóvar.

¿Dónde están los correctores de El País? ¿El Libro de estilo no cuenta? La deriva del periódico es notoria desde hace años. ¿Al publicar esta pieza se solidarizan con la postura de Boyero y lo que emana de su texto?

Lo realmente patético es Boyero y la empresa que le acoge y difunde sus desaciertos. La misma que cobijó durante años a Hermann Tertsch. Boyero parece querer seguir el mismo camino.

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El Real Madrid noquea al Barça

Albert Gea Reuters AS

En el primer Clásico de esta temporada no se llenó el Camp Nou (aunque hubo buena entrada). Signo de la falta de sintonía del Barça con su hasta ahora fiel hinchada. El estado actual de forma de unos y otros (Real Madrid) también debió pesar lo suyo. 

Ancelotti presentó el mismo once del partido de Champions del martes pasado. Koeman por su parte reforzó su banda derecha para frenar la izquierda del Madrid con Vinicius. Como se avanzó aquí en la previa del jueves. Mingueza y Dest fueron los jugadores elegidos por el mister azulgrana. El canterano de lateral y el estadounidense de falso extremo, ayudando en defensa y buscando la espalda de Vini en las contras, aprovechando su debilidad defensiva y buscando su cansancio al forzarle a bajar y subir. En Real Madrid TV también apuntaban la variante de los tres centrales con Dest y Jordi Alba de carrileros. En cualquier caso eran sistemas con Vinicius en mente. Y reflejo de las dudas defensivas del Barça. (La primera opción fue la elegida).

El Barça salió dominando. Su presión alta era eficaz y provocaba errores en la salida de balón del Madrid. En los primeros 10 minutos tan solo un ataque blanco, una carrera de Rodrygo. Al filo del 13 un balón largo a Vinicius provocó el primer saque de esquina. Cabeceó Casemiro y nuevo córner. La contra azulgrana pudo haber generado más peligro. 

El Madrid no se sacudía la presión y no ligaba jugadas. Las posesiones del Barça morían en Memphis Depay

En el 20 Vinicius se fue de Mingueza, quien además bloqueó a Dest. En el área hubo un contacto sobre Vini y se reclamó penalti. No se pitó nada. Mas la jugada dejó la sensación que el ritmo del partido podía cambiar. Y tres minutos después Vinicius de nuevo, esta vez en fuera de juego, montó otro lío con regate a Ter Stegen incluido. Al minuto Dest solo, en la mejor ocasión del encuentro hasta ese momento, la mandó alta. El partido se había abierto.

A medida que Kroos y Modric fueron entrando en juego el Madrid comenzó a carburar. 

En el 31 y medio Vinicius cambió el balón de banda para Rodrygo, tras superar a Mingueza. Rodrygo, superado el circulo central, controló y la puso hacia el vértice izquierdo del área rival. Por ahí entraba Alaba, como un tren de alta velocidad. Su cañonazo fue imparable para el portero. 0-1. Añadir que el pase a Vini, que inicia la jugada, es de Alaba tras recuperar la pelota. Son prácticamente 90 metros de carrera. Tres minutos después Piqué pudo empatar. Cabeceó fuera un saque de esquina. 

0-1 al descanso. Con el Madrid reclamando dos penaltis (el segundo de Eric García sobre Benzema) y una amarilla perdonada a Busquets en el último minuto, por una mano que cortó una contra. En mi opinión ninguno de los dos fueron penaltis y lo de la amarilla es vergonzoso. Para inhabilitar al árbitro. No aplicó la ley de la ventaja favoreciendo al infractor, quien además se libró de la tarjeta. 

Mingueza se quedó en el vestuario, como era previsible. Bajó Dest al lateral y entró Coutinho

El arranque de la segunda mitad fue similar al de la primera. Con un Barça más activo. 

Un córner en el 57 fue protestado por Piqué (vio la tarjeta). La razón fue un un balón al brazo de Kroos en su salto con De Jong (hizo falta el culé). Dos minutos después Dest desbarata un mano a mano de Vinicius con Ter Stegen. Rectificaba así su error, despejando mal el centro de Militao a Vini. No fue un despeje, fue un pase.

Benzema la tuvo en el 61. Su remate centrado, a pase de Modric, lo embolsó Ter Stegen en dos tiempos.

El Madrid acusaba el bajón de Modric y Kroos. Casemiro tampoco estaba fino en la distribución. Nos salvaban las contras, aunque Vinicius no era el de la primera mitad, mérito de Dest. En cambio Mendy y Lucas Vázquez aparecían más en ataque. 

Fede Valverde entró por Rodrygo en el 71. Y dos minutos después Kun Agüero sustituía a un desdibujado Ansu Fati. A punto de cumplirse el 77 Sergi Roberto reemplazó al desaparecido De Jong. 

Mendy vio la amarilla (min. 79) por perder tiempo en un saque de banda. 

Luuk de Jong entró por Gavi en el 84. Koeman arriesgaba saturando el equipo de delanteros, buscando balones aéreos. Ancelotti daba entrada a Marco Asensio por Vinicius en el 86.

Courtois en el 89 cayó tocado en una patada al balón en su área. Y mientras, Valverde se retiraba tocado tras un choque previo con Piqué /cayó mal). Entró Carvajal

Se añadieron siete minutos. El Madrid pasó momentos de desconcierto. Hasta que una contra llevada por Marco Asensio fue aprovechada por Lucas Vázquez. El gallego recogió el rechace de Ter Stegen al remate de Asensio, dejando en evidencia a Eric García. 0-2 en el cuarto minuto del descuento. 

Agüero hizo el 1-2  en el último minuto. Courtois encajaba un gol pero se iba sin hacer ninguna parada relevante, porque el Barça no estuvo fino en el remate. 

El Madrid como Muhammad Alí jugó con el rival. Le agotó para luego rematarlo.

Se quedaba una tarde estupenda de domingo…con el Barça cinco puntos detrás.

 

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Lloyd Price (1933-2021)

Mientras trasteo con el ordenador, a la espera del arranque del Barça-Atlético de Madrid, me entero del fallecimiento del gran Lloyd Price. Ocurrió hace dos días. Acababa de cumplir 88 años el pasado 9 de marzo. Mr. Personality, su apodo tomado de uno de sus tres grandes éxitos, definió junto a su admirado Fats Domino lo que se denominaría como el Sonido de Nueva Orleans. Tenían un nexo común: la banda de Dave Bartholomew. Y para acrecentar la conexión, Fats Domino grabó (y salvó la sesión) en el primer disco del jovencísimo Lloyd Price, «Lawdy Miss Clawdy«.

La importancia de esta grabación, su historia y sus versiones la encontrarán en los tres pantallazos que cierran este post. Están tomados de mi libro «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo«.

«Lawdy Miss Clawdy«, «Personality» y «Stagger Lee» son sus tres grandes éxitos.

Cuando Price abandonó temporalmente la música se fue a vivir 10 años a Nigeria.  En 1974 organizó en Kinshasa (Zaire) el festival de música, alrededor del campeonato del peso pesado entre Muhammad Ali y George Foreman. Los cabezas de cartel fueron James Brown, B.B. King, Bill Withers y The Spinners. Price aparece en el documental de Leon GastWhen We Were Kings«, ganador del  Oscar en 1996, sobre el combare al que se denominó “The Rumble In The Jungle” y también. de manera más destacada en la filmación de Jeffrey Kusama-Hinte (2008) sobre el festival, «Soul Power«, que resultó caótico. La conexión de Price con el promotor Don King les llevó a colaborar en el «The Thrilla In Manila«, la pelea de 1975 entre Ali y Joe Frazier.

Además de sus proyectos inmobiliarios (casas accesibles para las clases medias bajas), sus negocios de productos alimentarios, quisiera destacar su incursión en los locales de música en vivo. En 1968 compró junto a Harold Logan el Birdland, el legendario club de jazz de Nueva York. El vendedor fue el empresario Morris Levy, un asociado de la Mafia (como podrán leer en mi libro anteriormente citado). El asesinato de su socio y colaborador, en su despacho de Manhattan, desbarató los planes de Price para montar un circuito nacional de salas de conciertos.

Lloyd Price 1Lloyd Price 2Lloyd Price 3

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Estigmas racistas que nos llegan desde la religión

Hay innumerable estigmas racistas que nos llegan desde la religión. Entendiendo la religión como un fenómeno socio-cultural que impregna costumbres y usos sociales. Sucede a través del tiempo y configura gran parte del acervo tradicional de distintos pueblos y etnias.

Hoy a raíz de las declaraciones del presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza, o las del Cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, me sorprende que nadie repare que Satanás, el diablo o como quieran llamarle, es siempre representado de rojo. Primer estigma: las fuerzas progresistas o de izquierda son «los rojos». La asociación es clara. ¿Simplista? Sí. ¿Y qué? Es lo que es.

Siempre me ha admirado como se ha ocultado el judaísmo de Cristo y sus apostoles. Todos semitas. Que no se caracterizan precisamente por el color dorado de sus cabellos o sus ojos azules. Como nos ha representado el arte blanco cristiano a lo largo de los siglos. Por otra parte la persecución secular de los judíos se cimentó sobre la presunta crucifixión y su presunta responsabilidad al respecto. Doble presunción para afianzar un feroz estigma de todo un pueblo y otras creencias.

Estas declaraciones de Muhammad Ali en la BBC (1971) son muy claras al respecto del racismo de origen religioso. Michael Parkinson, el entrevistador, se parte y no puede contener la risa. ¿Es simplista el argumentario del boxeador? Sí. ¿Y qué? Es sencillo, claro y tan demoledor como sus puños y su juego de piernas en el ring.

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El gran combate de Muhammad Ali fue contra el gobierno de Estados Unidos

Anoche vi El gran combate de Muhammad Ali la TV movie de Stephen Frears para HBO. Con un excelente reparto y escenas de la época (las intervenciones de Cassius Clay/Muhammad Ali son reales, ningún actor encarna su personaje). La trama gira alrededor del conflicto judicial -y social- que generó la negativa del boxeador a enrolarse en el ejercito y participar en la guerra de Vietnam. El camino legal acabó en el Tribunal Supremo de Estados Unidos. No fue un camino de rosas: le desposeyeron del titulo mundial (Peso Pesado); le retiraron la licencia de boxeo y no pudo ejercer su profesión; en primera instancia el Supremo rechazó su apelación al negarse a tratar el asunto. A la segunda intentona fue la vencida aunque se precisaron dos votaciones del TS. Una vez celebrada la vista la votación reflejó un 5-3 en contra de las pretensiones de Ali. De los cinco magistrados que votaron en contra uno -el asignado a redactar la resolución- fue convencido para cambiar su voto. El novato de su equipo de colaboradores le hizo ver la luz. 4-4. Los tres que votaron a favor más el disidente tenían claro que el Supremo no podía aparecer dividido y debían buscar la unanimidad. Lo lograron. 8-0. De trasfondo la truculenta y sucia presidencia de Nixon, las revueltas raciales y las marchas contra la guerra.

De crío sentía fascinación por Cassius Clay/Muhammad Ali. Se proclamaba el más grande, the greatest. Un bocas. No se cortaba un pelo. Era Rock’n’Roll. Rápido y lucido. Tanto hablando como boxeando. Por eso recelo de los deportistas «humildes». Soy de la escuela de Ali y para nada del victímista viento que nos llega desde el nordeste de la península. De paso: ayer descubrí que sin saberlo habíamos asistido en su momento a los inicios del Rap: Clay/Ali hablaba cantando (también bailaba cuando peleaba). Rimaba para soltar sus bravatas.

En 1960 ganó la medalla de oro en los JJOO de Roma en la categoría de Semipesados. Arrojó la presea al río Ohio disconforme con lo que su país representaba en términos de derechos civiles y la segregación racial que aun existía en el sur. Como se demostró posteriormente aquel gesto no fue casual ni producto de una rabieta pasajera. Su conversión al Islam tuvo a Malcolm X como guía. Curiosamente su ingreso en Nation of Islam coincidió con la salida del activista.

Para quienes no tuvieron ocasión de verle boxear en su momento les dejo el siguiente resumen. Greatest hits, nunca mejor dicho.

En 1976 vino a España. En el enlace podrán ver el Informe Semanal que le dedicaron en mayo de ese año.

Buscando vídeos para esta entrada encontré una joyita. De cierre Sam Cooke y Ali a cappella.

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Los Juegos de Delic

10 de agosto de 2008

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