El Real Madrid de la temporada 2018/19 ha transcurrido de bochorno en bochorno. El último ha sido el 0-2 frente al Betis. Hay que darle las gracias por todos los bochornos a Florentino Pérez.
En la temporada que nos subió los abonos un 10% se cargó una historia de tremendo éxito: de tres Champions seguidas (más una Liga) hemos pasado a perder 12 partidos en Liga (de los 38 disputados). Es casi una derrota de cada tres encuentros. Y con un pelín de suerte si hoy gana el Barça nos quedaríamos a 21 puntos de la cabeza. ¡Lo nunca visto en la historia reciente del club! Es lo que tiene el Florentinato y sus palmeros.
¿Para tapar todo esto necesitamos Real Madrid TV? ¿Para tener a periodistas en nómina? Es un canal deficitario en audiencia y rentabilidad que hasta la fecha ha estado en manos del «enemigo» (Roures).
Todo es tan incomprensible como largar al máximo goleador de la historia del Madrid sin tener reemplazo, una (pésima) planificación deportiva digna del peor de nuestros enemigos, tres entrenadores en una misma temporada, crear problemas donde no los había (la portería) y un largo etcétera. Todo en función, incluida la subida de los abonos, de una innecesaria reforma del estadio. Que cada mes que pasa cuesta más (como era previsible).
El bochorno del 0-2 no debe enmascarar los méritos del Betis. Bien plantados en el campo, sin perderle la cara al partido, buscando al rival. Y con un entrenador, Setién, que según cuentan estaba viviendo sus ultimas horas en el banquillo bético.
Los centrocampistas verdiblancos dominaron el partido. Tanto es así que durante el primer cuarto de hora el Madrid era incapaz de pasar del círculo central. El encuentro lo controlaban Carvalho (ayer le llamaron William) y Lo Celso (¡pedazo de jugador!). Los primeros remates locales no llegaron hasta el minuto 22 y el 24: ambos de Marcelo. El primero se fue alto y el segundo fuera. La única oportunidad blanca fue un remate al poste de Benzema (el primero entre los tres palos del Madrid), quien se encontró un balón en fallo de uno de los centrales, Francis. La jugada siguió y terminó en un disparo de Fede Valverde desde fuera del área, bien atajado por Pau López. Estos dos fueron los únicos remates a puerta de los locales en la primera mitad.
Cómo sería la cosa que el mejor jugador madridista fue Keylor Navas. En esta primera mitad (0-0) salvó al equipo de varias claras ocasiones rivales. Especialmente una vaselina de Lo Celso. Lo mismo puede decirse de la segunda parte (a pesar de los dos goles encajados). Cuando el mejor de tu equipo es el portero tienes un problema. Sobre todo si juegas en casa.
La segunda mitad vio la aparición de Valverde en el medio campo merengue. Marcos Llorente y Modric seguían desaparecidos. Como Brahim (banda derecha) y Vinicius (izquierda) en la delantera. Brahim por la derecha es como Marco Asensio: pierden gran parte de su potencial. De hecho este fue el primer cambio de Zidane a la hora de juego (Asensio por Brahim). Vinicius solo hizo una buena internada en los primeros 45 minutos (pero no pasó nada, marca de la casa). En la segunda parte otra buena jugada suya fue desbaratada por el portero (sigue peleado con el gol).
Los goles llegaron en el 60, Loren, y el 74, Jesé. Ambos originados por la banda de Carvajal. El lateral derecho estuvo empeñado en competir con Marcelo. Y lo logró. Los dos goles son culpa suya. Incluso podemos decir que superó a Marcelo con su lamentable actitud al finalizar el partido. No se quedó sobre el césped del Bernabéu a despedirse de la afición y homenajear a su compañero Keylor Navas. Los jugadores del banquillo, salvo Bale, sí lo hicieron. Camino del vestuario Chendo trató de pararle pero no le hizo ni caso. Muy mal Carvajal y más teniendo en cuenta su condición de canterano. Ha quedado retratado!!!
El segundo cambio del Madrid fue absurdo. Llegando al 70 y con 0-1 Zizou retiró al único centrocampista que parecía enchufado, Valverde, para dar entrada a Isco. ¿Para ralentizar el juego? ¿Más aún? ¿Abusar de más pases atrás? Un despropósito. Incrementado con el tercer cambio, ya con 0-2: retiró a Benzema para meter a Lucas Vázquez. Puso a Vinicius de presunto delantero centro. Presunto porque no se le vio. Parecía que la presencia de Lucas Vázquez era para frenar el boquete en la derecha (Carvajal).
Florentino Pérez ha estado a punto de lograr que el crédito de Zidane salte por los aires. Menos mal que esta bochornosa temporada ha llegado a su fin. El Forentinato ha coleccionado demasiados aspectos negativos a lo largo de la 2018/19. ¿Serán capaces de superarse en la 2019/20? Seguro que no cejarán en su empeño…