Florentino Pérez desprecia a los socios. Por si aún había alguien que le quedasen dudas en esta jornada han quedado despejadas: el indigesto horario del partido de ayer es la última prueba de su desprecio a la afición. La lamentable temporada del primer equipo, de la que es responsable directo, se agrava con los horarios lamentables que hemos sufrido (lunes, matinales y varios a las 16:15).
¿Es Florentino un antisistema y no lo sabíamos? Pregunto porque un domingo a las 16:15 rompe la tradicional comida familiar de los domingos. Ayer con el agravante de ser el Día de la Madre. Me da igual que los horarios los imponga LaLiga. ¿Desde cuándo el Real Madrid ha dejado de tener peso y se ha convertido en un club al que ningunean? Ha sucedido bajo la presidencia de Florentino Pérez. Al que los socios le importan un bledo.
La floja entrada (de nuevo) del Bernabéu confirma todo lo afirmado anteriormente. Y no es la primera vez que socios y abonados le dan la espalda al equipo. Ayer se rozó la media entrada.

Zidane siguió con su casting y sus probaturas. Entre ellas la vuelta de Courtois a la portería, la presencia de Vallejo de central junto a Varane, la titularidad de Fede Valverde y la delantera formada por Lucas Vázquez, Mariano y Brahim. Y por supuesto, las ausencias de Bale y Modric.
El partido no pudo empezar mejor: Brahim perdió tontamente un balón ante Cazorla y en vez de mirar, o desentenderse, tiró de coraje y pundonor. Su presión fructificó y acabó recuperando el esférico. Vio a Mariano y le lanzó el pase. El delantero ganó en carrera a los dos centrales y se impuso al portero que salió a la desesperada. 1-0 y no se había llegado al segundo minuto.
Mediada la primera parte el Madrid dejaba buenas sensaciones. Atacaba mucho y bien. Y terminaba las jugadas. Además del gol y un trallazo de Carvajal al poste hubo buenos remates de Mariano, Valverde, Kroos (dos cada uno de ellos), Brahim, Casemiro y Lucas Vázquez. El meta del Villareal, Andrés Fernández, tuvo trabajo y estuvo acertado en su cometido.
El tanto del empate fue un accidente. A los pocos minutos del 1-0 el Madrid empezó a sestear. No es que los visitantes achuchasen, es que los blancos empezaron a echarse a atrás y a abusar de los pases en las inmediaciones del área propia. Ellos vieron el cielo abierto y aprovecharon la ocasión adelantando sus lineas. Cazorla empezó a imponer su criterio. Casemiro perdió un balón tonto y Gerard Moreno empató en el minuto 10. El tanto despertó a los locales, fue un revulsivo. Y Casemiro se desvivió en enmendar su error. Las aguas volvieron a su cauce y el asedio blanco reapareció.
Tras estos buenos primeros 25 minutos el Madrid bajó un poco el ritmo. Brahim perdió su chispa. Había estado incisivo, lo contrario que Lucas Vázquez. Fede Valverde era un pulmón y Kroos estaba en todas partes. Pases certeros, cortos y largos (cambiando la dirección del juego). Siempre desmarcado, buscando ser solución y la mejor opción para el compañero. Un córner botado por el alemán en el 39 supuso un centro chut de Marcelo. El balón llegó a Vallejo, solo en el área pequeña aunque rodeado de rivales pendientes de otros. Con una tremenda tranquilidad anotó el 2-1. Resultado con el que se llegó al descanso.
La segunda mitad arrancó igual que la primera. Con Brahim haciendo las delicias del público y con Mariano marcando al principio. Un magnifico pase en profundidad al hueco de Fede Valverde a Carvajal, quien entró como un cohete en el área rival por lo que los antiguos llamamos el callejón del ocho, dejó al lateral en franca ventaja. Tuvo tiempo de otear el panorama y templar el balón a Mariano. 3-1.
Las cosas se volvieron a torcer. Por error de Zidane. Hizo un doble cambio: Isco y Marco Asensio por Fede Valverde y Lucas Vázquez. No aportaron nada. El cambio de los centrocampistas debilitó la media. Y tanto Asensio como Isco estuvieron egoístas (algo que Lucas nunca es, por flojo que esté). Este mirar por lo suyo nos pudo costar caro en los minutos finales del encuentro. Adornarse en lujos innecesarios frenaba nuestros ataques y sus perdidas de balón organizaban las contras del rival. Contragolpes bastante peligrosos, con Cazorla al mando y el nigeriano Chukwueze (cumple 20 años en 15 días) buscando con ahínco la portería de Courtois. Hasta que el recién ingresado Jaume Costa hizo el 3-2 final en el último minuto del descuento.
Brahim buscó el gol. Lo merecía pero no lo encontró. En el 73 reapareció Vinicius, otro que anda regañado con el gol. El brasileño entró por Brahim. Dejó esos detalles que enamoraron a la afición blanca antes de su lesión. Pero sin anotar. Dispuso de un par de buenas oportunidades, que se buscó el mismo. Se quedaron en uy. Buscó lucirse ante el segundo de Tite, el seleccionador brasileño, quien vino a verle (y a Marcelo y Casemiro). La Copa América está a la vuelta de la esquina.
Mariano se las tuvo tiesas con Álvaro. Ganó el delantero: marcó dos goles, pudo hacer un tercero y al defensa le sacaron una amarilla. En los choques que tuvieron, Álvaro parecía salir siempre dolorido. ¿Teatro?
Para terminar destacar a Cazorla. Su actuación, y trayectoria, tuvo su premio finalizando el partido. Cuando se disponía a sacar un córner, desde el fondo norte, empezó a recibir aplausos del publico de esa zona. Se contagió a varias zonas del estadio. Lastima la poca afluencia del Bernabéu.
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