La terapia de la Champions resultó balsamica para el Barça y un descenso dantesco a los infiernos para el Real Madrid. Los antecedentes del Madrid de cara al Clásico no podían ser peores. El equipo se habia caido tras el parón, con dos derrotas consecutivas en casa, una en Liga y otra en Champions. No quedaba rastro del mejor partido de la temporada, el 4 de octubre ante el Levante (0-2). Hoy Zidane alineaba en la delantera a los mismos tres que ganaron 0-2: Marco Asensio, Benzema y Vinicius. Y repetía con Nacho en el lateral derecho. El cambio respecto a ese once era el de Kroos por Modric. La alineación respondía al veteranos y noveles de nuestro himno.
Koeman también apostó por mezclar gente joven con jugadores experimentados, dando entrada al recuperado Jordi Alba.
A mi me preocupaba nuestra banda derecha (Nacho y Asensio) frente a la izquierda culé (Alba y Ansu Fati). Sospechaba de una excesiva carga de trabajo para Fede Valverde. Con Asensio probablemente en la media punta, por detrás de Benzema. Y auguraba la vuelta a las buenas costumbres: la presión alta. Como frente al Levante. Ya sé, aunque ambos sean azulgranas, hay diferencia de nivel entre ellos y el Barça. Resultaba difícil de creer que perdiésemos tres partidos seguidos.
Respecto a la presión alta Koeman dispuso a Ansu Fati para frenar la salida de balón de Sergio Ramos, con Messi de falso nueve. Aunque para falso nueve estuvo Benzema. A los cinco minutos habilitó a Valverde, con un pase filtrado, quien entrando en el área por la derecha anotó de tiro cruzado a media altura. 0-1. Nos la prometíamos felices. Y Vinicius pudo sentenciar poco después… pero una internada de Jordi Alba, superando a Nacho en carrera, permitió a Ansu Fati empatar. Era el minuto ocho. Y me preocupaba mi sensación previa respecto a nuestra banda derecha y la izquierda suya.
Los siguiente minutos al 1-1 fueron con el Barça insistiendo por el costado de Nacho. Buscando su espalda o encarando. Jordi Alba cobraba un protagonismo exagerado y no reaccionábamos. De Jong también buscaba a Nacho. Mientras, nosotros no aprovechábamos su flanco débil, el de Dest y Pedri.
En el 23 apareció Courtois: salvó un gol cantado a remate de Messi, tras superar a Ramos y encarar al meta belga. En la jugada siguiente fallaba Benzema frente a Neto. La internada y pase de Kroos mereció mejor suerte. Los dos falsos nueves tuvieron sus ocasiones.
En el 35 tuvimos el primer atisbo de la falta de actividad de Jordi Alba. Asensio le robó un balón en defensa y salió disparado a la contra. Alba tuvo problemas en recuperar su posición. La oportunidad se esfumó por un exceso de pases. Al minuto Nacho vio la amarilla. Zidane mandó a calentar a Lucas Vázquez. ¿Por Nacho o por Asensio? Fue por Nacho, en el 42. Abandonó el campo más o menos renqueante.
Al descanso se llegó con el 1-1. Unos primeros 45 minutos que empezaron cautelosos, pero con los goles cambió el ritmo. La circulación de balón fue mucho más rápida. Los seguidores de ambos clubes podíamos estar satisfechos de nuestros equipos.
El Madrid salió dominador, mas la primera ocasión fue para el Barça. La de Ansu Fati en el 51. Dos minutos después Coutinho solo cabeceaba fuera. El pase de Ansu Fati fue excelente. Fati desbordaba por su banda y Vinicius aún no había aparecido en estos primeros minutos de la segunda mitad.
Rodrygo comenzaba a calentar, Kroos sacaba una falta y agarraban a Ramos en el área. El VAR revisó la acción. El árbitro se acercó a ver la jugada. Penalti y amarilla a Alba. ¡Toda una novedad! Años y años sin que le pitasen al Madrid una pena máxima a favor en el Camp Nou en Liga. Desde la 2006/07. El gran capitán transformó. Neto acertó en la dirección del cuero. 1-2 en el 62. Segunda ventaja blanca.
Un mal pase de Vinicius a Benzema en el 65 imposibilitó el 1-3. Modric saltaba a calentar. Dos minutos después Valverde caía rendido. Parecía mareado. Entraba el croata. Mientras, el Barça sacaba sus dos primeros saques de esquina del partido. Consecutivos. En el segundo reclamaron una inexistente mano merengue.
En el 70 el Madrid se sacudía el dominio culé con una contra. Vinicius volvia a fallar el último pase. Nuevamente no se atrevió a encarar, estando en el interior del vértice del área. Estaba pidiendo el cambio a gritos. Pero los percances de Nacho y Valverde solo nos dejaba una ventana para efectuar cambios. Y Asensio no podía más. En los siguiente minutos el brasileño erró dos pases más en contras claras. Tanto Benzema como Modric se echaron las manos a la cabeza.
En el 80 ambos técnicos modificaron. Por el Barça entraban Griezmann, Dembélé y Trincao. Koeman iba con todo. Salieron Busquets, De Jong y Ansu Fati. Por el Madrid entró Rodrygo por Asensio.
Kroos pudo sentenciar en el 85. Una doble oportunidad, ambas desbaratadas por Neto. Especialmente meritoria la segunda, despejando el rechace que recogió el alemán de su primer remate. En el saque de esquina Neto se volvió a lucir ante un cabezazo de Ramos. Varane falló el gol cantado cuando se hizo con la pelota.
Koeman tiró inmediatamente la casa por la ventana. Retiró a Alba y metió a un delantero, Braithwaite. Si el planteamiento de Zidane había sido valiente, Koeman no le fue a la zaga con sus cambios. Iba abajo en el marcador y se la jugó.
Rozando el 90 Koeman pagó el precio de su atrevimiento. Un balón largo a Vinicius es desbaratado por Neto que se adelantó. El rebote le llega a Rodrygo que rápidamente se la da a Modric. Con una sangre fria descomunal, evita el pase lateral a Benzema (solo a menos de dos metros), regatea amagando a Neto y busca la mejor posición para marcar. El 1-3 fue un golazo.
Añadieron cinco minutos de descuento. Que pasaron en un suspiro. Estuvo más cerca el 1-4 que el 2-3.
Zidane, con Sergio Ramos en el equipo, se reivindica en el Camp Nou. Y con este 1-3 le traspasa la crisis a Koeman.
P.D.: Lucas Vázquez también se ha reivindicado. Y Benzema demostró que hoy por hoy está mejor que Messi.