Se me ha atragantado el café con esta aterradora portada del ABC. Menos mal que estaba escuchando el excelente «Músicas posibles» en RNE de la gran Lara López, dedicado a La Mar de Letras. Curiosamente me ha llamado Lara cuando acababa de ponerme los cascos para escuchar el programa en RTVE play.
Es aterrador el panorama que pinta el mapa electoral de la encuesta de GAD3 para ABC. He de decir que las encuestas de GAD3 y 40dB. me parecen las más fiables. Por eso mismo me aterra la que ocupa la portada del ABC de hoy. Narciso Michavila, el capo de GAD3, acertó con las autonómicas y municipales. Le recuerdo decir a la semana de las mismas que el PP estaría en los 150 escaños en las generales. Desde entonces a ahora ha llovido. La irrupción de Zapatero, las entrevistas de Sánchez, las continuas meteduras de pata de Feijóo y los pactos del PP con Vox, se han ido sucediendo. Pero de momento esa predicción de 150 no solo sigue siendo posible es que incluso parecería quedarse corta (espero estar equivocado en esta afirmación). El cara a cara de mañana entre Feijóo y Sánchez será crucial. Si el presidente del gobierno de coalición no tumba dialécticamente a su rival no habrá más pelea.
Aterrador también es comprobar que la buena gestión económica y social, la enorme relevancia internacional de España o la superación de gravísimos problemas (pandemia, volcán, guerra) resultan ser asuntos secundarios. Al votante medio, el/la ciudadano/a normal, parece no afectarle. Da igual que se hayan mejorado sus condiciones (o al menos intentado), se pusieran en marcha los ERTE para salvaguardar sus puestos de trabajo y salarios sin gravar a las empresas, se revalorizasen las pensiones de jubilación acorde a las subidas del IPC, se aumentase el salario mínimo, se incrementase a niveles récord el poder adquisitivo los salarios, etc.
La mayoría de las medidas anteriores y otras (la centralización de la compras de vacunas por parte de la UE, la excepción ibérica que calificaron de timo ibérico, el impuesto a banca y eléctricas por beneficios llovidos del cielo, la obtención de fondos europeos, la contención de la inflación hasta lograr tener la más baja de Europa, la mayor tasa europea de crecimiento del PIB en 2023, el récord de afiliación a la Seguridad Social, la iniciativa y liderazgo europeo en la acogida de refugiados ucranianos, etc.), tuvieron la oposición del PP. Votaron en contra de su aprobación e incluso recurrieron algunas en Bruselas (los fondos europeos, la reforma de las pensiones) y ante el Constitucional (como la reforma laboral, al inventarse que hubo una votación irregular). Al votante medio, esa/e que se dice de centro o moderado, todo esto y lo anterior le da igual. Como le importa un bledo el secuestro del Consejo General del Poder Judicial desde hace años. Saltándose la Constitución (y luego vienen el PP y sus seguidores a darnos lecciones). Lo que realmente le preocupa al votante apolítico es acabar con el sanchismo. Algo tan inexistente como ETA. Dos unicornios que le quitan el sueño. También anda preocupada/o por los pactos con los partidos independistas. Se confunde pactar con gobernar. El gobierno de coalición de Sánchez ha pactado. El PP de Feijóo gobierna con Vox, en muchos municipios y varias Comunidades Autónomas. Y lo hará con Abascal de vicepresidente si precisa de sus votos para llegar a La Moncloa.
¿Qué hacemos con los independistas? ¿Negar su existencia? ¿Aniquilarlos? (Esto último es un sueño húmedo de muchos patriotas de pacotilla, los de las pulseritas y evasiones fiscales). ¿O reconocer su existencia? Qué es lo razonable. De hecho parece que esto les quita fuerzas en las urnas. Lo hemos visto en Cataluña con ERC y así lo señalan las encuestas de cara a las generales. El ascenso de Bildu el 28-M igual fue debido a la reacción en contra por la campaña de PP, Vox y sus altavoces mediáticos. En su día señalé que el PNV debía estar con la mosca detrás de la oreja y así se confirmó después. Porque eran claramente los perjudicados en su tierra.
Así que tenemos gente decidiendo elecciones basados en hechos inexistentes e ignorando los existentes, porque confunden pactar con gobernar. ¡Aterrador!
El Mundano 