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¿Será Javi Poves el nuevo símbolo de la izquierda guay española?

Poves El Español Begoña Rivas

¿Será Javi Poves el nuevo símbolo de la izquierda guay española? Méritos no le faltan: natural de Fuenlabrada, exjornalero del balón (se retiró a los 24 años disconforme con el capitalismo que rodea al fútbol), antisistema, seguidor de Podemos, presidente de un club modesto de Móstoles (acaban de ascender a Tercera División) y ¡agárrense que vienen curvas! firme defensor de las ideas terraplanistas. De hecho cambió el nombre del club a Flat Earth (Tierra Plana).

Sí, amigas y amigos, el terraplanismo es lo que viene. Y los antivacunas. No se alboroten y recuerden que la formación morada ya incluyó antivacunas en sus listas electorales. Y mandó como europarlamentaria a una gallega antivacunas (IU), quien accedió al puesto porque corrió el turno (de los cinco que salieron elegidos originalmente cuatro abandonaron la nave). Su pregunta al respecto de las vacunas causó bastante revuelo en Europa (y fue purgada; podían haber hecho los deberes antes de incluirla en una lista electoral; en las pasadas europeas encabezó la lista de En Marea).

Volvamos a nuestro héroe de hoy, antes de proseguir con el asunto de los contrarios a las vacunas. Javi Poves, canterano del Atlético de Madrid también estuvo en el Rayo Vallecano, Navalcarnero, Las Rozas, Sporting de Gijón B (dónde si no) y llegó a debutar con el Sporting en Primera (un partido, en el que sustituyó a Barral). En una entrevista a El Español afirmaba que «A mí cada día me da más asco el Real Madrid» para añadir poco después que «el Sporting te deja ver los entrenamientos, van por los pueblos…». En esta misma entrevista, para completar su perfil, confesaba sus simpatías por el Islam («La conversión no está hecha… Realmente me siento más musulmán que otra cosa… Yo soy español y lo único que me ha pasado es que a través del Islam he tenido la oportunidad de sentir a Dios. Yo antes no creía en Dios ni nada de eso, pero me han pasado cosas y he sentido cosas que me han hecho cambiar mi punto de vista»). En una entrevista anterior, en Marca, contaba que vivía a caballo entre Teherán y Madrid. Lo tiene todo!!! ¿A qué sí?

Hace unos días en El Confidencial, que se ha convertido en el portavoz oficial de todos los charlatanes mundiales habidos y por haber, publicaban una entrevista con el italiano Diego Fusaro. Una cumbre, tan solo comparable al soplagaitas de Jordan Peterson, el de la teoría de las langostas. Curiosamente ambos militan en el mismo arco ideológico, aunque el italiano colabora con el órgano de expresión del fascio. El equivalente a nuestra desaparecida Fuerza Nueva (de Blas Piñar). Los más antiguos del lugar recordarán la revista y sus implicaciones.

De lo poco que sé es que, en política, no hay nada positivo que aprender de dos países actuales de Europa occidental: Italia y Grecia. Los griegos ya nos han mandado últimamente un par de iluminados de izquierda (su primer ministro y el economista calvo de apellido complicado), por no mencionar los desastres anteriores del país. ¿E Italia? Podemos remontarnos a la desaparición de la Democracia Cristiana, el Partido Socialista (PSI) y el Partido Comunista (PCI), a las continuas inestabilidades gubernamentales y, por supuesto, la aparición de personajes como Berlusconi, Grillo o Salvini. Estos dos últimos han sido antivacunas. Y concretamente el Movimiento 5 Estrellas lo fue activamente en sus inicios, mientras ascendía al poder. Fusaro también es antivacunas. ¡Y un medio español le da cobertura irresponsablemente! ¿Qué ha arreglado Fusaro en Italia? ¿Por qué nos tienen que interesar sus planteamientos si no funcionan en su pueblo? Consejos vende que para su tierra no tiene.

¿En esta búsqueda desesperada de la izquierda de referentes (la lista de patinazos es interminable) por qué no considerar a Javi Poves? Espero ansioso la entrevista con Poves en El Confidencial. ¿O no interesará porque es de Fuenlabrada y tiene un club en Mostoles?

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