Un siglo de canciones 114: “Chanson Pour L’Auvergnat” (por Elena Gabriel)

Puede que George Brassens sea el mayor exponente de la “chanson”; sin duda alguna, es un poeta enorme. Su “Chanson Pour L’Auvergnat” es una de las canciones más bonitas y sencillas de todos los tiempos. Un himno a la gente buena, al agradecimiento… a la solidaridad, a la compasión. Al vecino que no denunció. Al extranjero que se comprometió con su muestra de empatía. Al desconocido que resultó ser un amigo. Al hombre y a la mujer capaces de sentir piedad.

La “chanson”

Canción, en francés. En realidad, un estilo de canción, que encuentra sus raíces en los trovadores y acaba en la segunda mitad del siglo XX. Los cantores ambulantes viajaban por el país pregonando las noticias del pueblo y contando lo que pasaba en sitos remotos.

Engloba a grandes artistas y cantantes como la Piaf, Brel, Gainsbourg, Léo Ferré, Aznavour o el mismo Brassens, entre tantos otros.

Con influencias que van desde Ovidio y François Villon (el poeta francés más conocido del Medioevo) hasta los cánticos populares, pasando por todos los estilos de la canción bailable. Opuesta al canto eclesiástico o a los temas religiosos, la canción popular francesa se impone a mediados del siglo pasado como una herramienta irónica y crítica de la sociedad. La industria discográfica acabaría lanzandola como una suerte de esqueleto sobre el cual muchos autores contemporáneos compondrían sus canciones .

En España, Paco Ibañez, Lluis Llach o Serrat son sus exponentes más conocidos. Ellos también encontraron en Brassens una fuente de inspiración.

Georges Brassens

Nace en Sète el 22 de octubre de 1921, hijo de una italiana y de un albañil.

Influenciado por Villon, Tino Rossi, Trenet o Ray Ventura, Brassens crece en una Francia crispada por la entre guerra . Mal alumno, ladronzuelo y poco dispuesto a trabajar, la música lo atrapa y se refugia en Paris en casa de su tía Antoinette. Lee a Baudelaire, a Víctor Hugo, empieza a perfeccionar su estilo. Pero llega la ocupación y Brassens es enviado a Alemania a un campo de trabajo, del que se escapa, regresando a Paris y refugiándose en casa de sus amigos Jeanne y Marcel Planche. Viviría con ellos durante 22 años.

Mientras tanto, empieza a cantar y tocar su guitarra entre amigos.Tímido y reservado, prefiere ceder sus canciones a otros artistas. Pero en enero de 1952, la cantante Patachou lo invita a cantar con él en su cabaret de Montmartre y le presenta a un productor de Phillips, Jacques Canetti.

Brassens graba sus primeras canciones a lo largo de 1952… y luego vendrían la television, la Salle Pléyel, Bobino… la fama.

La canción del Auvernés

Auvernia es una región en el Massif Central, en el centro de Francia. Famosa por sus quesos, sus aguas termales, su artesanía… Y su hospitalidad.

Los Planche fueron los grandes amigos de Brassens. En su casa, Impasse Florimont nº 9, Paris, convivían junto a todo tipo de animales (“La Pata de Jeanne” está dedicada a Jeanne Planche).

Brassens, un hombre agradecido, nunca olvidó que Marcel Planche (auvernés de origen) y Jeanne le dieron cobijo cuando la Gestapo le buscaba después de haberse quedado en Francia tras un permiso. También estaba Louis Cambon, el dueño del Bar des Amis (Bar de los Amigos), un sitio que Brassens frecuentaba. Cambron también era auvernés. De ahí, una de las más bonitas canciones sobre la gratitud, la amistad, la hospitalidad, la sompasión y la empatía.

Se ha dicho que Brassens, con esta canción, demostró su apoyo al Abate Pierre, cuando creó Emaus para los sin techo, para los pobres, para los abandonados, para los que no tienen nada. Aunque no se conocieran y aunque Brassens no comulgara con el catolicismo apostólico romano y mucho menos, con su moral oficial.

 

En 1954 se publica su tercer LP, “Les Sabots d’Hélène”. Uno de los temas es justamente “La Chanson de l’Auvergnat”. Se grabó en el estudio Apollo para Polydor, producido por Jacques Canetti. Como siempre, acompañado por Pierre Nicolas al contrabajo y también por Victor Apicella con la segunda guitarra.

En Febrero sale el EP de “Chanson Pour L’Auvergnat” junto con “La Pière”, “Une Jolie Chanson” y “La Mauvaise Réputation”. El single salió en 1955. La cara B era “Les Sabots d’Hélène”, la canción que daba título al LP.

Una canción que se hizo inmensamente popular. Villon, el jazz, la sociedad de los años 50 y la picardia medieval se conjugan para dar cuerpo al mejor estilo Brassens. La letra, una declaración de amor, sin duda. Denuncia a la vez a la sociedad “bienpensante” y al populacho, a los campesinos ignorantes. El hambre, el frío, la cárcel son los hilos conductores de uno de los poemas más bonitos de Brassens.

La cantaron muchos: Juliette Gréco, Gigliolla Cinquetti, Paco Ibañez (en español, adaptando la versión al “maño” y dedicado a Labordeta) …incluso hay una versión en ruso.

 

(versión en ruso por Alexandre Avanessov)

Chanson Pour L’Auvergnat

Elle est à toi cette chanson
Toi l’auvergnat qui sans façons
M’as donne quatre bouts de bois
Quand dans ma vie il faisait froid

Toi qui m’as donne du feu quand
Les croquantes et les croquants
Tous les gens bien intentionnés
M’avaient fermé la porte au nez

Ce n’était rien qu’un feu de bois
Mais il m’avait chauffe le corps
Et dans mon âme il brûle encore
A la manière d’un feu de joie

Toi l’auvergnat quand tu mourras
Quand le croque-mort t’emporteras
Qu’il te conduise à travers ciel
Au père éternel

Elle est à toi cette chanson
Toi l’hôtesse qui sans façons
M’as donne quatre bouts de pain
Quand dans ma vie il faisait faim

Toi qui m’ouvris ta huche quand
Les croquantes et les croquants
Tous les gens bien intentionnés
S’amusaient au me voir jeuner

Ce n’était rien qu’un peu de pain
Mais il m’avait chauffé le corps
Et dans mon âme il brûle encore
A la manière d’un grand festin

Toi l’hôtesse quand tu mourras
Quand le croque-mort t’emporteras
Qu’il te conduise à travers ciel
Au père éternel

Elle est à toi cette chanson
Toi l’étranger qui sans façons
D’un air malheureux m’as souri
Lorsque les gendarmes m’ont pris

Toi qui n’as pas applaudi quand
Les croquantes et les croquants
Tous les gens bien intentionnés
Riaient de me voir emmener

Ce n’était rien qu’un peu de miel
Mais il m’avait chauffé le coeur
Et dans mon âme il brûle encore
A la manière d’un grand soleil

Toi l’étranger quand tu mourras
Quand le croque-mort t’emporteras
Qu’il te conduise à travers ciel
Au père éternel

Canción Para El Auvernés

Para ti es esta canción,

tú, Auvernés, quien sin más

me diste cuatro trozos de leña

cuando en mi vida hacía frío.

Tú, que me diste fuego cuando,

los campesinos y campesinas,(*)

toda la gente “de bien”

me había dado con la puerta en las narices.

No era más que un fuego de leña

pero calentó mi cuerpo

y en mi alma aún arde

como una fogata de feria.

Tú, Auvernes, cuando mueras

cuando el enterrador te lleve

que te conduzca a través de los cielos

hasta el Padre Eterno.

Para ti es esta canción,

tú, anfitriona que, sin más,

me diste cuatro trozos de pan

cuando en mi vida hacía hambre.

Tú que me abriste tu arca cuando

los campesinos y campesinas,

toda la gente “de bien”

reía al verme pasar hambre.

No era más que un poco de pan

pero calentó mi cuerpo

y en mi alma aún arde

como si fuera un gran banquete.

Tú, anfitriona, cuando mueras,

cuando el enterrador te lleve

que te conduzca a través de los cielos

hasta el Padre Eterno.

Para ti es esta canción,

tú, extranjero que, sin más,

me sonreíste tristemente

cuando los gendarmes me detuvieron.

Tú, que no aplaudiste cuando

los campesinos y las campesinas,

toda la gente “de bien”

reían al ver cómo me llevaban.

No era más que un poco de miel

pero calentó mi corazón

y en mi alma aún arde

como si fuera un gran sol.

Tú, extranjero, cuando mueras,

cuando el enterrador te lleve

que te conduzca a través de los cielos

hasta el Padre Eterno.

Entradas anteriores en:

Un siglo de canciones (todos los posts)

(*) He traducido “croquants”, palabra que se refiere a los campesinos de tiempos de Enrique IV, como “campesinos”. El término es despectivo y también podría traducirse como “paletos”.

11 comentarios

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11 Respuestas a “Un siglo de canciones 114: “Chanson Pour L’Auvergnat” (por Elena Gabriel)

  1. Muchas gracias, Elena. Sin palabras

  2. Malu

    Gracias Elena, por enseñarme tantas y tantas cosas que no sé
    Malu

  3. Ignacio Lobo

    Qué maravilla, qué falta nos hace a los jóvenes (ya cada vez menos) descubrir a esta generación que tan bien sabe decir y tiene un contenido profundamente humano.

  4. Clara Ballesteros

    Gracias, Elena, por esta información tan bien contada sobre uno de los cantantes que tanto ha influído en mi generación y gracias a Adrián por incluíra aquí.

  5. Muchas gracias Elena, es muy interesante y fascinante.

  6. Elena Gabriel

    Gracias, Masha!!! 🙂

  7. Elena Gabriel

    Gracias, Adrian y Gustavo, por vuestros comentarios… 🙂

  8. Masha

    ¡Qué bueno! Me encanta esta canción, pero no sabía nada de eso!

  9. Maravilloso! Desconocía la historia de esta canción

  10. Excelente semblanza de la canción, el autor y la Chanson. Muchas gracias Elena.

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