Un siglo de canciones 81: «Mr. Tambourine Man»

18 de agosto de 2010

«Mr. Tambourine Man» es una de las grandes canciones de Bob Dylan, y tiene unas cuantas. Al igual que «All Along The Watchtower» (el tema que inauguró esta serie), la versión -en este caso a cargo de The Byrds– le dio otra dimensión a la creación original.

Compuesta por Dylan en 1964, la estrenó en varias actuaciones, como el Festival de Folk de Newport de ese mismo año. Inicialmente la grabó con Ramblin’ Jack Elliot para su cuarto álbum «Another Side Of Bob Dylan«. Pero no quedo satisfecho y no la incluyó.

Meses después el manager de The Byrds, gracias al editor de Bob Dylan, se hizo con la partitura y un acetato (prensaje de prueba) de la grabación. Ambos artistas además estaban ligados a la misma discográfica (Columbia Records).

The Byrds acababan de firmar -recomendados por Miles Davis– y cambiaban su antiguo nombre artístico, The Jet Set (y anteriormente The Beefeaters, con el que habían grabado un single para Elektra, por aquel entonces un sello folk), cuando Chris Hillman y Michael Clarke (un baterista sin instrumento) se unieron al trío original (Crosby, McGuinn y Clark). Su conocimiento del primer «Mr. Tambourine Man» fue decisivo para que lo grabasen antes que la versión definitiva de su autor (incluida en su quinto disco «Bringing It All Back Home«).

El grupo no estaba muy convencido Pero tras una sesión de grabación le pidieron opinión al propio Dylan. La bendición de éste fue definitiva para disipar las dudas del grupo. Era algo totalmente distinto a su creación. Para estar más en la onda Beatles, que arrasaba, cambiaron el compás a un 4×4 (le daba un aire más rock); incluso el nombre tenía bastante que ver: Byrds es a birds como Beatles es a beetles; adaptaron una Rickenbaker de 12 cuerdas, a lo George Harrison; la intro de guitarra de McGuinn del principio está inspirada en Bach; y recortaron la letra: en esa época las radios no ponian canciones con una duración superior a los dos minutos y medio.

The Byrds y «Mr. Tambourine Man» fue el primer disco de folk-rock de la historia. Y su primer gran éxito. Si bien es cierto que existían precedentes, como la versión rockera de un clásico del folk americano «The House Of The Rising Sun» (The Animals) o algunas composiciones de los Beatles.

Pero no todo fue tan sencillo. El productor, Terry Melcher, desconfiaba de la capacidad como instrumentistas de la formación. Así que contrató al equipo habitual de músicos de Los Angeles para la grabación. Aparte de las voces sólo McGuinn -y su guitarra de 12 cuerdas- participó en la sesión de las 2 canciones que conformarían el sencillo. Posteriormente para el LP, también llamado «Mr. Tambourine Man«, la banda tocó en todos los temas.

La grabación tuvo lugar en los estudios Columbia en Hollywood, a finales de enero de 1965. Una vez que Bob Dylan editó la suya en marzo del 65, incluida en el álbum «Bringing It All Back Home«, se lanzó el single de los Byrds en abril. En junio de ese año el 45 de los Byrds  llegaba al nº 1 de las listas británicas y estadounidenses. Era la primera canción de Bob Dylan que llegaba a lo más alto de las listas.

Antes de seguir adelante con nuestra canción de hoy quisiera dedicarle unos párrafos a Terry Melcher, el productor. Su madre le tuvo con tan sólo 19 años. Era Doris Day y su embarazo supuso el punto de no retorno en la relación con su pareja, el trombonista Al Jorden. Tras el divorcio Jorden no tuvo ningún contacto con su hijo. El apellido Melcher lo tomó del tercer marido de su madre (su segundo esposo también fue músico).

Dennis Wilson, de los Beach Boys –con quienes había trabajado, le presentó a Charles Manson, aspirante a músico y líder de la tristemente famosa comuna. Melcher le invitó a su casa para escuchar temas, tocar canciones, etc. El asunto no cuajó. Manson no pareció muy conforme con la situación. Poco después Melcher y su pareja, la actriz Candice Bergen, se mudaron. El dueño de la casa se la alquiló a Polanski y Sharon Tate. La noche de la masacre parece que o bien le buscaban o era un aviso (CM ya se había presentado en la casa con anterioridad, pero no le recibieron porque Melcher ya no vivía ahí; no conozco si se lo creyó o no).

Siempre se ha comentado que «Mr. Tambourine Man» hace referencia a las drogas. Incluso que «el señor de la pandereta» podría ser un camello. El autor siempre lo ha negado y cita a Rimbaud y «La Strada» de Fellini como influencias. Y algo tendría que ver también el carnaval de Nueva OrleansMardi Gras– de febrero de 1964, porque fue ahí y entonces cuando empezó a escribirla. Lo que sí sabemos es que el personaje está inspirado en el músico Bruce Langhorne. Una habitual de la escena folk del Greenwich Village neoyorkino. Y frecuente colaborador del Dylan de esa época. Su guitarra se escuchaba desde el «The Freewheelin’ Bob Dylan» hasta este «Mr. Tambourine Man» (es la eléctrica que acompaña a la armónica y acústica del maestro) y en otras canciones del «Bringing It All Back Home» (es el guitarra solista de «Maggie’s Farm«).

Como habrán podido comprobar «Mr. Tambourine Man» forma parte de la historia musical de la segunda mitad del siglo XX. Y representa varios hitos en un momento clave de su autor: Bob Dylan estaba cambiando su dirección artística, orientándose hacía el rock -le llovieron críticas feroces desde los sectores más puristas del folk-. Ese cambio de tendencia se inició gradualmente en 1964 con «Another Side Of Bob Dylan» y se confirmó al año siguiente con la banda eléctrica con la que se acompañaba en directo y con la aparición de «Bringing It All Back Home«, donde estaba nuestra joya de hoy. La explosión vino al año siguiente con…pero eso es otra historia. Y no me cabe ninguna duda que la versión de los Byrds -y su tremendo éxito: la primera canción de Dylan que llegaba al número uno- le reafirmaron que iba por el buen camino.

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16 comentarios

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16 Respuestas a “Un siglo de canciones 81: «Mr. Tambourine Man»

  1. GALILEo Claudia Cea Cruz

    Un seguidor de DYLAN, desencantado de todo lo que los años 60 prometían y no fueron , le pide a DYLAN (el hombre-pandereta) una canción…y el regreso de la ilusión y de la libertad.
    …algo que DYLAN también está persiguiendo, sin éxito.
    …algo que de momento «el hombre-pandereta» no le puede proporcionar.

  2. Hoy he recuperado este Post, ( me pilló de Vacaciones y se me pasó) con bastante ilusión, amigos esto es lo que en la practica debería de considerarse Universidad, aquí los temas se toman en serio, muchas gracias a todos por vuestras opiniones, en especial al «ponente » ya casi me quedo a vivir en este magnífico oasis.

  3. Visto en el Facebook de Juan Muñoz:

  4. Seth

    Ya que se está hablando de Pete Seeger, de Roger McGuin, de Dylan y de canciones como Turn! Turn! Turn! y Mr. Tambourine Man, me vienen a la mente 2 grandes vídeos… Roger McGuin y Bruce Springsteen con la E Street precisamente cantando estas canciones:


    Una pena que el segundo no esté entero. No aparece en los vídeos, pero es curioso como antes de llamar a McGuin al escenario el propio Bruce reconoce que mucho antes de ser «famosos», cuando tocaban en pequeños clubs, hacían muchas versiones de los Byrds y los escuchaba continuamente en una vieja radio que tenía en su coche. Fueron una gran influencia.

    Aquí Roger habla de cómo Steve le llamó para invitarle a tocar con ellos ese día: http://www.youtube.com/watch?v=jozau8b3p0M

    En fin, no tiene mucho que ver, pero mola saber esas cosas.

    Un saludo a todos.

    • Gracias por los enlaces Seth. Y me recuerda algo que olvidé mencionar. Al igual que John Fogerty tenía un sonido en su voz, McGuinn lo desarrolló: mencionaba que para grabar «Mr. Tambourine Man» intentó un hibrido entre la voz de Lennon y la de Dylan.

  5. Luis Prosper

    Muy bueno el articulo. Y el broche final de A. Perea brillante.

  6. Antonio Perea

    De nuevo aparece el abuelo Bach como telón de fondo de alguna inspiración rockera. Hace nada, Adrián, nos comentabas algo al respecto con motivo de «Blackbird», y estuve de acuerdo contigo en no ver mucha relación, aunque la inspiración es libre. Ahora surge en el «Mr Tambourine» de los Byrds a través de la guitarra del conspicuo “bachiano” Roger McGuinn. Esta presencia recurrente de Bach en la cultura pop daría por sí sola para un post. Lástima que no tenga yo un conocimiento tan al detalle de la producción del abuelo como para documentar esas influencias, porque hasta donde conozco aquélla, no logro encontrarlas ni en una ni en otra canción. Sin embargo, estoy seguro de que es real, porque McGuinn, como McCartney, debía de comentárselo a todo el mundo, y de hecho introdujo en “She Don’t Care About Time” (1965), cara B del single “Turn,Turn,Turn”, una cita absolutamente textual del famosísimo tema de Bach que aparece en los números 6 y 10 de la cantata BWV 147 “Herz und Mund und Tat und Leben”. Por cierto: ¿serán los primeros tres o cuatro compases (metales y maderas) del coro de entrada de esta misma cantata la inspiración del riff de guitarra de Mr.Tambourine? Quizá, aunque un poco pillado por los pelos. Con tu permiso, Adrián, os dejo un enlace de Youtube para que juzguéis vosotros.

  7. Olvidé una cosa que tiene relación con esta canción, y que demuestra que Pete Seeger no era un cerrado de mente como algunos pretenden. En el LP en donde se edita esta canción con el mismo título, incluyeron «Bells of Rhymney», una canción de Seeger basada en un poema. Para el siguiente disco fue «Turn! turn! turn!». Pete Seeger, por mor del régimen semi-fascista que el senador McCarthy había impuesto sobre la intelectualidad estadounidense, estaba marginado de la vida pública, y cuando oyó la versión de los Byrds les escribió dándoles las gracias y la enhorabuena. He dicho muchas veces que en las críticas a Dylan hubo de todo, puristas por supuesto, pero creo que más que nada era la crítica a estarse vendiendo: vale que había un folk comercial, pero generalmente el folk era el arma política y el pop el de la sumisión (ésa era la visión). Es mi humilde opinión.

    • Pete Seeger nunca fue cerrado de mente, al contrario que muchos de sus compañeros de partido, quienes precisamente copaban parte de la crítica folk del momento. Ese «purismo» mal entendido tiene varios paralelismos. Uno, el que tú mencionas Gustavo, que asociaba el «pop» o el «rock» con el sistema. Pasaba en USA pero también en la URSS, China, al principio de la revolución cubana,… donde las guitarras eléctricas eran el símbolo cultural del imperialismo. En USA se daban además unas circunstancias añadidas: el fascismo/extrema derecha racista opinaba lo mismo, con claras connotaciones xenófobas («música de negros») y religiosas. ¿Quién decía que los extremos se tocan?

      • Como dice Forges: sasto!
        Te confieso una cosa: durante mi «transformación» no sólo dejé de lado el rock jipioso que me había acompañado durante mi adolescencia, sino que llegué a aborrecer a algunos (tanto que aún intento curarme), pero gracias a ti, a Antonio y a un beatlemaníaco de Valencia, conseguí reconciliarme con mi viejo yo y sintetizarlo con el nuevo.

  8. Moebius

    Gran versión de un enorme clásico. Efectivamente, con canciones como ésta muchas cosas empezaron a ponerse a rodar…

    Saludos

  9. Además de por el paralelismo Beatles/ beetles y Byrds/ birds, se les planteó el nombre por una cuestión de argot: «birds» al menos por entonces, quería decir «maricas»: nadie se tomaría en serio un grupo llamado «Los mariquitas» (no por entonces, excepto tal vez en el círculo extravagante neoyorquino). «Bisho malo» el tal Manson: un puto nazi disfrazado de hippie…

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