De un Serrano a otro Serrano. Del gran Ismael Serrano al ridículo Alfonso Serrano. Uno es un cantautor comprometido, que además escribe preciosas canciones de amor, y el otro aparte de senador es el n.º 2 del PP de Ayuso en Madrid.
No hace falta especificar quién es santo de mi devoción. Tan solo un apunte: Ismael Serrano fue mi último fichaje importante como director de una discográfica (Paco Trinidad era el director artístico).