Un siglo de canciones 35: “I Want You (She’s So Heavy)” (por Raskolnikoff)

14 de septiembre de 2009

I want you

Puede que el carácter de una persona dependa de la música que oye de niño, mis primeros recuerdos en éste sentido son del «Abbey Road» y yo no tendría más de 4 años. A mi madre le debo que mi infancia transcurriese al compás de los «fab four», de la Tamla Motown y de Adriano Celentano; creo que no hubiera sido el mismo sin ese referente.

Y de entre toda esa colección de genialidades mi viaje al pasado siempre se detiene en ésta canción, siempre creí entender (incluso con 4 años) lo que Lennon quiso decir aquí y nunca pude explicarlo de una manera inteligible. La vida, la muerte y el amor son básicamente lo mismo, no puede haber uno sin los otros dos. Todo el resto de cosas o bien dependen de esta trinidad o bien no importan, y ésta canción es la única en la que la mezcla es digna del mejor cocinero metafísico: Albinoni tiene su canto a la muerte en el «Adagio«, Harrison su oda al amor en «Something» o Grieg su homenaje a la vida en «Peer Gynt«. «I want you (she’s so heavy)» es la única canción en la que veo a las tres fuerzas básicas representadas de tal manera que la existencia de una depende de su cercanía o alejamiento con las otras dos, y esto dice a las claras qué clase de genio era John Winston Lennon. Sólo Vivaldi en sus estaciones es capaz de aguantar una comparación, con la diferencia de que Lennon lo consiguió en apenas un puñado de notas.

El «Abbey Road» es el canto del cisne de la que probablemente haya sido la mejor banda del siglo XX, retazos unidos de una sinfonía que engloba lo mejor que cuatro scousers dieron en sus últimos tiempos unidos. Como si fuera una campana de Gauss esta canción es el clímax del álbum al llegar al medio, los gritos desgarrados de Lennon y el bajo de McCartney traspasan la carne, cruzan la frontera entre la locura y la normalidad y hacen germinar en el alma el secreto de todo lo que encierra la existencia humana. No sé si fue objeto de la casualidad o de la genialidad, ni siquiera sé si lo que digo es cierto pues de todo se ha de dudar. Lo que sí puedo asegurar es que esta explicación encaja en mi puzzle de ideas y en mi propia filosofía, que aunque pueda ser ridícula es a lo único a lo que me puedo atener.

El final de la canción, esos minutos repetitivos con sus 13 notas in crescendo en medio de una tormenta de viento y su final interrumpido de un modo brusco, explica la experiencia más intensa que tuve en mi vida, hará ya 3 años. Fue justamente así, no puedo explicarlo pero fue así. La vida, el amor y la muerte vinieron al rescate de un hombre perdido por sus propias contradicciones, un hombre varado en un mar de dudas sobre el significado de todo. Toda gran película tiene una banda sonora en la que cada nota encaja perfectamente en cada momento: Visconti tuvo a Rota, Leone a Morricone y yo tuve a Lennon.

Quizás Dios no juegue a los dados con el Universo, quizás existan telas de araña invisibles que unan todo con sentido, quizás el hecho de nacer cuando murió el genio de Liverpool ayudase, quién sabe. El caso es que la historia de mi vida permanecerá siempre invariablemente ligada a esta canción.

I want you

I want you so bad

I want you,

I want you so bad

It’s driving me mad, it’s driving me…

She’s so heavy

 

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10 comentarios

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10 Respuestas a “Un siglo de canciones 35: “I Want You (She’s So Heavy)” (por Raskolnikoff)

  1. Muy agradecido por los inmerecidos elogios y al gran mecenas Vogel, por haberme invitado a ser parte de su grandioso blog sin haber contraído méritos para ello, un saludo a todos desde el neolítico (no tengo acceso a la alta tecnología, para bien y para mal)

  2. Luis Prosper

    Y evidentemente el toque de Paul McCartney en los temas de Lennon.

  3. Luis Prosper

    Muy bueno el post. Pero me gustaría insistir en la importancia de George Martin como arreglista. Sin desmerecer a Lennon, una cosa es hacer un blues y otra convertirlo en esta maravilla.

  4. ANTONIO

    Me sumo a los elogios, Rasko.

  5. She’s So Heavy, es, bueno, muy jebi! Y Rasko es un ente digno de gran respeto.

  6. ¡Me encanta cuando se ponen «brutos»!

  7. liz

    geniales, la canción y el post!

    Saludos

  8. Brutal, el post. Como la canción.

  9. ¡una canción cojonuda, por cierto¡¡

    saludos.

  10. Raskolnikoff nos trae el segundo tema de los Beatles a «Un siglo de canciones». La que dicen que fue la ultima canción que los cuatro Beatles trabajaron juntos en el estudio. Y se les unió Billy Preston (colaborador habitual de la banda por aquel entonces).

    A Rasko lo podéis seguir en su “renacido” blog “Un respeto a los clásicos”.

    http://raskolnikoff.wordpress.com/

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