España se impuso en los penaltis a Croacia para llevarse la Nations League 2023. Era nuestra segunda final consecutiva (perdimos la anterior frente a Francia). Es el momento adecuado para recordar que fue Luis Enrique el que nos condujo a esta fase final. Y De la Fuente en dos partidos nos ha llevado al campeonato. También es importante acordarse que con este título lo hemos ganado todo: 1 Mundial (2010), 3 Eurocopas ( 1964, 2008 y 2012) y 1 Oro Olímpico (1992). Esta medalla de oro es ignorada por los medios cuando hablan de los éxitos de la selección. Cuando logramos la plata en Amberes (1930) el torneo de fútbol era prácticamente un Mundial. Así lo reconoció la FIFA desde 1914 (curiosamente el primer Mundial se jugó ese mismo año en Uruguay y solo participaron 13 países por las dificultades del viaje). Con la implantación del fútbol profesional las selecciones participantes pasaron a ser las B, durante algún tiempo también conocidas como amateurs. Todo esto cambió con la era open. Las selecciones olímpicas empezaron a alternar figuras y veteranos con sub 23. Ese oro de Barcelona 92 refleja esta nueva composición con jugadores como Guardiola, Kiko, Luis Enrique, Alfonso, Cañizares, Ferrer, etc. Así que a todos los efectos debe considerarse como un logro de la absoluta.
La final fue bastante peñazo, como la de la Champions. Solo que esta se alargó con prórroga y penaltis. La tanda fue lo mejor de la noche. Con un héroe indiscutible: Unai Simón. Paró dos. El primero pudo haber sido decisivo (hasta ese momento los lanzamientos habían sido impecables). Si España anotaba eramos campeones. Cuando vi a Laporte como encargado del quinto penalti español temblé. Y exclamé un sonoro «¡Laporte no! Mi hijo me miró con cara de cachondeo, conocedor de lo que pienso del central suplente de suplentes (pensaba lo mismo de Eric García, cuyo error ante Francia nos costó la anterior Nations League). El lanzamiento de Laporte no salió fuera del estadio porque se tropezó con el larguero. Entramos en una nueva tanda, con muerte súbita. Y volvió a aparecer Una Simón. Si en el anterior, el tercero de los croatas, despejó con las piernas en su vuelo hacía uno de los palos, en este se lució con una fenomenal estirada. España volvía a tener la oportunidad de ganar la final. Dani Carvajal anotó a lo Panenka. Aunque prefiero decir que fue a lo Sergio Ramos.
Rodri fue elegido el mejor de la final, que se une al MVP obtenido en la final de la Champions. En este caso creo que el premio debió ser para Unai Simón que decidió el partido.
Me tendrán que disculpar que no entre en los pormenores de un partido que me aburrió. Y del que me quedo con la victoria, que no es poca cosa.
El Mundano 