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Marruecos elimina a España

EFE Marca

Marruecos elimina a España a los penaltis y pasa a cuartos de final del Mundial. En su día vaticiné que Marruecos eliminaba a España, pero no suponía que fuese así (en la tanda de penaltis). Contaba con las excelencias defensivas de Los leones del Atlas y lo bien trabajada que está esta selección. Con un Amrabat que es el sustituto natural de Casemiro, o al menos debería serlo. Un dato elocuente: Marruecos solo ha encajado un gol en sus cuatro partidos y fue en propia puerta. En la portería tienen al portero menos goleado de la pasada Primera División española. Y dos laterales excelentes, además de buenos puntas como Ziyech

He de confesar que cuando mi hijo me cantó la alineación de España comenté que no me gustaba. La presencia de Busquets lastra al equipo porque ya no es el mismo maravilloso mediocentro de hasta hace un par de temporadas. Entiendo que adelantar a Rodri a su posición natural -en vez de Busquets- sería romper la armonía encontrada por Luis Enrique en el centro de la defensa. Mas teniendo en cuenta que enfrente estaría Amrabat nuestro seleccionador debería haber buscado alternativas. El mediocentro marroquí es un experimentado jugador, a pesar de su edad (26), con años de experiencia en el Calcio italiano y forjado en el fútbol neerlandés. Gran parte del éxito defensivo de Marruecos parte de este jugador. Tampoco me gustaba la presencia en el once del yerno de Luis Enrique, Ferran Torres. Suplente del Barça, que lo fichó siendo suplente del Manchester City. Jugar con falso nueve frente a una selección tan sólida como Marruecos es absurdo. Perdemos un referente en ataque, que puede finalizar nuestras largas y tediosas posesiones. No sería el primer partido en el que centrábamos al área buscando a nadie. En cambio sí me gustó la tercera novedad: la presencia de Marcos Llorente en el lateral derecho. Dada la baja forma de Carvajal y los problemas físicos de Azpilicueta la presencia del rojiblanco era una buena solución a priori. 

Las dos mejores ocasiones de los primeros 45 minutos las protagonizaron Marco Asensio, mediada la primera parte, y el cabezazo en el 41 de Aguerd, el central marroquí. Ambos estaban libres de marca en sus intentos. El resto fue un tira y afloja con Marruecos esperando para lanzar el juego por las bandas (donde destacó Boufal). Nuestro dominio de balón era infructuoso y como me temía Busquets estaba anulado por Amrabat. Gavi se multiplicaba.

No hubo cambios en el descanso. Pero sí en la disposición de nuestros centrales: Rodri y Laporte adelantaban su posición en nuestras posesiones. Suplían así el déficit de Busquets, ganando además superioridad númerica en el centro del campo.

El deseado Morata y Carlos Soler calentaban en la banda. No salieron hasta el 62 y medio por Marco Asensio y ¡Gavi! Lo del centrocampista culé es incomprensible. Estaba siendo nuestro mejor jugador junto a Rodri. La permanencia del yerno en el campo tampoco se entendía. 

Sobabamos y sobabamos la pelota pero no rematábamos. Ellos esperaban, aguardando su momento. El mareo de pases no afectaba para nada sus intenciones. 

En el 75 por fin el suegro retiró al yerno. Nico Williams entró por Ferran Torres. La Roja, hoy de celeste, seguro que ganaba profundidad y velocidad por banda derecha con este cambio. En la primera que tocó se internó por su costado y metió un excelente pase al área chica. Esta jugada es más de los que había hecho el yerno. En el 81 Nico Williams propició la segunda ocasión de España en el partido: se la puso a Morata, quizás demasiado escorado y remató a escasos centímetros de la línea de fondo. No entró y la pelota tampoco encontró a alguien que la empujara. Se paseó cerca de la línea de gol. La presencia del menor de los WIlliams daba otro aire al ataque de España. Morata también.

Dieron cinco minutos de descuento y a punto de cumplirse el tercero nos dieron un tremendo susto, con una falta lateral. Afortunadamente se señaló fuera de juego. Y a falta de medio minuto Dani Olmo bota una falta, Rodri amaga con cabecear y Bono en un alarde de reflejos despeja el balón que se colaba por el palo largo.

0-0 y nos íbamos a la prórroga. La segunda de este Catar 2022.

Balde y Ansu Fati entraron en el 97 por Jordi Alba y Dani Olmo. Me alegró mucho ver a Ansu Fati en el campo.

Unai Simón en el 103 salvó con su pierna derecha el remate de Chedirra que se colaba. Aprovechó muy el bien el pase filtrado de Ounahi. Chedirra tuvo otra poco después pero Rodri y Laporte cerraron muy bien.

El cuarto de hora final siguió la tónica de lo jugado anteriormente. Marruecos en ataque sufría el cansancio de Ziyech, cuya inteligencia como futbolista es remarcable. 

En el 118 otra frivolidad de Luis Enrique: retira a Nico Williams para que entre Sarabia. ¿Pensando en los penaltis? Se añadieron tres minutos. ¿No podía haber esperado? Williams era nuestro delantero más profundo.

Sarabia la tuvo en el último minuto. Mas falló y la pelota se fue rozando el palo. Nos íbamos a los penaltis. Con 0-0 en el marcador.

Marruecos comenzó lanzando. Marcaron el primero. Sarabia falló el suyo. ¿Para esto entró en el partido? Ziyech transformaba el segundo. Bono paró el de Carlos Soler. Unai Simón paró el tercero de ellos. Bono paró el de Busquets. Achraf tiraba el que podía ser decisivo. Y lo hizo a lo Panenka. Habíamos fallado tres penaltis. Los que lanzamos. Esto me recordó inmediatamente las palabras de Luis Enrique de hace un par de días en las que displicentemente, y provocando, dijo que no era necesario entrenar los penaltis. Unas horas antes Morata había comentado que el partido igual llegaba a la tanda de penaltis. 

P.D.: dudé en titular este post como El tremendo error de no ser primeros de grupo 2 como continuación del de ayer. Otra alternativa fue El que avisa no es traidor por el de Ojo con Marruecos del 1 de diciembre.

 

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Milagro en Manchester

Jesús Álvarez Orihuela AS

De milagro podemos calificar lo vivido anoche en Manchester por el Real Madrid. El partido no pudo empezar peor: De Bruyne anotaba el 1-0 al minuto de juego en el primer despiste defensivo de la noche; a los 10 minutos en otro desbarajuste de nuestra defensa Gabriel Jesus hacía el 2-0 y dejaba retratado a Alaba. Era increíble lo que estábamos viviendo. No pasabamos de la divisoria de ambos campos. Nos presionaban por todo el campo. No ligábamos dos pases seguidos. El meneito que nos estaban metiendo era tremendo.

A medida que avanzaba el encuentro el 2-0 se quedaba corto. Hasta que Modric, poco antes de la media hora de juego, apareció y reactivó al moribundo. Benzema en el 32 acortó distancias (2-1). Modric robó un balón y abrió a la banda a Mendy. El lateral centró y Benzema se anticipó para rematar a gol con el interior desde la inmediación del punto de penalti. El balón entró pegado al palo.

Rodrygo pudo marcar tres minutos después.

El 2-1 al descanso era le mejor noticia para el Madrid. El cuarto de hora final de la primera mitad era poco bagaje para el aluvión de juego del Manchester City. Pero ese gol mantenía vivas nuestras esperanzas.

El arranque de la segunda mitad fue tan desastrosa como la de la primera. Nos arrollaron. Fallaron un gol incomprensible con dos oportunidades en la misma jugada. La primera la salvó el poste y la segunda Carvajal bajo palos. Mas Foden en el 52, solo, lograba el 3-1. Estábamos otra vez en la lona.

Y en estas apareció Vinicius. Corría el minuto 54 (dos min. tras su tercer gol) y un balón largo buscó al brasileño. En su campo, a un metro de la línea del centro de campo, de espaldas a Fernandinho, le amaga y se va. Deja clavado a su compatriota y se lanza veloz en carrera hacia la portería. ¡Tremenda carrera conduciendo la pelota! Encara al meta y desde el vértice del área chica supera a Ederson con un remate cruzado al palo largo. 3-2.

Cualquier otro rival se hubiese derrumbado. A ver, dominas el encuentro en todas las facetas, te pones 2-0 y 3-1 y antes de cumplirse la hora de juego solo vas ganando 3-2. El City demostró su carácter. No se vino abajo. El Madrid tampoco. Esta fue la característica del partido: dos equipos de una gran personalidad que saben afrontar adversidades.

La cosa no acabó aquí. En el 73 Bernardo Silva de un trallazo imponente ponía el 4-2 en el marcador. Fue otra jugada tonta del Madrid en defensa. Kroos hace falta en la frontal del área, merecedora de amarilla. Los nuestros se paran. El árbitro no pita. Silva se hace con la pelota y la mete por toda la escuadra.

Ocho minutos después Laporte devuelve el último regalo madridista. Salta con los brazos en cruz y la toca con la mano. Penalti. Benzema a lo Panenka hace el 4-3 que será definitivo.

Habrán observado que no me he detenido en variantes tácticas, cambios por lesiones (Stones y Alaba), etc. Ha sido un partido espectacular de goles, emociones y sensaciones. Ni siquiera las estadísticas explican lo sucedido.

Marca

¿Cómo explicar 4 goles de seis remates a puerta (City)? ¿Y tres de cinco (Real Madrid)? El City remató 16 veces y todas llevaron peligro. El Madrid 11 de las que solo cinco fueron ocasiones.

Esta ide a de semifinales de Champions ha sido una delicia para el espectador neutral. Y una agonía para los seguidores de ambos equipos. El City ha sido mejor pero no ha aniquilado al Madrid, que sale vivo y confiando en la magia del Bernabéu. ¿No estaremos tentando demasiado a la suerte?

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¡Sergio Ramos falló dos penaltis!

La noticia del partido, más allá del resultado, fue que Sergio Ramos falló dos penaltis. Después de anotar 25 consecutivos llegó el final de una racha que ha sido histórica. El portero suizo Sommer es el otro protagonista de esta historia. Adivinó la dirección del primer lanzamiento y aguantó bien el amague de Ramos (al que quizás le faltó fuerza en el disparo). En el segundo aprovechó la pésima ejecución de nuestro capitán. Me da la sensación que intentó un Panenka y no acertó picando el esférico. Esta segunda pena máxima, sobre Morata, supuso además la segunda amarilla para Elvedi (min. 78). España iba perdiendo 1-0 ante Suiza cuando se produjeron estos dos lanzamientos. Y antes de ellos un error tremendo de nuestro portero, Unai Simón, pudo suponer el 2-0. Salió fuera de su área para despejar un balón. La patada fue al aire. Seferovic se hizo con la pelota y chutó. Menos mal que Ramos salvó el gol bajo los palos. ¿El portero del Athletic, a tres puntos del descenso, está para ser titular de la selección?

España empató in extremis frente a Suiza gracias a Gerard Moreno (min. 89), a pase de Reguilón. Y a pesar de los errores de Luis Enrique. El seleccionador se equivocó en la alineación, en los cambios (¿por qué entró Morata en el 55 y no en el descanso?) y en el planteamiento.

¿Es normal que Rodri o Morata no sean titulares? ¿O Koke que parece haber recuperado el buen tono en su club? ¿Es lógico poner a Dani Olmo de delantero centro? Y luego intercambiar su posición con Oyarzabal en el arranque de la segunda mitad. Olmo es un punta que prefiere buscar el pase en vez de rematar. Al menos ayer. Además de no acertar ningún pase, la única vez que buscó portería fue justo cuando no debía. Desde muy, pero muy lejos. Ni siquiera alcanzó la puerta, su disparo fue rechazado por un defensa. Le falta mucho para ser titular con España. Tampoco entiendo la presencia de Adama Traoré. Estará todo lo fuerte que ustedes quieran. ¿Mas qué aporta al juego colectivo? ¿Finaliza bien alguna jugada? ¿Qué peligro creó por su banda?

Marcos Llorente está de dulce. Tiene llegada, fuerza y gol. Ayer Luis Enrique lo dejó en la grada. Prescindió completamente de él. Podría haber ocupado el puesto de Fabián en el medio campo (se fue tocado en el 55 y le sustituyó ¡Morata!) o el de Taoré (quien entró en el 72).

Este empate nos relega a la segunda posición de nuestro grupo. Solo se clasifica el primero para semifinales. El último partido será el próximo martes en Sevilla contra Alemania, nueva líder del grupo. Solo nos sirve ganar.

P.D.: El 1-0 de Suiza lo anotó Frueler en el 25 tras una marcelada de Reguilón. Le buscaron la espalda y le dejaron en evidencia. Ramos tampoco estuvo fino.

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Zidane cambió el libreto

JORGE GUERRERO AFP AS

En San Sebastián, ante la Real Sociedad, Zidane apostó por las bandas (con Rodrygo y Vinicius). En Sevilla, frente al Betis, cambió el libreto. No es que renunciase a las bandas. Simplemente no las saturó, dejando vía libre a los laterales (Carvajal y Mendy). En mi opinion, ni tanto ni tan calvo.

El arranque del choque fue vertiginoso: no se habían cumplido ni 10 minutos y ya teníamos un gol anulado a Benzema, una oportunidad local desbaratada por Courtois y un jugadón de Mendy, quien no tuvo claro el pase de la muerte y se la jugó con un remate que se le fue fuera. Y en el 13 llegó el 0-1. Una formidable jugada de Benzema, de extremo derecho, fue rematada a la red por Fede Valverde, en la posición de delantero centro. Este gol da idea de la movilidad de los madridistas. Lo que pretendía Zidane. Su alineación al menos parecía indicar esto. Con Jovic de titular, Valverde, en vez de Modric, acompañando a Kroos, Casemiro y Odegaard, quien repitió titularidad.

Con el 0-1 el Madrid tenía el partido con todo a favor. El Betis estaba desconcertado y Sergio Ramos pudo hacer el 0-2. Pero falló. No fue su peor error de la noche.

Hubo una jugada que terminó cambiando el ritmo del encuentro: una entrada de Emerson a Casemiro. Case salió tocado y amarilla para el bético. Y a medida que avanzaban los minutos bajaba su rendimiento y emergía Canales. Entre el 34 y el 37 el Betis volteó el marcador. Primero, Mandi cabeceó imponiéndose en el salto al renqueante Casemiro. Y luego Carvalho hizo el 2-1 tras una defectuosa salida de balón de Sergio Ramos (regaló la pelota a los rivales) y un blando Odegaard en la cobertura del autor del gol.

Las malas noticias, además del mal partido de Jovic y Odegaard, no terminaron con los goles locales. Finalizando la primera mitad Kroos tenía que abandonar el terreno de juego tocado. Entraba Modric.

Con el 2-1 se llegaba al descanso.

Isco salió del vestuario sustituyendo a Odegaard. Y en el 48 empataba el Madrid. Un autogol de Emerson. Justicia poetica. En un principio pareció que el pase de Carvajal lo había rematado Benzema. Un minuto después, tras la revisión del VAR del 2-2, Benzema reventó la pelota contra el travesaño y luego entró. No se concedió porque el francés estaba en fuera de juego.

El primer cuarto de hora de Isco, sin ser ninguna maravilla, fue mejor que toda la primera parte de Odegaard. Jovic en cambio de iba de mal en peor. Y Zidane puso a calentar a Borja Mayoral. En el 64 Jovic protagonizó una de las jugadas del partido. ¿Estaba en fuera de juego? ¿Era penalti o roja? El VAR dictaminó que era roja para Emerson. Y se pitó la falta. Ramos estuvo a punto de hacer el 2-3 en el lanzamiento.

Benzema la tuvo un par de minutos después. El pase de Valverde iba muy fuerte y fue la pelota la que golpeó al delantero y no al revés. Un minuto después se producía el anunciado relevo de delanteros. A mi entender, con el Betis en 10, era mejor Vinicius que Mayoral.

La inferioridad numérica del Betis los hizo buscar las contras. Mientras, el Madrid buscaba el gol de la victoria. Estaba obligado a ganar. A medida que avanzaban los minutos la ansiedad madridista iba en aumento.

En el 79 el VAR señalaba otra jugada decisiva: penalti por mano de Bartra en un forcejeo con Mayoral. Sergio Ramos transformaba a lo Panenka. 2-3.

Un par de minutos después una incursión de Valverde por la derecha fue salvada por Joel tras el remate de Isco. El paradón de la noche: una mano abajo, a contrapié.

Los ocho minutos de descuento se me hicieron largos. No porque viese peligrar el resultado. Más bien por el ritmo tedioso del Madrid. El cuarto estuvo más cerca que el gol del empate (dos ocasiones, de Valverde –ha vuelto– y una muy clara de Benzema, en el último segundo).

El Betis 2 Real Madrid 3 fue un buen partido. Bien jugado. Disputado. Y emocionante por los vaivenes del marcador. Y del VAR. Por otra parte, es la victoria n.º 100 de Zidane en el banquillo blanco.

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Mal día en Can Barça

AS

Fue un mal día en Can Barça. Empezaron perdiendo la Liga ACB frente al Baskonia y luego empataron en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid.

En un buen partido, jugado a un ritmo alto teniendo en cuenta el calor reinante, tuvo varios protagonistas: Diego Costa, Carrasco, el árbitro y el VAR.

Se adelantó el Barça con un incomprensible gol en propia puerta de Costa. Apenas llevábamos 10 minutos de encuentro. Minutos después una arrancada de Carrasco desde su campo, superando a Piqué en carrera (había subido a rematar un saque de esquina y ya le pesan los años así como el calor y su corpulencia). A Carrasco le sale Arturo Vidal, que había hecho muy bien la cobertura a Piqué. Carrasco, ya en el área, sorprende con un recorte y Vidal le derriba. Penalti. Lo lanza Diego Costa y Ter Stegen lo para. El árbitro, con la ayuda del VAR, mandó repetir el lanzamiento, porque el meta culé se había adelantado y no había mantenido ni un pie sobre la línea de gol. El Barça protestó. Esta vez lanzó Saúl y empató en el 18.

Llegados a este punto hagamos un breve repaso de protestas azulgranas. Su entonces técnico Pep Guardiola, cuando no había VAR, se quejó de un árbitro porque había acertado. Sí, han leído bien. Su razonamiento era que por unos pocos centímetros había acertado y que igual se podría haber equivocado, que era lo que servía a sus intereses. En la reanudación de esta Liga 2019/20, tras el forzado parón por la pandemia, el Barça ha inaugurado otra modalidad de protesta, basada en aquella de Guardiola: quejarse de los aciertos, esta vez del VAR. Lo hemos visto en las últimas jornadas y especialmente tras el Real Sociedad-Real Madrid. Ahí quedan las palabras insinuantes, desde Piqué hasta las de Quique Setién. Es decir, desde un crack hasta un mediocre. Ayer volvieron las protestas porque, tanto el árbitro como el VAR, acertaron en repetir el lanzamiento de la pena máxima. Otras cosa es que sea un hecho poco frecuente o que los niños mimados del Barça no estén acostumbrados a que les lleven la contraria.

En la segunda mitad hubo dos penaltis más. El 2-1 marcado por Messi a lo Panenka y Saúl empató a dos, tras otra carrera vertiginosa de Carrasco. A mi no me parecieron penalti ninguno de los dos. Con los colegas que comprobé, los que me contestaron (Carlos Rioyo, Paco Martín, Miguel Ríos, Nacho Gallego y Humberto Ríos) coincidían conmigo. Eramos madridistas y rojiblancos. De los culés no me respondió ninguno. Dicho lo cual, entiendo que tanto el árbitro, que estaba ahí, y el VAR, disponen de más medios y recursos que nosotros, meros televidentes y a expensas de las repeticiones que tengan a bien ponernos.

Diego Costa remató su aciaga noche con una amarilla, en una entrada grosera a Riqui Puig (¡qué buena pinta tiene este chaval!). Fue la última intervención de Costa ya que el cambio estaba previsto.

Tiene su mérito ver cuatro goles, aunque tres sean de penalti, con dos porterazos en el campo como Oblak y Ter Stegen. También vimos al mejor Barça desde que volvió la Liga. Y a un Atleti en su línea ascendente, muy fuerte fisicamente.

El Barça recorta un punto al Real Madrid. No, no estoy de broma. Es que no me fio para nada del Getafe. Un rival duro, correoso y que nos crea problemas. Un empate ante los azulones dejaría las cosas como estaban antes de esta jornada. Si ganamos nos  vamos a cuatro puntos de ventaja más el del goal average. Y a esperar al fin de semana: visitamos Bilbao (sin su jugador n.º 12) y ellos van a Villareal… Podría ser una jornada casi definitiva.

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Mi padre en el AS (1975)

Papá federativos

Ayer había quedado a comer con un titán de las discográficas independientes, Carlos Galán de Subterfuge Records (fundada en 1989). Y me sorprendió con un AS de 1975 en el que mi padre, Alejandro Vogel, tenía bastante relevancia. Un vecino de Carlos había vaciado un desván y hurgando entre sus cosas encontró este ejemplar.

El 17 de abril de 1975 España y Rumania se enfrentaron en el Bernabéu. Era un partido de clasificación para la Eurocopa de 1976, celebrada en Yugoslavia (la del famoso gol de penalti de Panenka en la que los checoslovacos derrotaron a Alemania en la final).

El partido contra Rumania terminó 1-1 (Velázquez, min.6, y Crisan, min. 70). Kubala, el seleccionador, presentó el siguiente once: Iribar, Camacho (¡lateral derecho!), Pirri, Benito, Capón, Del Bosque, Velázquez (Irureta), Rojo, Rexach, Santillana y Gárate.

Mi padre acompañó a la delegación rumana. Fue el anfitrión designado por la Federación Española de Fútbol y ejerció de interprete. De la foto, de Javier Galvéz del encabezado de esta entrada, me hace mucha gracia ver como los federativos le escuchan embobados y la sensación de dominio de la situación que transmite (el estar más elevado contribuye a ello).

En Bucarest también empatamos (2-2). Ellos remontaron en el último cuarto de hora el 0-2 (Villar y Santillana). Se clasificó España para cuartos donde caímos 2-0 ante Alemania. Esa fue la primera vez que mi padre volvió a su ciudad natal tras salir de ella en 1958.

De la mini entrevista que le hace Miguel Vidal en el AS me gustaría destacar esta frase: «Particularmente me satisface la llamada a Del Bosque, que, para mi, es el mejor futbolista actual.».

AV Del Bosque AS

 

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Arrancó la Eurocopa para España

JUAN FLOR AS

Hoy arrancaron los partidos del grupo de España, correspondientes a la fase de clasificación para la Eurocopa 2020. Curiosamente los tres encuentros disputados acabaron con el mismo resultado, favorable a las selecciones que jugaban en casa: 2-1. España se impuso a Noruega, Suecia a Rumania y Malta a las Islas Feroe. España jugará en Malta el próximo martes.

Luis Enrique puso en liza el siguiente once: De Gea; Jesús Navas, Sergio Ramos, Ínigo Martínez, Jordi Alba; Parejo, Busquets, Ceballos; Rodrigo, Morata y Marco AsensioEn la segunda mitad entraron Canales, el rojiblanco Rodri y Jaime Mata. Para Canales y Mata eran sus debuts con la selección.

España jugó bien, muy bien en muchas fases. Controló el tiempo del partido. Tocó rápido, al primer toque en ataque. La banda izquierda con Alba y Asensio era un cañón. El madridista cada vez se parece más a si mismo, ese jugador que nos deslumbró antes de esta temporada (y sus lesiones). En el tiempo de prolongación de la segunda parte tuvo la oportunidad de sentenciar, pero en vez de ceder la pelota a Rodrigo intentó marcar. Se le fue alta.

El 1-0 al descanso era corto para los méritos de unos y otros. Como lo es el 2-1 final. Los noruegos, con un sueco de seleccionador (el mismo que tan buen trabajo hizo con Islandia en el último Mundial y la Eurocopa 2016), solo creaban peligro en los balones por alto. Fuesen saques de esquina, de banda (como Islandia) o faltas. Precisamente el gol del empate llegó así: Iñigo Martínez cometió penalti sobre Johnsen, de 1,95, que llevaba unos minutos en el campo. King transformó la pena máxima en el 64:30. Cinco minutos después un fallo en la entrega atrás es aprovechado por Morata. El delantero gana la pelota por velocidad y fuerza al guardameta a derribarle. Sergio Ramos lo tiró a lo Panenka (su octavo). 2-1.

El 1-0 de Rodrigo, al cuarto de hora, fue la demostración palpable del buen juego español.  Especialmente de su banda izquierda. El gol fue fruto de una buena combinación entre Alba y Asensio que Rodrigo, hábilmente desmarcado, voleó a la red. Decía que el 2-1 fue corto. Si Morata hubiese estado más acertado el resultado habría sido más amplio. Todo llegará, porque se crean ocasiones. Tanto por las bandas como por el centro. Y la compatibilidad entre Rodrigo y Morata puede producir muchas satisfacciones. Como en ese primer tanto, en el que Morata arrastró a los centrales y habilitó a Rodrigo.

El martes se supone que el rival será menos rocoso que los noruegos.

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3 puntos, 4 goles y 3 lesionados en Vigo

Benzema Marca3 puntos, 4 goles y 3 lesionados es el bagaje del Real Madrid en Vigo. Al descanso se llegó con 0-1 en el marcador y dos cambios por lesión: primero el de Casemiro por una entrada de Maxi Gómez (tuvo mala suerte el brasileño y se torció el tobillo) y luego el de Reguilón. Además Bale quedó tocado tras una dura entrada de Hugo Mallo, el capitán del Celta, quien solo vio una amarilla en esta primera mitad (por esta acción). Al galés solo se le vio en esta ocasión y en unas ayudas defensivas sobre el 40. Es decir, el Real Madrid jugó en 10 la primera parte. Y a pesar de ello se fue al vestuario 0-1.

Las causas del 0-1 son variadas: Benzema que estuvo inmenso; los laterales, Odriozola y Reguilón (hasta el 45 cuando fue reemplazado por Javi Sánchez pasando Nacho al lateral izquierdo), estuvieron impecables arriba y abajo; la mejoría de Kroos (a pesar del gol que falló a puerta vacía) que se confirmó en esta primera mitad y los brotes verdes por fin de Modric. En el gol vimos al mejor Modric y al mejor Benzema. Un pase en profundidad al hueco del croata, el desmarque del francés más algo muy suyo como es el toque de clase controlando la pelota y rematando con el interior. Era el minuto 23 y cinco minutos antes se había retirado Casemiro sustituido por Ceballos.

El cambio se retrasó varios minutos porque Ceballos no estaba preparado. ¡No llevaba puesta la camiseta! Este tipo de imbecilidades se repiten. Y son inadmisibles en un equipo profesional. Ya el fin de semana pasado la entrada de Vinicius se retrasó porque el brasileño tampoco estaba listo.

Bale salió en la segunda parte. No se produjo el tercer cambio. Y Benzema, en otro jugadón, estrelló el balón en el larguero a los cinco minutos de la reanudación. El Celta seguía sin funcionar. Recurría a las patadas y faltas en defensa y a balones largos en ataque, buscando las contras y a Iago Aspas. En la primera mitad el escaso peligro que crearon fue solventado por Courtois con solvencia.

En una mala salida del Celta en las inmediaciones de su área, en el 55, Benzema se hizo con el esférico. Se mete en el área, un recorte y remata. La pelota entre las piernas del portero golpea en su muslo derecho y va hacia la red. Pero da en el palo. El rebote se encuentra con Cabral que seguía la jugada. Cinco minutos después Mallo, quien no debería estar en el campo porque tenía que haber sido expulsado en la primera mitad, metió un golazo. 1-2. Ya era otro partido. Un doble cambio del Celta les hizo creer en sus posibilidades. Y se vinieron arriba.

Las desgracias nunca vienen solas. Nacho en el 66 tuvo problemas en la rodilla. El cambio de Vinicius por Bale quedaba paralizado a expensas de lo que suciedese con el defensa. Un minuto después Odriozola sufrió un calambre tras una internada. O eso parecía, porque acabó tocándose el abductor. Nacho tuvo que salir y entró Marco Asensio. A todo esto Courtois había evitado un gol de Aspas. Tremendo disparo desde fuera del área y mejor estirada del meta.

La entrada de Asensio pasó a Lucas Vázquez al lateral izquierdo, desde la banda derecha del ataque y el medio campo. Y un error de Ceballos casi nos cuesta el empate.

Benzema lo seguía haciendo todo bien. Y Bale seguía desaparecido. Salvo un par de minutos, del 73 al 75. Desconozco el alcance de su dolencia. Por eso no le incluyo en el parte de lesionados.

En el 80 una combinación entre Modric y Odriozola acaba en penalti sobre el lateral (recuperado de sus molestias). Sergio Ramos, nuevamente a lo Panenka, anotaba el 1-3.

Cabral vio la segunda amarilla en el 86. Cuando se anunciaban cuatro minutos de descuento un zapatazo de Ceballos entraba por la escuadra. 1-4. Aún quedaba un gol más: en el tercer minuto del descanso, el Celta en 10, lograba su segundo gol. Brais Méndez, recién convocado por Luis Enrique, se internaba y chutaba. Su remate tropezaba en un defensa, cambiaba la trayectoria y suponía el 2-4 definitivo.

Solari tuvo que lidiar con situaciones desafortunadas e imprevistas en un campo difícil. Resolvió con buen criterio los tres cambios forzados por las circunstancias. El equipo, salvo Bale, estuvo a la altura de las circunstancias. Los jugadores sabían que era una obligación aprovechar el tropiezo del Barça (y por eso salieron enchufados desde el principio, menos Bale).

El entrenador se ha ganado su continuidad.

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Un Madrid de dos caras en Gerona

Francesc Adelantado Marca

El 1-4 del Real Madrid sobre el Girona nos mostró un Madrid de dos caras. Una muy mala en la primera mitad: sin actitud ni coraje, errores e imprecisiones en los pases, desaciertos defensivos con Marcelo convertido en protagonista negativo (nuevamente), Kroos desaparecido, sin terminar las jugadas, ataques que finalizaban con balones bombeados al área donde no había nadie para rematar de cabeza (salvo a balón parado cuando aparecía Sergio Ramos).

El saldo ofensivo del Madrid en estos primeros 45 minutos se resumen en un gol (bien) anulado a Benzema, un clamoroso fallo de Isco solo ante el meta rival (tras un gran pase de Marco Asensio) y el penalti sobre Asensio transformado por Ramos a lo Panenka (1-1 porque el Girona se había adelantado con un golazo de Borja Garcia después de un descomunal desacierto defensivo que se inició por la banda de Marcelo). El empate al descanso fue poco bagaje para los locales.

La segunda parte fue totalmente distinta. Nuevamente un penalti sobre Asensio, al inicio,  transformado por Benzema encarriló el encuentro. El 1-3 llegó llegó tras un excelente pase en profundidad de Isco a Bale. Este gol del galés y la salida de Marcelo, sustituido por Varane, asentó la superioridad merengue. Una internada de Bale la transformó de forma magistral Benzema. Era el 1-4 definitivo.

Modric apenas jugó un cuarto de hora (entró por Isco y Lucas Vázquez lo hizo por Bale). Keylor Navas volvió a ser titular. En esta disputa por la titularidad en la portería blanca doy por buenas las decisiones que tome Lopetegui. No en vano fue portero. Y en lo referente al partido en Gerona supo enderezar el rumbo en el descanso. El equipo, como ya se ha señalado, mostró otra cara en la segunda mitad y se llevó el encuentro de calle.

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