Ahora que Rubiales finalmente dimitió queda por ver qué sucede con los quintacolumnistas de la Real Federación Española de Fútbol. Porque haberlos los hay. Es la única explicación a diferentes situaciones que se han producido en la Federación en estas tres semanas. Las transcurridas desde la final del Mundial femenino.
Hay dos nombres obvios que despiertan todas las sospechas, pero no creo que los tiros vayan por ahí. Y no han tenido intervención en los hechos que señalaré en los siguientes párrafos. El primer nombre podría ser el de Pedro Rocha, presidente interino de la Federación. Hombre de confianza de Rubiales quien designó que fuese su sucesor temporal, porque pensaba que volvería. Sus decisiones respecto a las situaciones que detallaré serán el termómetro para juzgarlo. Montse Tomé, nueva seleccionadora de las campeonas del mundo, podría ser otra persona señalada. Segunda de Vilda ha tomado su relevo. Rubiales en la Asamblea Extraordinaria la señaló. Tras subir públicamente el sueldo de Vilda la nombró directora deportiva (cargo que Vilda simultaneaba con el de seleccionador). A ella se la vio incómoda con el anuncio. Las dos mujeres que se sentaban a su derecha e izquierda tenían mala cara. Al ver a su jefa aplaudir, tímidamente y por compromiso, se sumaron no muy convencidas. Fue más un gesto de solidaridad por la promoción de su jefa.
Toca ir al grano y repasar las situaciones tan sospechosas como flagrantes. La primera se produjo la misma noche del triunfo. La Federación emitió un comunicado con unas declaraciones inventadas atribuidas a Jenni Hermoso. ¿A quién se le ocurrió inventarse las palabras de la futbolista? ¿Quién dio la orden? ¿Quién redactó el comunicado? ¿Quién dio el visto bueno a su distribución? De momento no se han depurado responsabilidades. Recordemos que Rubiales aún era el presidente. En mi opinión este es el detonante de todo lo que vino después y encaja perfectamente en la suicida estrategia seguida por Rubiales. Y conviene no olvidar los insultos de Rubiales a quienes osaron criticarlo esa noche (aquí está claro que el responsable ha pagado).
Ya sin Rubiales, suspendido 90 días por la FIFA, el secretario general de la Federación Andreu Camps envió un escrito a la UEFA denunciando al gobierno español por intervencionismo. De prosperar los clubes españoles corrían el riesgo de ser suspendidos de las competiciones internacionales. La denuncia se produjo después que el Consejo Superior de Deportes anunciase que elevaría el caso Rubiales al TAD y sucedió antes del nombramiento de Rocha. Queda claro que a la acción siguió una reacción. ¿Camps actuó por su cuenta y riesgo? ¿O alguien se lo susurró? La continuidad o no de Camps desvelará muchas actitudes.
Camps y Miguel García Caba eran colaboradores directos de Rubiales. El abogado García Caba tiene una trayectoria singular que pueden leer aquí. Director de Integridad de la Federación cayó en desgracia ante Rubiales y recuperó su confianza tras entrevistarse con Javier Tebas, jefe de la patronal del fútbol, y grabar la conversación. El tercer personaje de la máxima confianza de Rubiales es Medina Cantalejo, el jefe de los árbitros. Su manera, igual que la de Rubiales, de gestionar el caso Negreira es bochornosa. Y provechosa para ellos. La continuidad de estos tres dará pistas de si estamos ante una operación de maquillaje o se van a intentar cambios más profundos.
Después de la digresión del párrafo anterior toca volver a los hechos que atribuyó a los quintacolumnistas. Esta semana hemos vivido dos. Primero el asunto de las botas de los futbolistas de la selección masculina. Cuando llegaron a Georgia descubrieron que no habían facturado las botas de los jugadores. Se habían quedado en Las Rozas (en la sede de la Federación). Tuvieron que fletar un avión privado para que el equipamiento llegase a tiempo para jugar el partido de clasificación de la Eurocopa. No recuerdo que esto haya pasado jamás. Se puede bromear que estas cosas no pasaban con Rubiales. Tampoco con ninguno de sus predecesores. Este descuido, o dejadez si así lo prefieren, es de lo más sospechoso. Como lo es el otro incidente de la semana, que afecta a la selección femenina campeona del mundo. La nueva seleccionadora tiene como reto la primera edición de la Liga de Naciones femenina. En pocos días la nueva seleccionadora debe dar la lista definitiva (la primera jornada se juega la semana que viene). Antes hay un procedimiento administrativo a seguir por la Federación: avisar a los clubes involucrados para que las jugadoras preseleccionadas estén avisadas. Hay unos plazos. No se cumplieron. ¿Otro descuido, o dejadez? ¿O de nuevo estamos ante gente, los quintacolumnistas de Rubiales, torpedeando desde dentro de la Federación?
P.D.: además del relevo del seleccionador en la campeona del mundo Rocha ha implementado dos cambios más: en su gabinete, el de Presidencia, y en la dirección de Igualdad. En ambos casos se han elegido mujeres para ocupar los cargos.
El Mundano 