Archivo diario: May 17, 2013

Las previas de la final de Copa (por Julio R. Llorente y Adrian Vogel)

copa

Estadísticas (te fías o no te fías) por Julio R. Llorente

Cada cual se asirá a su estadística favorita depende del color del que se vista. Yo, como soy del Atleti de toda la vida, me voy a olvidar de esa lacerante (sí, sí, que hace herida, porque eso implica -y no es proclama lacrimógena- que hay niños que no han visto un triunfo en un derby) racha de partidos que, contados en término de años, son casi catorce, sin ganar al Madrid en partido alguno en el que nos hayamos cruzado. Por contra (interesado que soy) me aferro a que hemos jugado tres finales del Campeonato de España (así nos ahorramos apellidarlas o del Generalísimo o del Rey) en el terreno de la Castellana y hemos ganado las tres (dos sesenteras y una, relativamente, porque es del 92, más reciente). O sea que el factor campo (suponiendo que exista porque medio estadio va a estar a rayas) no nos asusta ni nos echa para atrás.

Sé que en los dos duelos de esta Liga que se va y que deja a los dos contendientes segundo y tercero, tras el Barça, nos ha tocado palmar para variar. Pero las finales (lo diga Aragonés, don Luis, o Simeone, don Cholo) están no para jugarlas sino para ganarlas. Que le pregunten a nuestros contrarios si no eran ellos los favoritos (bueno, quizás, en la primera Europa League, sí que nos veían más candidato que el Fulham) las últimas cuatro veces que hemos subido a un palco a levantar una copa. ¿Éramos los elegidos para la gloria cuando «supercampeonamos» ante Inter o Chelsea? Más bien, no. ¿Y en la segunda Europa League que se fue a la buchaca? Vamos, hombre, si todo el mundo (incluso los medios especializados acreditados) se derretían ante el Athletic (que sí, que sí, que también suscribo que hicieron un temporadón) de Bielsa… (no me he sentido más extranjero oyendo comentarios en la transmisión de la tele de aquel día en la vida, porque los del Atleti éramos… los otros).

Total, que soy consciente de que Diego López para (aunque siempre cae algún golito en sus redes y con uno vale para ganar una final) que en la defensa están Ramos y sus secuaces, que Xabi Alonso es muy jefe y lanza balones a larga distancia y frena al límite cualquier intento de superar sus dominios que Özil filtra pases como nadie y que Cristiano buscará sprintar como si le persiguiera un velocista y bombardear una vez más a Courtois, pero….

… Pero nosotros tenemos a un niño belga bajo los palos que es el futuro Zamora de la Liga, una pareja de centrales (Godín y Miranda) que si no desvaría es casi infranqueable, un Gabi que presiona como un poseso, un Arda con chistera y frac y arriba del todo, dos fieras, Tigre y Bisonte, que muerde uno y derriba obstáculos el otro.

O sea que… animado, ¿por qué no?, voy a preparar ya mi viaje, al otro lado de Madrid (apenas conozco el sur) a un estadio que no piso hace años (a ver si voy a tener que pedir un plano de situación…)

PD.-Vaya vergüenza el precio de las entradas!!! Federación, Madrid y Atleti, a hacer caja, entre los tres, a costa de un sentimiento y una pasión. Hasta que un día se rompa el cántaro y haya que seguir las directrices alemanas (ahí en esto sí) de cómo llenar estadios y no vaciar bolsillos.

Tambores de guerra por Adrian Vogel

No recuerdo una final de Copa con tantos frentes abiertos. Empezando por donde termina Julio: el escandaloso precio de las entradas. No es de recibo que en un partido organizado por la Federación se abuse del bolsillo de los aficionados con la burda excusa de plegarse a las exigencias de los clubes. Manda quien manda y si no les gusta a las directivas de los equipos pues sanción al canto. Además así también recaudan los de Villar… Veremos si se llena el Bernabéu.

Un derby siempre es una guerra civil, deportivamente hablando. Y más si hay un titulo por medio.

Para conflictos bélicos, aparte de los Pepe (si juega) o Diego Costa de turno, los que genera el vestuario merengue día sí, día también. Jugadores, técnicos y medios (incluso se pelean entre ellos dándose la curiosa circunstancia de un ¿periodista? colchonero, amigo de Casillas, agrediendo a un ¿periodista? merengue para defender el honor del guardameta). La escenografía merengue de estos días es difícil de comprender. Una comida de la plantilla para hacer grupo, sin el cuerpo técnico (nada raro), ha sido profusamente aireada (sospechosamente añadiría). Los futbolistas, con la complicidad mediática, han divulgado imágenes en las redes sociales. Luego hemos sabido que si se gana han tomado la decisión de no mantear a Mourinho (hará falta saber si es cierto o es un invento de los tertulianos deportivos). A lo que añadimos la noticia que sería Iker quien recogería el trofeo a pesar de no jugar. Estos dos últimos aspectos me parecen una absoluta falta de respeto al rival. Los partidos no se ganan desde los restaurantes, ni en el autobús y por supuesto tampoco en los medios.

Para rematar la faena nos encontramos a Sergio Ramos dando la cara en la rueda de prensa previa. Ni rastro de Mou o de Karanka. Ramos capeó bien y salió airoso del trance. No era fácil. Tampoco era su lugar. La actitud del mister de las ultimas semanas deja bastante que desear (y lo dice un «mourinhista» convencido). Se acumula sobre otros incidentes, desplantes e impertinencias varias a lo largo de las 3 temporadas que lleva al frente de la nave blanca.

Esperemos que los (pudientes) aficionados que acudan al estadio den ejemplo y acallen los tambores de guerra. Y podamos disfrutar de una gran final.

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