El Real Madrid ha cerrado la temporada 2020/21 en blanco. Los blancos no hemos ganado ningún título. Algo muy mal visto entre nuestras filas. Somos voraces. Hambrientos de copas y trofeos. Nuestra ambición y nuestro historial nos conducen a excesos como el de devorar entrenadores y jugadores. Es el precio a pagar. Aunque cometamos errores, algunos muy sonados. Más raro es prescindir de triunfadores como Del Bosque tras ganar una Liga (y sumirnos en una crisis durante varias temporadas). Confío que esta excepción del Florentinato con Don Vicente (con la inestimable colaboración de Valdano, que tan mal asesoró al presidente en el cese y en la posterior contratación del mediocre Queiroz), se aplique ahora respecto a la continuidad de Zidane. Aunque daría la impresión que la última palabra la tendrá el técnico francés. Digo impresión porque carezco de información directa de los protagonistas. Tan solo cuento con lo que nos relatan los medios (siempre tan interesados y parciales en sus opiniones). Y puestos a hablar de impresiones les cuento las mías. Sostengo que Zidane se iba seguro de haber ganado esta Liga. Como hizo tras la decimotercera Champions (la tercera seguida). No se vería con fuerzas de abordar la necesaria renovación de la plantilla que le había llevado a ganar. No tuvo ni tendría la fuerza moral necesaria. Por eso se fue, no era capaz de traicionar a los suyos, los que tanto le habían dado. No es el caso en esta temporada. Al no ganar nada está libre de ataduras y compromisos. Y podría quedarse y afrontar la reestructuración. Aunque la tentación de la selección francesa es enorme, a lo que hay que añadir que Zidane es impredecible. Y le pesarán algunos errores garrafales, que no puede eludir porque están en su haber (Hazard, Jovic, las lesiones musculares y las recaídas por fallos en la recuperación -el preparador físico, Dupont, es contratación suya-, alineaciones y estrategias equivocadas).
Dicho todo lo anterior hay que evaluar esta temporada en blanco de los blancos.
- Rotundo fracaso en la Copa del Rey. Nos eliminó el Alcoyano de la Segunda B. Un 0.
- Fracaso en la Supercopa. Nos tumbó el Athletic de BIlbao en semis, campeón del torneo a la postre. Suspenso.
- Semifinales de Champions. Al Madrid se le exige llegar a cuartos como mínimo. Jugar la semifinal es de notable. Llegar a la final es un sobresaliente. Y ganar la máxima competición europea es de 10. Notable pues.
- Segundos en la Liga 2020/21. Peleando hasta el último minuto. Dejando al margen los errores ajenos (arbitrajes) y los aciertos del campeón (la extraordinaria primera vuelta del Atlético de Madrid), hay que ver lo propio. Nuestros desbarajustes pueden resumirse en nuestra irregularidad. Algo imperdonable en el llamado torneo de la regularidad. Entre los méritos están haber superado 58 lesiones (incluye las bajas por covid-19); haber sabido recomponerse y poder haber ganado la Liga en las últimas jornadas.; aciertos en la polivalencia de jugadores como Lucas Vázquez y Fede Valverde (además de la conocida de Nacho); la recuperación y confirmación de Militao; el debut de varios canteranos en el primer equipo ha sido otro acierto; también hay que destacar que en los enfrentamientos directos con nuestros máximos rivales le ganamos los dos partidos al Barça y con el Atleti ganamos uno y empatamos el otro (donde no nos pitaron un penalti a favor por mano rojiblanca, esas manos que solo son penalti cuando las manos son nuestras). Teniendo todo esto en cuenta nuestra Liga ha sido de aprobado.
No sé que deparará el futuro del banquillo blanco. Si por mi fuera abogaría por la continuidad de Zidane. Y el regreso inmediato de Achraf. Además de varias contrataciones, como la que todos tenemos en mente y deseamos fervientemente.