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El Confidencial y Voz Pópuli blanquean a IDA y al PP de Madrid

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Una cosa es ser un medio de derechas (o de izquierdas, aunque hay pocos) y otra muy distinta es manipular la realidad, ocultar informaciones, promover bulos y falsedades, enmerdar, etc. Forma parte de lo que denomino medios golpistas. Los que intentaron tumbar a Felipe González en su día sin pasar por las urnas (una red mediática destapada por Anson, quien se asustó), promovieron la pinza, inventaron la autoría etarra de los atentados del 11M, elaboraron una teoría conspirativa al respecto y ahora se dedican a criminalizar al gobierno de coalición. Estos medios impresos, teles y radios son de sobra conocidos. Y se les han añadido varios digitales.

Me parece estupendo que El Confidencial sea de derecha liberal y Voz Pópuli de derecha conservadora y refugio de firmas antiPSOE (aunque sea un sesgo poco profesional). Pero que falten a la verdad y la oculten me resulta intolerable.

Ambos digitales dieron una gran relevancia al falso informe del contable australiano. Una semana después de su fecha original de publicación, lo cual delata claramente sus intenciones. Estaban buscando basura donde fuese. Y la encontraron en Australia. No solo dieron veracidad a un mojón, además le otorgaron gran relevancia en su portada. Y nunca se excusaron por la metedura de pata. Aquí desmonté primitivamente la farsa y posteriormente la SER y eldiario.es hicieron su labor: investigar y contactar con el contable. Algo parecido sucedió con un penoso artículo de un corresponsal del The Guardian en España (escribí una carta al medio y no he vuelto a ver su firma; no digo que una cosa sea consecuencia de la otra). Pero El Confidencial y Voz Pópuli se tragaron las inexactitudes del inglés y ofrecieron posicionamiento estelar en sus portadas a su errónea información (como al contable australiano). No cuestionaron nada. Porque servía a sus intereses antigubernamentales.

Ahora comparen como estos dos diarios digitales, con sede en Madrid, han tratado la incuestionable noticia de estos dos últimos días: IDA (Isabel Díaz Ayuso), sus tres residencias (la propia + las dos propiedad del empresario Sarasola). A lo que hay que añadir la inoperancia de su gobierno (nueve meses sin promulgar una sola ley), el escándalo de las residencias (y la querella criminal que la han puesto), etc.

El Confidencial entierra hoy lo de IDA (como hizo con la querella por las residencias, al usar un despacho de agencia y no encargar la cobertura a un periodista como hacen con otras noticias). Reducen la importancia de lo de IDA a un tercer nivel en su portada. Adjunto capturas de pantalla al respecto:

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Ahí esta IDA, abajo. Lo que no pueden es evitar el interés de los lectores. A pesar de sus esfuerzos a las 15:00 era la cuarta noticia más leída de El Confi. Y a pesar de ello no sube en su posicionamiento en portada. Tan curioso como significativo.

Confi + vistos

Pero claro, el director de El Confidencial es el mismo que proponía una solución antidemocrática, golpista por tanto: Goirigolzarri (o Pablo Isla) como presidentes de gobierno. No creo que nadie pueda dudar de su eficacia profesional, como primeros ejecutivos de Bankia o Inditex. ¿Pero quién los ha votado? España es una democracia y hay elecciones. Cualquier propuesta fuera de este parámetro electoral es antidemocrático. Si esta es la postura del director del medio…

Voz Pópuli va un poco más allá: ignora la noticia sobre los apartamentos de IDA. ¡Simplemente no existe en sus páginas! La deriva de este medio y de muchas de sus firmas es alucinante. Han pasado de criticar la suspensión del Mobile (igual que Ana Rosa o Inda, esas eminencias científicas), a alabar a IDA porque quería traerlo a Madrid. Un ejemplo reciente: el otro día Luca Constantini (que cubre o cubría a Podemos) aún daba la tabarra con la manifestación feminista de Madrid. Y le enmendaba la plana a un virólogo que intervino el sábado en La Sexta Noche. La ignorancia es muy atrevida y la osadía de muchos periodistas no conoce limites. Se creen que saben de todo y le dicen a todo el mundo lo que tienen que hacer. Mientras su sector se hunde… igual que sucedió con los periodistas y críticos musicales.

Constantini

Constantini tampoco parece leer su medio. O como poco es de memoria frágil. El 23 de enero publicaban «Inditex, Pharmamar, Antolin, Iberia, la ruta de la Seda… las empresas españolas más expuestas al virus de Wuhan«. Firmaban cuatro periodistas. En el artículo añadían a las empresas del titular un convenio entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la Terminal Marítima de Zaragoza con el operador chino Wuhan Asia-Europa Logistics. ¿Nada de esto tuvo que ver con el Covid-19? Ahora ya sabemos que el coronavirus estaba con nosotros desde hace tiempo. Y que probablemente a finales de febrero fue cuando se produjo el primer pico de contagio. Que comprobamos a partir de la semana que arrancaba el 9 de marzo… Lo que Constantini plantea como cuestión no es tal. Es, son elucubraciones periodísticas. Porque aparte de los dos millones de movimientos que señalaba el epidemiólogo hay que añadir El Rastro, que cada domingo congrega más gente que las manifestantes. Y bastante más apiñadas. El periodista insinúa dudas sobre la honradez del científico. ¿Podemos dudar de la suya? La tendenciosidad del medio en el que labora ya ha quedado en evidencia…

No quisera terminar sin referirme a este artículo de Pascual Serrano «Díaz Ayuso, o cómo reírnos ante el peligro«. Serrano pone de manifiesto como las idas de olla de IDA sirven para distraer la atención de otros asuntos. Arranca con «Precisamente en los momentos en que se registra en los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid una querella criminal colectiva contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por presuntos delitos de homicidio imprudente, trato vejatorio, prevaricación y denegación de auxilio, ocupa las portadas de la prensa y el ruido de las redes con una ridícula foto en plan Bernarda Alba y por sus comentarios de que el virus lleva en su nombre la letra D porque apareció en diciembre. Entre parecer tonta y teatral o que te acusen en los juzgados de homicidio, es evidente que todos preferiríamos lo primero, aunque lo segundo no se pueda evitar, al menos que no se hable». Amén.

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