Los ingresos publicitarios de YouTube superan la facturación de las discográficas. Y eso que soplan buenos vientos para las tres grandes (Sony, Universal y Warner). Al mencionar los ingresos publicitarios de YouTube se excluyen lo que recaudan de sus servicios de suscripción.
Alphabet, la propietaria de YouTube, desveló sus cuentas del tercer trimestre y reportaron 7.205 billones de dólares de facturación publicitaria del canal de videos. Recuerden que un billón en Estados Unidos equivale a mil millones en Europa continental. ¡Una barbaridad en ambos casos!
Los datos conocidos revelan que los ingresos por publicidad de YouTube para los nueve meses de 2021 superan los 20 billones de dólares. En 2020 no alcanzaron los 20 billones y en 2019 la cifra superó los 15 billones. He redondeado las cifras que pueden comprobar en el gráfico.
Ahora toca comparar con los números de la industria discográfica (entre paréntesis los de YouTube):
2019: 20,2 billones (15.15)
2020: 21,6 billones (19,77)
2021: La estimación para el año es de 25.7 billones (YouTube ha ingresado 20.21 billones en los primeros nueve meses con una proyección anual entre 29 y 32 billones).
IFPI, la patronal mundial de la industria, es la fuente de las cifras de los ingresos de la música grabada. Y recuerden que la facturación de YouTube es referida tan solo a la recaudación publicitaria.
Esta mañana mientras preparaba el desayuno leí en Efe Eme que en septiembre se editaría «Spanish Model«, la versión en español del «This Year’s Model«, el álbum clásico de Elvis Costello de 1978. Casi me corto con el cuchillo con el que estaba cortando el pan para tostarlo y echarle aceite. De entrada, viendo la lista de artistas participantes todos relacionados con Universal y el productor Sebastián Krys, pensé que podría ser una gallegada más del capo de la división latina de Universal. Mentalmente archivé el proyecto como candidato al Engendro del año.
Tras desayunar, no conforme con mi reacción inicial (nunca conviene tomar decisiones con el estómago vacío), decidí averiguar un poco más. Me intrigaba saber quién o quiénes habrían adaptado las letras originales al español. Esta información solamente la encontré en el Rolling Stone estadounidense: «They also worked with the artists (and, in some cases, the songwriters Elsten Torres, Ximena Muñoz, Luis Mitre, and Andie Sandoval), to adapt the lyrics». They son Costello y Krys (bonaerense nacionalizado estadounidense). Así que los propios artistas (asumo que gente como JorgeDrexler, Fito Páez o Juanes) y letristas profesionales se encargaron de las adaptaciones. En este artículo también encontré la génesis del proyecto. Y descartó completamente mi teoría inicial de la gallegada, porque la idea original fue del propio Elvis Costello..
Cuentan que a pesar de no hablar español Costello sí soñó en nuestro idioma una vez. En 2018, atendiendo a la petición del productor de TV David Simon para regrabar “This Year’s Girl”, para la segunda temporada de «The Deuce«, Costello y Krys descubrieron el buen estado en el que se encontraban las grabaciones originales del «This Year’s Model«. Lo que entregaron para la serie fue la grabación original, a la que añadieron la voz de Natalie Bergman, convirtiendo el tema en un dueto. El descubrimiento de lo bien que sonaban las pistas musicales, sin la voz de Costello, llevó al autor a plantearse varias ideas. Una noche soñó que «This Year’s Model» estaba cantado en otro idioma. FInalmente ese idioma acabó siendo el español y Costello, sin consultar con Toni Cantó, encargó a Krys que se pusiese al frente del proyecto y lo materializase encontrando los artistas adecuados. El resultado final es la siguiente alineación:
“No Action”, Nina Diaz “(Yo No Quiero Ir A) Chelsea” (“(I Don’t Want To Go To) Chelsea”), Raquel Sofía y Fuego “Yo Te Vi” (“The Beat”), Draco Rosa “Pump It Up”, Juanes “Detonantes” (“Little Triggers”), La Marisoul “Tu Eres Para Mi” (“You Belong To Me”), Luis Fonsi “Hand In Hand”, Francisca Valenzuela y Luis Humberto Navejas “La Chica de Hoy” (“This Year’s Girl”), Cami “Mentira” (“Lip Service”), Pablo López “Viviendo en el Paraíso” (“Living In Paradise”), Jesse & Joy “Lipstick Vogue”, Morat “La Turba” (“Night Rally”), Jorge Drexler “Llorar” (“Big Tears”), Sebastián Yatra “Radio Radio”, Fito Páez “Crawling To The U.S.A”, Gian Marco y Nicole Zignago “Se Está Perdiendo La Inocencia” (“Running Out Of Angels”), Vega
Mientras esperamos a septiembre para escuchar el resultado final, y poder opinar sabiendo, nos adelantan un tema. El de Juanes, que han tenido el buen tino de mantener el título de «Pump It Up» y no traducirlo al cantar el estribillo. Para el video también han usado el original, superponiendo el careto de Juanes a las de Costello y su banda de entonces. (Juanes comenzó su carrera en un grupo de heavy en su Colombia natal) Echen un vistazo, les va a gustar. De ahí la pregunta del titular de esta entrada: ¿Engendro o genialidad»-
P.D.: la elección de Pablo López me sorprende (esto si puede responder a la teoría de la gallegada). Un Miguel Ríos o un Loquillo habría sido más adecuado.
Todo apunta a que Hipgnosis Songs Fund está invirtiendo, en adquisiciones, la cantidad que tenían prevista para el contrato con Bob Dylan. Dylan rechazó la oferta de Hipgnosis y el fondo está empleando los recursos asignados en distintas compras. En el mes y medio transcurrido desde el acuerdo de la editorial musical de Universal con el Nobel, Hipgnosis se ha hecho con los catálogos de Lyndsey Buckingham, Neil Young y Shakira más los derechos de royalties de Jimmy Iovine. En su Web pueden encontrar las notas de prensa al respecto.
Un buen ejercicio para el periodismo cultural y económico sería averiguar las cifras desembolsadas por Hipgnosis y sumarlas (más las que puedan producirse en el próximo mes y medio). Igual así hallaban una cifra aproximada a la invertida en la compra de las canciones de Dylan. Quizás sea pedirle peras al olmo…
Todo lo anterior viene a cuento porque El BOB (Boletín Oficial de Botín) lleva hoy a portada ¡más de un mes después! un artículo sobre el asunto de la venta de canciones que no aporta nada nuevo. Les recuerdo que El Mundano fue el primero en sembrar dudas sobre la cifra que nos llegaban de lo de Dylan («cifra irrisoria» fue mi calificación) y alertaba de la implicación fiscal sobre plusvalías que podría derivarse de la administración Biden (como explicación a la lluvia de ventas en el sector). Ni este articulo de hoy de El BOB ni el primero que publicaron en su día (francamente malo) están a la altura.
Aprovecho una vez más para destacar el de Héctor G. Barnés en El Confidencial, el mejor que se ha publicado (como ya apunté aquí). ¡El BOB ha tardado más de un mes en darse cuenta de lo que El Mundano y El Confidencial señalaban en su día!
Jimmy Iovine se apunta a la tendencia de vender y se desprende de todas sus regalías como productor, tanto de los 259 discos como de las dos películas que financió (una con Eminem, «8 Mile High«, y la otra era de 50 Cent, «Get Rich Or Die Tryin’«) y el documental sobre LeBron James. La de Eminem recaudó 240 millones de dólares y su banda sonora vendió 15 millones (cuatro de ellos en Estados Unidos). La de 50 Cent vendió tres millones de copias y la taquilla de la cinta alcanzó los 46,5 millones de dólares (30,9 en EEUU).
Iovine (Brooklyn, NY, 1953) se inició en el mundo de la música en los estudios de grabación. Desde el chico de los recados hasta ingeniero de sonido. Su labor tanto de ingeniero como de mezclador viene avalado por una larga lista de nombres y éxitos de primera fila de los 70: «Bat Out Of Hell» de Meatloaf (producido por Todd Rundgren), John Lennon («Walls & Bridges» y «Rock & Roll«), Bruce Springsteen («Born To Run» y «Darkness On The Edge Of Town«) como más destacados. En los trabajos de Meatloaf y Springsteen era ya fijo del plantel de ingenieros del estudio The Record Plant de Nueva York. Su primer impacto como productor fue en 1978 con Patti Smith, el álbum «Easter» y el pelotazo «Because The Night«, compuesta por el Boss (en la foto al final del post les vemos a los tres). A continuación produjo en 1979 el «Damn The Torpedoes» de Tom Petty and The Heartbreakers, Dire Straits («Making Movies«), el debut en solitario de Stevie Nicks, U2 («Under a Blood Red Sky» y «Rattle And Hum«), The Pretenders («Get Close«, donde estaba «Don’t Get Me Wrong«), Simple Minds («Once Upon A Time» con el hit «Alive And Kicking«), etc.
En 1990 junto a Ted Field fundó en Los Ángeles Interscope Records, donde además de fichar a Tupac Shakur y a Enrique Iglesias (varias veces n.º 1 en EEUU), lanzó Death Row Records, el sello de Suge Knight, Dr. Dre, D.O.C. y Dick Griffey, que se convirtió en el sello de rap más importante del mercado (con Dr. Dre, Snoop Dogg y luego Tupac Shakur como los raperos más destacados). En 2008 con Dr. Dre fundaron Beats By Dr. Dre, para vender auriculares (llegaron a tener el 20% del mercado), que luego se transformó en Beats Electronics, al expandir su catalogo de productos al ambito digital. En 2014 vendieron la compañía a Apple for tres mil millones de dólares e Iovine entró en Apple para montar Apple Music, desvinculándose de Interscope/Geffen/A&M, la division de Universal que presidia.
Hipgnosis Song Fund es la compradora de todas las regalias de Jimmy Iovine. Hasta ahora Hipgnosis y su líder, Merck Mercuriadis, se habían distinguido por sus adquisiciones de copyrights. Es decir, operaban en el mercado de los derechos de autor. ¿Esto representa un cambio de dirección o es profundizar en la misma vía? Se puede entender como más de lo mismo, gestionar y adquirir derechos, pero conlleva un riesgo. Similar al de comprar masters de grabaciones. ¿Por que? Porque la venta física está en franca decadencia. Los masters al menos tienen salida en el planeta del streaming. ¿Pero los royalties de los productores, cuyos porcentajes son menores que los de los artistas y autores, que atractivo pueden tener?
Iovine comentó respecto a esta operación que iba a usar los fondos de la venta para construir un instituto en South LA, que será parte de la Iovine Young Academy de la Universidad del Sur de California (USC). Mercuriadis por su parte agregó que era un honor poder formar parte de esta iniciativa y haber encontrado la formula económica para hacerla posible.
El brutal dominio de Universal Music Group se traduce en cifras financieras (ingresos –subieron 821 millones de dólares en 2019 respecto al 2018– y beneficios), cuotas de mercado y la relevancia de sus artistas. Estos llevan años copando la lista de los más vendedores. En el gráfico vemos el porcentaje del liderazgo de sus artistas, el 82,5%, en el Top 10 de ventas mundiales. En estos tiempos estos 10 son especialmente importantes: las diferencias con los siguientes son enormes y aumentan a medida que vas bajando en la clasificación. La brecha entre el décimo y el vigésimo, por ejemplo, hoy en día es mayor que la que hubo en las décadas anteriores.
Este Top 10 de IFPI (la patronal mundial) se ha confeccionado con las facturaciones obtenidas de streaming, descargas y ventas físicas (CD y vinilos). La lista de los mejores de 2019 es:
Taylor Swift (Universal / Republic)
Ed Sheeran (Warner / Atlantic)
Post Malone (Universal / Republic)
Billie Eilish (Universal / Interscope)
Queen (Universal)
Ariana Grande (Universal / Republic)
BTS (Sony / Universal / Big Hit)
Drake (Universal / Republic)
Lady Gaga (Universal / Interscope)
The Beatles (Universal / Apple)
Taylor Swift repite como la más vendedora del año. Ya lo fue también en 2014. Otras observaciones serían que de los tres grupos presentes en el Top 10 dos son de catalogo (Queen y The Beatles) y el otro (BTS) es una boy band. Solo hay dos raperos. Y tenemos cuatro solistas femeninas muy diferentes (aunque podamos encontrar puntos en común entre algunas de ellas). Las cuatro pertenecen a Universal (dos son del sello Interscope y las otras dos de Republic).
P.D.: El 82,5% es porque Universal y Sony comparten BTS. La compañía coreana Big Hit tiene licenciado a Universal las grabaciones en versión original mientras Sony tiene las cantadas en inglés.
En los últimos días se han producido dos anuncios importantes: Universal y Warner saldrán a Bolsa. De pronto las discográficas (o como se denominen ahora) vuelven a ser sexys para Wall Street. La última vez que esto sucedió fue un desastre: se produjo la mayor crisis del sector con compañías, de todos los tamaños, desapareciendo por fusiones o adquisiciones. Sin olvidar que los criterios artísticos pasaron a segundo plano y peinaron los financieros.
El pistoletazo de salida fue cuando Vivendi, propietaria, de Universal, proclamó su intención de vender parte de su división de música. La china Tencent, meses después, anunció su interés por hacerse con un trozo de Universal. Las negociaciones resultaron en la adquisición de un 10% que podría llegar al 20%. El precio fujado, 3,3 mil millones, significaba que el valor real de mercado de Universal era de 33 mil millones. Esto suponía que era muy fácil valorar a los otros dos grandes conpetidores: Sony y Warner.
La semana pasada AccessIndustries, propiedad del magnate Len Blavatnik, comunicó su intención de sacar a Bolsa parte de su participación de Warner. Blavatnik adquirió el 95% de Warner, mediante dos filiales de Access, por 3 mil millones de dólares. Esta es la parte que corizará en Bolsa y por tanto el dinero ingresado por la venta irá a la tesorería de las dos empresas. Se desconoce tanto el precio por acción como el porcentaje que será ofertado. Sí conocemos que Acccess mantendrá el control de Warner. El 5% restante está en manos del equipo directivo, quienes aún no se han pronunciado.
Esta semana ha sido Universal quien ha anunciado la salida a Bolsa de una parte de su compañía.
Tencent, empresa china, irrumpe con fuerza en la industria musical. A través de su filial Tencent MusicEntertainment (TME) y una serie de participaciones cruzadas ha logrado configurar el siguiente panorama:
Ha ejecutado la compra del 10% de Universal MusicGroup. Cómo se comentó en este blog, en su día, su opción de compra podría ascender al 20% del líder del sector de la música grabada.
TME y Spotify, competidores directos, tras un intercambio accionarias (2017) son socios. Cada cía. tiene un 10% de la otra.
Universal también es accionista de Spotify. Por tanto Tencent tíene participaciones directas e indirectas en Spotify, referente mundial del streaming.
Los rivales de Universal, Warner y Sony, también forman parte del accionariado de TME. Es decir, a través de Tencent entran en el accionariado de Universal.
Sony y Tencent formaron hace dos años una joint venture, Líquid State, una discográfica con vistas al mercado asiático. La sede está en Hong Kong.
No está nada mal esta presencia del gigante chino, que inició su andadura como empresa de vídeo juegos, en la industria musical. A base de alianzas se ha consolidado como un nuevo gigante.
Un artículo del Rolling Stone digitalestadounidense me ha abierto los ojos en dos sentidos: el de YouTube legitimando la compra de visualizaciones y como la industria discográfica anglo prefiere invertir en Spotify mientras la latina se centra en YouTube.
Respecto a lo primero, que es además el tema central de esta entrada, aclarar que ya conocíamos varias manipulaciones en las estadísticas del canal de videos por excelencia. Desde los clubes de fans de hoy en día hinchando las cifras a base de clics continuos (antaño llamaban a las emisoras de radio pidiendo las canciones de sus ídolos) hasta las empresas de marketing digital (las contratas para que desde sus «granjas» te monten campañas de likes, acciones virales y, por supuesto, mejoren tu trafico de visitas en YouTube y de escuchas en las plataformas de streaming. Lo que Rolling Stone desvela sobre el servicio de TrueView ha supuesto toda una novedad para mi.
TrueView es una aplicación publicitaria que ofrece Google, la empresa propietaria de YouTube. Son los anuncios que se colocan antes de los videos. Si se pincha en el anuncio o se ven cinco segundos como mínimo (es justo el tiempo que tienes que ver el anuncio antes de poder saltártelo), cuenta como una visualización del video que se publicita. Rolling Stone cita, acorde a varias fuentes, que la división latina de Universal y los distintos sellos latinos de Sony son los más agresivos a la hora invertir en el lanzamiento de nuevos videos. También son las dos compañías que parten la pana en los mercados de habla hispana.
El cálculo es que se invierten de 20.000 a 60.000 dólares en las primeras 24 horas (pudiendo llegar en casos excepcionales a los 100.000). Este dinero da como resultado un incremento adicional de 12 millones de visualizaciones para un video nuevo. Y estos resultados luego se promocionan como sinónimo de éxito (tipo «10 millones de visitas el primer día» o «20…», etc.).
Una de las ventajas para las discográficas latinas es que pueden segmentar sus inversiones por países. Por ejemplo, la publicidad en Chile o Argentina es más barata que en EEUU. Para el mercado latino de EEUU el coste de esta inversión publicitaria se quintuplica (puede incluso a ser 10 veces más).
La idea es garantizar un buen arranque (el marketing de los productos culturales está enfocado al primer día, los primeros días o el primer fin de semana). En este caso además está el factor de llamar la atención del algoritmo de YouTube. Algo fundamental para viralizar el impacto. Te va a garantizar presencia en la barra lateral de recomendados.
Dado lo poco que YouTube paga por los videos Rolling Stone hace un cálculo de la rentabilidad de estas inversiones. Parten de la base de un coste de producción del video de 50 mil dólares y una inversion en TrueView de 30 mil. Para generar unos ingresos de 80 mil dólares (equivalentes a los gastado) se necesitan 110 millones de visualizaciones. Algo solo al alcance de las estrellas musicales o del pelotazo puntual.
La venta de Vivendi, al gigante chino TencentHoldings, de una parte de Universal Music Group (UMG) ha tenido dos efectos inmediatos: el primero, poner a Universal en valor real de mercado y el segundo, poder calcular lo que valen los tres grandes grupos (Sony, Universal y Warner). El cálculo de Music Business Worldwide (basado en el precio de venta de UMG) eleva la cantidad a 88.6 mil millones de dólares.
Tencent, fundada en 1998, es un conglomerado que posee la mayor compañía de videojuegos del mundo, el buscador n.º 1 de China así como el principal servicio de mensajería del país. Entre las actividades de sus subsidiarias encontramos productos y servicios de Internet (comercio electrónico, portales, redes sociales, publicidad, etc.). Asimismo entre sus inversiones se encuentran participaciones en empresas tecnológicas, de inteligencia artificial, cine, Tesla (poseen un 5%), Spotify (10%), etc., y a las que ahora añaden Universal.
Tencent se ha comprometido a comprar un minimo de un 10% de UMG y un máximo de un 20%. Han valorado a Universal 30 veces más que su EBITDA (ingresos antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 2018. Vivendi, el grupo francés propietario de UMG, anunció a principios de mes que la negociación partía de una valoración de Universal de 30 mil millones de euros (33.6 mil millones de dólares). El cálculo del 10% es sencillo: 3 mil millones de euros (3.36 mil millones de dólares). Según el acuerdo la empresa china tendría un año para adquirir el 10% adicional (en los mismos términos económicos).
Esta valoración de UMG supone una cifra superior a la tercera parte del total de los 88.6 mil millones de dólares de las tres grandes (es un 37,9%).
Warner, la tercera de las grandes, publicó esta semana sus cifras del primer semestre de 2019 y del segundo trimestre del año. Ha sido la última en hacerlo. Y confirma el alza en los ingresos del streaming (como ya vimos en los números de Universal y Sony). Pero hay un pero, el del titular: si comparamos los incrementos anuales del streaming de los primeros semestres, desde 2017, observamos que el crecimiento de 2018 respecto a 2017 es superior al del 2019 vs. 2018. Creo que sería prematuro hablar de estancamiento o saturación del mercado. Pero ahí está el dato…
P.D.: Se cumplió el pronóstico de «A falta de conocer los números de Warner no nos equivocamos si decimos que el streaming supera los 20 millones diarios en este segundo trimestre para las tres grandes».