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Los patos de la Plaza de Oriente

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Hace unos días les contaba sobre el All Star Team del siglo XVII (Velázquez, Galileo,…) y como afrontaron en equipo la escultura ecuestre de Felipe IV. Un reto imposible que supieron resolver en una colaboración que se desarrolló entre Madrid y Florencia, las ciudades punteras de la Europa de esos tiempos. Terminaba mencionando su ubicación actual «en la madrileña Plaza de Oriente, como parte de un conjunto escultórico ordenado por Isabel II«.

En la base de este conjunto hay dos fuentes, una de cara al Teatro Real y la otra mirando al Palacio. Los patos de los vecinos Jardines de Sabatini y del Campo del Moro han aprovechado la coyuntura y se han acercado a las fuentes del monumento presidido por la escultura “en corveta” del caballo de Felipe IV.

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Los pavos reales de Sabatini también campan a sus anchas en uno de los laterales del Palacio. El otro día tuve la fortuna de ver a dos en un baile de cortejo, desplegando sus plumajes.

De los pocos paseos que me he atrevido a dar, aprovechando las horas en las que me toca, la Plaza de Oriente ha sido el destino elegido (a un 1 km. de casa). Y aproveché para hacer fotos a la estatua (las del post del All Star) y a los patos. Los pavos estaban demasiado lejos para la cámara de mi teléfono.

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A Sánchez la Cultura se la suda

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Mientras escribo estas líneas Pedro Sánchez se está batiendo el cobre en el Congreso de los Diputados. El presidente del gobierno y la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, están desmontando de forma contundente las incoherencias y deslealtades del PP y Vox. Con datos y hechos. Esto no es óbice para que siga adelante con lo apuntado desde el titular:  a Sánchez la Cultura se la suda.

El primer indicio, perdón, la primera confirmación la tuvimos con el nombramiento de Máxim Huerta como ministro de Cultura. Un florero. A Huerta se le conocía por su presencia televisiva. Y sus lectores por sus libros. Pero: ¿tenía alguna experiencia como gestor cultural? No lo pudimos averiguar. Fue cesado/dimitido, al poco tiempo de jurar el cargo, por unos problemas fiscales que tuvo. Era una prueba más: al responsable de la cartera de Cultura no le hicieron el chequeo debido. Pasó el casting sin prueba alguna. Sánchez tenía mejores opciones ante sí que la de Huerta. Pero eligió al jarrón decorativo.

El reemplazo de Huerta fue un gestor cultural indiscutible, José Guirao, quien ya debió de haber formado parte del primer proceso de selección. Y nos hubiésemos ahorrado el bochorno de Huerta (quien ni siquiera dispuso del tiempo necesario para demostrar su valía o limitaciones). En el año y medio que Guirao estuvo al frente del ministerio cogió el toro por los cuernos en el asunto de la fusión del Teatro de La Zarzuela y el Teatro Real. Desmontó esa absurda union (fomentada por el último gobierno de Rajoy). En cambio, no hizo lo mismo con el tema de SGAE. Ahí le pilló el toro. Dicen que otra sombra fue la negociación respecto a la colección Thyssen. Mi impresión, siendo fan, es que su gestión no fue la que se esperaba.

Me sorprendió la no continuidad de Guirao en la formación del gobierno de coalición. ¿Se le exigía más a Guirao que a los demás, a quienes continuaron en el gobierno? La sorpresa dio paso a la indignación cuando se nombró a José Manuel Rodríguez Uribes. Desconocido absoluto en el sector cultural. Sus méritos: ser amigo de Pedro Sánchez y compartir afición por el Estudiantes. Si no fue el último ministro nombrado, fue de los tres últimos. Clara señal que Cultura no es prioridad de Sánchez. En definitiva: a Sánchez la Cultura se la suda.

Rodríguez Uribes también ha sido el último ministro en aparecer en esta crisis del coronavirus. Demostró una falta total de empatía con el mundo de la Cultura y se presentó con las manos desnudas. La carencia de medidas fue notoria: lo anunció el mismo en su comparecencia. Todo los sectores culturales se han indignado. Como recordaba Nacho Ruiz en el Huffington Post «la cultura es un 3.2 del PIB y el 3.7 del empleo total. Somos unas 700.000 personas que llevamos un mes volcando libros en redes, dando conferencias virtuales, cantando en directo con nuestras guitarras, regalando nuestro trabajo y enseñando las obras de nuestras galerías, escribiendo en redes poesías o textos de arte.».

SGAE ha dispuesto de un fondo de 15 millones de euros para editores y autores necesitados (no todos son millonarios, más bien es al revés porque la mayoría están en situación precaria o casi). Paula Corroto en El Confidencial señala que «hasta 39 asociaciones -entre las que se encuentra la Unión de Actores, la Asociación de Promotores Musicales y la Academia de Artes Escénicas, además de los sindicatos UGT y CCOO– han plasmado en un documento 52 medidas extraordinarias para afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 en el sector de las artes escénicas y la música.». El promotor Juan Santaner resumía en su Facebook las medidas de apoyo culturales en los países europeos de nuestro entorno, según recogía un artículo de El Mundo1.600 euros mensuales para los autónomos de la cultura alemanes«). Son países que ya ayudan a creadores y trabajadores del ámbito cultural. Les dejo con un pantallazo.

Medidas en Europa

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Joan Baez en España

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Joan Baez se ha despedido de los escenarios con una gira que finalizó con varias fechas en España. La última de las cuales fue en Madrid: el pasado 28 de julio en el incomparable marco del Teatro Real. Cuando la conocí en los 70 me contó que había vivido en España, por el trabajo de su padre en la UNESCO.

Joan Baez (Nueva York, 1941) de padre mexicano y madre escocesa, ambos de ascendencia religiosa por parte de sus padres (los abuelos de Joan: el paterno dejó el catolicismo y México para mudarse a EEUU y convertirse en un pastor metodista mientras el materno era sacerdote anglicano).

La primera vez que visitó profesionalmente España –hasta donde yo sé– fue para promocionar su excelente álbum «Diamonds & Rust«. El LP fue un éxito en su época (1975) y marcaba un giro en la carrera de Joan Baez: era el disco que incluía más composiciones propias. Conocida como interprete, sus grabaciones aportaban otro color a canciones de autores conocidos o desconocidos (que ella ayudaba a popularizar). En este sentido “Diamonds & Rust” es su composición propia más lograda. Dos años después de editarse, Judas Priest hicieron una versión en su álbum “Sin After Sin” (1977). Ritchie Blackmore también la grabó –en los 90- junto a su compañera Candice Night. En su momento se rumoreó que Baez había compuesto esta canción basada en una llamada intempestiva de su ex, Bob Dylan. Y que era una especie de ajuste de cuentas sobre la relación que habían mantenido diez años antes. Años después el rumor quedó confirmado cuando lo dejó caer en un par de entrevistas y en  su autobiografía.

Antonio San José escribió aquí,  en noviembre de 2008, sobre su entrevista a Joan Baez en Madrid. Una anécdota deliciosa. Les recomiendo su lectura (y si se animan les sugiero que también lean los comentarios al post).

Por mi parte la conocí (como entrevistador también) en ese mismo viaje promocional y guardé muy buena impresión de ella.

Este álbum, «Diamonds & Rust«, era el siguiente al “Gracias a la vida” (1974), su disco en español, en el que recogía su herencia hispana y parte de sus inquietudes políticas. La edición en España pasó desapercibida. Me contaron que hubo problemas con la censura (aún vivía el dictador). Cuando entré en Epic (CBS), como jefe de producto de A&M Records en junio de 1977, los jefes de A&M me contaron del interés que Joan Baez tenía por recuperar esta grabación. Los problemas de la distribuidora anterior (Ariola) ya deberían haber pasado a la historia por el cambio político que se estaba produciendo en España (muerte de Franco, elecciones generales, etc.). Por mi experiencia en medios y la serie Gong era consciente del potencial comercial de «Gracias a la vida«. Me pareció muy acertada la sugerencia y pedí la colaboración de la artista. Estaba en Los Ángeles en una convención de A&M donde la gente de CBS Europa éramos los protagonistas (por el contrato de distribución recién firmado). Coordinaron una llamada telefónica y la expuse mi planteamiento: insistí que para la naciente democracia española su presencia en España con este álbum podría ser un espaldarazo. Ella estaba por la labor (la sugerencia de rescatar el disco fue suya) y no puso ninguna pega. Se comprometió a hacer televisión. Con lo que eso implicaba (tanto los artistas cool norteamericanos como los concienciados no hacían teles en esos días).

Al volver a Madrid el director de Epic se entusiasmó con la idea y enseguida sugirió hacer el programa de José María Iñigo «Esta noche fiesta» (se realizaba en el Florida Park del parque de El Retiro). Él sabía que Iñigo, con quien mantenía excelentes relaciones, admiraba a Joan Baez. Dado el carácter comercial, o como quieran llamarlo, del programa pedí una diferenciación. Otro marco escénico. Un telón negro de fondo. Y que la actuación fuese en directo, guitarra y voz (esto fue una petición de la artista). A Baez le pareció muy oportuno este cambio de look del programa para sus dos canciones. Iñigo, entusiasmado, aceptó nuestras pretensiones. Iba a ser la primera vez que Joan Baez actuaría en TV en España.

Cuando llegó a Madrid, para hacer promoción de «Gracias a la vida» y la aparición en TVE, me encontré a una Baez espléndida, encantada y feliz. En nuestra primera conversación telefónica ya la había recordado que nos conocíamos. Esta vez pasamos más tiempos juntos. Su curiosidad por todo lo que estaba sucediendo en España era tan grande como su conocimiento del país y su cultura. Años después, en los 80, descubriría hablando con John Hammond lo importante que la Guerra Civil española había sido para la izquierda estadounidense, sobre todo la neoyorquina (parte de estas conversaciones están reflejadas en mi dos últimos libros: «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll» y «Rock ‘n’ Roll: el ritmo que cambió el mundo«).

Las canciones a interpretar en el programa de Iñigo las habíamos acordado en una ultima llamada telefónica, antes de llegar a España.

En nuestras charlas la legalización del PC, la vuelta de exiliados y las primeras elecciones generales, celebradas hacía unos meses, fueron los temas más comentados. Sugerí que un comentario suyo al respecto sería muy apropiado. Y un golpe de moral  para todos quienes ansiábamos la consolidación democrática (y estábamos temerosos de los ruidos de sables). Me aseguró que contase con ello. Entendió perfectamente que era una oportunidad que no podía desaprovecharse (solo había dos canales de TV entonces).

Había notado su admiración por La Pasionaria. Su alocución (dedicándola un tema) no me sorprendió tanto como a Iñigo (quien palideció a pesar de la legalización del PC y la condición de diputada de la histórica dirigente comunista). Elegir cantar «No nos moverán» era un clara declaración de intenciones (por el paralelismo con el «No pasarán»).

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Bikinis, Futbol y Rock & Roll de nuevo en ABC

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Siempre es un honor, y motivo de orgullo, que los medios te llamen para que opines o comentes sobre ciertos aspectos (musicales). Esta vez ha sido Nieves Mira del ABC. Y no ha sido para hablar de Rosalía jejeje. El asunto era otro, bien distinto: hoy se cumplen 50 años del triunfo de Salomé en Eurovisión. Aquel que se celebró en Madrid y que tuvo ¡cuatro! vencedoras. Un hecho insólito que no se ha vuelto a producir.

Nieves Mira en su artículo nos pone en el contexto de la España de entonces y menciona a Fraga y las contribuciones de Dali al evento (el cartel y la decoración del escenario del Teatro Real). Dado que ambos son personajes de mi «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll«, y 1969 es un año que forma parte del libro, tuve una buena conversación con la redactora.

Aparte del artículo les recomiendo pinchar en el enlace y visitar la galería de imágenes con las que ABC acompaña el texto. Son muy buenas y reflejan el ambiente del momento y la época.

Quiero agradecer de todo corazón a Nieves Mira por haber contado conmigo de nuevo (ya lo hizo el año pasado cuando conmemoró el triunfo de Massiel) y por citar a «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll» en su texto.

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Symphonic Ríos de Miguel Ríos

Symphonic Ríos CD DVD

Miguel Ríos presentó ayer en rueda de prensa, celebrada en el Teatro Real, su nuevo proyecto: «Symphonic Ríos«. Se trata de un CD más un DVD y también las primeras fechas de una nueva gira. «Me retiro más que Antoñete» bromeó Miguel Ríos con un periodista al respecto de estas nuevas fechas (la primera de las seis confirmadas, hasta el momento, es el 21 de junio en Barcelona).

«Symphonic Ríos» recoge el concierto ofrecido en el patio interior del maravilloso palacio Carlos V, situado en la colina de la Alhambra granadina. El DVD además del recital de Ríos con el grupo Los Black Betty Boys y la Orquesta Ciudad de Granada (dirigida por Josep Pons) nos muestra el making of del concierto (especialmente esclarecedores son los fragmentos de los ensayos).

Uno de los asistentes resaltó que el logo de «Ríos» es el mismo del legendario «Rock & Ríos«, que cumplió 36 años la semana pasada. «Es que lo robamos todo» contestó entre risas para extenderse a continuación sobre ese directo que supuso un antes y un después en la música española.

Miguel Ríos dio una master class durante la rueda de prensa. Su praxis es su mejor aval. Se explica de maravilla y con su dilatada carrera es consciente de donde está, que suelo pisa hoy en día y que ha representado en la escena rock del país. Los años le permiten disfrutar de lo logrado, sin falsas modestias ni ostentación de méritos (que reparte y comparte con compañeros de profesión).

Que Miguel Ríos siga en activo es una muy buena noticia para todos. Y sobre todo para él.   Es una necesidad vital compartida entre el artista y su público, que somos legión.

Con Miguel Ríos Teatro Real

Foto de Juanlu Vela al finalizar la rueda de prensa y la ronda de entrevistas.

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Chrissie Hynde y Raquel se hacen con el Real

Raquel venía dispuesta a disfrutar a tope del concierto de The Pretenders en el Teatro Real, dentro de la programación de este año del Universal Music Festival. Ella y su acompañante son devotos de Chrissie Hynde y sus muchachos. Lo dieron todo desde el principio. Bailaron cada una de las canciones que Pretenders interpretaron. Raquel fue la autentica cheerleader del grupo. Acaparó el protagonismo con su entusiasmo y lo contagió a los músicos y al resto del público. Y además bailaba muy bien. Como sería la cosa que Hynde agradeció públicamente su ardor, preguntó como se llamaba y la dedicó una canción. Finalizada la actuación, aparte de las fotos, pregunté a una Raquel empapada si había sido el concierto de su vida. Veterana de muchas actuaciones de Pretenders éste del Real lo vivió con especial efervescencia por el cariño que Chrissie y los demás miembros de la banda la habían demostrado. En una de las fotos la vemos con las baquetas del batería (también se hizo con varias púas).

The Pretenders tocaron todos sus clásicos, coreados por los asistentes, y añadieron temas nuevos de su último álbum Alone. Chrissie Hynde demostró estar en buena forma. A sus 65 años mantiene su poderío vocal y las tablas la permiten jugar y matizar entonaciones. En «Stop Your Sobbing«, escrita por su ex Ray Davies, se lució.

A destacar que durante esta mini gira española Chrissie Hynde ha lucido una camiseta de Elvis. ¡Bravo!

En este formato de teatro parece estar en su salsa: el contacto con el público la estimula (como comprobamos en el caso de Raquel). Sinceramente no esperaba mucho de su garganta así que fue una muy agradable sorpresa.

Es sorprendente como los veteranos de esta generación y la anterior siguen dando guerra. Mantienen el listón alto para quienes vienen empujando desde atrás.

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Miguel Poveda en el Teatro Real

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Sostiene Perea denuncia

Antonio Perea siguió la recomendación de La Mundana y acudió a ver la representación de la ópera «San Francisco de Asís» de Olivier Messiaen (en el Madrid Arena de la Casa de Campo por problemas de espacio en el Teatro Real). Y no cabía en su asombro: tanto por la calidad de la representación de la obra -un hito- como por lo que denuncia en su blog, y que podrán leer a continuación:

«La denominación en Madrid de esta soberbia obra de Olivier Messiaen debería ser incluso más larga que su ya largo título original. Yo propondría algo así como: “San Francisco de Asís. (Escenas franciscanas). Ópera en lengua francesa en tres actos, ocho escenas… y dos caterings”. Quizá la semana que viene me anime a compartir con los lectores de mi blog la turbadora experiencia que como oyente me deparó esta obra maestra de la música del siglo veinte. Hoy prefiero concentrarme en las curiosas características del envoltorio que el Teatro Real preparó para su audición en el recinto deportivo Madrid Arena de la Casa de Campo.

Extraigo del programa de mano (libreto lo llaman los organizadores, mal empezamos) la gigantesca duración de la obra. “Acto I: 1 hora y 10min. Pausa de 30 min. Acto II: 1hora y 55 min. Pausa de 1 hora. Acto III: 1 hora y 10 min”.

Les resuelvo la suma, no se preocupen: cuatro horas y quince minutos de música y una hora y media de entreactos.

Una presencia publicitaria en el llamado libreto entre anuncios de Chanel, Rolex, El Corte Inglés y otros –lo menciono porque no era regalado sino que había que pagar seis euros por él ¿cuánto costaría sin publicidad?-, es la del Grupo Arturo Cantoblanco, concesionario del restaurante y los caterings del Teatro Real y uno de los negocios de don Arturo Fernández, líder de los empresarios madrileños. De nuevo leo en el libreto, “…Servicio de restauración: Durante el segundo entreacto habrá un servicio de restauración en el recinto para el público que lo desee…”. También hubo tal servicio en el primero de los entreactos, en torno a las siete y media de la tarde, en el que tomamos dos botellines de agua y dos tostas, 13 euros. En el segundo entreacto, sobre las diez de la noche, pedimos dos tostas y dos cervezas, 12 euros. Total 25 euros, un precio razonable y buena calidad. En ambos casos pagué en efectivo y comprobé que me daban el cambio sin ticket alguno. La aglomeración y la presión de los de detrás por conseguir una tosta antes de que éstas se terminaran desaconsejaba distraer a los camareros reclamándolo y comprobé, además, que a nadie se le estaba dando tal ticket. Y de repente caí en la cuenta del vertiginoso río de dinero en efectivo contante y sonante que los cientos de asistentes al concierto, quizá mil o más, nos estábamos dejando allí sin recibo alguno. Hice una comprobación de campo y pregunté si se podía pagar
con tarjeta. La respuesta fue negativa y vino acompañada de una mirada de conmiseración desde el otro lado de la barra. Eso duele.

Es decir: don Arturo Fernández, restaurador del Teatro Real, vicepresidente de la CEOE, líder de los empresarios madrileños y últimamente azote del socialismo gobernante, de entrada no facilita allí factura ni ticket de sus ventas ni acepta la traza contable alternativa que podría suponer para el cliente el cobro con tarjeta de crédito. ¿Un negocio redondo para don Arturo en lo que a tesorería se refiere?

He repasado en la red otros escenarios anteriores de la obra en todo el mundo desde su estreno en Paris en 1983, y los comentarios de sus críticos y asistentes. En ninguno de ellos se menciona la existencia de tan ciclópeos entreactos, una hora y media sumando los dos. En un momento dado supuse que quizá se trataba de una pausa necesaria para la preparación del espacio escénico o de algún instrumento, pensando yo en los tres Ondas Martenot requeridos por la partitura –desde mi localidad solo se avistaban dos- ingenio con cuyas necesidades estoy tan poco familiarizado; así es que anduve asomándome desde primera fila durante el segundo entreacto, pero no hubo movimiento alguno en el escenario ni en el foso; ni para los Martenot, ni para la cúpula escénica ni para elemento alguno. En resumen, tan largas pausas, quizá incluso contraproducentes para los artistas, no se debían a ningún requerimiento técnico.

Lo que sí vi fue un restaurante de protocolo repleto de comensales, una especie de zona VIP custodiada por señores trajeados con auriculares en la oreja. Muchos de aquéllos, por cierto, antes del comienzo del tercer acto abandonaron el teatro al mismo tiempo que el restaurante.

Enhorabuena a los premiados.»

Y de despedida les recomiendo ver este video

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