La idea de la Superliga Europea de futbol ha sido vista a y no vista. El proyecto se dio a conocer a los ocho minutos del pasado lunes y ayer recibió la puntilla con la retirada de los seis clubes ingleses. Antes de entrar en mis cuitas como socio madridista, unas breves consideraciones sobre los equipos de la Premier. La primera es que estamos hablando del país del Brexit. No se alarmen, tan solo tengan en cuenta este dato y la posición del primer ministro británico, Boris Johnson. Apoyó fervientemente la salida de la UE y ha sido el campeón en contra de la Superliga. A continuación mis reflexiones al respecto, que se inician con una pregunta: ¿Por qué los propietarios de los seis equipos se achantaron y cedieron ante las amenazas del jefe del gobierno?
- Lo primero a tener en cuenta es la propiedad de los seis equipos. Tan solo uno, Tottenham, es de titularidad inglesa. Tres son propiedad de grupos inversores estadounidenses (Manchester United, Liverpool y Arsenal). Otro es de un oligarca ruso (Chelsea) y el restante (Manchester City) es un club-estado perteneciente al Emirato de Abu Dabi.
- Los tres dueños estadounidenses tienen intereses en su país en el deporte profesional (Boston Red Sox de beisbol, Tampa Bay Buccaneers de la NFL -son los actuales campeones de la Super Bowl-, la NBA –Denver Nuggets-, y otros deportes como lacrosse, hockey sobre hielo y la liga norteamericana de fútbol). Es decir, están acostumbrados a competiciones deportivas sin ascensos ni descensos.
- Dado que cinco de los seis equipos, no tienen dueños ingleses, estos se encuentran en desventaja frente al gobierno británico, que puede legislar en su contra. Como parece ser que amenazó Boris Johnson. Una limitación a la participación extranjera en clubes deportivos es un riesgo enorme para estas organizaciones.
- La otra amenaza fue de tipo fiscal. Un súper impuesto para los seis clubes.
- Otro aspecto a tener en cuenta es el de los permisos de trabajo. La posibilidad de dificultar la contratación o la renovación de contratos de jugadores de la UE y de otros países era una amenaza real. La limitación para tramitar licencias federativas a jugadores no británicos era una espada de Damocles. Los que hemos trabajado en el sector musical conocemos bien todo esto: hasta bien entrados los 60 las grabaciones en Londres solo podían ser ejecutadas por músicos británicos; la tramitación de permisos para actuar eran una pesadilla (fuesen recitales o en TV). El sindicato de músicos era poderoso y defendía a los suyos. En este sentido la movilización de los capitanes de los equipos de la Premier fue más que significativa. Y se asemeja bastante a lo que sucedía con los ejecutantes musicales.
No estoy intentando justificar «la traición» de los seis clubes de la Premier. Tan solo exponer a lo que se enfrentaban, visto el posicionamiento de Boris Johnson y las derivadas que fueron surgiendo. Aquí también vislumbramos un aspecto que trasluce en todo este fiasco: la improvisación y la falta de una política de comunicación eficaz. ¿Estos seis, y los otros también, no consultaron o tantearon sus posibilidades antes de dar el paso definitivo?
Un aspecto que no he visto comentado y que me intriga es el papel de los medios, porque es indudable que el pastel televisivo es muy goloso. Se comentó por encima la participación de la plataforma de Amazon como tenedora de los derechos (¿todos o parciales?). Y Florentino Pérez mencionó al grupo mediático italiano propietario de El Mundo, Marca y el Torino (eterno rival de la Juventus, uno de los 12). ¿Y Roures, Movistar, Sky, etc.? ¿Qué influencia han ejercido los poderosos grupos de medios televisivos a la hora de abortar la Superliga?
Ahora es el turno de mis preocupaciones como madridista (socio 2.410):
- Como expresé en el post del lunes me encantaba la idea de la Superliga. Tampoco veía que disminuyese las posibilidades de las respectivas Ligas nacionales. 12 clubes cargados de estrellas reactivarían las taquillas de los equipos de las distintas ligas. Por ejemplo: ¿Cuántas veces hemos escuchado al presidente del Getafe quejarse de no llenar el campo salvo cuando les visitan Barça y Madrid? Esto seguiría funcionando igual, pero con un añadido: el Atlético de Madrid, integrante de los 12 fundadores de la Superliga.
- Real Madrid y Barça son los únicos del clan de los 12 fundadores que pertenecen a sus socios. No hay estados ni empresas en su accionariado. ¿Dadas las actuales condiciones financieras podrán seguir manteniendo este status?
- Al hilo del punto anterior: ¿Se encamina el Real Madrid hacia su conversión en una sociedad anónima? El riesgo es muy grande. Y la tentación también.
- ¿Cuáles serán las represalias deportivas que sufrirá el Madrid? La vez anterior que el Madrid, bajo la presidencia de Florentino Pérez, quiso provocar un cambio, salimos trasquilados. Y nació el Villarato. Recuerden: en unas elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, tanto el Madrid como el Barça apoyaron al candidato que se enfrentaba a Villar. Joan Gaspart, a última hora, cambió el sentido del voto de los azulgranas y los clubes que lideraban. Villar salió reelegido y el Madrid se quedó con las vergüenzas al aire. El paralelismo con la situación actual es obvio. Cambien la FEF por la UEFA. ¿Qué arbitrajes podemos esperar en nuestra semifinal de Champions frente al Chelsea? Me temo lo peor…
Para terminar dos asuntos, para hacer frente a la demagogia imperante respecto a todo esto (independientemente de estar a favor o en contra de la Superliga). Primero, ni al Barça ni al Madrid les pueden decir nada del fútbol de cantera. Las miman. En cambio el Atleti, con GIl y GIl, la cerró (y así llegó Raúl al Madrid). Y segundo, un comentario que dejé en el post del lunes pasado:
«Cero solidaridad con Tebas y la LFP, UEFA, FIFA, Peter Lim (Valencia), el condenado a prisión Del Nido (Sevilla), el grupo chino de Wuhan (Granada), el jeque de Qatar (PSG) y un largo etcétera.»