
A la declaración de guerra a Spotify de Neil Young se han sumado Joni Mitchell y Nils Lofgren, guitarrista que acompañó a Young, rechazó entrar en Rolling Stones y desde hace tiempo colabora con Bruce Springsteen. David Crosby también se suma a la iniciativa de su antiguo compañero, pero no puede porque ha vendido todos sus derechos. Lo cual nos lleva a la siguiente cuestión: ¿el silencio de otros veteranos ilustres como Dylan y Springsteen se debe a esta circunstancia? ¿La venta de todos sus derechos les lleva a estar vendidos? Neil Young también vendió y ha pedido retirar su música de Spotify. Warner puso en marcha los trámites.
Warner también inició la tramitación para retirar el catálogo de Joni Mitchell con la compañía (sus álbumes clásicos). Mientras, los que grabó para Geffen, hoy propiedad de Universal, siguen en la plataforma. Esto conduce a otra reflexión: los tres grandes grupos multinacionales son accionistas de Spotify. En 2018 Warner se deshizo de sus acciones. Universal las ha mantenido. ¿Tiene esto algún peso en las decisiones de ambas discográficas?
Aunque ayer la acción de Spotify subió, los acontecimientos desde el comunicado de Neil Young han propiciado el descenso de la cotización en bolsa de la empres sueca (con domicilio fiscal en Luxemburgo).
Daniel Elk, cofundador y primer ejecutivo de Spotify, ha tenido que salir al paso del revuelo mundial provocado por el desafío de Neil Young. Elk se ha hecho el sueco. Lo que dijo el pasado domingo no va a ningún lado. Y eso de que van a advertir sobre los espacios que difunden información controvertida es insuficiente. ¿Vertir falsedades es controvertido? ¿Y si quienes difunden mentiras, poniendo en solfa a la comunidad científica, exigen ese aviso para los científicos cómo reaccionará Spotify? ¿También avisará que es información controvertida?
Hace un mes 270 profesionales, autodefinidos como “una coalición de científicos, profesionales médicos, profesores y comunicadores científicos”, firmaban una carta abierta en la que pedían a Spotify que dejaran de difundir las afirmaciones de Rogan (el mismo del que se quejó Neil Young). Estos 270 abarcan campos, como la microbiología, la inmunología, la epidemiología y la neurociencia, además de medicina y enfermería. Su petición no tuvo ninguna repercusión. Todo lo contrario de lo sucedido con Neil Young.
Este conflicto con Young es distinto al que han tenido otros artistas en el pasado. Principalmente eran de índole económico (Taylor Swift fue el más sonado) o de contratos de exclusividad (Garth Brooks). No me extrañaría que en esta ocasión los principales beneficiados fuesen la competencia, principalmente las plataformas de Amazon y Apple.
En algunas redes estadounidenses decenas de suscriptores han anunciado su intención de darse de baja del servicio de Spotify. Las crisis de reputación, como la que acecha a Spoti, se llevan muchas empresas por delante. Y son lo único que puede debilitar la fuerza de una marca.
¿Y los madridistas? A qué viene esto se preguntaran. La semana pasada saltó una noticia que pasó inadvertida para muchos: Spotify está negociando el patrocinio del Barça. De ser así muchos madridistas darán la espalda a la plataforma de streaming. Algunos ya lo hemos hecho…
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...