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Nueva York celebra su reapertura

El ayuntamiento de la ciudad de Nueva York ha organizado la Homecoming Week (la semana de la vuelta a casa), para celebrar su reapertura. Se trata de conciertos gratuitos todos los días en los cinco boroughs. Para la presentación del primero (Forest Hills Stadium) en el burgo o municipio de Queens el alcalde Bill De Blasio, junto a su mujer e hijo, acompañó a George Clinton (Funkadelic/Parliament). En el video les pueden ver cantando acapella el clásico «One City Under A Groove«. El veterano Dr. Funkestein de 80 años es el cabeza de cartel del evento.

Esta semana reabre el legendario Apollo Theater con un concierto gratuito que reunirá a grandes figuras afroamericanas. El Apollo ha estado cerrado desde el principio de la pandemia. La vuelta de los conciertos al aire libre en Central Park es otra noticia con el macroconcierto de mañana, que cierra esta semana de actividades con la música de protagonista. En el cartel encontramos a Bruce Springsteen, Paul Simon, Jennifer Hudson, Elvis Costello, Jean Baptiste, Andrea Bocelli, Earth, Wind & Fire con Babyface, Patti SMith, Carlos Santana y LL Cool J entre otros.

NYC

También volvieron los conciertos en las playas, un clásico de los veranos neoyorquinos. El primero fue el de Orchard Beach (Bronx), que además supuso el pistolazo de salida de la semana, al que siguió el de Midland Beach (Staten Island), que contó con varios miembros de Wu Tang Clan, los héroes locales. A De Blasio, en este concierto de Staten Island, le acompañó en el escenario, durante la presentación, otro político de NY, Chuck Summer, el líder de la mayoría Demócrata del Senado. El alcalde anunció en su día que las leyendas del hip hop de la ciudad serían cabezas de cartel en eventos repartidos a lo largo de cuatro de los cinco burgos bajo el lema It’s Time For Hip Hop in NYC.

Como podrán comprobar todo es igualito que en Madrid, donde IDA amenaza en un retorno al pasado una nueva Movida. Olvida que aquello ocurrió con el PSOE en el poder: Felipe González en Moncloa, el alcalde Tierno Galván y Joaquín Leguina en la CAM. En fin…

Llaman la atención varios aspectos de estas iniciativas de Nueva York, donde el 75% de la población adulta al menos ha recibido una dosis de la vacuna y entre los jóvenes de 12 a 17 años el porcentaje baja al 56%. A esta semana de celebraciones solo pueden acceder los vacunados. Y este es el primer aspecto que quiero destacar: parece un premio a quienes se han vacunado y un incentivo para que los no vacunados se pongan las pilas y se decidan (además los menores de edad deben ir acompañados de un adulto vacunado). Y aquí surge el otro aspecto: la falsificación de los certificados o  tarjetas de vacunación. La incidencia de los 203 nuevos contagios tras el Lollapalooza de Chicago se debió en gran parte a la falsificación. Desde todas partes de EEUU se están reportando actividades de esta índole para entrar en conciertos, festivales, etc. Los listos siempre aparecen…

Como amante de la música (y extrabajador de la misma) se me cae la baba de envidia con este programa del alcalde saliente de la que durante unos años fue mi ciudad.

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Trump camino del segundo impeachment

Trump va camino de su segundo impeachment. Sería la primera vez en la historia de Estados Unidos que un presidente es sometido a dos procesos de destitución. ¡Todo un hito! Que además automáticamente le convierte en el peor presidente de la historia de EEUU. Diga lo que diga el lumbreras de Espinosa de los Monteros.

La tarde/noche de ayer (ahí y aquí) y la madrugada española fue una sucesión vertiginosa de noticias. Desde el vuelo de Trump a El Álamo, con declaraciones antes de tomar el avión en su línea de desafío a la realidad y las bravuconadas habituales, hasta el comunicado de la Junta de Jefes Militares a todo el ejercito, condenando el asalto el Capitolio y mostrando su lealtad a quien será su nuevo jefe, el presidente electo Joe Biden. En medio, una demoledora rueda de prensa de los responsables en Washington D.C. del FBI y del departamento de Justicia, en el que anunciaron la investigación hasta el momento de 170 personas –advirtiendo que el número aumentaría–, alertaron de futuras revelaciones que pondrían los pelos de punta y ofrecieron una recompensa de 50.000 dólares a quien ofreciese información sobre las bombas caseras que encontraron. Afortunadamente no explotaron y el responsable del FBI no supo explicar las causas («pudo ser por un montaje defectuoso, falló el temporizador, no sé, lo estamos analizando»). ¿Entre las causas que nos iban a dejar «shocked» estaban las implicaciones directas de diputados y senadores en el asalto? Sabemos que la diputada republicana por Colorado, afin a QAnon y que presume de ir armada (es dueña de un restaurante donde su personal lleva la pistola en la cintura), estuvo informando a los líderes del asalto de todos los movimientos de Nancy Pelosi y a donde la conducían para ponerla a salvo. Uno de estos líderes, el único no blanco de los asaltantes, estuvo en contacto directo con tres diputados, entre ellos uno de Arizona (señalado con nombre y apellidos en su declaración). A todo esto, una comisión de la Cámara baja del Congreso estaba reunida para debatir, y eventualmente votar, una resolución para que el vicepresidente Mike Pence pusiese en marcha la vigésimoquinta enmienda de la Constitución para incapacitar a Trump. Y numerosas empresas anunciaban en cascada la retirada de fondos para las campañas de los diputados y senadores que votaron en contra de la confirmación de Biden el 6 de enero (el día del asalto). Se unían así a la Asociación de Fabricantes que habían retirado su apoyo a Trump estos pasados días. El hasta ahora presidente perdía así un apoyo muy importante de un sector industrial que le ha sido muy favorable. También conocíamos los anuncios de diputados y senadores Republicanos favorables al impeachment. Sorprendió saber que Mitch McConnell, el líder de la mayoría en el Senado que dejará de serlo en breve tras perder los dos puestos del Senado por Georgia, mostraba en privado, para que se filtrase, su alegría ante el impeachment. Porque serviría para eliminar a Trump y el trumpismo del Partido Republicano. Añadan que Trump ha sido silenciado en las redes sociales, detalle menor pero importante, dado el elevado número de seguidores con los que cuenta.

¿Como funciona el impeachment? Es un mecanismo de dos vías. La primera es la presentación y votación en la Cámara baja, el House of Representatives. Esto va a suceder hoy (Pelosi ya presentó la documentación este pasado lunes). El impeachment se aprueba por mayoría simple. El Partido Demócrata la tiene. Así que cuentan con el triunfo en su mano. De ahí mi titular de «Trump camino del segundo impeachment«. Además, dadas las declaraciones de varios diputados Republicanos obtendrán una mayoría más que holgada. Una vez superado este proceso se pone en marcha la segunda vía: el juicio en el Senado. Para declarar culpable al presidente se necesitan dos tercios de la Cámara alta. Dada la actual composición del Senado, con mayoría Republicana, es difícil que salga culpable. Con la nueva, 50 escaños para cada partido con el voto decisivo de la vicepresidenta Kamala Harris, quien además será presidenta del Senado, los Demócratas necesitarán 17 votos Republicanos, aparte de los 51 suyos, para declarar culpable a Trump. E inhabilitarle para ejercer cargos públicos (entre ellos presentarse a senador o a las presidenciales de 2024). Esto abre las aspiraciones de varios políticos del Partido Republicano de cara a las primarias. Factor muy a tener en cuenta en toda esta historia. En la que el sucesor de Trump, sería su hija Ivanka (como ya apunté hace un año) o uno de sus dos hijos. Bien dentro de las filas Republicanas o en un partido de nueva creación (una escisión tipo la de Vox del PP).

La pregunta clave, asumiendo el impeachment de hoy de la Cámara baja: ¿Cuándo se celebrará el juicio en el Senado? ¿Antes de la toma de posesión de Biden el 20 de enero o después? Hay un margen de 100 días. Existen diversas teorías al respecto. Supongo que dependerá de los objetivos: condena, destitución e inhabilitación o condena e inhabilitación o solo inhabilitación.

Existe otra posibilidad: que Trump dimita para que asuma la presidencia Pence y le indulte. Como hizo Ford con Nixon. Aunque esto de Trump dimitiendo como que va a ser difícil… pero nunca se sabe. Su calendario judicial, sin inmunidad presidencial, es muy complicado. La zanahoria del perdón podría servir.

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Sleepy Joe Biden camino de dormir en la Casa Blanca

Sleepy Joe Biden va camino de dormir en la Casa Blanca a partir de enero. En una noche vertiginosa dos estados están a punto de protagonizar flips descomunales para Biden. Se trata de Georgia y Pensilvania. Este último era la gran baza de Biden. Sus 20 votos electorales aseguran matematicamente la presidencia (Biden cuenta con 253 votos y se precisan 270 para ser presidente).

La remontada en Pensilvania ha sido espectacular. Ha superado un deficit de más de 600.000 votos. La escalada arrancó en cuanto empezó el computo de los votos por correo y el de los votos presenciales adelantados. La ira del perdedor Trump también aumentó. El problema no radica en sus acusaciones, carentes de fundamento (como veremos luego en un ejemplo). La realidad es que el responsable de sus problemas ha sido él mismo, como bien señalaba The Washington Post:

[…] The reasons so many Biden-friendly mail ballots were counted so late in states like Michigan, Pennsylvania and Wisconsin are actually rather simple. One reason is that populous urban areas (which lean strongly blue) have more votes, which means it takes longer to count them. Another is that Trump spent months raising concerns about mail-in balloting, leading to an extraordinary partisan imbalance in which voters embraced them.

But the biggest reason for the lag is that Republicans allowed it to happen. Despite the urging of state election officials, the GOP-controlled legislatures in those three key states all declined to let mail ballots to be counted earlier — unlike the vast majority of states — despite knowing the number of mail ballots would dwarf any previous election. […]

Es decir, el Partido Republicano controla los Congresos de los tres estados, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, que Trump ha perdido ahora y que en 2016 le llevaron a la presidencia. Lo que entonces fueron sus flips ahora son sus flops

Hay factores a considerar en la polarización provocada por Trump. La primera es que ha llevado a una participación electoral masiva. La segunda es que a grosso modo hay dos aspectos que materializan la previsible derrota de Trump, el autentico loser & sucker de estas elecciones. Se trata de la pandemia (ya apuntada en este blog ¡a principios de marzo!) y el racismo. Los analistas deberían fijarse en las grandes ciudades que han protagonizado los flips y flops: Milwaukee en Wisconsin, Detroit en Michigan, Atlanta en Georgia y Philadelphia en Pensilvania. En estas urbes el voto afroamericano ha sido decisivo. Un voto que apoyó a Obama, le dio más o menos la espalda a Hillary Clinton y que se ha levantado en masa para aupar a Biden. Desde las primarias del Partido Demócrata (en una campaña que Biden calcó a la de Obama).

Las mujeres afroamericanas han votado ampliamente a Biden. No tanto los hombres, porque Trump ha recibido un apoyo sobre el 12%. Aquí pueden entrar en juego asuntos como el de los millonarios raperos que públicamente expresaron su votos por Trump (50 Cent, por ejemplo, dijo que no quería convertirse en 20 Cent). Y luego está el tema del macho alfa, con el que tantos afroamericanos se identifican con el actual presidente. Para espanto de las mujeres y familias que lo sufren. Otro aspecto destacado del racismo latente en Estados Unidos son las instrucciones que las madres afroamericanas dan a sus hijos. Sobre como tienen que comportarse en una sociedad blanca y con esa policía que les acosa y culpabiliza por el color de su piel. Aquí no hay barreras sociales. Incluso diría que los pijos lo llevan peor, al carecer del street smart de los de extracción social más baja. Es una cuestión de racismo. Las oleadas de brutalidad policial de los últimos años y las movilizaciones del Black Lives Matters, así como las simpatías no disimuladas de Trump por los supremacistas blancos, han tenido un peso enorme. Tanto para Trump como para Biden. Porque no olvidemos el enorme apoyo del presidente saliente (cerca de 70 millones de votos) y que Biden es el candidato más votado de la historia de EEUU (sobre los 74 millones). 

Las falsas promesas (incumplidas todas) de crear puestos de trabajo y traer inversiones a los estados industriales también han tenido su peso. No olvido esto, porque fueron estas las razones que cambiaron el voto a Clinton por el de Trump. No se fiaron de ella y depositaron su confianza en un timador… Lo que entonces fueron flips para Trump ahora son flops. Salvo en Ohio e Indiana, feudos republicanos.

Georgia es el ejemplo más claro de las falacias de Trump. El estado tiene un gobernador republicano. Las dos cámaras de su Congreso están controladas por el Partido Republicano. ¿Y Trump nos cuenta que ha habido fraude electoral? ¿De verdad? El flip de Biden y el flop de Trump en Georgia ha sido historico: es la primera vez, en casi 30 años, que un candidato Demócrata gana en Georgia, el estado del melocotón. ¿En serio ha habido fraude electoral? ¿En un estado republicano? ¿Tan torpes son? No es creíble. Como recordaba hoy Javier Zurro está táctica nos retrotrae a la obra maestra de Orson Wells, «Ciudadano Kane«, y esa portada del Fraud At Polls para justificar el fracaso electoral de Kane, el dueño del periodico.

¿Y del fraude postal Trump no tiene nada que decir? Han sido continuas las zancadillas perpetradas contra el voto por correo. Con un responsable claro: el ejecutivo que él eligió para presidir el servicio de correos y que, casualidad, es uno de sus mayores donantes. Esto del voto por correo, me recuerda a unas elecciones del Real Madrid: acusaron al vencedor, Ramón Calderón, de haber falsificado los votos por correo. El asunto acabó en los tribunales y se descubrió que ¡los acusadores eran los que habían intentado amañar el voto por correo! 

En estas presidenciales se votaban otras cosas: las dos cámaras del Congreso de EEUU (Senado y Casa de los Representantes), legislaciones locales (como la legalización del uso recreativo de la marihuana en Nueva Jersey, el salario mínimo en Florida, etc.). ¿El fraude de las papeletas solo ha afectado a Trump y no a lo demás que iba incluido en las mismas? El Partido Republicano tuvo una buena noche electoral en el Congreso. Aumentaron su numero de diputados en la Casa (con los Demócratas perdiendo cinco actas) y no sufrieron la debacle anunciada en el Senado. Las encuestas daban mayoría a los Demócratas. No ha sido así. aunque aún se desconoce el resultado final y en Georgia habrá que volver a votar los dos puestos de senadores el próximo enero. 

Ya avisé sobre las encuestas, a nivel presidencial: no hagan caso a las nacionales, porque no reflejan la realidad del voto electoral que es estatal. Solo son fiables las encuestas estatales. Y estas no se han equivocado. Ambas predecían la victoria de Biden, pero las locales han estado más cerca de las diferencias. En cualquier caso, de momento y adjudicando a Biden los cuatro de los cinco estados que faltan por completar, supera ampliamente los 270 votos electorales necesarios. Con estos cálculos lograría 306 (Trump en 2016 también ganó con 306).

Ya lo decían los Allman Brothers Band: «Eat A Peach«. Trump cómete un melocotón…

 

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Trump empeñado en propagar el coronavirus

Trump sigue empeñado en propagar el coronavirus. Ayer anunció una nueva recepción en la Casa Blanca. La anterior del 26 de septiembre, en el Rose Garden primero y luego en el interior, fue la zona cero del brote que ha afectado a más de 20 personas del complejo presidencial (tanto a trabajadores como a miembros del equipo de Trump). En la foto del New York Times en rojo están señalados los contagiados. Ya escribí el pasado 3 de octubre y luego el día 6 señalando ese acto –celebrado para nominar al Supremo a la juez Amy Coney Barrett– como el «infectódromo». Ayer el doctor Anthony Fauci lo confirmó, dando validez a las suposiciones. Si aquel día hubo 200 invitados para la celebración de hoy habrá 2.000 invitados. Entonces efectuaron tests rápidos a los asistentes y les dijeron que no hacía falta usar mascarillas. Craso error. Como se ha confirmado posteriormente. Tampoco rastrearon a los afectados. ¿Qué medidas implantaran hoy? Entre lo del Rose Garden y hoy se han producido varios hechos relevantes:

  • Trump fue hospitalizado y volvió a la Casa Blanca cuatro días después, tras pasar tres noches en el hospital. Las circunstancias de su ingreso y posterior alta no están claras. Se ocultó cuando dio el primer positivo (comunicado por el presidente la madrugada del viernes, día en el que acabó en el hospital). Posteriormente se ha establecido que dio positivo antes. El propio Trump, para eludir responsabilidades, especuló en Fox News sobre la posibilidad de haberse contagiado el lunes 27 de septiembre en otra recepción en la Casa Blanca, para las familias de los veteranos caídos en combate. Alegó los contactos directos con los asistentes. Las implicaciones racistas de este comentario, a la vista de las fotos, se las dejo a su consideración.
  • En cualquier caso, Trump se presentó infectado al debate con Biden. Así se entiende que llegase tarde, para que tanto él como su entorno eludiesen las pruebas obligatorias.
  • Se desconoce si Trump ya ha dado negativo y tampoco sabemos cuando fue el último positivo.
  • Un positivo, del almirante responsable de la guardia costera, ha puesto en cuarentena a todos los jefes del estado mayor del Pentágono. En casa bromeaba con La Mundana que así evitaban el contacto directo con Trump, el Infector In Chief.
  • Mitch McConnell, líder de la mayoría Republicana del Senado, ha declarado que evita ir a la Casa Blanca desde principios de agosto. La razón dada es abrumadora: no le convencen las medidas sanitarias de seguridad de la Casa Blanca y entran en contradicción con las que el mismo implementó en el Senado (uso de mascarillas y distanciamiento social, por ejemplo, además de rastreo en caso de contagios).
  • La comisión encargada de los debates presidenciales ha suspendido el segundo con Biden, previsto para el jueves de la semana que viene. Para no extenderme les dispenso de los dimes y diretes sucedidos hasta llegar a esta decisión.

Este pasado jueves en el programa de Hannity de Fox News, al que llama frecuentemente, Trump anunció su vuelta a la acción. ¡Y lo hizo tosiendo! «El espécimen humano perfecto» (son sus propias palabras), considera que haber sufrido el covid-19 es una «bendición divina», adelantaba a Hannity que tras la recepción de hoy daría un mitin electoral en Florida. El primero de varios. Recordemos que ya tenemos datos de la incidencia de sus mitines en recintos cerrados: del de Tulsa (Oklahoma), el primero de su campaña, y del último que dio en Duluth (Minnesota) ya con el covid-19: en ambos casos hubo brotes. En la zona de Tulsa y entre los asistentes al de Duluth (donde nació Bob Dylan).

Considero necesario poner estas fotos del NYT del acto del Rose Garden. Tanto del exterior como del interior. Esta bomba vírica fue con 200 invitados. Hoy serán 2.000.Para cerrar la estupenda y muy acertada portada de la revista Time

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¿Donde pasará Trump este Halloween?

¿Dónde pasará Trump este próximo Halloween? ¿En la Casa Blanca o seguirá hospitalizado? El caso es que el coronavirus se ha colado en la residencia presidencial y entre destacados miembros de su administración. En la imagen del The New York Times vemos las personas que han dado positivo en las últimas 48 horas. Y también las que han dado negativo, incluyendo a los Biden (porque compartieron espacio durante el debate del martes pasado).

Todas las fuentes señalan como «el infectódromo» al evento celebrado hace una semana, el sábado 25 de septiembre, para anunciar la nominación de la juez Amy Coney Barrett al Tribunal Supremo. El acto tuvo varios segmentos: una reunión previa en el despacho oval entre las familias Trump y Coney Barrett. Posteriormente en el Rose Garden se reunieron más de 200 personas sentadas sin distanciamiento social y apenas media docena llevaban mascarillas. El presidente hizo el anuncio formal de su elección y se pasó al ágape. Que tuvo lugar tanto en el exterior como en el interior. En los videos hemos visto abrazos y saludos afectuosos a doquier. Todos los positivos de la imagen salvo dos (Hope Hicks y Bill Stepien) estuvieron presentes. Y se da la circunstancia que los dos senadores contagiados forman parte del comité judicial del Senado que debe entrevistar, el 12 de octubre, a la juez Coney Barnett antes de proceder a la votación de su nombramiento. El jueves pasado el comité tuvo una reunión, a la que asistieron ambos senadores. Se han disparado todas las alarmas. A estas horas no me consta que sucederá con la sesión del día 12.

Coney Barrett pasó el coronavirus unas semanas antes, lo cual podría explicar su negativo.

El NYT ha rastreado la agenda de Trump de la última semana (sus viajes a actos electorales). El mapa: 

La actitud pública de Trump ha sido irresponsable. Lo cual tiene un efecto negativo directo sobre sus seguidores y sobre las medidas de seguridad en su administración. El uso de las mascarillas en la Casa Blanca no está muy extendido. Mark Meadows, el jefe de gabinete de Trump, justificaba diciendo que hacen tests diarios. Lo cual no concuerda con la cronología de positivos de Hicks (jueves 30 septiembre) y el presidente (viernes 1 de octubre) más su viaje del día 1 de octubre a un acto de recaudación de fondos en Nueva Jersey. ¿El positivo anunciado del presidente fue el segundo, confirmando uno anterior no revelado? ¿O no se testa todos los días como dice Meadows y por eso viajaron ambos el viernes? Otra duda: ¿cuándo comunicó Hicks su positivo al presidente?

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¿Será Ivanka Trump la primera presidenta de EEUU?

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¿Será Ivanka Trump la primera mujer en alcanzar la presidencia de Estados Unidos? Ante todo mucha calma, no me ha dado ningún siroco. Pero conociendo al personaje, 45 como llaman en Nueva York a Donald Trump, todo es posible. Su megalomanía, su deseo de perdurar (su legado presidencial ahora está manchado por el proceso de destitución, el impeachment, que ayer llegó al Senado, donde será juzgado), hacen que este escenario sea posible.

Veamos: si no es destituido (dada la configuración del Senado donde hay predominio de su partido, el Republicano) se presentará a la reelección que probablemente ganará. Por ahora no se vislumbra un candidato Demócrata de nivel (en un par de semanas inician sus primarias y dos de los favoritos, Sanders y Warren, ya se están peleando por nimiedades). Si Trump vence y es reelegido no podrá presentarse a las siguientes presidenciales. Tras los cuatro mandatos de Roosevelt se dictaminó que los presidentes solo podrían estar dos mandatos al frente del país. Es decir, 45 no podría presentarse a una nueva reelección. Y es en ese momento cuando su hija Ivanka entraría en escena. En 2025 cumpliría 43 años.

Montar una dinastía es muy tentador, sobre todo para un narcisista de libro.

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Nadler vs. Trump: una vieja rivalidad

Montaje Sarah Rogers:The Daily Beast : Fotos Getty:Reuters

«Anyone who would loan Donald Trump money is taking a risk.» (Jerry Nadler)

Esta frase de Nadler de mediados de los 90 («Cualquiera que le preste dinero a Donald Trump asume un riesgo) fue actualizada tras el triunfo de Trump: «fue elegido legalmente pero no es legitimo». Son tan solo dos ejemplos de una vieja rivalidad.

Jerry Nadler, democrata, siempre se ha enfrentado a su conciudadano Donald Trump. Incluso cuando el actual presidente contribuía a las campañas de su partido y estaba afiliado al mismo. Representan a dos de los varios Nueva York: Nadler nacido en el seno de una modesta familia judía de Brooklyn y Trump hijo de un arribista (casero de infraviviendas) de Queens.

Actualmente uno preside el Comité de Justicia de la Cámara de Representantes (Nadler) y el otro es Jefe de Estado (Trump). El House Judiciary Committee, entre otras funciones, es el órgano que aprueba los procesos de destitución presidenciales (el famoso impeachment y del que solo habido tres precedentes, con resultados dispares: Andrew Johnson, Richard Nixon y Bill Clinton). Si el proceso de acusación prosigue su curso, el siguiente paso del recorrido se da en el Senado. En estos momentos el Partido Demócrata tiene mayoría en la Cámara de Representantes pero no en el Senado. Y se da la circunstancia que Nadler, uno de los pocos políticos electos opuestos a la guerra de Irak, fue contrario, como miembro entonces del Comité de Justicia, al impeachmente de Bush y Cheney. Alegó que era un moción perdedora dada la posición minoritaria de su partido. Algo parecido sucede hoy en día: muchos demócratas, a pesar de su mayoría en la Cámara de Representantes, consideran que su debilidad en la Cámara Alta les llevará a una derrota segura. Y sería un precio a pagar demasiado alto. Aparte de distraerles de lo que debe ser su principal objetivo: las primarias y encontrar una candidatura potente para hacer frente a Trump.

Nadler ha sido Representante desde 1992, siempre por Nueva York. De tres distritos: 17º (1992-1993), (1993-2013) y 10º (desde 2013). Las distintas remodelaciones del censo no han impedido que haya triunfado en los 12 procesos electorales que ha afrontado (y nunca bajando del 75% de los votos). Trump tomó posesión de la presidencia del país el 20 de enero de 2017. Es su primer cargo público. Perdió el voto popular pero ganó el que cuenta: el de los colegios electorales.

La rivalidad Nadler/Trump se remonta a los 80. Nadler era parlamentario del estado de Nueva York y Trump solicitó autorización para construir un complejo de ocho rascacielos en su distrito del oeste de Manhattan (con 5.700 apartamentos además de oficinas y estudios de TV y cine). Una de las torres iba a ser el edificio más alto del planeta con 150 pisos de altura. Sería una ciudad dentro de una ciudad (Trump la iba a llamar Televisión City). Nader tenía otros planes y se opuso: pretendía construir viviendas asequibles en la zona (Upper West Side), que estaba viviendo la gentrificación a la que Nadler quería poner freno. El alcalde, Ed Koch, tampoco era favorable al megaproyecto. Ante las dificultades, tanto de la ciudad como del estado, Trump fue rebajando sus expectativas. Redujo la altura del principal rascacielos así como el número de apartamentos (de 5.700 pasaron a ser 4.000). A cambio modificó el nombre: de Television City pasó a denominarse Trump City (finalmente se quedó en Riverside South). El senador republicano John McCain apoyó a Nadler y a los sucesivos alcaldes de la ciudad. Este es también el origen de la enemistad de Trump hacia McCain, héroe de guerra a quien Trump (quien huyó de sus obligaciones militares) insultó e infravaloró sus méritos militares. Todas las negativas a Trump estaban asociadas a los beneficios fiscales y desgravaciones que el constructor pretendía y las autoridades le negaban.

Hoy en día sabemos que Nadler ha pedido la comparecencia de Mueller, autor del Informe Mueller, ante el Comité de Justicia. Su notoria ausencia en la rueda de prensa de presentación del informe que dio su jefe, el ministro de Justicia William Barr, fue muy comentada. También desde hace casi un mes Nadler ha requerido la presencia de otros protagonistas: al menos ha mandado 80 cartas pidiendo la comparecencia ante el Comité. Además de solicitar la publicación total del Informe Mueller. Al menos para los miembros del Comité, porque a nivel público podría ser complicado al haber asuntos pendientes de vistas judiciales y pertenecientes a secretos de varios sumarios.

Se avecinan tiempos que harán las delicias de los propietarios de los medios de comunicación.

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