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La voz de Dylan a lo largo del tiempo

Me manda Víctor Alfaro este fragmento de la intervención de James Austin Johnson en el Tonight Show de Jimmy Fallon: cantando el villancico «Jingle Bells» imita a Bob Dylan a lo largo de las décadas. Lo clava. Fallon se troncha. Se puede ver pinchando en el video incrustado en el tuit. Agradezco a Víctor, conocedor de mi pasión por Dylan, haberme dado a conocer esta joyita. 

James Austin Johnson, natural de Nashville, forma parte del elenco de Saturday Night Live desde 2021. Alcanzó popularidad imitando a Trump (sustituyó a Alec Baldwin en el programa) y a Biden. Curiosamente es militante del partido socialista estadounidense (Democratic Socialists of America), como Alexandria Ocasio-Cortez y Rashida Tlaib (diputadas en la Cámara de Representantes).

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Un Giuliani desteñido incorpora a Venezuela al fraude electoral

Rudy Giuliani sigue haciendo méritos para incorporarse al equipo de Saturday Night Live. En su delirante y eterna rueda de prensa de ayer echó el resto. Esputó teorías conspirativas, acompañado de dos fieles de su equipo legal. Sudó mucho y como apreciamos en la foto se le corrió el tinte del pelo.

A un lado del estrado de los oradores un mapa mostraba los «múltiples caminos hacia la victoria», donde destacaban en rojo los seis estados en los que guerrean. Muchas de esas batallas legales ya las han perdido. Pero siguen dando la matraca, erre que erre. Y siguen sin presentar pruebas que corroboren lo que afirman.

Si la intervención de Giuliani fue delirante la de Sidney Powell fue estratosférica (en la foto es la mayor de las dos). De su boca salieron perlas como que el fraude se ha financiado con «dinero comunista«. Recogía la teoría conspirativa de Giuliani sobre las maquinas electorales de la empresa Dominion Voting Systems (la expuso en Fox News el paso fin de semana e involucró a Indra). La conspiranoia se basa en que el software de Dominion se ha financiado con dinero de ¡Venezuela! Una operación que inició Chávez y continuó Maduro. Este procedimiento se probó con éxito en Argentina. Y estas maquinas se han usado en las ciudades Demócratas de EEUU donde ha ganado Biden. Giuliani añadió a la presunta red fraudulenta de alcaldes a la policía y a los jueces que le han tumbado las demandas. Todo esto sigue sin explicar como en las maquinas se ha manipulado el voto de las presidenciales y no el de los demás asuntos (elecciones de gobernadores, senadores, diputados y votaciones de legislaciones locales). Porque todo va incluido en la misma papeleta y el Partido Republicano salió bien parado de la noche electoral. Y para que no falte nada en la ensalada conspirativa Powell metió a Soros por medio.

Lo de Venezuela no es nuevo. El 2 de abril ya lo comentábamos aquí. Durante la campaña las referencias a Venezuela y a Cuba han sido una constante, sobre todo en Florida.

A Chris Krebs, responsable de la ciberseguridad de las pasadas elecciones, lo acaba de despedir Trump por declarar que estas habían sido las elecciones más seguras y fiables de la historia del país. Contradecir al jefe le ha costado el puesto. Su tuit al respecto de la rueda de prensa de hoy es de lo más elocuente. Especialmente la última frase: «Tenéis suerte si no sabéis a lo que me refiero».

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Giuliani on fire!!!

Giuliani on fire!!! La hartá de reír que me he pegado con este asunto es indescriptible. Desde las lagrimas de risa hasta el dolor de tripa. Es un episodio que no se le habría podido ocurrir a los guionistas de Veep, Saturday Night Live o las dos Borat. Es de esas veces que la realidad supera a la mejor ficción y a los mejores humoristas.

Los hechos sucedieron cronológicamente el pasado sábado de la siguiente manera. A las 11 de la mañana Trump manda un tuit anunciando una rueda de prensa de Rudy Giuliani para esa tarde en el Four Seasons de Filadelfia (Pensilvania). El Four Seasons es una cadena hotelera de lujo. Sus ultimas aperturas son el de la Plaza Canalejas de Madrid y este de Filadelfia. Situado en las últimas plantas del rascacielos más alto de la ciudad, el Comcast Technology Center (diseñado por  Lord Norman Foster). Todo muy Trump, quien lanzó su primera campaña electoral bajando por las doradas escaleras mecánicas de su Trump Tower de Nueva York. En esta comparecencia de su abogado personal, el exalcalde de NY, Giuliani desgranaría los detalles del fraude electoral que según ellos se estaba perpetrando y las medidas legales que iban a tomar al respecto. A la media hora, se atisba el primer problema: Trump envía otro tuit especificando que no se trata del hotel Four Seasons y que se celebrará en el Four Seasons Total Lanscaping Co. Una empresa de jardinería y paisajismo.

Por su parte el hotel, ante la avalancha de llamadas de los medios, se ve obligado a lanzar un tuit negando la celebración de la rueda de prensa en sus instalaciones.

Four Seasons Total Landscaping Co. está localizado en un poligono a las afueras de la ciudad. Enfrente de un crematorio. Y al lado de una tienda porno, Fantasy Island.

El staff de Giuliani y Trump habían alquilado el aparcamiento al aire libre del Four Seasons Total Landscaping Co., situado en la parte trasera del edificio de una planta que aloja al negocio. 

¿Giuliani o alguien de su equipo se confundieron de Four Seasons? ¿Alquilaron el Four Seasons Total Landscaping Co. por ser más barato? Viendo lo cutres que son esta opción no puede ser descartada. Y abundando en esta línea, quizás quisieron jugar con la confusión del nombre (Four Seasons). Les debió parecer un buen gancho de marketing para asegurar el éxito de la convocatoria. En cualquier caso, se detecta una falta de profesionalidad con un asunto tan delicado como es denunciar el amaño de unas elecciones. Cero credibilidad. 

Recuerden que este Giuliani es el intrépido viajero a Ucrania. Fue en busca de basura sobre el hijo de Biden. La primera consecuencia fue el impeachment de Trump y la última, de hace unas semanas, cuando los servicios de inteligencia de EEUU confirmaron que las pruebas obtenidas por Giuliani eran obra del espionaje ruso. El gran golpe final de la campaña de Trump se desmoronó como un castillo de naipes.

Por si todo lo anterior no fuese suficiente, en medio de la comparecencia de Giuliani, mientras Trump jugaba al golf, se supo que Biden había ganado en Pensilvania y por tanto la presidencia. Al abogado se le ocurrió decirle al periodista que le comunicó la noticia: «No sea ridículo». Que sea precisamente Giuliani quien hable de ridículo no deja de ser… ridículo. 

Visto lo visto, Giuliani siempre en el equipo rival.

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Borat 2

Estos días se ha estrenado Borat 2, que en realidad se llama «Borat Subsequent Moviefilm«. Asumo que conocen la primera película, o al menos han oído hablar de ella. Y que estarán familiarizados con el creador del personaje, Sacha Baron Cohen.

La primera de Borat sorprendió por su enfoque, fresco y desvergonzado. Era un satira descarnada de lo que conocemos como la América profunda. Esta segunda incide en los planteamientos. Solo que ahora esta América profunda y conspiranoica está al mando del país y ha votado a Trump como presidente. En este sentido Borat 2 es la mejor arma propagandista para el Partido Demócrata y la candidatura de Joe Biden.

En la tierra de lo políticamente correcto Trump fue una disrupción. Las dos Borat también lo son. Es el tipo de oposición que Biden nunca hará y que tampoco está bien visto entre los dirigentes del Partido Demócrata. En cambio, es el ataque más brutal y despiadado que ha sufrido Trump, sus votantes y sus colaboradores. Como el abogado personal del presidente, Rudy Giuliani, quien queda retratado como lo que es, un baboso. O el vicepresidente Mike Pence a quien definen como un sabueso sexual de tal magnitud que le prohiben estar con mujeres en la misma habitación (parodian una norma religiosa del credo de Pence referida a compartir comidas con otras mujeres si no es en presencia de su esposa o estar a solas con mujeres en un recinto bajo techo).

Tom Hanks, afin al partido de Biden, entendió perfectamente las intenciones de Sacha Baron Cohen y aparece en un cameo. Es significativo que esta actitud tan punky de Borat llegue desde una producción cinematográfica independiente y no desde el planeta musical. Lejos quedan los tiempos de la contracultura y los primeros grandes festivales de rock, las marchas por los derechos civiles o contra la guerra del Vietnam, la rebeldía del primer rock ‘n’ roll que tuvo continuidad hasta llegar al punk, cuyo relevo fue tomado por el rap de los guetos urbanos. Revistas como Rolling Stone o shows de TV como Saturday Night Live, iconos de tiempos pasados fuertemente vinculados a la música, hoy en día han perdido radicalidad. Su compromiso se mueve en zonas de confort perfectamente asimilables. No les resto méritos, pero ya son otra cosa. Han perdido capacidad de riesgo. Este Borat 2 (y la primera así como las otras obras de SBC) reúne todas estas características perdidas. Adaptadas a la realidad actual. De una forma cruda y soez. Me atrevería a decir que de una forma Trumpiana, por raro que suene.

Sacha Baron Cohen ha vuelto a mostrar el espejo donde se refleja lo peor de EEUU. Solo que, en esta segunda parte, la imagen que vemos es la de la parte del país que ha aupado a un farsante autoritario a la presidencia. 

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Cathy Smith: de Gordon Lightfoot a John Belushi

La canadiense Cathy Smith no es un nombre reconocible. Pero si damos pistas, de Gordon Lightfoot a John Belushi pasando por Levon Helm (The Band), tendremos más claro quien era. Hablo en pasado porque ha fallecido hace un mes. Tenía 73 años.

Catherine Evelyn Smith (1947-2020) nació en Burlington (en el extremo oeste del lago Ontario). A los 16 años dejó los estudios y se fue a vivir a la cercana Toronto. Rápidamente se integró en la emergente escena bohemia de la ciudad. A los 17 tuvo un hijo al que dio en adopción. Siempre sostuvo que Levon Helm era el padre, pero él nunca aceptó serlo.

A mediados de los 70 mantuvo, durante cuatro años, una relación volátil con Gordon Lightfoot. «Sundown«, el único n.º 1 de Lightfoot, está dedicado a ella. Lightfoot llevaba un año divorciado, mas la canción no refleja esa situación. El tema está inspirado por su relación con Cathy Smith. La letra refleja un oscuro sentimiento de posesión. En un documental sobre el cantautor canadiense él mismo confesaba los celos que le atormentaban. Sobre «Sundown» escribió Julio Ruiz una de las primeras entradas de la serie Un siglo de canciones.

Tras romper definitivamente con Lightfoot se mudó a Los Ángeles en 1978. Se enroló como corista en la banda de Hoyt Axton. Y se amigó con Keith Richards y otros Rolling Stones. Se aficionó a las drogas duras. Para costearse el consumo comenzó a traficar. Se la empezó a conocer como Cathy Silverbag, por su bolso metálico lleno de drogas.

National Enquirer

El titular «Yo maté a John Belushi» en la portada del sensacionalista The National Enquirer la hizo saltar a la palestra en Estados Unidos y Canadá.

Esta portada y el artículo correspondiente la llevaron a juicio. Lo que en principio se había certificado, tres meses antes, como una sobredosis adquiría otra dimensión tras esta revelación.

El Blues Brother Belushi estaba en la cima de su fama, tanto en el cine como en la TV (Saturday Night Live). Esa aciaga noche del 5 de marzo de 1982 todo se fue al traste. El speedball, la explosiva mezcla de cocaina y heroína, que le suministro e inyectó Cathy Smith acabó con su vida.

El Enquirer la pagó 15.000$ por la exclusiva. En 1983 se abrió la vía judicial. Fue condenada en 1986 a tres años de cárcel por homicidio involuntario y diversas faltas relacionadas con la posesión de narcóticos. A los 15 meses la dejaron en libertad condicional y fue deportada a Canadá.

En 1984, cuando aún no había sido sentenciada, publicó sus memorias «Chasing the Dragon» en las que intentaba huir del titular periodístico. «Yo no maté a John Belushi» escribió. Y confesaba sus sentimientos de culpa sobre lo acontecido. Ni el libro tuvo repercusión ni ella logró su objetivo.

Cathy Smith: musa, groupie y camello.

En la foto la vemos, de blanco, con su abogado en 1986, el día que se conoció la sentencia.

NYT Lennox McLendon:Associated Press

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Antoni Miralda en Manhattan: cuando la noche neoyorquina era española

Antoni Miralda (Tarrasa, 1942), Premio Velázquez de Artes Plásticas 2018, estuvo viviendo en Nueva York desde 1971, junto a su esposa la cocinera Montse Guillen (Melilla, 1946). Ambos, en los 80, fueron artífices junto a otros protagonistas de una explosión española en las noches de Manhattan. Protagonistas directos. También los hubo indirectos. Entre estos últimos destaca el club de rock The Ritz de la calle 11, meca durante la década de los 80 de los mejores conciertos y eventos de la ciudad.

Era un viejo teatro/salón de baile reconvertido en sala de conciertos siendo los primeros de NY en instalar pantallas gigantes de video. Ahí, por ejemplo, actuaron por primera vez en EEUU Culture Club, U2,  Depeche Mode, Duran Duran, Sepultura y la nueva banda de Johnny Rotten tras los Sex Pistols (Public Image Limited); MTV inauguró sus emisiones desde el Ritz (incluso crearon una serie de programas Live From The Ritz); Sting nos presentó ahí su primer álbum en solitario; Tina Turner relanzó su carrera con un showcase en el Ritz; se grabaron varios discos en directo y las ultimas actuaciones de  Talking Heads y Stevie Ray Vaughan ocurrieron allí. ¿Saben lo qué era The Ritz y quienes eran sus propietarios? ¡La casa de Galicia! Desde 1970. Los inmigrantes gallegos habían encontrado el local adecuado para que cupiesen las numerosas agrupaciones de gaiteros y se pudiese bailar la muñeira. Y luego alquilaron la sala. En 1989 el Ritz cambió de local y se mudó al que ocupaba Studio 54. Se llamaron The New Ritz pero ya no fue lo mismo. El sitio original de la calle 11 ahora es el Webster Hall, rememorando el nombre original de la sala de baile (y sede feminista y de numerosos grupos de izquierda durante las dos primeras décadas del siglo XX) antes de ser estudio de grabación de RCA o Casa Galicia y posteriormente The Ritz. Casa Galicia de Nueva York siguieron siendo los propietarios del edificio hasta 2017.

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A Antoni Miralda y Montse Guillen se les considera responsables de la introducción de las tapas en la ciudad que nunca duerme. Creadores del concepto Food Cultura tuvieron su bautismo en Nueva York con un evento cocinado por Guillen en 1981, en el restaurante Windows of the World, situado en el ultimo piso de una de las desaparecidas Torres Gemelas, donde introdujo las tapas a público y crítica. Craig Clairborne, el prestigioso crítico gastronómico del The New York Times, dedicó una doble página a Montse Guillen. En septiembre del 84 la pareja inauguró El Internacional Tapas Bar & Restaurant en Tribeca, el barrio que pocos años después desplazaría al Soho como punto de encuentro de la vanguardia y las elites artísticas y que en esos momentos empezaba a despuntar. Principalmente gracias a otro bar y restaurante, The Odeon. Precisamente estos dos locales compitieron por el mismo público y El Internacional empezó a acoger al publico habitual del Odeon, gracias a los revolucionarios conceptos artísticos y estéticos que Miralda desarrolló. ¿Quiénes eran estas personas que pusieron de moda El Internacional? Nombres como Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Pina Bausch, Robert Wilson, Robert de Niro, Michael Douglas, Diane Keaton, David Lynch, John Kennedy Jr., David Byrne, Frank Zappa, Deborah Harry, Umberto Eco, nuestros Antonio Gades y Sara Montiel y sobre todo Lorne Michaels, el creador y productor de Saturday Night Live (SNL), quien acudía con su cuadro de guionistas y actores. Este espacio televisivo fue clave en el desarrollo y popularización tanto del Odeon como de El Internacional.

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El restaurante, dos estrellas en la guía del New York Times y situado en el 217 de West Broadway, captó muy pronto la atención del puntero programa de humor de TV. Por sus tapas (el primero en ofrecerlas en la ciudad y dicen que en EEUU), su look rompedor gracias a las instalaciones y los detalles de Miralda, el aire de locura donde todo parecía posible (tan cercano al espíritu del show), su video carta donde explicaban las recetas de callos, gambas al ajillo, pulpo a la gallega y otras especialidades españolas, los cócteles de color turquesa, las fiestas del porrón (The Porron Olympics), etc. Un happening continuo. El salto definitivo al estrellato fue cuando una instalación de Miralda, la replica de la corona de la Estatua de la Libertad colocada sobre el edificio del local, apareció en la careta de entrada de SNL. Estuvo varias temporadas. En el pantallazo vemos la imagen completa que salía dos veces y se alternaba con un par más, detallando la corona y la ventana iluminada.

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La “coronación” del local, emplazado entre dos edificios de mediana altura, tuvo lugar el 15 de julio de 1985. Y como es obvio hubo una gran fiesta. Todo Nueva York se dio cita. Un año después la pareja abandonaba El Internacional e iniciaba el proyecto Honeymoon (1986-1992), la boda entre la Estatua de la Libertad y la del Cristóbal Colón de la Ciudad Condal.

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De jefa de sala estaba Elena Guereta (hija del galerista Fernando Guereta, maestro de Soledad Lorenzo). Al cierre de El Internacional regresó a Madrid y abrió Delic, en la céntrica Plaza de la Paja (aún sigue funcionando a tope). Recuerdo una noche gloriosa en el local, gracias a los buenos oficios de Elena. Habíamos montado un desplazamiento de medios ingleses, franceses y holandeses para ver a Lone Justice (Geffen) en el Madison Square Garden, Eran teloneros de U2. Nos habíamos puesto de acuerdo con Island (en Londres) y Atlantic (en Nueva York) para compartir gastos. Su primer álbum había sido producido por Jimmy Iovine, tenian una buena cantante en Maria McKee y Steve Vanz Zandt y Tom Petty compusieron un par de temas para el disco (Van Zandt y dos Heartbreakers tocaron en el álbum). Bono estaba teniendo una de esas noches cargantes. Me estaba incomodando. Y de repente tras una larga parrafada se arrancan con «We Are The World«. No pude más. Me levanté para irme. Me excusé con el director general de Epic en Inglaterra alegando que tenía que supervisar el local donde íbamos a cenar. «Te acompaño. Yo tampoco aguanto esto» me contestó. Nos siguió toda la prensa británica desplazada. El director de la compañía inglesa comentó entre carcajadas que a alguien de Island se le iba a caer el pelo. Tras arreglar varios taxis llegamos a El Internacional. La noche fue delirante. Era Fools Day, el día de los Santos Inocentes en EEUU. Y tuvo como colofón un cuarteto de violinistas tocando el himno británico. Muy monas las cuatro, vestidas de etiqueta. Al llegar a casa le comenté a La Mundana que me echaban. «Pues con el pedo que llevas al menos te lo has pasado en grande» me dijo. A la mañana siguiente, con la resaca puesta, iba camino del matadero. «We Are The World» era de CBS, nuestra canción estrella del momento, un proyecto de la máxima estrella de la casa, Michael Jackson. Y para rematarlo era un disco benéfico. Y mi gesto fue público y notorio. Según iba por el pasillo de la planta 14, del edificio de CBS, para ir a mi despacho mi secre me avisó que la jefa me estaba buscando. Que había preguntado por mi un par de veces y se la notaba ansiosa. Confirmado: mis temores se iban a convertir en realidad. Cuando asomé por la puerta recibí una estruendosa ovación. Mi jefa estaba con los de la compañía inglesa, el presidente de la misma que no había ido al concierto pero sí a la cena y el presidente de la división internacional (en la que curraba). La lluvia de elogios fue tremenda. Que si la mejor cena, que nunca se habían divertido tanto, que vaya pedazo de local, como se notaba que tenía ascendente en el sitio, que bien nos había tratado la maître (Elena), que los medios ingleses estaban encantados, que lo del himno fue apoteósico y que por favor que cada vez que viniesen o mandasen a alguien a NY que me encargase personalmente…

Los orígenes del local que albergó El Internacional (y que Antoni Miralda reformó de arriba abajo, empezando por esa fachada tan de dálmatas, que le daba un aire de lo más pop) son igual de fascinantes. Comenzó siendo un restaurante alemán, Teddy’s (por su dueño Teddy Bartel). En 1945 Bartel lo vendió a Sal Cucinotta quien lo transformó en un restaurante italiano de lujo. Y empezó a atraer a estrellas del cine como Elizabeth Taylor, Groucho Marx, Sophia Loren, Kirk Douglas, Anthony Quinn o Jane Fonda. También a la Mafia. A los capos les gustaba rodearse y frecuentar a las estrellas del celuloide. Pero como siempre sucede la presencia de los mafiosos acaba trayendo malas noticias y el Teddy’s inició su decadencia a finales de los 60. Estuvo cerrado durante algún tiempo hasta que aparecieron Miralda y Guillen.

Si El Internacional se convirtió en el punto de referencia del cool downtown de Manhattan, el Gas Station fue el lugar alternativo que rompió en el East Village, concretamente en Alphabet City. En la esquina noroeste de la Avenida B con la calle 2, debe su nombre a que ocupó una gasolinera abandonada. También era conocido como 2B por la dirección. Un lugar post apocalíptico que surgió de los restos de la caseta, los surtidores, algunos asientos de coches y el edificio contiguo, donde los abundantes yonquis del barrio pasaban el rato. Un chutadero por llamarlo de alguna forma. El médico y pintor hispano-argentino Osvaldo Gomariz y su socio Xavier Domingo, oncólogo español, llegaron a Nueva York. Osvaldo en 1983 con una beca Guggenheim desde Madrid y Xavier a trabajar en lo suyo. Y comenzaron a desescombrar la vieja gasolinera con la ayuda del caribeño Rubén García. No solo recibieron el aplauso de los del barrio. También les ayudaron en la ingente tarea. Mantuvieron en pie las estructuras abandonadas, que le daban un aire fantasmagórico al lugar. Repararon las farolas, asearon los asientos e incorporaron mesas y sillas que iban encontrando o comprando en ventas de trasteros y tiendas de segunda mano. La caseta fue el bar donde servían zumo de sandía “con o sin gas” (con o sin vodka). Operaban en una situación de semi clandestinidad: no disponían de licencias de licores, pero sí de apertura porque eran un centro cultural. Organizaban exposiciones, al aire libre, de esculturas y pinturas. Y funcionaban como taller y estudio. Las esculturas y piezas creadas en el lugar permanecieron ahí, lo cual fue creando por acumulación ese ambiente Mad Max. Como el Lower East Side era refugio de artistas underground que habían salido del Soho, por su gentrificación, encontraron una veta y siempre había muestras y creadores en acción.

Ginsberg, Ory, Gomariz GS 1987

La conexión e inclinación artística del lugar venía de los escultores que trajo Rubén y de la mano de Osvaldo (amigo de Rafael Alberti, Gloria Fuertes, Carlos Edmundo de Ory –amistad casi quebrada por la publicación de un libro de poemas de Ory editado por Gas Station–, Mercedes Sosa y Allen Ginsberg), quien además de pintor era un excelente cocinero de paellas (doy fe: las paellas que cocinaba en casa –la suya o la nuestra–– eran un evento en la comunidad musical de NY). En la foto Ginsberg, Ory y Osvaldo en el Gas Station.

Spanish Poetry in NY Fundacion CEdO

La presencia de artistas emergentes como Haring y Basquiat (más de una noche ejerció de dj) disparó la popularidad de Gas Station y sus exposiciones entre la comunidad alternativa. Otro factor importante fue que en la acera de enfrente estaba Save The Robots, el afterhours más underground de NY. Sus clientes a la entrada o salida paraban en Gas Station. Las horas punta eran entre las cuatro de la madrugada y las ocho de la mañana. En Save The Robots el único alcohol que servían era vodka (pronto establecieron una política conjunta de compra). Este golpe del destino hizo que Gas Station fuese la comidilla de la vanguardia de la ciudad.

Un embargo en 1995 puso fin a la aventura de Gas Station, cuando hacía tiempo que ninguno de los tres fundadores estaba ya al frente. Ese mismo año falleció Osvaldo Gomariz en su Argentina natal. Hoy en día el lugar que ocupaba Gas Station/2B es un Duane Read (la cadena de supermercados farmacéuticos).

Otro aspecto no tan conocido de la noche neoyorquina fue la explosión en ventas del cava Cordón Negro de Freixenet. Fui testigo de cómo y donde sucedió. En la fiesta prenupcial de un compañero de trabajo y su novia, ex de la Factory de Warhol y vicepresidenta de prensa y publicidad de Epic Records (entonces en la cresta de la ola con “Thriller” de Michael Jackson). La fiesta era en el apartamento de ella (le abrí la puerta a un demacrado James Taylor, vecino del piso de arriba; venía acompañado de Carly Simon, quien se había empeñado en que su ex fuese buen vecino y bajase a felicitar a la pareja). Los sospechosos habituales de la jet artística y empresarial de NY estaban presentes (Warhol, Basquiat, Morrisey –el director de cine–, los dueños de Studio 54, Area y The Odeon, etc.). La única bebida disponible era Cordón Negro. Abrías la nevera y estaba hasta arriba de Freixenet (los frigoríficos estadounidenses son grandes). Las bañeras de los dos baños llenas de agua, hielo y botellas de cava. El producto gustó y al enterarse del (bajo) precio entusiasmó. Ese fin de semana se agotaron las existencias en la ciudad. Y fue uno de los espumosos más vendidos de esas Navidades. Desde Nueva York saltó al resto del país.

En este recorrido hemos pasado del éxito de Miralda –y Guillen introduciendo las tapas– al underground del Gas Station pasando por Freixenet y The Ritz. Añadan las actuaciones de flamenco (siempre llenas y con dos cimas: el bailaor Mario Maya en el Public Theater de Joseph Papp y Paco de Lucía en el Carnegie Hall), la entonces emergente figura de Almodóvar, los nuevos diseñadores españoles y el siempre pujante arte español (el importantísimo galerista Leo Castelli fichó a Barceló, Sicilia expuso por primera vez en Manhattan en la primera galería de grandes dimensiones que abrió en el Soho y en el 85 se presentó la exposición colectiva 5 Spanish Artists, etc.). Es fácil comprobar que en el Nueva York de los 80 lo español estaba en boga.

P.D.: he pasado por alto el restaurante El Quijote del Chelsea Hotel (donde paraban los afamados clientes del hotel). Abierto en 1930 cerró sus puertas este año.

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Demoledora Miley Cyrus

Cyrus

Si se liberan de prejuicios podrán disfrutar de un pedazo de tema. Se trata de «Wrecking Ball» de Miley Cyrus (20 años). Más cerca del primer Meatloaf o de la Bonnie Tyler del «Total Eclipse Of The Heart» que de Celine Dion, la canción posee ese rasgo épico del «melodrama» Pop post Phil Spector.

Les dejo con el video, sí ese en el que aparece desnuda. Insisto en que liberen sus mentes de todos los conceptos previos que tengan sobre Miley Cyrus (la ex Hannah Montana de la factoría Disney).

Para los más escépticos ofrezco su actuación en directo en Saturday Night Live.

P.D.: en el templo de la comedia de EEUU Cyrus no soló cantó también fue la anfitriona del programa e intervino en varios sketches, todos bajo un denominador común: reírse de si misma y de sus últimos «escándalos». El «cierre gubernamental» tampoco escapó a la parodia, con ella en el papel de Michelle Bachmann (en las últimas primarias del Partido Republicano aspiraba a ser la candidata a la presidencia). Para que se hagan una idea tan solo decir que Fátima Báñez es una intelectual comparada con Bachmann. En el enlace podrán encontrar un resumen de CNN México sobre su participación en SNL.

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20-N: Tristezas novembrinas (por Labordeta)

20 de noviembre de 2008

Noviembre es siempre el mes más triste del año y por esa razón un dictador sanguinario tenia que dejar este “valle de lágrimas” ese mes, pero lo abandonó dejándonos a todos un extenso acojono que, durante días y noches, nos obligaba a permanecer al lado de la radio para comprobar si la lucecita del Pardo desaparecía.

 

En esos días yo andaba, todavía, yendo por España a cantar; sobre todo por Barcelona y para llegar hasta allí, tomaba el tren y cuando parábamos en Lérida, en Reus, en Tarragona o en cualquier otra estación del recorrido, salía a la plataforma del vagón y, abriendo las puerta, casi no viajaba nadie, contemplaba el andén, también casi vacío, auscultando los rostros y las miradas. Ninguna señal del difunto.

 

Cuando al fin entregó su “alma” a Dios -tras de aquel estrafalario pandemónium que montaron la viuda, el yerno y lo más reaccionario del País- y Arias salió, con su lacrimogenia, a dar la noticia, cogí a mi familia, y aprovechando los “días de luto y fiesta escolar”, me fui al Pirineo aragonés, a escasos kilómetros de Francia, porque lo que podía pasar, conociendo las fieras que iban a defender sus privilegios, podía producir alguna noche de cristales rotos.

 

Todo lo que habíamos pensado se quedó desinflado porque la izquierda carecía de fuerza y los reaccionarios se lo habían montado muy bien. Años después resulta que todavía se están intentando resaltar los crímenes contra la humanidad que aquel régimen dejó en este País.

 

El año 1976 fue de una represión brutal y de los más duros de los últimos años. Se defendían con gato tripa arriba mientras el joven Monarca aceptaba los Principios del Movimiento: ¡Como para fiarte de él!

 

Como dijo Vázquez Montalbán llegó envuelto en sangre y se fue igual y nos dejó un País destrozado que, treinta años después no levanta, todavía, la cabeza de la dignidad.

 

“También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver,
pero habrá que empujarla
para que pueda ser.
Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad
y limpie los caminos
de siglos de destrozos

contra la LIBERTAD.”

(“Canto a la libertad” de J. A. Labordeta)

 

NOTA:

 

José Antonio Labordeta, al que ayer mismo a medio día le pedimos que nos contara alguna cosa por teléfono se soltó mandando por la tarde el artículo que encabeza este post. Los recuerdos que siguen a continuación de Tomasa Cuevas, Armando López Salinas, Manolita del Arco y Antonio Gómez Marín fueron recogidos en magnetofón entre 1997 y 1998 y forman parte del libro inédito de Antonio Gómez Comunistas. Memorias de lucha y Clandestinidad”. El de Manuel Alexandre (que esta misma noche hace de Franco en un telefilme de Antena 3 TV) se grabó el pasado 13 de  noviembre de este año. El testimonio de Manuel Fernández Montesinos se ha extraído de su recién publicada autobiografía: Lo que en nosotros vive (Tusquets Editores), finalista del XX Premio Comillas de memorias.

  

TOMASA CUEVAS (1917/2007)

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“Cuando lo de la muerte de Franco ya llevábamos un añito o casi dos que estábamos bastante bien, porque este hombre andaba medio moribundo y las cosas habían cambiado bastante, pero claro, la muerte de Franco fue muy importante, sobre todo para los que aún vivíamos clandestinos, fuera de casa, porque yo tenía a mi hija y a mis nietos, pero los tenía que ver casi a escondidas. Fue como una liberación, tanto como salir de la cárcel o más”.

MANUEL ALEXANDRE (1917/…) 

manuel-alexandre-como-franco“Aquel 20 de noviembre yo debía estar, como siempre, en el Café Gijón, porque yo entré allí en el 42 acompañado de Fernán Gómez y no he vuelto a salir. En la tertulia que teníamos se comentó mucho la cosa, y al acabar, Álvaro de Luna, que es uno de los pocos amigos decisivos en mi vida que todavía no ha muerto, me propuso que nos acercáramos a la Plaza de Oriente, que parecía que se estaban formando enormes colas para ver el cadáver. A mí, la verdad, nunca me ha interesado la política, tan poco me interesa que no leo ningún periódico, pero le dije que bueno, vamos a ver ese suceso, porque hay que coger experiencias en la vida. Pero no llegamos allí. Me parece que nos desviamos por la calle Segovia a callejear un rato, aunque no lo sé con exactitud, porque soy de esos que se me ha ido todo el pasado”

ARMANDO LÓPEZ SALINAS (1925/…) 

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“La última vez que me detuvieron fue con ocasión de la Operación Lucero, cuando la muerte de Franco. Ya unos días antes, durante la enfermedad, me estuvieron vigilando permanentemente, de noche y de día, con coches en casa y todo eso, abiertamente, como si quisieran decirme que me podían detener en cualquier momento. Una noche, cuando parecía que el equipo médico habitual ya le había dado por sentenciado, me detuvieron a las tres o a las cuatro de la mañana con cinco automóviles. Me llevaron a la Puerta del Sol y luego a las Salesas con otros compañeros que también habían detenido, unos once en total. Estando allí nos enteramos de la muerte del dictador. Un funcionario vino y nos dijo: ha muerto el Caudillo, pero no canten ustedes muy fuerte, por favor. Nos trasladaron a Carabanchel y salimos a los veintitantos días”.

MANUEL FERNÁNDEZ MONTESINOS (1932/…)   

mfdzmont“Raúl Roa, importante copartícipe, con Castro y el Che Guevara, en el derrocamiento de Fulgencio Batista en Cuba, se consideró, antes de su etapa prosoviética, alumno de Fernando de los Ríos… Estando el cubano en Nueva York a principios de los cuarenta quiso conocer a mis abuelos y al resto de la familia exiliada, y allí, a la Calle 94, lo trajo un día tío Fernando. Sabedor de la afición de mi abuelo a los puros, le trajo uno despampanante, por su tamaño y por la preciosísima caja de madera de sándalo, con su tapa corredera y perfume penetrante. “Este puro, don Federico”, le dijo a mi abuelo, “se lo fuma usted cuando caiga Franco”. Mi abuelo murió, volvimos a España y con los años se nos olvidó el puro. Pero al mediodía del 20 de noviembre de 1975, estando toda la familia reunida en torno a la mesa en casa de mis tíos para un festivo almuerzo, a los postres, con champagne salíó tío Paco un momento del comedor y volvió con una sonrisa no completamente alegre en los labios y con una larga cajita de sándalo en la mano: era el puro de Raúl Roa. Lo había guardado con mimo y esperanza desde aquella visita del cubano a nuestro piso de Nueva York treinta y un años antes. Y mientras contaba la historia, para los más jóvenes de la familia completamente desconocida, del puro de Raúl Roa, que mi pobre abuelo no pudo llegar a fumarse en vida porque hasta aquel 20 de noviembre no se había cumplido la condición resolutoria a la que estaba sujeta la entrega, entre toses y risas pasó de boca en boca de los casi veinte comensales reunidos en tan fausta ocasión, entre los que estaban sus nietos y sobrinos nietos de diez, seis y cuatro años. Pero yo sentí alegría y nostalgia a un tiempo por el recuerdo vivísimo de los que debían haber llegado a aquel momento y faltaban”.

MANOLITA DEL ARCO (1920/2006)  

manolita-del-arco1“La anoche de la muerte de Franco yo estaba trabajando en el sanatorio Los Nardos. Era auxiliar de farmacia, y me acuerdo que bajó un médico con una botella de champán y me dijo: Manolita, Manolita, que se ha muerto Franco. No se había muerto todavía, pero nos tomamos la botella de champán. Se murió a los cuatros días. En aquellos días me recuerdo con una  ilusión tremenda en la democracia, pensando que era algo bonito para la juventud, para los que vienen detrás de nosotros. Y además ahora ya podíamos trabajar para el Partido de una forma abierta, sin clandestinidad. Era una esperanza tremenda que, por desgracia, no se ha cumplido del todo.”

 

ANTONIO GÓMEZ MARÍN (1908/2001)

gomezmarin1Mi recuerdo más nítido del franquismo es el miedo. Me enteré de la muerte de Franco por la radio, esa misma madrugada, y por la mañana llamé a mi hijo Antonio por teléfono para decírselo, pero ya lo sabía. Yo había perdido hacía tiempo el contacto directo con el Partido, aunque seguía pasando dinero y recibiendo de vez en cuando la propaganda, que discutía los domingos con camaradas que conocía de la cárcel y que estaban en mi misma situación. En la primera entrega de carnets que se hizo, antes de la legalización, recibí el mío en la agrupación de mi hijo. Ahora apenas voy por el local, porque ya soy un carcamal de noventa años y mi mujer murió el pasado abril, pero sigo cotizando”. 

 

Nota del Editor: «General Franco was a loyal friend and ally of the United States. He earned worldwide respect for Spain through firmness and fairness.» (“El General Franco fue un amigo leal y aliado de los Estados Unidos. Su firmeza e imparcialidad hicieron que España se ganase el respeto mundial”). Richard Nixon.

 

Esta declaración de Nixon a la muerte del dictador hizo saltar todas las alarmas entre los responsables de Saturday Night Live. Que debutaban en TV ese año de 1975. En su sexto programa de su primera temporada Chevy Chase leyó la frase en su informativo “Weekend Update”, mientras en pantalla aparecía una imagen de fondo de Franco con Hitler. Y esto después de haber dejado claro –en antena- quien era Francisco Franco. A partir del siguiente programa «Generalissimo Francisco Franco is still dead” (“El generalísimo Francisco Franco sigue muerto”) fue la muletilla con la que se abría el noticiario. Con variaciones ocasionales como «Generalissimo Francisco Franco is still valiantly holding on in his fight to remain dead” (“GFF sigue luchando valientemente por permanecer muerto”) o usando el lenguaje de signos. El gag duró hasta 1977.

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