27 de febrero de 2011

El Barça fue de paseo a Mallorca y ganó 0-3 (el Real Madrid empató ahí a cero), al igual que hizo en Almería (0-8, donde los blancos apenas sacamos un mísero empate a uno) o en Pamplona (los míos perdieron). Imagino que incluso tendrían tiempo de aprovisionarse de sobrasadas y ensaimadas (para los deportistas la tallades, tan propia de las fiestas que se avecinan, seguro que es desaconsejable: es una ensaimada que, en lugar de ir rellena, lleva sobrasada y calabazate incrustada en la masa, y es costumbre consumirla en la fiestas de Carnaval o los últimos días que preceden a la Cuaresma).
El zarpazo azulgrana fue de órdago. Como tantos otros que ha dado en la presente Liga (siendo el más sonoro el 5-0 en el clásico del Camp Nou). Se presentaban en la isla con cuatro bajas: su portero Valdés y las más decisivas -sobre el papel- de Alves, Puyol y Xavi. Frente a un equipo que en la primera vuelta frenó a los dos grandes, logrando un punto en Barcelona. La herida producida, unida al empate madridista en Coruña, es profunda. Porque, sin tres jugadores claves de campo, el baño – o el jacuzzi- fue de aúpa.
Guardiola sacó a Keita del frasco para suplir a Xavi. Y el suplente hizo lo suyo y lo del ausente (su pase de cuchara en el primer tanto parecía propio del de Tarrasa). Por su parte Iniesta también se asemejaba a Xavi Hernández y por supuesto a Andrés Iniesta. Messi a su vez ejecutaba además de sus labores las del manchego. Incluso Busquets se permitió una asistencia tipo Xavi en el segundo gol, obra de Villa (¿en fuera de juego?). Tal baile de disfraces carnavalescos tuvo un punto álgido: el gol de cabeza (una «vaselina») del argentino… el tercero fue de «mí» Pedro (el vigésimo que marca esta temporada, en todas las competiciones).
Tan buena fue la labor de Keita que el técnico culé no dudo en alabarle al finalizar el partido.
Poco después de terminar el apacible encuentro en Mallorca daba comienzo en Riazor el Depor-Madrid. Y una vez más Mourinho tiraba por la borda la primera parte (como en Almería y Lyon), obteniendo el mismo resultado de las otras veces: el empate. Un punto que sabe a nada y que vuelve a alejar al Barça a siete puntos.
La presencia de Kaka´ en el equipo titular, lejos del Bernabéu, es una frivolidad. Y no valen excusas de calendario, horarios y demás monsergas propias de meapilas. Ya escribí hace unas semanas que a Mou se le habían acabado las excusas. Por otra parte convendría probar en entrenamientos que Özil y el brasileño son incompatibles. No hace falta hacerlo en partidos de competición. Lo mismo digo de Adebayor y Benzema. Y aquí resalto un error de libro del entrenador portugués: no por poner cuatro delanteros se ganan partidos. Estos se decantan en el centro del campo, porque si no tienes medios quién va a hacer llegar la pelota en condiciones a los delanteros. Y Xabi Alonso, por muy bueno que sea, necesita ayuda. En destrucción y construcción.
Precisamente Alonso en un pase magistral a Cristiano Ronaldo encontró un hueco, que el luso aprovecho para habilitar a Karim Benzema. El francés solo, en el área pequeña, remató con la derecha. Y lo hizo tan mal ¡qué despejó! El balón se estrelló contra su pierna izquierda, la de apoyo. Definitivamente esto no es lo que se espera del 9 del Real Madrid. Le había visto rematar al aire (tres veces). Pensé que no se podía hacer peor. Me equivoqué. Faltaba lo de ayer (uno se lo perdona a Cardeñosa, centrocampista, pero no a un delantero y menos de un club puntero).
Y me temo que Adebayor va a ser otro fiasco. Deseo errar.
Del equipo merengue solo cabe destacar el empuje, los achuchones y la presión de los últimos 30 minutos. Rematamos a puerta una decena de veces por solo una de los gallegos.
Casillas no intervino. En cambio Aranzubia volvió a ser uno de los mejores de los suyos. Y decisivo, como la semana pasado cuando marcó un gol.
Aparte de su guardameta los mejores del Depor fueron los dos centrales, los palos (a disparos de Adebayor y Ronaldo) y Benzema.
En un vibrante partido el Atlético de Madrid igualó a dos con el Sevilla. Remontaron dos veces y fue un partido de poder a poder. Por los vecinos Agüero parece empeñado en emular a Benzema (no entiendo que alguien en la Casa Blanca se plantee en fichar al argentino por una millonada, cuando es suplente de Higuaín en la selección). El empate -justo- mantiene las aspiraciones europeas de ambos.
Otro partido que afectaba a la lucha por los puestos de arriba fue el Espanyol 4 – Real Sociedad 1. Y por abajo otro empate que deja las espadas en alto: el 0-0 del Sporting-Zaragoza. Una derrota era letal. Y el equipo local arriesgó más y quizás mereció la victoria.
La jornada 25 sigue su curso. Y la 26 se jugará entre semana (cada vez queda menos para la 38, la ultima del campeonato).
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