
La tarde deportiva no arrancó bien para el Real Madrid. El equipo de baloncesto perdió de 16 ante el Morabanc Andorra. Lo que prácticamente nos deja fuera de las semifinales de la Liga ACB (aunque quedan algunas posibilidades). Posteriormente Zidane volvió a sorprendernos con la formación. Con Casemiro fuera por sanción la presencia de Fede Valverde parecía asegurada (como así fue). Modric era de la partida mientras Kroos descansaba. Quedaba por ver si a Sergio Ramos se le reservaba o no. El capitán es intocable en el once. Igual que lo son Benzema y Varane. Los laterales eran para Carvajal y Mendy. Marcelo rotaba. Se prescindía de su caudal ofensivo para ganar solidez atrás. Porque de salida jugaban Bale, Hazard y Vinicius. La titularidad de Bale se había barruntado en la prensa deportiva. En mis cálculos Vinicius era titular fijo. Y a Hazard le veía de media punta, de Isco por entendernos. O en el vértice superior de un hipotético rombo por detrás de Benzema. Con la alineación confirmada (¿un 4-2-3-1?) quedaba por ver cómo se iban a desenvolver en el terreno de juego. Se adivinaba mucha movilidad en el equipo. Con énfasis en el aspecto ofensivo. Con jugadores hábiles en el regate y desborde (Bale, Hazard y Vinicius) y con una tremenda punta de velocidad en carrera (el galés y el brasileño). Me preocupaba el entramado defensivo, aunque fuese el Mallorca, antepenúltimo en la tabla. Pero que nos ganaron en Palma.
Al ver a los visitantes con tres centrales pensé que Zidane había acertado con los jugadores elegidos. El 4-2-3-1 madridista se confirmó desde el arranque.
Las dos primeras ocasiones llegaron pronto, en un minuto. En el 6 Benzema controla con el pecho un balón llovido del cielo. Su remate a bocajarro es rechazado espléndidamente por Reina (también es verdad que el galo chutó al muñeco). La jugada continúa, el Madrid sigue con la pelota. Bale se hace con ella. Desde la banda va en paralelo a la linea del área grande y suelta un latigazo a la escuadra. El meta responde magistralmente.
Y de repente sucede lo imprevisto: a partir del minuto 10 el Mallorca se hace con el partido. Baba se saca un impresionante remate lejano. Courtois está a la altura y desvía in extremis. A partir de este momento el Mallorca se crece. La habilidad de Take (Kubo) nos provoca desajustes. Lago Junior se va de Carvajal con demasiada facilidad. Desde la linea de fondo, en el área chica, busca sorprender a Courtois. Éste muy atento, pegado al poste, desbarata las intenciones de Lago Junior. Durante este (corto) periodo de tiempo daba la sensación que el Madrid no sabía jugar sin balón. Bale desequilibraba al no presionar ni defender. Todo lo contrario que Vinicius, que sí ayudaba a Valverde y Modric quienes parecían desbordados.
En el 19 llegó el 1-0. Modric le filtró un pase a Vinicius. Se plantó frente al meta y Vini le picó la pelota. El gol fue revisado por el VAR. La duda estaba en el origen de la jugada, en un forcejeo de Carvajal. A partir de ese momento el Madrid retomó el control del juego. El 2-0 pudo llegar en otro gran pase filtrado. Esta vez de Benzema, a la Guti, para Vinicius, de nuevo. El intento del brasileño se estrelló en el larguero.
La amarilla a Modric nada más arrancar la segunda mitad le elimina del siguiente encuentro. A los seis minutos de la reanudación una clara oportunidad de Benzema, como en la primera parte. Un balón largo a Vinicius. Supera a su defensa en velocidad y se la pone a Benzema quien llegaba por el centro acompañando la jugada. Reina volvió a lucirse.
En el 55 vivimos otro capítulo de La Sergiada: el gran capitán la puso en la escuadra en un saque de falta. 2-0.
El Mallorca no se vino abajo. El Madrid levantó el pie del acelerador. Lago Junior en el 58 volvió a marcharse con facilidad de Carvajal. El remate de cabeza de Budimir se topó con un Courtois bien colocado.
En el 60 ellos realizaron un triple cambio y nosotros retiramos a un intrascendente Hazard. Entró Kroos. Pasamos a un 4-4-2. Mientras nos ajustábamos Take aprovechó y pudo marcar. Se le fue fuera tras un buen eslalon.
En el 70 más cambios. Por nuestra parte Marco Asensio por un mal Bale e Isco por Modric. La baja por lesión de Isco ha sido (afortunadamente) más breve de lo previsto.
El Mallorca jugaba bien, tocando. El Madrid languidecía. Faltaban chispa y ganas. Salvo Vinicius, el único que le echaba arrestos. La segunda pausa de hidratación debería ordenar nuestros planteamientos y actitudes. Pero no.
En el 82 llegaron más cambios: entraban Brahim y Mariano por Vinicius y Benzema. Por el Mallorca salía Luka Romero de ¡15 años! Su debut en primera división. El jugador más joven en hacerlo de la historia de la Liga.
El juego tedioso e indolente del Madrid era el ideal para Isco. Hasta que una contra conducida por Kroos en el 90 terminó en un buen disparo de Brahim, desviado a córner por Reina. El saque de esquina en corto consumió minuto y medio de los cuatro de descuento.
Sin ninguna incidencia digna de mención el partido murió con el 2-0 en el marcador.
El próximo fin de semana tenemos otra jornada de esas que podemos definir como claves. El Barça viaja a Vigo donde les espera un Celta crecido y nosotros vamos a Barcelona donde jugaremos contra un muy necesitado Espanyol.
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