Era sabido que Neymar no tiene demasiado bien amueblada la cabeza. Su viaje a ninguna parte, del Barça de Messi al PSG, es una buena prueba de ello. Pero la irresponsabilidad que hemos conocido hoy supera todo lo imaginable: a Neymar, en estos tiempos de pandemia, no se le ha ocurrido otra cosa que organizar una mega fiesta para 500 invitados durante cinco días. El culmen será esta próxima Nochevieja. Para ello ha alquilado una mansión en Mangaratiba (lujosos municipio del estado de Río de Janeiro). Son cinco mil metros cuadrados de terreno y cuenta con un muelle privado.
No acaba aquí la cosa: para evitar molestar a los vecinos Neymar ha mandado construir una discoteca insonorizada y ¡subterránea! Su otra preocupación es que no haya fotos ni videos de las celebraciones, para las que ha contratado a una banda para que toquen durante los cinco días. Es decir, le preocupa más la intimidad de su festejo que la situación sanitaria que vive su país. Los datos de Brasil respecto al coronavirus los pueden ver en las imágenes (casos y fallecidos), sacadas de la Web de la Johns Hopkins University.
Neymar se encuentra en Brasil recuperándose de la lesión sufrida ante el Olympique de Lyon y su reincorporación al PSG no está prevista hasta mediados de enero. La foto del encabezado corresponde al partido contra el OL del que salió del campo en camilla y se temió que sufriese una fractura del tobillo (afortunadamente descartada).
La noticia del fiestón fue desvelada por el diario brasileño O Globo (no incluyo el enlace porque es de suscripción) y está dando la vuelta al mundo. Como no podía ser de otra forma le están lloviendo las criticas. Falta por saber que opinarán sus patrocinadores al respecto…