Con el reciente escándalo de la Real Federación Española de Fútbol, que ha dado con su presidente, vicepresidente y alguno más en la cárcel (incluido el hijo de Villar), hemos podido comprobar ciertas situaciones que igual han dejado perplejas a unas cuantas. O no. Porque igual son las mismas que no se preocupan del deporte, y menos del femenino, pero enseguida señalan conspiraciones y supuestas ausencias de la mujer en los estamentos deportivos. Son un ejercito que la mayoría de las veces se ampara en el anonimato y denuncian exactamente lo que ellas practican: ignoran el deporte femenino. Y fruto de esta ignorancia cometen errores imperdonables que restan credibilidad a su causa. Hay destacados ejemplos al respecto: el escándalo que provocaron por el cese de Gala León al frente del equipo masculino de Copa Davis. Los tenistas protestaron por su incompetencia no porque fuese mujer. Respondía a un viejo esquema deportivo: «¿Con quién ha empatado?». Además León fue aupada a su cargo por enchufe (algo que las feministas militantes obviaron). Se pudo comprobar todo lo que afirmo cuando la federación de Tenis nombró a Conchita Martínez como su sustituta. Los tenistas estuvieron conformes. A fin de cuentas en el equipo de Copa Davis solo hay dos ganadores de Wimbledon: Rafa Nadal y la entrenadora, Conchita Martínez. Quien además corona su carrera con dos finales de Grand Slam (Roland Garros y Open de Australia), tres medallas olímpicas, un n.º 2 en el ranking (y por supuesto la recuperación esta temporada de Gabriñe Muguruza). Esto es lo que ven los tenistas cuando Martínez se dirige a ellos: sienten a una campeona. Con una trayectoria superior a la suya. Este concepto competitivo es esencial en el deporte de elite. Y solo quien practica deporte o sigue cualquiera de las distintas especialidades comprende algo tan sencillo. Y básico. No es el caso de las pros de la indignación. Y en sus blogs, tweets, etc. nunca mencionan deportes femeninos. Por otra parte es bien sabido que el deporte femenino español está viviendo su edad de oro. Lo hemos visto en los dos últimos JJOO disputados, en Mundiales, en especialidades minoritarias o de más peso como pueden ser el baloncesto o el tenis.
Las fotos del As que encabezan esta entrada ponen de relieve a dos mujeres de la federación de Fútbol. Están tomadas el día del sorteo del calendario de Liga para la temporada 2017/18. Son Esther Gascón, secretaria general de la RFEF, y Elvira de la Rosa, directora de competiciones. La primera de ellas está en el auto judicial que ha desatado la tormenta. A estas dos directivas hay que añadir una tercera: María José Claramente (hija de la leyenda del Valencia). Directora de la selección ocuparía el tercer puesto en el organigrama ejecutivo de la federación, tras Gascón, la secretaria general. Pero de facto es la número dos por el poder que acumula: al ser responsable del equipo estrella, la selección, todo pasa por sus manos. Desde lo legal (patrocinios, ingresos, entradas, etc.) hasta la trama que ahora está siendo investigada (su participación está bajo sospecha, no sé si de forma infundada o no). Los jugadores la llaman cariñosamente «la jefa». El País publicaba ayer un perfil y OK Diario, en su estilo habitual, tiraba la piedra y escondía la mano (me niego a poner el enlace).
Tenemos aquí a tres ejecutivas, importantes en el escalafón de la federación de Fútbol. ¿Lo saben las protestonas? Probablemente no y seguro que tampoco les interesa porque desmonta sus irreales teorías. Las que se han quedado ancladas en el pasado. Y ojo, no me mal interpreten: queda camino por recorrer. Pero pretendo resaltar los avances y realidades. Tomando como ejemplo la federación estrella, la del deporte rey.
Otro mantra es el de la falta de atención mediática (portadas, titulares, retransmisiones). Estos días hemos vivido varios momentos estelares: el triunfo de Gabriñe Muguruza en Wimbledon, la tercera medalla de oro consecutiva de las sub 21 de baloncesto, el Mundial de Natación (con Ona Carbonell y Mireia Belmonte como estrellas de la delegación española) y el inicio del Europeo de fútbol femenino. Ninguna de las que protestan han reflejado estas competiciones en sus redes sociales. Y hemos asistido a momentos hilarantes como el ataque a TVE por no retransmitir la final de Wimbledon. El comunicado del medio público fue contundente: ‘hace cinco años que no tenemos los derechos del torneo.’ La tenista, las baloncestistas y las nadadoras han acaparado la atención mediática tanto de medios y programas especializados como generalistas. Otro castillo de naipes que se desmorona…
Si les gusta el futbol, aparte del Manchester United-Real Madrid, les recomiendo el España-Inglaterra del Europeo. Las españolas ganaron 2-0 a Portugal en su debut. Y las inglesas, una de las favoritas, pasaron por encima de las escocesas (6-0). A partir de las 20:45 podremos medir el valor real de las nuestras. Aunque Igor Paskual y un servidor echemos de menos a Vero Boquete, una crack, y a Sonia Bermudez, goleadora nata y Pichichi este año de la Liga (juega con las campeonas, Atlético Féminas). Antonio Nieto hoy en El País repasa la situación y amplia el numero de ausencias destacadas (en la linea con lo que Igor publicó en Marca): La gran gesta del fútbol femenino español en 1997
No me gustaría pasar por alto al rugby, la madre patria del fútbol. Hace unos años, puede que unos 10, conocí en un curso de gerencia deportiva a dos jugadoras pioneras de rugby. La problemática de la que hablamos tenia como base la realidad. El rugby, como el waterpolo, es minoritario en España. Esto afecta a los chicos y en su día más aún a las chicas. El paso del tiempo va corrigiendo deficiencias pero como decía más arriba queda trecho por recorrer. Un ejemplo positivo: esta semana en El Confidencial Rodrigo Contreras, apasionado del rugby y jugador del CAU Metropolitano aparte de presentador y productor de Rock FM y director de Tercer tiempo (COPE), publicaba un artículo sobre Las leonas con motivo del Mundial de rugby femenino que arranca el 9 de agosto: Aroa González, la ‘leona’ del rugby que se levanta a las 5 para ir a trabajar a la SEAT

Mis amigas y conocidas que practican deporte o compiten saben de que va la vaina. No hablan ni se quejan de oídas. Lo hacen con conocimiento de causa. Y son mujeres como ellas las que hacen avanzar, abriendo puertas en vez de cerrarlas a portazos. Lo cual no es óbice para que den un puñetazo encima de la mesa de vez en cuando…
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...