El servicio de venta de entradas online de los Teatros del Canal no reconoce la eñe. Así que si su nombre o apellidos incluyen la españolísima eñe tendrá que sustituirla por una ene.
Los Teatros del Canal, dependientes de la Comunidad de Madrid, se inauguraron en 2009 siendo presidenta Esperanza Aguirre. El PP lleva gobernando en la CAM desde 1995. Bajo la actual presidencia de Isabel Díaz Ayuso, con Marta Rivera de la Cruz de Consejera de Cultura, Deporte y Turismo se creó la Oficina del Español, dependiente de la citada consejera. ¡Cómo si no existiesen el Cervantes o la Academia Española! Debía ser que en Madrid el español estaba en peligro de extinción y se requerían medidas urgentes como la creación de esta oficina. Que no deja de ser un chiringuito en toda regla.
Es curioso que estos patriotas del gobierno de Madrid sean los que ponen en peligro el idioma. Han contratado una plataforma informática para vender entradas que no reconoce la eñe. Letra única y característica primordial de nuestro idioma. Y nadie parece haberse dado cuenta en la administración. Desde luego no se puede ser más piernas.
Sencillamente flipante. No tengo palabras para describir lo que pienso. Tan solo comentar que tras el gobierno de coalición de PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, que es cuando se gestó esta barbaridad, ahora con la victoria electoral a media legislatura de Ayuso, se confirma. La consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, entonces era de Cs y es la misma de ahora (aunque haya abandonado el partido). Es el signo de estos tiempos, en función de lo votado, y podemos esperar más acciones similares en todos los ámbitos de la vida pública de la CAM. Ya lo estamos viviendo en las áreas de la educación y sanidad públicas.
Al menos la empresa murciana, la excusa perfecta para la empresa del Grupo ACS, tiene alguna experiencia en el sector cultural. La noticia completa de Jesús Ruiz Mantilla en este enlace de El País.
Blanca Li (Blanca Gutierrez, Granada 1964) tuvo un 2019 agitado: entró en la Academia de Bellas Artes de Francia, como coreógrafa, y la Consejera de Cultura de la CAM, Marta Rivera de la Cruz (Cs), la nombró directora de losTeatros del Canal (Madrid).
En Francia antes de su nombramiento como académica logró algunas de las máximas distinciones oficiales del país vecino, además de premios en diversos festivales de teatro, danza y cine. También trabajó y montó coreografías para anuncios de TV y videoclips de Beyoncé, Paul McCartney o Coldplay.
A los 12 años cambió la gimnasia rítmica por la danza. Un problema de salud la apartó del equipo nacional que compitió en los JJOO de Montreal 1976. Cinco años después se marchaba a Nueva York. Ahí se formó con Martha Graham, Alvin Ailey y Merce Cunningham (como nombres más destacados). En NY conoce al matemático y grafitero franco-coreano Etienne Li. La relación que comenzó con el diseño de los folletos del primer espectáculo de Blanca se solidifica a nivel personal. Durante estos años de formación neoyorquina, en el campo de la danza, se inicia en la cultura hip hop. Coinciden el nacimiento del rap y la faceta artística de su pareja.
Es en NY donde en 1983 forma Xoxonees junto a su hermana Chus Gutierrez (hoy directora de cine) y dos amigas. Se definen como un grupo de flamenco-rap. Concepto tan interesante como avanzado para ese momento. Claro antecedente de Mala Rodríguez, el «Aserejé» o Las Niñas.
A la vuelta de NY su hermana y ella reforman el grupo en 1987: Silvia San Miguel (teclados) y Elena Robles (bajo) se incorporan reemplazando a las que se quedaron en la gran manzana. Dos años después Xoxonees editaban su primer y único LP.
Las ficha CBS que entonces dirigía Manolo Díaz. El álbum salió en Epic, la división en la que trabajaba llevando el departamento internacional (import/export). Conseguí que se lanzará en Colombia, donde «Marijuli asustadita perdiá» (el tema del video) pegó y salió también en Venezuela. Si lo escuchan comprobaran que es un claro precedente del «Aserejé«, porque emulaban fonéticamente el rapeado del «Rapper’s Delight» igual que después harían Las Ketchup. El problema en América fue que para entonces el grupo ya no existía y no pudo hacerse un seguimiento promocional adecuado.
El disco conceptualmente era muy interesante, pero estaba mal desarrollado. La frescura de las letras, como las de la mencionada «Marijuli«, «Tirate un yupi«, «Molan» o «Peludas«, tenían su punto. Pero la producción era naif. Faltaban intención y picardía. Tomas San Miguel, hermano de Silvia, es un excelente músico y un acreditado compositor. Producir un disco es otra cosa y este debió ser de los primeros de Tomás, por no decir el primero. Se nota porque las canciones no están rematadas. Apuntan ideas aunque no acaban de dar en la diana. Producir rap parece sencillo y no lo es. Menos aún entonces, cuando apenas había experiencia en España. Por ejemplo, a la voz principal (mayormente Blanca) le faltan recursos (inflexiones, giros, etc.). Eso sí, Tomás San Miguel tuvo el acierto de contar con Gerardo Núñez a la guitarra flamenca.
Las pegas anteriores se pueden solucionar. Lo que es imposible de arreglar es la separación del grupo. A principios de 1990 Xoxonees se disolvían. El álbum no llevaba ni un año en el mercado. Blanca Li se volcaría en su compañía de danza. Actuó en la ExpodeSevilla (1992) y al año siguiente se mudaba a París. Donde triunfaría a todos los niveles.
No se olvidó de la cultura urbana de Nueva York y presentaría «Macadam Macadam«, una obra hip-hop creada para el festival Suresnes Cite Danse de 1999. Realizó una gira mundial pasando por festivales como el de Aviñón o el Arts and Ideas de New Haven (EEUU). «Macadam Macadam« recibiría años después el premio de la crítica cultural francesa Globes de Cristal al mejor musical.
Su posición al frente de los Teatros del Canal nos ha traído a Blanca Li a Madrid. ¡Es una gran noticia! La pandemia ha frenado sus planes iniciales pero me consta que está con las pilas bien cargadas.