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Tanti auguri (para jugar bien al fútbol hay que venir al sur): Italia finalista

Arrizabalaga AFP AS

Perdida la inocencia,
en el sur se pasa mejor

Parafraseando a la gran Raffaella Carrá, o en realidad a Manolo Díaz autor de la letra en español de «Hay que venir al sur» (adaptación del original italiano «Tanti auguri» que no decía lo que Manolo escribió, pero al referirse al sur de Trieste le sirvió de inspiración y buscó la rima exacta para el pegajoso estribillo de este inmortal éxito): para jugar bien al fútbol hay que venir al sur. Y lo digo tanto por Italia, finalista, como por España, que jugó su mejor partido del torneo.

Luis Enrique, que perdió la inocencia (futbolística) hace tiempo, sorprendió con un once sin delantero centro. La idea, atrevida, en principio parecía buena. Quedaba a expensas del desempeño de nuestros jugadores. Los tres elegidos en ataque fueron Ferran Torres, Dani Olmo y Oyarzabal. Los extremos jugaron a banda cambiada (algo que perjudicó al vasco en la primera ocasión que tuvo, al tener que revolverse para acomodar el disparo y se le echaron encima; en la segunda, en cambio, le vino bien al poder disparar con la zurda según le venía).

Los de Mancini salieron a por todas. Se mascaba la tragedia. Eran un enjambre que se nos echaba encima. No pasamos del círculo central. Estábamos acorralados. A los tres minutos Chiesa ya había estrellado un remate en el poste. La mencionada primera oportunidad de Oyarzabal (min. 12) supuso un respiro. A partir de ahí tranquilizamos nuestro juego y empezamos a controlar un poco el juego. Con nuestra parsimonia habitual. Nuestros tres puntas sí buscaban jugar rápido. Olmo, solo cinco goles en la pasada Bundesliga, puso los uys y Donnarumma en la parada del partido salvó un gol que ya cantábamos. A mi me pilló a medio levantar del sofá.

Perdonen la insistencia, pero a mi la ausencia de Marcos Llorente me parece un lujo, una ventaja para el rival. Y si se pretende que nuestros tres puntas ayudan a los centrocampistas, Llorente es el más indicado para esa labor.

Con España asentada, Italia defendía con dos líneas de cuatro (4-4-2). Y surgió una picardía, porque ellos hace décadas que perdieron la inocencia: balones largos buscando una contra por sorpresa o un error nuestro (de Unai Simón o de un central), pero sobre todo provocar que España saliese desde muy atrás y así adelantar ellos su línea de presión.

La diferencia básica entre ambas selecciones era la velocidad. Ellos juegan rápido. Nosotros sobamos y sobamos la pelota.

El arranque de la segunda mitad mostró a La Roja más veloz e incisiva. Terminábamos las jugadas. Unai Simón nos provocó dos sustos que acabaron en sendos saques de esquina.

Chiesa en el 53 dio el primer aviso, desde la derecha del ataque azzurro. Unai Simón se lució parando abajo un balón que buscaba el palo contrario. Y siete minutos después, a la hora de juego, nos clavó el 1-0. No voy a hacer sangre de los centrales, pero Laporte está en la génesis del gol. En esa contra falló y el rechace le llegó al excelente delantero. Chiesa, esta vez, desde la izquierda controla y marca.

Luis Enrique tenía jugadores calentando. Morata entró en el 61 por Ferran Torres (no muy acertado anoche y flojo en la segunda parte). Mancini, al mismo tiempo, retiraba a Immobile. Entraba Berardi. Tres minutos después Oyarzabal fallaba a puerta vacía. No llegó a tiempo. ¡La que se hubiese liado de haber sido Morata!

En el 69 entraban Gerard Moreno y Rodri por Oyarzabal y Koke (su partido más flojo del torneo y miras que lo estaba haciendo bien hasta hoy). Luis Enrique buscaba ideas y confiaba en un doble pivote. No se le puede reprochar que lo intentase (sin nueve o con doble pivote). Cuatro minutos más tarde se iban Verratti y Emerson y entraban Pessina y Tolói.

En el 77 show de Unai Simone: despeja y rebota en Laporte.

La reivindicación de Morata llegó en el 80. Una buena combinación con Olmo y se planta frente al portero. Con una sangre fría impresionante ajusta al palo corto mientras Donnarumma se vencía al lado opuesto. 1-1.

Morata lleva tres goles en cinco partidos. Y ha fallado menos que Gerard Moreno, Olmo, Oyarzabal o Koke. De estos solo ha marcado Oyarzabal, un gol. Ninguno de nuestros jugadores ha anotado tres.

Entre el 84 y el 85 varios cambios en ambos combinados: Locatelli y Belotti sustituian a Barella y Insigne mientras Marcos Llorente entraba por Azpilicueta. ¡Qué obsesión de poner a Llorente de lateral derecho!

Con 1-1 alcanzamos el final del partido. Fueron 90 minutos intensos de buen fútbol y en varias fases de muy buen fútbol. La segunda parte mejor que la primera, por los goles y por La Roja, que mejoró sus prestaciones, de salida y luego obligada por el marcador en contra.

España afrontaba su tercera prórroga consecutiva. Un esfuerzo tremendo en un espacio tan corto de tiempo.

Ambas selecciones siguieron a lo suyo, fieles a los planteamientos de sus técnicos. Curiosamente, España parecía más fresca. A veces Italia nos recordaba a la vieja Italia. Pero era por méritos de España.

Tuvimos dos oportunidades: la primera en un barullo tras un remate de Morata rechazado y en el 101 de nuevo con Morata de protagonista, cuyo medio remate llegó a Llorente que no pudo consumar.

El resultado no se movió en los primeros 15 minutos de la prórroga. Y nosotros físicamente parecíamos más enteros.

Thiago reemplazó a Busquets para la segunda parte de la prórroga y Bernardeschi a Chiesa en el 106. Dos minutos después se rompía Eric García en una contra italiana. Entró Pau Torres. En el 109 anulaban un gol de Italia por fuera de juego. Era claro y no hubo protestas.

Nuestro problema a partir de ese momento es el que señaló Kiko en TV: habíamos perdido fluidez. Nos pesaban las piernas. Ahora eran ellos los que estaban más frescos.

En el 114 un providencial tacón de Pau Torres nos libró de un gol seguro. Despejó en última instancia cuando el pase llegaba al delantero rival, que se plantaba solo frente a Unai SImón.

No se movió el marcador. Y a los penaltis. España volvía a jugarse el pase desde el punto de penalti. Nos fue bien contra Suiza. Unai Simón paró dos.

Unai Simón paró el primero a Locatelli. Dani Olmo la mandó alta.

Belotti marcó. 1-0. Gerard Moreno también. 1-1.

Bonucci anotó engañando a nuestro portero. 2-1. Thiago, con mucha clase, hizo lo mismo. 2-2.

Bernardeschi la metió por la escuadra. 3-2.  Donnarumma se la paró a Morata. Si marcaban ellos estábamos fuera de la final. Como nosotros ante Suiza.

Jorginho no falló. Se lució!!!

Italia es el primer finalista de la Eurocopa 2020. En unas horas conoceremos su rival.

Para España llegar a semifinales ha sido un éxito. Aunque nos vayamos con el amargo sabor de caer en los penaltis, después de haber jugado nuestro mejor partido. Enfrente teníamos a los mejores del campeonato y hemos estado a un paso de la proeza.

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En el 84 aniversario del asesinato de Lorca

PeNY

Hace un par de semanas el amigo Juan de Díos, cuya carrera en la radio estuvo vinculada a la SER desde la radio musical hasta la gerencia ejecutiva, me pidió un texto sobre el álbum «Poetas en Nueva York«, que reunió a la flor y nata de la canción de autor de Europa y América alrededor del libro de Federico García Lorca. La intención de Juan era publicar el texto hoy 18 de agosto, cuando se cumplen 84 años del asesinato del poeta. Y así ha sido. Lo pueden comprobar en su blog Nunca estuve en NY. Les dejo el enlace, que además de mi nota incluye el video de «Take This Waltz«, rodado en Granada con Leonard Cohen, y un texto del propio Juan de Díos, en el que amplia la info. sobre el disco y sus participantes (además de una pequeña nota biográfica sobre mi persona y una foto mía con Cohen en Granada). A continuación copio y pego mi escrito original antes de la necesaria edición para su publicación en blog ajeno:

«Poetas en Nueva York» fue un ambicioso proyecto discográfico, ideado por Manolo Díaz, para conmemorar el 50 aniversario del asesinato de Federico García Lorca.

Como toda obra o proyecto además de su génesis y desarrollo hay unos antecedentes, unas raíces. En este caso pasan invariablemente por Manolo Díaz. Su visión se pudo llevar a cabo porque dirigía CBS en España. La otra columna fundamental sobre la que se asentó la idea fue el conocimiento que Díaz tenía de la poesía contemporánea española y sus posibilidades comerciales aplicadas al mundo de la música. Esto último, el conocimiento práctico, es fruto de una larga y exitosa carrera artística y ejecutiva. De ser uno de nuestros pioneros del pop- rock madrileño (Los Sonor), pasó a componer éxitos para otros (entre ellos Los Bravos y Massiel), luego fue uno de los primeros, quizás el primero, de los cantautores protesta, para terminar produciendo y dirigiendo. Su primera labor como ejecutivo fue al frente de la dirección artística de la recién creada Discos Acción. Ahí supervisó y alentó la formación de Aguaviva. Una agrupación que cantaba a los poetas españoles del siglo XX y que obtuvo un gran éxito en Italia con un poema de Alberti, “Poetas andaluces”. Y por supuesto, también cantaron a Lorca (tres poemas suyos se incluyeron en el LP de debut de Aguaviva).

Tener al jefe de la compañía involucrado desde el inicio suele ser sinónimo de éxito. Una garantía. Además, Manolo Díaz supo crear el espíritu de equipo necesario a la hora de confeccionar «Poetas en Nueva York«. Algo que se aprecia viendo el resultado final: la variedad de cantautores, representantes de las diversas culturas que configuran los continentes europeos y americanos. La labor de Rafa Alvero, como director artístico de CBS y productor ejecutivo del álbum, también debe ser señalada.

Manolo me incorporó al proyecto, aunque fuese responsable del producto internacional y esto era una producción local. Mi departamento ejercía, por decirlo de alguna forma, de import/export. Por lo que a la larga me tocaría convencer a mis colegas de las filiales de CBS, a lo largo y ancho del mundo, para que editasen el disco.

Mi participación se tradujo en tres de las 11 colaboraciones: los temas de Leonard Cohen, Raimundo Fagner y Chico Buarque, Pepe y Paco de Lucía. Fueron tres contactos (Leonard, Raimundo y Paco) muy fructíferos, especialmente uno de ellos. Con los tres me unía una buena amistad (y con Raimundo algo más: una década después sería el padrino de mi único hijo).

En el tema de Paco de Lucía me limité al contacto inicial. A pesar de estar en discográficas distintas nos conocíamos de hacía muchos años. Concretamente de cuando era parte del Para vosotros jóvenes de Radio Nacional, que dirigía Carlos Tena. En ese programa lanzamos al estrellato su “Entre dos aguas”. Y antes de mi marcha a Nueva York habíamos trabajado juntos en dos producciones de Raimundo Fagner en España. Durante ms años en NY nos veíamos al menos una vez al año, cuando venia a tocar con su grupo o con el trio (McLaughlin, Coryell/Di Meola). Después de ese primer contacto y su interés en participar, Alvero y su departamento tomaron las riendas junto al productor del tema. Su hermano Pepe cantó el poema elegido, «Asesinato«.

Raimundo Fagner era un artista de CBS Brasil. Su participación en «Poetas en Nueva York» fue lo último que grabó para CBS. Ese mismo año de 1986 firmó por BMG Brasil. Nos conocimos en 1981 cuando apareció en España, descubrió el flamenco y las conexiones musicales con su tierra de Ceará (estado nordestino de Brasil). Nos hicimos amigos y hoy en día es mi compadre. Cuando le llamé para plantearle la idea la respuesta afirmativa no se hizo esperar. Le pregunté si nos podía echar una mano con Chico Buarque, buen amigo suyo y una institución de la música brasileña. Me dijo que por supuesto. Y sugirió la idea de hacer un dúo. La propuesta era muy buena. A Manolo le encantó y eligió el poema que ambos grabaron. De la adaptación al portugués de «La aurora” se encargó el gran Ferreira Gullar.

En 1986, ya de vuelta en España, Manolo Díaz, conocedor de mi afinidad con Leonard Cohen cimentada en Nueva York, me pidió que gestionase su colaboración para el disco. Sería la guinda. Cuando le comenté que no creía que hubiese problemas porque la hija de Leonard se llamaba Lorca, sonrió con satisfacción.

Cohen eligió un poema fácil de musicar “Pequeño vals vienés” pero difícil de traducir. Le trajo de cabeza. Fueron dos meses de intenso trabajo (empleó unas 150 horas para adaptar el texto al inglés). Lo cual, por problemas de agenda, nos hizo cambiar el lugar de grabación de Nueva York a Paris (estudios Montmarte). “Take This Waltz” fue el resultado que después retocaría ligeramente para incluirla en su siguiente álbum «I’m Your Man» (1988).

«Poetas en Nueva York» se grabó a lo largo de 1986 y se editó en otoño con un cuadro del pintor Eduardo Urculo de portada. Fue pintado especialmente para el disco. Cuenta con el sello característico de Urculo: un hombre de espaldas con sombrero.

En octubre del 86 Cohen vino a Madrid para la presentación del álbum y para rodar el videoclip de su tema en Granada. Todo estaba calculado al milímetro: primero el viaje para un día de rodaje, incluyendo la visita a la casa-museo de Lorca. Regreso esa misma noche a Madrid. Entre el viaje a Granada y la presentación en Madrid, Leonard hizo promoción y el realizador montó el video.

Take This Waltz” fue un pelotazo en España (n.º 1) y el impulso del álbum «Poetas en Nueva York«. También fue el pasaporte necesario para editar el proyecto internacionalmente con garantías de éxito.

Para quienes tuvimos el honor de participar «Poetas en Nueva York» y “Take This Waltz” nos proporcionó dos motivos de orgullo. El primero ver como nuestra producción pasó a formar parte del siguiente disco del maestro Cohen. Todo un logro desde la península ibérica. El segundo fue obtener el Premio Edison al Mejor Álbum Internacional. Los Edison son los premios oficiales de la industria holandesa, su equivalente a los Grammy.

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Blanca Li: de Xoxonees a la Academia francesa

Blanca Li (Blanca Gutierrez, Granada 1964) tuvo un 2019 agitado: entró en la Academia de Bellas Artes de Francia, como coreógrafa, y la Consejera de Cultura de la CAM, Marta Rivera de la Cruz (Cs), la nombró directora de los Teatros del Canal (Madrid).

En Francia antes de su nombramiento como académica logró algunas de las máximas distinciones oficiales del país vecino, además de premios en diversos festivales de teatro, danza y cine. También trabajó y montó coreografías para anuncios de TV y videoclips de Beyoncé, Paul McCartney o Coldplay.

A los 12 años cambió la gimnasia rítmica por la danza. Un problema de salud la apartó del equipo nacional que compitió en los JJOO de Montreal 1976. Cinco años después se marchaba a Nueva York. Ahí se formó con Martha Graham, Alvin AileyMerce Cunningham (como nombres más destacados). En NY conoce al matemático y grafitero franco-coreano Etienne Li. La relación que comenzó con el diseño de los folletos del primer espectáculo de Blanca se solidifica a nivel personal. Durante estos años de formación neoyorquina, en el campo de la danza, se inicia en la cultura hip hop. Coinciden el nacimiento del rap y la faceta artística de su pareja.

Es en NY donde en 1983 forma Xoxonees junto a su hermana Chus Gutierrez (hoy directora de cine) y dos amigas. Se definen como un grupo de flamenco-rap. Concepto tan interesante como avanzado para ese momento. Claro antecedente de Mala Rodríguez, el «Aserejé» o Las Niñas.

A la vuelta de NY su hermana y ella reforman el grupo en 1987: Silvia San Miguel (teclados) y Elena Robles (bajo) se incorporan reemplazando a las que se quedaron en la gran manzana. Dos años después Xoxonees editaban su primer y único LP.

Las ficha CBS que entonces dirigía Manolo Díaz. El álbum salió en Epic, la división en la que trabajaba llevando el departamento internacional (import/export). Conseguí que se lanzará en Colombia, donde «Marijuli asustadita perdiá» (el tema del video) pegó y salió también en Venezuela. Si lo escuchan comprobaran que es un claro precedente del «Aserejé«, porque emulaban fonéticamente el rapeado del «Rapper’s Delight» igual que después harían Las Ketchup. El problema en América fue que para entonces el grupo ya no existía y no pudo hacerse un seguimiento promocional adecuado.

El disco conceptualmente era muy interesante, pero estaba mal desarrollado. La frescura de las letras, como las de la mencionada «Marijuli«, «Tirate un yupi«, «Molan» o «Peludas«, tenían su punto. Pero la producción era naif. Faltaban intención y picardía. Tomas San Miguel, hermano de Silvia, es un excelente músico y un acreditado compositor. Producir un disco es otra cosa y este debió ser de los primeros de Tomás, por no decir el primero. Se nota porque las canciones no están rematadas. Apuntan ideas aunque no acaban de dar en la diana. Producir rap parece sencillo y no lo es. Menos aún entonces, cuando apenas había experiencia en España. Por ejemplo, a la voz principal (mayormente Blanca) le faltan recursos (inflexiones, giros, etc.). Eso sí, Tomás San Miguel tuvo el acierto de contar con Gerardo Núñez a la guitarra flamenca.

Las pegas anteriores se pueden solucionar. Lo que es imposible de arreglar es la separación del grupo. A principios de 1990 Xoxonees se disolvían. El álbum no llevaba ni un año en el mercado. Blanca Li se volcaría en su compañía de danza. Actuó en la Expo de Sevilla (1992) y al año siguiente se mudaba a París. Donde triunfaría a todos los niveles.

No se olvidó de la cultura urbana de Nueva York y presentaría «Macadam Macadam«, una obra hip-hop creada para el festival Suresnes Cite Danse de 1999. Realizó una gira mundial pasando por festivales como el de Aviñón o el Arts and Ideas de New Haven (EEUU). «Macadam Macadam« recibiría años después el premio de la crítica cultural francesa Globes de Cristal al mejor musical.

Su posición al frente de los Teatros del Canal nos ha traído a Blanca Li a Madrid. ¡Es una gran noticia! La pandemia ha frenado sus planes iniciales pero me consta que está con las pilas bien cargadas.

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George Martin, Bebo Valdés, Manolo Díaz y Ennio Morricone

Bikinis

George Martin, Bebo Valdés, Manolo Díaz y Ennio Morricone: cuatro grandes de la música popular en varias facetas. Representan la diversidad y profundidad de las músicas populares desarrolladas durante el siglo XX.

Rescato esta foto incluida en mi libro «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll«, perteneciente al archivo de Manolo Díaz, por su alto valor simbólico en el devenir de las músicas populares. Por eso formó parte del libro, aunque ahora toma otra dimensión. Hace dos días fue el cumpleaños de Manolo y ayer falleció Morricone. De hecho, el carbayón es el único superviviente de los cuatro Miembros Honoríficos del Claustro Universitario de las Artes de la Universidad de Alcalá (UAH). Y que lo siga siendo por muchos años más. ¡Felicidades Manolo! Y ya sabes, a seguir dando vueltas alrededor del sol…

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De Niro mejoró «New York, New York»

Hace unas semanas leí un artículo del New York Times en el que contaban como Robert de Niro mejoró el tema «New York, New York«, para la película de Martin Scorsese del mismo título.

De Niro y Liza Minnelli protagonizaron el film en 1977. El NYT contaba la historia de la canción que en esta pandemia se había convertido en el «Resistiré» de la ciudad de Nueva York. En la versión de Frank Sinatra. Se repetía así el fenomeno acontecido tras el atentado a las Torres Gemelas.

El músico John Kander y el letrista Fred Ebb, responsables de «Cabaret» entre otros clásicos, presentaron a Scorsese, Minnelli y De Niro las canciones que habían compuesto para la película. El director y la actriz quedaron encantados. Pero De Niro hizo un aparte con Scorsese. Tras una conversación «a la italiana», con mucho movimiento de brazos, el cineasta se acercó a la pareja de autores. Claramente apurado les dijo que a De Niro el tema principal le parecía liviano. Sin profundidad. Deseaba que le diesen otra vuelta al asunto.

El comentario no les sentó bien. No aceptaban que un actor les dijese lo que era una buena canción. Pero reunidos en casa de Ebb acabaron rematando «New York, New York» en 45 minutos. Y pasado el tiempo reconocieron que De Niro llevaba razón.

Sinatra fue quien más se benefició de esta composición. En su regreso al planeta musical era un extraterrestre frente a los Led Zeppelin, Pink Floyd, etc. Su esposa le insistió en grabar «New York, New York«. Pero Ol’ blue eyes se negaba porque era la canción de Liza. Finalmente accedió a cantarla en directo. La primera vez fue en el Radio City Music Hall de NY y el publico enloqueció. A su esposa se unieron otras voces para que la registrase. Cedió tras pedirle permiso a la Minnelli. Hizo unas modificaciones en la letra (entre ellas añadió lo del «number one«) y el resto es historia. Su versión arrasó y es la que todo el mundo recuerda.

Cuando conocí a Liza Minnelli a principios de noviembre de 1989 hablamos de esto. Vino a Madrid para promocionar el álbum «Results«, producido por los Pet Shop Boys, y el primer sencillo «Losing My Mind» (compuesta por Stephen Sondheim y parte de su musical «Follies«). Me cautivó. No solo a mi, también a todas las personas con las que tuvo trato.

Estaba como una niña con zapatos nuevos. Todo le resultaba fascinante, novedoso. Estaba en una nube, viviendo una segunda juventud. Adoraba lo que los Pet Shops Boys habían logrado. El álbum fue disco de oro en Inglaterra y España.

Estaba limpia de todas sus adicciones. No tuvo problemas en referirse a ellas, ni en vernos tomar vino en una inolvidable cena en La Dorada, presidida por Manolo Díaz. Transpiraba bondad, como demuestra este episodio del «New York, New York«: «No podía negarle que la grabase. La canción no era mía. Mi negativa perjudicaría a los autores. Y el detalle que tuvo en llamarme, sin necesidad de hacerlo, me pareció impecable. Siempre fue un caballero. Y un amigo».

Un año y un mes después de este encuentro madrileño, ambos la cantarían en NY en el concierto por el 75 cumpleaños de Sinatra.

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Luis Eduardo Aute (1943-2020)

Estoy conmocionado, son días de dolor y duelo. Hace como dos horas me enteré del fallecimiento de Luis Eduardo Aute (Manila, 1943-Madrid, 2020). Los últimos sorbos del café que estaba tomando han sido los más amargos que recuerdo. Me cuesta articular frases. En Facebook recurrí a un texto de Luis Lapuente que reflejaba un fragmento de su libro «Conversaciones con Gonzalo García Pelayo. Nostalgia del futuro«, en el que GGP mostraba su admiración y afecto por Aute. Inmediatamente pensé hacer lo mismo aquí en El Mundano. Porque Aute forma parte de mi «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll«. Como no podía ser de otra forma, porque es un pionero del rock & roll madrileño. Al igual que otros importantes cantautores que tuvieron sus inicios en el incipiente r&r patrio (Patxi Andión, Manolo Díaz, Raimon, Xabier Ribalta, Serrat, etc.).

Otra de las facetas del mestro Aute es la de artista plástico. Y en esto también estuvo cercano al pop-rock español. Suya es la ilustración de la portada del primer álbum de Barrabás. el exitoso proyecto afrolatino del Fernando Arbex de los 70. En el grupo formaban dos Morales, Ricky y Miguel.

Tenía claro que la canción que iba a elegir para este post era «Slowly» (y mira que es difícil seleccionar una entre tantas grandes canciones). Siempre pensé que tenía el potencial de ser un hit mundial. Mi idea original era que la grabase Julio Iglesias. No prosperó. Aute ya tuvo un éxito internacional con la adaptación inglesa de su «Aleluya Nº. 1» (1967) en la versión que grabó Ed Ames. La original de Aute contó con los arreglos y producción de Juan Carlos Calderón y triunfó en España. También Massiel tuvo éxito con su versión. La de Asner funcionó en EEUU, Canadá y en Australia (en menor medida). El tema era un proto Leonard Cohen en toda regla. Escribo esto y enseguida me viene el recuerdo de su admiración por Cohen y el entusiasmo con el que comentamos su primera actuación en el Teatro Monumental de Madrid (era la gira del «New Skin For The Old Ceremony» y representaba una evolución sonora importante). Me ha llamado la atención que Víctor Lenore  también eligiese «Slowly» en su muro de FB. Aquí me viene de perlas porque refleja perfectamente el ambiente de ese primer Aute rocanrolero.

Vecino del barrio de La Mundana (la Karina ye yé era la otra celebridad de Fuente del Berro) recuerda que el primer, y probablemente único autógrafo que pidió, fue con 12 o 13 años cuando ella y su amiga Ana Davies se lo encontraron a la puerta de El Corte Inglés de Goya. Yo, en cambio, la recuerdo mirándole embobada en el vestíbulo del Teatro Alcalá Palace (no me acuerdo que actuación pudo ser; igual fue Leo Sayer).

Les dejó con pantallazos de «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll» referidos al gran Luis Eduardo Aute:

Filipinas copia

Tigres copia

MD 1 copiaMD 2 Sonor copia

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Patxi Andión (1947-2019)

Acabo de enterarme del fallecimiento de Patxi Andión, en accidente de coche camino Soria. Le conocí personalmente cuando coincidimos en Epic, a mi vuelta de Nueva York. Había editado «El balcón abierto«, que sería su ultimo álbum para la compañía. El sencillo elegido fue «Si yo fuera mujer«, una canción adelantada a su época y que hoy (desafortunadamente) sigue vigente. Era una versión de un tema italiano, «Se fossi una donna«, original de Andrea Mingardi (Mingardi también hizo una versión inglesa «If I Were A Woman«). Patxi Andión hizo la adaptación al español e hizo suya la canción. Recuerdo que no tuvo la acogida en las radio formulas que merecía. Era un temazo, tanto la original como la de Patxi Andión. Para la elección de la canción hay que recordar que el director de A&R nacional de Epic era Rafa Alvero y Manolo Díaz el director general de la compañía.

Profesionalmente conocía a Patxi Andión desde los inicios de su carrera, a finales de los 60 (Sonoplay/Movieplay). Aunque mi canción favorita es de 1973, «Una, dos y tres«, donde El Rastro se convertía en una metáfora social. La encontrarán al final de este post.

No voy a extenderme más respecto a su figura. Voy a copiar y pegar del borrador de un libro (inacabado y que permanecerá así). Lo escrito hasta entonces (y sin actualizar) sobre Patxi Andión:

[…] La influencia del rock ‘n’ roll tiene especial relevancia cuando hablamos de nuestros primeros cantautores. Dato tan sorprendente como poco divulgado. Y, una vez más, se demuestra que el rock ‘n’ roll fue un género que atravesó todas las capas sociales y cuyo denominador común era la juventud, la rebelión adolescente o juvenil (si así lo prefieren). Los siguientes nombres, fundamentales en su campo, provienen del rocanrol español y son pioneros de la canción de autor (algunos también lo fueron del rock & roll, por usar la denominación que agrupa al rock ‘n’ roll facturado fuera de Estados Unidos). Son: Luis Eduardo Aute, Manolo Díaz, Francesc Pi de la Serra, Raimon, Patxi Andión, Benito Lertxundi y Joan Manuel Serrat. ¡Casi nada! […]

[…] Patxi Andión y Benito Lertxundi, también dieron sus primeros pasos rocanroleros, antes de tomar otros derroteros. Nos detendremos más adelante en ambos. […]

[…] Antes de la creación en Madrid de Canción del Pueblo en 1967 (y su continuidad en La Tragala de 1969) algunos medios empezaron a denominar Nueva canción castellana a un heterogéneo grupo de artistas y autores como Massiel, Luis Eduardo Aute, Manolo Díaz y Patxi Andión (en 1973 grabó un disco en euskera con poemas de Joxe Maria Iparragirre). Aquello no cuajó, a pesar de los éxitos comerciales por separado de sus hipotéticos miembros, porque no había un cuerpo ideológico que lo sustentase. Es decir, unos planteamientos y objetivos comunes. Massiel, que no era cantautora, era un nexo entre Aute y Díaz, porque cantaba sus canciones. Y no había nada más. Porque los aires de renovación eran comunes entre todos los creadores jóvenes, como lo eran entre su publico. Como el rock & roll, los deseos de cambio abarcaban a todos los jóvenes. […]

[…] Patxi Andión, madrileño de orígenes vascos, sería la vertiente urbana de los anteriormente nombrados. Costumbrista también, pero de las calles de Madrid, de El Rastro, protagonista de su mayor éxito. Militante de la UPA, el brazo cultural del FRAP, tuvo que exiliarse en París. Sus inicios en la música también tuvieron que ver con el rock & roll: cantó en un par de grupos que versionaban los clásicos del género. Sociólogo y periodista actualmente ejerce de profesor en la Politécnica de la Universidad de Castilla La Mancha, tras haber dado sus pasos en el cine y el teatro. Su primer LP (Movieplay, 1969) contó con los arreglos de Carlos Montero y la producción de Carlos Guitart (quien también escribió el texto de contraportada). El porteño Montero (su nombre real era Juan Carlos Zamboni) llegó a España de la mano de Alberto Cortez, de quien era guitarrista (el argentino fue el primero en cantar a Miguel Hernández; Serrat en su disco dedicado al poeta incluyó «Nanas de la cebolla» musicado por Cortez). Guitart, militante del PCE, provenía del mundo del rock: integrante de Los Sonor (por donde también pasaron Luis Eduardo Aute y Manolo Díaz) y de Los Flecos (supergrupo nacido para hacer frente a Los Brincos), estuvo trabajando para Los Bravos antes de incorporarse a la dirección artística de Movieplay (fue uno de los fundadores de Sonoplay, embrión de la futura Movieplay, y posteriormente también de Dial Discos), desde donde impulsó la canción de texto y el folk (con cantautores y grupos). […]

 

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La moto o las motos

La canción de Manolo Díaz «La moto«, para Los Bravos, en su día fue símbolo de anhelos y aspiraciones. Hoy podría ser una metáfora de los tiempos presentes. Por las motos que nos venden por ejemplo los políticos o los medios respecto a Rosalía. En referencia a esto último, que me toca de cerca, mandé un mensaje claro a través de un articulo en La Voz de Galicia el pasado 11 de febrero sobre su «falso éxito internacional». El periódico y Javier Becerra, quien contactó conmigo, se han apuntado un tanto a nivel nacional. Aunque no todos les han citado como deberían y en aras de la actualidad han olvidado la fecha original de publicación. En esta época que vivimos los meses pasan muy rápidos y me contraargumentan con hechos posteriores a mi nota (hubo gente que mencionaba la colaboración con James Blake y hoy ya sabemos que no ha funcionado: #61 en Bélgica, #40 en España y #27 en la lista dance de EEUU). La relevancia del texto para La Voz de Galicia se ha producido durante el mes de abril.

A continuación encontraran algunos enlaces que no había recogido en este blog:

El 10 de abril era mencionado en una publicación de PRISA, los grandes propagadores de Rosalía en nuestro país. A Rosalía solo le ha faltado ser portada del AS. En S-Moda Eva Armas escribía en su artículo:

[…] Otra por, a ojos y oídos del crítico musical Adrian Vogel, “habernos engañado respecto a su éxito internacional”. […]

Para añadir a continuación:

[…] la verdadera noticia que ha eclipsado sendas controversias es la que, con toda probabilidad, desmienta ambos titulares y dé la razón (una vez más) a Rosalía: la española formará parte del disco final de Juego de Tronos. […]

El problema es que la canción no está en la banda sonora de la serie, ni Rosalía forma parte de la misma. Es un disco inspirado en la serie, algo bien distinto. Y, como ya he escrito anteriormente, es mejor estar que no estar. Pero que no nos vendan motos. El enlace al artículo de Armas:

Rosalía confirma (de nuevo) su éxito internacional: participará en el disco de ‘Juego de Tronos’

El 10 de abril Nuria Martín del programa «Cazamariposas» del canal Divinity contactaba conmigo a raíz de la resurrección del artículo de La Voz de Galicia de febrero. Bru Marsé y un servidor dimos nuestras impresiones al respecto (se emitió el día 11). Pueden verlo pinchando aquí. A raíz de esta aparición me llamaron de Telemadrid y de varios programas del corazón. El canal autonómico me grabó por teléfono. Y este pasado domingo el programa de Tele 5 «Socialité» incluyó en su espacio fragmentos de mi intervención en «Cazamariposas«.

Al día siguiente dos medios digitales se hicieron eco del programa de Tele 5:

esdiario.com: Un experto musical desmonta el mito internacional de Rosalía y arde Telecinco

OK diario: Rosalía en el punto de mira: Un experto musical niega que sea “un mito internacional”

Y ayer fue El Mundo quien me citó, como contrapeso a las opiniones favorables de Belén Esteban y Cristina Cifuentes, quienes salieron en defensa de Rosalía por un presunto ataque (asumo que mío), para despedir su texto:

[…] Sin embargo, este mismo fin de semana Adrián Vogel, un ejecutivo musical, cuestionó el éxito de Rosalía en Socialité: «Nos están vendiendo humo, nos están vendiendo una moto». […]

El artículo del rotativo madrileño: El cruce de mensajes entre Belén Esteban y Cristina Cifuentes por el éxito de Rosalía

Una lectura positiva para terminar: entendiendo la guerra de medios es de agradecer que se hayan hecho eco de mis opiniones. Que son una crítica a la exageración mediática, los titulares engañosos, los clickbaits, etc. No a Rosalía. Me parece muy sano que los medios de comunicación reflejen opiniones que cuestionan su credibilidad.

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El truño de «45 revoluciones»

Bye

… Y luego tenemos la huida de la audiencia (un rechazo en toda regla). Como en el caso del truño de «45 revoluciones» de Antena 3, cuyo fracaso es más que evidente. En la siguiente imagen (de Wikipedia) podemos observar como el público ha ido abandonando la serie.

45 revoluciones

Pero los datos de audiencia son solo un aspecto del fiasco. También tenemos la baja calidad y la falta de rigor de los tres episodios emitidos. La serie es simplemente mala. Mala de solemnidad. ¿Se precisan tantos guionistas para construir un relato tan penoso?

La falta de rigor es asombrosa. Y esto sí que me sorprende. Porque si pretendes recrear el año 1962 y la confirmación, más que los inicios, de un nueva era musical, lo mínimo que debes hacer es reflejar adecuadamente la época. Hay licencias que te puedes permitir como la de los edificios, locales, etc. porque los originales ya no existen. Pero no puedes poner minifaldas años antes de que estas apareciesen. O enseñar la portada del segundo LP de Led Zeppelin, editado siete años después (1969). O meter canciones de ahora y no reflejar la música de entonces (por mucho que lo hayan intentado explicar no han convencido a nadie). Son demasiados detalles para enumerar. Estamos acostumbrados al rigor (y a ciertas licencias) de series como «Cuéntame«, «El ministerio del tiempo» o las de la BBC, por poner unos pocos ejemplos. Así que lo de «45 revoluciones» no es de recibo.

La actriz protagonista Guiomar Puerta (Bilbao, 1992) dio la clave sin darse cuenta en una entrevista. Decía que tuvo pocas referencias para crear su personaje porque «No encontré nada escrito, apenas unas páginas en un libro de Los Brincos» para soltar a continuación un alegato feminista, que ni venía a cuento ni tenía nada que ver con la serie (ni con la época). Se refería a la gran Maryní Callejo. ¿Tantos guionistas, ni nadie en la productora (Bambú), supieron encontrar nada sobre la Callejo? En mi «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll» así como en otros libros hubiesen podido encontrar información. O haber preguntado a Patricia Godes o José Ramón Pardo. O a artistas que trabajaron con ella como Micky o Paco Pastor. O… a la propia Maryní. ¿La actriz o la productora no saben usar Google? ¡A mi me salen 1.890 resultados! No hicieron adecuadamente los deberes. Se quedaron en la superficie. Por eso la serie no funciona y la audiencia ha ido dando la espalda. No hay profundidad en los planteamientos ni en las situaciones.

¿Qué futuro puede tener «45 revoluciones» cuando ha pasado del (por los pelos) aceptable 10,1% del primer capitulo al estrepitoso 5,4% del tercero?

P.D.: el primer capítulo lo vi (grabado) a las pocas horas de su emisión; el segundo al día siguiente; el tercero anoche, donde las referencias a la Hispavox de los hermanos Vidal son obvias. Y adaptaban un conflicto autoral tomado de la historia de «La moto«, compuesta por Manolo Díaz y grabada en 1966 por Los Bravos (Columbia) y Los Pasos (Hispavox). Según José Ramón Pardo este fue el primer conflicto autoral del pop español. En «Bikinis…» escribía lo siguiente:

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Tarantino y Los Bravos

La tarde de ayer produjo una excelente noticia para la mejor época del pop español (1966-1976): se dio a conocer el trailer de la nueva película de Quentin Tarantino «Érase una vez en… Hollywood» y la música era un éxito de Los Bravos, «Bring a Little Lovin’» (al principio suena un tema del primer LP de The Mamas & The Papas).

No sería la primera vez que Tarantino usa música española. Ya incluyó «Tu mirá» de Lole y Manuel en «Kill Bill 2«. En esa ocasión el tema era en español (como los autores). Ahora es una composición en inglés para Los Bravos de Henry Vanda y George Young (entonces miembros del grupo The Easybeats; unos meses después de Los Bravos editaron su versión). En «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll» escribía al respecto. Un mínimo extracto:

Los Bravos

Y también incluía en el libro una tabla con los éxitos de Los Bravos (las canciones en español son de Manolo Díaz excepto «Como nadie más» que era la adaptación de un tema de los Bee Gees).

Hits

 

TOP es la posición más alta en listas, en paréntesis el n.º de semanas que encabezó la lista y SL es cuantas semanas permaneció en listas.

«Érase una vez en… Hollywood» cuenta con Leonardo DiCaprio, Margot Robbie y Brad Pitt en los papeles principales. Localizada en el Los Angeles de 1969 aparecen personajes basados en personas reales de la época como Bruce Lee, Steve McQueen o Sharon Tate (asumo que Manson también). El estreno está previsto para agosto.

De despedida el clip original de «Bring a Little Lovin’«. ¡Así de modernos éramos!

 

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